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Resumen de la novela aura o las violetas ( 3 )

Resumen de la novela aura o las violetas. Encuentra docenas de resumen de la novela aura o las violetas con fotos para copiar y compartir.


El dilema de los próceres es una formidable novela para descifrar qué somos los argentinos?. Tomás Eloy Martínez.


Jorge Fernández Díaz (escritor)


hé tomado la desicion más grande de mi vida,separarme de mi esposo.....porque me canse de sus actitudes aun queriendolo.


aura




Para exigir hay que dar, para pedir conocimientos hay que ser buen maestro


Anais Aura Mujica Lobo


Absoluto Amor

Como una limpia mañana de besos morenos
cuando las plumas de la aurora comenzaron
a marcar iniciales en el cielo. Como recta
caída y amanecer perfecto.

Amada inmensa
como un violeta de cobalto puro
y la palabra clara del deseo.

Gota de anís en el crepúsculo
te amo con aquella esperanza del suicida poeta
que se meció en el mar
con la más grande de las perezas románticas.

Te miro así
como mirarían las violetas una mañana
ahogada en un rocío de recuerdos.

Es la primera vez que un absoluto amor de oro
hace rumbo en mis venas.

Así lo creo te amo
y un orgullo de plata me corre por el cuerpo.


Efraín Huerta


Trino Y Uno

II
Después de tantos mares donde se deshojaron
en otoños de espuma los leves rostros muertos
y fueron como sombras de incendiados marfiles
a plegarse en el fondo de dormidos espejos,
aquel sol de violetas y oro decapitado
que invadió sordamente la raíz de tu pecho
y trepó hasta tus ojos con moradas espinas,
y hasta tu voz con ácidos aguijones de hielo.

Y aquel canto bruñido por las lluvias del polen
se llenó de nocturnas mariposas sin sueño,
y el viento que jugaba por los altos vitrales
y entre los mirtos tuvo su casa de gorjeos,
resquebrajó el crestado recinto de tu audacia
y fue huracán golpeando tus árboles desiertos.

Mientras se despeñaban los altivos jardines
en un rescoldo amargo de melodiosos ecos,
en las duras florestas las tórtolas morían
ahogadas por un aire de serafines negros,
y cerraban sus párpados los olorosos claves
sellados para siempre por ruiseñores ciegos,
a orillas de la fiesta en que el centauro abría
como un rosario vivo su galope en tu verso,
entre escorias de cisnes y escrituras del frío,
sobre las tenebrosas arenas del desvelo
tú solo, tú en la isla, con las manos desnudas,
sitiada por la noche tu garganta de fuego.


Sara de Ibáñez


Los caballos al galope huelen sus cuartillas Un perfume de violetas.


Kaga No Chiyo




En el jardín de la Iglesia se cultivan: Las rosas de los mártires, los lirios de las vírgenes, las yedras de los casados, las violetas de las viudas.


San Agustín


La Muerta de Marfil

Contemplé, en la mañana,
la tumba de una niña;
en el sauce lloroso gemía tramontana,
desolando la amena, brilladora campiña.
Desde el túmulo frío, de verdes oquedades,
volaba el pensamiento
hacia la núbil áurea, bella de otras edades,
ceñida de contento.
Al ver oscuras flores,
libélulas moradas, junto a la losa abierta,
pensé en el jardín claro, en el jardín de amores,
de la beldad despierta.
Como sombría nube, al ver la tumba rara,
de un fluvión mortecino en la arena y el hielo,
pensé en la rubia aurora de juventud que amara
la niña, flor de cielo.
Por el lloroso sauce, lilial música de ella,
modula el aura sola en el panteón de olvido.
Murió canora y bella;
y están sus restos blancos como el marfil pulido.


José María Eguren


Romance de Los Vanos Encuentros

No preguntes quién pone en este canto
un alma destinada al sufrimiento
y un pobre corazón que te ama tanto.


I
Bronces de las ocho y media
nos llaman cada mañana
-entre tu casa y mi casa-
de dos cornisas y un breve saludos de camaradas.

