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Refran en boca cerrada no entran moscas ( 18 )

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Mariposa ebria, la tarde, giraba sobre nuestras cabezas estrechando sus círculos de nubes blancas hacia el vértice áspero de tu boca que se abría frente al mar alineando sus blancos lobeznos.


Alfonsina Storni


Cuando supe que Adolf Eichmann murió con la palabra "Argentina" en su boca, cuando me enteré del mensaje de "amor eterno" que, en el umbral del más allá, había enviado a mi país, confieso que sentí vergüenza.


Álvaro Abós




con mi mano en tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu boca que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja.


Julio Cortázar


Soy una firme creyente en poner tu dinero donde está tu boca.


Teri Hatcher


No era posible que su deseo hubiera sido escuchado. Cosas así no sucedían, eran imposibles. Parecía monstruoso incluso pensar en ello. Y, sin embargo, allí estaba el retrato, con un toque de crueldad en la boca.


Oscar Wilde


ROMEO
(...) Mi pecado en tu boca se ha purgado.
JULIETA
Pecado que en mi boca quedaría.
ROMEO
Repruebas con dulzura. ¿Mi pecado?
¡Devuélvemelo!


William Shakespeare




Boca no es un cabaret. Un cabaret es un lugar donde hay chicas... que se desnudan... ganan plata.... donde uno va con amigos a divertirse un rato... Donde muchas veces he ido.


Héctor Veira


El refrán que no viene a propósito, antes es disparate que sentencia.


Miguel de Cervantes


No es más adicto a la cabeza el corazón ni mas pronta la mano en servir a la boca, que lo es trono de Dinamarca para tu padre.


William Shakespeare




Schiaretti, antes de hablar de mi familia enjuagate la boca con cloro.


Luis Juez


Es como una explosión de sangre caliente y pus en la boca .


Bear Grylls


Hace calof aquí- dije.
-Si, y esto no es nada- me contestó el otro.
Cálmese.
Ya lo sentirá mas fuerte cuando lleguemos a Comala. Aquello está sobre las brasas de la tierra, en la mera boca del infierno.
Con decirle que muchos de los que allí se mueren, al llegar al infierno regresan por su cobija.


Juan Rulfo


Simon apartó la mano de la boca. Los colmillos ya no estaban.
- Podría habrte matado - exclamó, y había una especie de suplica en su voz.
- Y yo te lo habría permitido - repuso Jace.


Cassandra Clare




Una mirada de reojo a mi sombrero de Hamlet. ¿Si me quedara súbitamente desnudo aquí mismo donde estoy sentado? No lo estoy. A través de las arenas de todo el mundo, seguida hacia el oeste por la espada llameante del sol, emigrando hacia tierras crepusculares. Ella marcha agobiada, schleppea, remolca, arrastra, trascina su carga. Una marea hacia el oeste, selenearrastrada, en su estela. Mareas, dentro de ella, miríadinsulada, sangre no mía, oinoma ponton, un mar vino oscuro. He aquí la criada de la luna. En sueños el signo líquido le dice su hora, le ordena abandonar el lecho. Leche nupcial natal mortal, cirioespectroiluminada. Omnis caro ad te veniet. Él viene, pálido vampiro, atravesando la tormenta con sus ojos, su velamen de murciélago navega ensangrentando el mar, boca al beso de su boca.

Vamos. Tomémoslo al vuelo, ¿quieres? Mis tabletas. Boca a su besar. No. Debe de haber dos. Pégalas bien. Boca al beso de su boca.

Sus labios dieron labios y boca a inmateriales besos de aire. Boca a su vientre. Antro, tumba donde todo entra. Del molde de su boca en su aliento fue exhalado sin palabras: ooeehah; estruendo de astros en catarata, igniciones esféricas bramando sevanvanvanvanvanvanvan. Papel. Los billetes de banco, malditos sean.


James Joyce


El ardor de ese beso no los abandonó en muchos días y llenó de fantasmas delicados sus noches, dejando su recuerdo en la piel, como una quemadura. La alegría de ese encuentro los transportaba levitando por la calle, los impulsaba a reír sin causa aparente, los despertaba sobresaltados en la mitad de un sueño. Se tocaban los labios con las puntas de los dedos y evocaban exactamente la forma de la boca del otro.


Isabel Allende


El mejor recuerdo que tengo es el del cariño de los hinchas de Boca. No lo voy a olvidar nunca. Más allá de los goles y de los títulos hay que entender que Boca es grande por su gente. No por los jugadores, ni por los técnicos.