¡Estás tan bella, vestida
de crujiente espuma blanca
baje ese sol de las ocho
que te ciñe y que te alaba!

Sus amarillas saetas
bordan en tu pelo el aura
que me recuerda las leves
imágenes de las santas.

(Pienso que rezarte a ti
tal vez me salvará el alma...)

II
Las campanas matinales
ponen música en la senda
por donde a tu escuela vas,
por donde voy a mi escuela.

Tontamente, tontamente
me vuelve la vieja idea
cada vez que nos cruzamos
en nuestras rutas opuestas:
pienso en el ayer que ataba
con una risa dos sendas,
cuando jamás nos cruzábamos
tú y yo en camino a la escuela.

Con una misma campana,
con una misma existencia,
y por una misma calle
con sol de las ocho y media...
Para nosotros, entonces,
había una sola escuela.

III
La señorita maestra
pasa vestida de blanco ;
en su oscuro pelo duerme
la noche aún, perfumado,
y en lo hondo de sus pupilas
yacen dormidos los astros.

Buenos días señorita
del caminar apurado;
cuando su voz me sonríe
olvido todos los pájaros,
cuando sus ojos me cantan
se torna el día más claro,
y subo la escalinata
un poco como volando,
y a veces digo lecciones.


Julio Cortázar




El lector puede ser considerado el personaje principal de la novela, en igualdad con el autor; sin él, no se hace nada.


Elsa Triolet


Sourinomo

Como rosadas flechas de aljabas de oro
vuelan los bambúes finos flamencos,
poblando de graznidos el bosque mudo,
rompiendo de la atmósfera los níveos velos.


El disco anaranjado del sol poniente
que sube tras la copa de arbusto seco,
finge un nimbo de oro que se desprende
del cráneo amarfilado de un bonzo yerto.

Y las ramas erguidas de los juncales
cabecean al borde de los riachuelos,
como el soplo del aura sobre la playa
los mástiles sin velas de esquifes viejos.


Julián del Casal


Novia Del Recuerdo Ya

Si acertara tu contorno
y pudiera recogerte
de tan lejos, negra novia,
inmóvil y permanente.

Si se me diera cubrir
el largo trecho de ausencia
en un galope de tactos
de labios y de violetas.

Si aún alcanzara el remate
delgadísimo del beso
perdido en la lejanía
aún viva de mi recuerdo...

...Serías mía de nuevo
-mi lejana negra novia-
con gallos y cascabeles
repicando tus alcobas

de espejos y de violetas.
Con tu mirada en el agua
viéndome venir de lejos
por los caminos del alba.

Serías mía de nuevo
con mi risa y tus ojeras;
con mi gloria y tu congoja
de pájaro sin vereda.

Con mi gloria y con la tuya;
con la gloria de las almas
nuevas, frenéticamente,
en un abrazo de espadas.

Porque es tiempo y mi mensaje
se va de mí, derramado;
negra novia del recuerdo,
lejana y sola, esperando.


Victoriano Crémer


Lucía

Lucía es rubia y pálida. Sus quietas
pupilas de princesa vagamente
miran hacia el ocaso, y en su frente
se muere una ilusión. Las violetas

de sus grandes ojeras melancólicas
parece que presienten el intenso
olor del camposanto y el incienso
de preces funerarias y católicas.

Sobre su falda tiene un libro abierto...
Mueve el aire los árboles del huerto,
y a la hoja del libro va una hoja

otoñal...

( En el libro se refiere
cómo besa una hoja que se muere
a una rosa carnal que se deshoja... )

Qué sutil gracia
tiene tu amor, Amada!

Hoy las rosas eran más rosas
y las palomas blancas, más blancas
y la risa del niño paralítico
del paseo de invierno estaba

suspensa, quieta, azul y diluida
para ti y para mí.

¡Qué sutil gracia
tiene tu amor, Amada!


Dámaso Alonso




A Veces Una Hoja Desprendida

A veces una hoja desprendida
de lo alto de los árboles, un lloro
de las ninfas que pasan un sonoro
trino de ruiseñor, turban mi vida.

Vuelven a mí medrosos y lejanos
suaves deliquios, éxtasis supremos;
aquella estrella y yo nos conocemos,
ese árbol, esa flor son mis hermanos.

En el abismo del dolor penetra
mi espíritu, bucea, va hasta el fondo,
y es como un libro misterioso y hondo
en que puedo leer letra por letra.

Un ambiente sutil un aura triste
hacen correr mi silencioso llanto,
y soy como una nota de ese canto
doloroso de todo lo que existe.

Me cercan en bandada los delirios...
¿Es alucinación..., locura acaso?
Me saludan las nubes a su paso
y me besan las almas de los lirios.

¡Divina comunión!... Por un instante
son mis sentidos de agudeza rara...
Ya sé lo que murmuras, fuente clara;
ya sé lo que me dices, brisa errante.

De todo me liberto y me desligo
a vivir nueva vida, de tal modo,
que yo no sé si me difundo en todo
o todo me penetra y va conmigo.

Mas todo huye de mí y el alma vuela
con torpes alas por un aura fría,
en una inconsolable lejanía,
por una soledad que espanta y hiela.

Por eso en mis ahogos de tristeza,
mientras duermen en calma mis sentidos,
tendiendo a tus palabras mis oídos
tiemblo a cada rumor, naturaleza;

y a veces una hoja desprendida
de lo alto de los árboles, un lloro
de las linfas que pasan, un sonoro
trino de ruiseñor, turban mi vida.


Enrique González Martínez


Después de Nosotros

Mañana, después de nosotros,
volverá a la pradera, en dulce péndulo
a recorrer la música, un delirante festival.

Las alcobas cerradas
pasarán cabeceando hacia los arrecifes
de una ancha rosa azul.

¿Quién mirará en silencio
cruzar por los cristales detenidos
las cosas que terminan con la lluvia ?

¿Quién abrirá de noche la unánime
novela que se lee alma adentro,
para buscar el fuego de los días
en la ardorosa y blanca intimidad ?

¿Y, quién verá en las noches de diciembre
salir, al través de las ventanas,
la música delgada de Franz Schubert
que, sollozando, cae en los jardines?

¡Ah, mañana, después de nosotros!

Cuando la primavera alce sus hojas,
qué luminosas potras de topacio
se empinarán de amor
sobre nuestros sepulcros apagados!

Sobre nosotros pasarán en junio
misas de punta azul y espuma blanca,
los gaseosos orfebres del crepúsculo
y el agua circular de las carretas
que marchan a cambiar largas hileras
de música con pensativas cosas.

Oh, si esta tierra inexorable
que hoy me cose los párpados, amada;
si esta tierra, al fin, se aclarara,
lloraría, temblando, sobre tus manos blancas
como cuando la fiebre me adelgazaba el alma...

¡Pero esta honda noche, se hace tarde!

Ah, y otra vez, errantes, los gitanos
volverán una tarde a nuestra aldea.
Sé que preguntarán por nuestras manos...
Les dirán que ya nadie puede leer en ellas,
que tenemos la línea de la vida
borrada por dos años de azucenas.


César Dávila Andrade


Rebelión

Miraba yo la pampa inmensa soñando con el mar.
Miraba yo la pampa tensa, tan alta, tan serena,
tocando con el cielo su frente de cristal;
un acorde de grises y violetas su manto,
que altura en la belleza!
que altura en la belleza!
que majestad estática en el día altiplánico!

De pronto un niño llora.
Entre la paja brava, con su ponchito viejo
llora un niño. Por que?
Quien sabe...

El indio aymará se lleva el grito en su raza,
y su clamor innato
desgarra la serena nobleza del paisaje.

Un niño, un llanto humano es una herida abierta
que ensangrienta este mundo.
Tiemblan y se estremecen los monolitos míticos:
se rompen y entreveran los caminos de paz.
Hay maldad en la tierra.
Arde lo que era de hielo.

Las palabras suaves se crispan en los puños
desafiando al relámpago.
Corro sobre la pampa desaforadamente;
me quema el corazón como una brasa.
Hay maldad en la tierra, hay injusticia.