Martín Palermo


«Yo la conozco desde hace más tiempo», decía mi sonrisa. «Sí, tú has estado entre sus brazos, has probado el sabor de su boca, has sentido su calor, y eso es algo que yo nunca he tenido. Pero hay una parte de ella que es solo para mí. Tú no puedes tocarla, por mucho que te esfuerces. Y cuando te deje, yo seguiré estando aquí, haciéndola reír. Y mi luz brillará en ella. Yo seguiré estando aquí mucho después de que ella haya olvidado tu nombre.»


Patrick Rothfuss


Necesitas a alguien que cuide de ti ?le dijo antes de llevarse el tenedor a la boca.
Grace se encogió de hombros.
?Yo me cuido sola.
?No es lo mismo.
Grace lo miró con el ceño fruncido. Algo en la voz del hombre le indicaba que no lo decía desde un punto de vista machista. Julian hablaba desde el corazón y basándose en su propia experiencia.
?Supongo que todos necesitamos a alguien que nos cuide, ¿verdad? ?susurró ella.


Sherrilyn Kenyon


Ya no existe el cohete. Nunca existió. Ni la gente. No hay nadie en todo el universo. Nunca hubo nadie. Ni planetas. Ni estrellas". Eso decía. Y luego algo acerca de sus pies y sus piernas y sus manos: "No mas manos", decía. "Ya no tengo manos. Nunca las tuve. Ni cuerpo. Nunca lo tuve. Ni boca. Ni cara. Ni cabeza. Nada. Solamente espacio. Solamente el abismo".


Ray Bradbury


El peso le aplastaba los pulmones, haciéndole difícil y dolorosa la respiración. Tuvo que detenerse para concentrarse y hacer que el aire penetrara en ellos. Puede que sea un ataque cardíaco; en tal caso, no podré subir. Pero el deseo de hacerlo era aún más fuerte que antes: sentía la imperiosa necesidad de estar solo, encerrado en una habitación vacía, libre de testigos, tumbado boca arriba y en completo silencio, con brazos y piernas extendidos; sin necesidad de hablar ni moverse. sin tener que soportar a nadie ni encarar ningún problema. Y que nadie sepa dónde estoy, pensó. Aquello le parecía, con mucho, lo más importante: quería estar ausente, vivir ignorado, no ser visto por nadie.


Philip K. Dick


No debes tirar piedras si vives en una casa de cristal, y si tienes una mandíbula de cristal, debes ver tu boca: porque yo te rompo la cara.


50 Cent


Si aquella noche el rostro de Inés se me mostró en las facciones de Bob, si en algún momento el fraternal parecido pudo aprovechar la trampa de un gesto para darme a Inés por Bob, fue aquella, entonces, la última vez que vi a la muchacha. Es cierto que volví a estar con ella dos noches después en la entrevista habitual, y un mediodía en un encuentro impuesto por mi desesperación, inútil, sabiendo de antemano que todo recurso de palabra y presencia sería inútil, que todos mis machacantes ruegos morirían de manera asombrosa, como si no hubieran sido nunca, disueltos en el enorme aire azul de la plaza, bajo el follaje de verde apacible en mitad de la buena estación.

Las pequeñas y rápidas partes del rostro de Inés que me había mostrado aquella noche Bob, aunque dirigidas contra mí, unidas a la agresión, participaban del entusiasmo y el candor de la muchacha. Pero cómo hablar a Inés, cómo tocarla, convencerla a través de la repentina mujer apática de las dos últimas entrevistas. Cómo reconocerla o siquiera evocarla mirando a la mujer de largo cuerpo rígido en el sillón de su casa y en el banco de la plaza, de una igual rigidez resuelta y mantenida en las dos distintas horas y los dos parajes; la mujer de cuello tenso, los ojos hacia delante, la boca muerta, las manos plantadas en el regazo. Yo la miraba y era ?no?, sabía que era ?no? todo el aire que la estaba rodeando.