Quizás mas lejos halle la bandera que busco.
Quiero la gleba abierta con sus labios de surcos
como un libro de música.
Quiero que se calme este llanto de niño
que es llanto del mundo.


Yolanda Bedregal


La Brisa

A mi querido amigo J.C. Fernández

Aliento de la mañana
que vas robando en tu vuelo
la esencia pura y temprana
que la violeta lozana
despide en vapor al cielo.

Dime, soplo de la aurora,
brisa inconstante y ligera,
¿vas por ventura a esta hora
al valle que te enamora
y que gimiendo te espera?

¿O vas acaso a los nidos
de los jilgueros cantores
que en la espesura escondidos
te aguardan medio adormidos
sobre sus lechos de flores?

¿O vas anunciando acaso,
sopla del alba naciente,
al murmurar de tu paso,
que el muerto sol del ocaso
se alza un niño en Oriente?

Recoge tus leves alas,
brisa pura del Estío,
que los perfumes que exhalas
vas robando entre las galas
de las violetas del río.

Detén tu fugaz carrera
sobre las risueñas flores
de la loma y la pradera,
y ve a despertar ligera
al ángel de mis amores.

Y dile, brisa aromada,
con tu murmullo sonoro,
que ella es mi ilusión dorada,
y que en mi pecho grabada
como a mi vida la adoro.


Manuel Acuña


Aun me acuerdo los consejos que me daban mi madre de niña, entre sus brazos me recordaba una y otra vez : "El primero amor nunca se olvida ... " y que razón tenía, es como una herida abierta que no se cicatriza hasta que esa misma persona decide volver otra vez a tu vida . Esta es nuestra Novela que se quedó apaga hace unos años, pero que hoy revive para ser reescrita, pongamos nosotros su título porque ella está deseando ser vivida . No sé como, ni el porque, pero tú estabas allí, como si la cosa no fuera contigo entraste en mi vida y arrasaste con todo lo que había en ella, y hoy regresas haciéndome sentir que esto no se había muerto que ahora este amor está reviviendo poco a poco con mucha más fuerza y fluidez que en su tiempo no la tuvo . Escucho sin cesar la misma canción, la que me recuerda ti, la que me hace sentirte más cerca a pesar de la distancia que nos encontramos, pero es esa canción la que dice todo lo que siento, hasta parece que fue escrita por mi misma, de hecho nunca dejo que se termine del todo, porque es la esencia que necesito en mi vida . Quizás sea cierto, a lo mejor en una vida anterior nos conociéramos, y incluso podríamos a haber llegado a compartir un lazo vincular entre los dos, y aun que solo sea una tontería eclesiástica, estaría Bien soñar que igual un día esto pudo ser más que bonitas palabras, ¿ no crees ?
Porque los libros de textos están ambientados en una expresión objetiva y los poemas de romanticismos solo buscan llamar la atención con sus rimas, pero esto es lo que siento, es real, es algo mío, es algo tuyo, es nuestro . A un ritmo desconocido es el que late el mío, se descontrola, a veces parece que hasta se desvaría, pero sigue el mismo ritmo que el tuyo .
Bueno, vale, por esta vez las dejaré vivir a las malditas mariposas,pero entiende que llevan mucho tiempo en mi y la verdad me gustaría que se fueran .
Satisfacción es la mía verte así de feliz, era lo que llevaba intentando desde hace mucho tiempo .
Al fin te dejas ver, tal como eres, sin complejos, ni defectos de por medio, solo tú, tu realidad al fin se abre a esta vida . Hay demasiado cariño,creo que sería de incrédulos no creer en esto, sería de tontos no admitir este amor .
Tú te ocultabas, pero yo te encontré . Al fin te muestras, tal cual como te quería ver . Y estoy segura que este enigma pronto tendrá solución .
Posdata: A veces encubrimos lo que el corazón quiere dejar ver.


Flavia Caetano


5. Me Habita El Mar, Con Desorden de Estrella...

Me habita el mar, con desorden de estrella,
precipitadamente rubia,
y el aire de sus muertos me golpea,
tiritando callada y sorda espuma.

-En los peldaños violetas del cielo,
la noche va cerrando sus ventanas-.

Nada hará la tierra más amarga:

ni el metal desvanecido en su abrazo de invierno,
ni una vegetal, terrible desnudez de luna y sangre

De "La lealtad del espejo" 1993


Beatriz Hernanz


En el fondo, la pregunta fundamental de la filosofía (igual que la del psicoanálisis) coincide con la de la novela policíaca: ¿quién es el culpable?.


Umberto Eco


Confidencias

Una flor por el suelo,
un cielo de hojas empapado en lloro
y encima de ese cielo, el otro cielo
lleno de luna y de brillantes y oro...
Un arroyo que el aura acariciaba;
un banco... sobre el banco
así, como quien flota, se sentaba;
y vestida de blanco,
bella como un arcángel, me esperaba.
Aún flotan en mis noches de desvelo
con la luz de una luna como aquélla,
el verde y el azul de cielo y cielo,
y aura y arroyo y flor y banco y ella.

¿No te acuerdas, mujer, cuántos delirios
yo me forjaba, junto a ti de hinojos,
al resplandor de los celestes cirios,
al resplandor de tus celestes ojos?
¿Te acuerdas, alma mía?
¡Entonces inocente
me jurabas amor y yo podía
besar tu corazón sobre tu frente!

¡Ayer, unos tras otros,
mil delirios así pude fingirme;
hoy no puede haber nada entre nosotros,
hoy tú vas a casarte... y yo a morirme!
¡Y tanto sol y porvenir dorado,
tanto cielo soñado,
en una inmensa noche se derrumba!
¡Hoy me dijiste tú: no hay esperanza;
hoy te digo: en paz goza; y, en mi tumba,
mañana me dirás: en paz descansa!

Nueva York, 1876


Salvador Díaz Mirón


Un narrador no debería facilitar la interpretación de su trabajo. De otra manera no debería escribir una novela, ya que ésta es una máquina de generar interpretaciones.


Umberto Eco


Cuidado, porque esas cosas suenan pesadas y la misión de una novela es hablar, no dar conferencias.


Lawrence Durrell


La historia es la novela de los hechos, y la novela es la historia de los sentimientos.


Claude Adrien Helvétius


Sequía

Porque la sed había herido toda cosa,
todo ser, toda tierra de hombres…
Y nunca más volvería la lluvia.

Y moría la aldea en el silencio de bronce.
Los flacos perros alargaban sus lenguas hasta las
galaxias.
¿Y solo en secreto saben hablar los bosques?

Y la sed enseñaba palabras procaces,
era un recuerdo de savias y frutas,
era un lirio de hielo abierto en todo el cielo.
y dijo el hombre: aquí junto a mi lecho
perros de sed y fuego saltan a mi garganta...
Pero más allá de las lontananzas
oigo venir la lluvia danzando jubilosa
con violetas y rosas,
la siento venir en distancias de años,
sus pies menudos, finos y saltarines.

Si lloviera en la aldea,
sobre los valles que bostezan secos,
si lloviera sobre las alfombras
del monte,
sobre la noche de rocas amarillas.

Una delgada aguja había,
perdida,
en la profusa sombra,
una agujita de agua.

Y la joven madre cobriza
inclinada y desnuda como hoja de plátano,
prendido de sus senos
tiene un hijo de barro,
otros días los cielos tímidos descendían
a picotear los granos en su palma de greda.

¿Dónde el agua desnuda,
el agua que brilla y canta?

El agua es en la noche como una luz opaca.

Y esa palabra húmeda sonando lejos en el monte.
Ese fresco tambor no se sabe en dónde.


Aurelio Arturo


Melodía de Los Cisnes

Cisne tú, como cisnes de un olvidado lago
que se asoma al recuerdo con violetas tranquilas!
Viajas como los cisnes en que el Amor descansa
con una luz antigua
cuando somos el sueño de una sola flor sola,
Tú, Cisne de los cisnes
y Yo -tu melodía!