Juan Carlos Onetti


Hay dos tipos de secretos. Hay secretos de la boca y secretos del corazón. La mayoría de los secretos son secretos de la boca. Chismes compartidos y pequeños escándalos susurrados. Esos secretos ansían liberarse por el mundo. Un secreto de la boca es como una china metida en la bota. Al principio apenas la notas. Luego se vuelve molesta, y al final, insoportable. Los secretos de la boca crecen cuanto más los guardas, y se hinchan hasta presionar contra tus labios. Luchan para que los liberes. Los secretos del corazón son diferentes. Son íntimos y dolorosos, y queremos, ante todo, escondérselos al mundo. No se hinchan ni presionan buscando una salida. Moran en el corazón, y cuanto más se los guarda, más pesados se vuelven. Es mejor tener la boca llena de veneno que un secreto del corazón. Cualquier idiota sabe escupir el veneno, pero nosotros guardamos esos tesoros dolorosos.


Patrick Rothfuss


¡Ah, Biondetta ?me decía a mí mismo?, si no fueses un ser fantástico, si no fueses aquel espantoso dromedario! Pero ¿por qué impulso me dejé llevar? He vencido el miedo; extirpemos un sentimiento más peligroso. ¿Qué ternura puedo esperar de ella? ¿Renunciaría, acaso, a su origen? El fuego de sus miradas tan conmovedoras, tan dulces, es un cruel veneno. Esa boca tan bien formada, tan coloreada, tan fresca y en apariencia tan ingenua no se abre más que para engaños e imposturas. Ese corazón, si lo fuese, no se encendería sino para una traición.


Jacques Cazotte


LADY MACBETH: ¿Quieres lograr
lo que estimas ornamento de la vida
y en tu propia estimación vivir como un cobarde,
poniendo el "no me atrevo" al servicio del "quiero"
como el gato del refrán?

MACBETH: ¡Ya basta! Me atrevo
a todo lo que sea digno de un hombre,
quien se atreva a más, no lo es.


William Shakespeare


En el pan es de día -murmura Johnny, tapándose la cara-. Y yo me atrevo a tocarlo, a cortarlo en dos, a metérmelo en la boca. No pasa nada, ya se: eso es lo terrible. Te das cuenta de que es terrible que no pase nada? Cortas el pan, le clavas el cuchillo, y todo sigue como antes. Yo no comprendo, Bruno.


Julio Cortázar




La lengua de la mariposa es una trompa enroscada como un muelle de reloj. Si hay una flor que la atrae, la desenrolla y la mete en el cáliz para chupar. Cuando lleváis el dedo humedecido a un tarro de azúcar, ¿a qué sentís ya el dulce en la boca como si la yema fuese la punta de la lengua? Pues así es la lengua de la mariposa.


Manuel Rivas


No había podido callarse la boca, la amistad entre hombres tiene pactos no escritos pero sólidos, no como la amistad entre mujeres.


Elena Ferrante


Quien ama verdaderamente no puede amar lo contrario y lo opuesto de aquello que ama, y ésta es la razón por la cual aquellos que fueron, en un determinado momento de la vida, los más grandes enemigos de Cristo, conviértense, tocados por la Gracia Divina, en sus más ardientes y fogosos defensores. El Amor y el odio están estrechamente unidos entre sí y quien quiera suprimir la cólera suprima al mismo tiempo la caridad. Quienes son incapaces de enardecerse por la ira también lo serán respecto del amor: son los eternos tibios que la boca de Dios, conforme está escrito en el Apocalipsis, vomitará.


Giovanni Papini


Resulta instructivo ver cómo los nacionalistas se hacen su propia cama, a costa del insomnio del resto del país. Ninguna mente honrada comprenderá semejantes actitudes. Para prolongar el tiempo del chantaje, tanto el tendero Pujol como el padre Arzalluz animan a González a negarse a la moción de confianza (incluso amenazando con no apoyarlo en ella si la incoa) así como a no adelantar las generales. Rebus sic stantibus, ellos seguirán ordeñando la vaca. No les importa, sin embargo (sic), formar parte del Gobierno central, aunque no "de pupilos". Y lo dicen con la boca chiquita, mientras con la otra hablan con Aznar, que es su homólogo... Luego, con tales representantes, querrán catalanes y vascos que los amen.


Antonio Gala


Quien no buscó amigos en la alegría, en la desgracia no los pida.


Refrán


Al pan, pan, y al vino, vino.


Refrán


No solo de pan vive el hombre.


Refrán


Más vale pan con amor que gallina con dolor.


Refrán


La guerra solo tiene una buena cosa; la paz que trae en pos de ella.


Refrán


Cuenta y razón conserva amistad.


Refrán


A buena mujer, poco freno basta.


Refrán


El que guarda, halla.


Refrán


Amor trompetero, cuantas veo tantas quiero.


Refrán


Donde hay gana, hay maña.


Refrán