Ya el otoño se cierra con un oro sombrío...
Un gran pétalo solo
camina por el cielo de las flores dormidas.
Y cisnes del Recuerdo
hunden en el silencio de remotos jardines
su cuello y su concierto: su apagado abanico.

Solo tú, extraño ser que me escondes los cisnes
quedas bajo la luna!
Y todas las violetas sumergidas se apoyan
sobre tu ser de cisne
sobre mi melodía!


Esther de Cáceres




Cleopatra

La vi tendida de espaldas
entre púrpura revuelta.
Estaba toda desnuda,
aspirando humo de esencias
en largo tubo, escarchado
de diamantes y de perlas.

Sobre la siniestra mano
apoyada la cabeza;
y como un ojo de tigre,
un ópalo daba en ella
vislumbres de fuego y sangre
el oro de su ancha trenza.

Tenía un pie sobre el otro
y los dos como azucenas;
y cerca de los tobillos
argollas de finas piedras,
y en el vientre un denso triángulo
de rizada y rubia seda.

En un brazo se torcía
como cinta de centellas,
un áspid de filigrana
salpicado de turquesas,
con dos carbunclos por ojos
y un dardo de oro en la lengua.

A menudo suspiraba;
y sus altos pechos eran
cual blanca leche, cuajada
dentro de dos copas griegas,
y en alabastro vertida,
sólida ya, pero aún trémula.

¡Oh! Yo hubiera dado entonces
todos mis lauros de Atenas,
por entrar en esa alcoba
coronado de violetas,
dejando ante los eunucos
mis coturnos a la puerta.


Salvador Díaz Mirón


La Amante

Y, desdichada, hallarte vibrante de violetas,
celeste, submarina, subterránea,
ahijada de las nubes,
sobrina del oleaje,
madre de minerales
y vegetales de oro,
universal, florida,
jugosa como caña
y ligera de brisas
y cánticos de seda.

Desdichada penumbra al encontrarte
negándose tu cuerpo a mi deseo,
dándose al día siguiente,
circulando en el aire que respiro,
diseñando mi vida,
mi agonía
y mi muerte sencilla,
y mi futura muerte
entre los muertos.

Ah tu cordial miseria de caricias,
el gesto amargo de tus manos
y la rebelde fuga de tu piel,
cómo me decepcionan,
me castigan y ahogan,
hembra de plata líquida,
insobornable y mía.

Y tu noche de gritos y gemidos,
alimentando vida, creando luz,
provocando sudor, melancolía,
amor y más amor desfallecido,
tumultos de palabras,
mi desdichada niña,
olvidándote, sí, casi perdiéndote
en el ruido de torsos y sollozos.

Pero siendo destino, siendo gloria
tus cabellos castaños, tus miradas
y tus feas rodillas de suave juventud.


Efraín Huerta


Mi Corazón Se Amerita...

A Rafael López

Mi corazón, leal, se amerita en la sombra.
Yo lo sacara al día, como lengua de fuego
que se saca de un ínfimo purgatorio a la luz;
y al oírlo batir su cárcel, yo me anego
y me hundo en la ternura remordida de un padre
que siente, entre sus brazos, latir un hijo ciego.
Mi corazón, leal, se amerita en la sombra.
Placer, amor, dolor... todo le es ultraje
y estimula su cruel carrera logarítmica,
sus ávidas mareas y su eterno oleaje.

Mi corazón, leal, se amerita en la sombra.
Es la mitra y la válvula... Yo me lo arrancaría
para llevarlo en triunfo a conocer el día,
la estola de violetas en los hombros del alba,
el cíngulo morado de los atardeceres,
los astros, y el perímetro jovial de las mujeres.

Mi corazón, leal, se amerita en la sombra.
Desde una cumbre enhiesta yo lo he de lanzar
como sangriento disco a la hoguera solar.
Así extirparé el cáncer de mi fatiga dura,
seré impasible por el Este y el Oeste,
asistiré con una sonrisa depravada
a las ineptitudes de la inepta cultura,
y habrá en mi corazón la llama que le preste
el incendio sinfónico de la esfera celeste.


Ramón López Velarde


Quizá

Percibo tu presencia sin estar a mi lado,
y oigo tu breve paso hallándote tan lejos;
siento tu escalofrío sin haberte tocado,
y aún cerrando los ojos me ciegan tus reflejos.

Veo pasar las sombras y en ellas te adivino;
cuando me roza el aire sé que son tus cabellos;
si me azota la lluvia, tus besos imagino,
y por ti son mis sueños inmensamente bellos.

Pero no reconozco tu risa entre las risas,
porque amarga tristeza te cubre con su manto;
y en el tropel de gentes ruidosas y con prisas
no estás, porque te encuentras en soledad y llanto.

Un aura te rodea solemne y misteriosa
que fascina mis ojos aunque nunca te han visto;
es quizá la nostalgia gentil y silenciosa
que permea tu vida y en que yo mismo existo.

No obstante, ambos sabemos que ha de llegar el día
en que la luz disipe la sombra en que vivimos;
y al resurgir pujante nuestra innata alegría,
hemos de ser de nuevo como otro tiempo fuimos.

Tú encontrarás un hombre que te bese y te cante,
y no habrá en vuestra entrega ni exigencia ni ruego;
yo volveré a mis sueños, inventando una amante
y escribiéndola versos, sentado junto al fuego.

Y al mirar al pasado desde el nuevo presente
de ilusiones azules y de esperanzas verdes,
una estrella en el cielo y una luz en tu mente
musitarás mi nombre… y quizá me recuerdes.


Francisco Alvarez


El escritor Vargas LLosa ha recibido el Prwmio Nobel a Literatura año 2010. Sus palabras de agradecimiento tienen gran valor ya que ellas resumen una interesante vida y muestra que el esfuerzo finalmente premia.
Se sugiere la lectura de estas palabras para lo cual es posible hacerlo entrando en LA NACION COM AR y marcando en el "buscador": "ELOGIO DE LA ESCRITURA Y LA FICCION".
Debe tenerse la seguridad de que se accedera a un texto que se justifica leer, meditar y releer.


Jose Javier de la Cuesta Avila


Elegía Del Marino

Los cuerpos se recuerdan en el tuyo:
su delicia, su amor o sufrimiento.
Si noche fuera amar, ya tu mirada
en incesante oscuridad me anega.
Pasan las sombras, voces que a mi oído
dijeron lo que ahora resucitas,
y en tus labios los nombres nuevamente
vuelven a ser memoria de otros nombres.
El otoño, la rosa y las violetas
nacen de ti, movidos por un viento
cuyo origen viniera de otros labios
aún entre los míos.
Un aire triste arrastra las imágenes
que de tu cuerpo surgen
como hálito de una sepultura:
mármol y resplandor casi desiertos,
olvidada su danza entre la noche.
Mas el tiempo disipa nuestras sombras,
y habré de ser el hombre sin retorno,
amante de un cadáver en la memoria vivo.
Entonces te hallaré de nuevo en otros cuerpos.

De "Amor entre ruinas"


Alí Chumacero


Apunte Para Una Oda

Desnuda soledad sin gesto ni palabra,
transparente en el huerto y untuosa por el monte;
soledad silenciosa sin olor ni veleta
que pesa en los remansos, siempre dormida y sola.
Soledad de lo alto, toda frente y luceros,
como una gran cabeza cortada y palidísima;
redonda soledad que nos deja en las manos
unos lirios suaves de pensativa escarcha.

En la curva del río te esperé largas horas,
limpio ya de arabescos y de ritmos fugaces.
Tu jardín de violetas nacía sobre el viento
y allí temblabas sola, queriéndote a ti misma.

Yo te he visto cortar el limón de la tarde
para teñir tus manos dormidas de amarillo,
y en momentos de dulce música de mi vida
te he visto en los rincones enlutada y pequeña,
pero lejana siempre, vieja y recién nacida.
Inmensa giraluna de fósforo y de plata,
pero lejana siempre, tendida, inaccesible
a la flauta que anhela clavar tu carne oscura.

Mi alma como una yedra de luz verde y escarcha
por el muro del día sube lenta a buscarte;
caracoles de plata las estrellas me envuelven,
pero nunca mis dedos hallarán tu perfume. (....)


Federico García Lorca


Llama de Lluvia Maya

Estalla la poesía de tu piel, Juan, como la miel en un cedro
mojado; te veo y eres la luz, el brote oloroso que abre las
ventanas de un día feliz.
Ya ves, aquí me tienes jugando con los grillos del alba
porque a un lado está tu pecho encendido,
las manos se te posan en mi pelo cansado
y entonces nunca ha existido cansancio en mí;
todo lo rompes, Juan, te estableces en mi corazón y allí
fundas tu casa
de guacamayos blancos, viento y sal,
las violetas vuelan exasperadas por tu aroma
y el mar se rinde
-grandioso perdedor-
ante ese cabello dorado que a todo le pide cuentas:
al amor, a los encantados caminos,
a los dioses de fuego que alumbran tus ojos de indio desarraigado.
Siento que sufras bajo los cementos de Madrid,
que te falte espacio para cambiar tus lágrimas
por las de la luna llena,
pero el tenerte aquí, el vivir junto a un nagual único, inextinguible,
junto a una llama de lluvia que nunca se apaga…
¿A quién debo agradecerle tanta dicha?


Almudena Guzmán


Y Tú Amor Mío....

Y tú amor mío, ¿agradeces conmigo
las generosas ocasiones que la mar
nos deparaba de estar juntos? ¿Tú te acuerdas,
casi en el tacto, como yo,
de la caricia intranquila entre dos maniobras,
del temblor de tus pechos
en la camisa abierta cara al viento?

Y de las tardes sosegadas,
cuando la vela débil como un moribundo
nos devolvía a casa muy despacio...
Éramos como huéspedes de la libertad,
tal vez demasiado hermosa.

El azul de la tarde,
las húmedas violetas que oscurecían el aire
se abrían
y volvían a cerrarse tras nosotros
como la puerta de una habitación
por la que no nos hubiéramos
atrevido a preguntar.
Y casi
nos bastaba un ligero contacto,
un distraído cogerte por los hombros
y sentir tu cabeza abandonada,
mientras alrededor se hacía triste
y allá en tierra, en la penumbra
parpadeaban las primeras luces.


Carlos Barral


Mucha gente desea conocer muchas verdades y cuando las conoce desea no saberlas, quien los entiende, al fin y al cabo la vida no es una novela con final felz, la vida no t regala nada simplemente t presta...


Alessandro Mazariegos


NUESTRA DESTINO ES COMO UNA NOVELA PERO EN ESTA NOVELA NOSOTROS SOMOS LOS ESCRITORES Y DECIDIMOS QUE ES LO QUEREMOS, HACIA DONDE VAMOS Y QUIENES PARTICIPARAN, RECUERA QUERER ES PODER…


Alessandro Mazariegos


A veces faltan palabras para expresar sentimientos y a veces se resumen a una sola...


Jordan Cortes


RIMAS.

I.
Tus labios no tienen el calor
de aquellos labios
tus ojos no tienen el mirar
de aquellos ojos
tus besos no tienen el sabor
de aquellos besos.

II.
Tu me besaste, y me besaste con locura
yo te bese, y te bese con frialdad.
porque sabia que tu alma era de otra
porque sabia que tu no eras para mi.

III.
Tuya en cuerpo y alma te dije una vez
tuya en cuerpo y alma, bésame otra vez..

IV.
Seré tuya el día que me digas: ¡Te quiero!
el día en que por primera vez
me beses en los labios
y me oprimas contra tu corazón
ese día……….seré tuya.

V.
Quiero un amor que fuego sea
que sea candente lumbre
que no tenga dulzura y pesadumbre.

Quiero que sea cual la candente lava
y nuestras almas en su fuego queme
y nuestras almas con su fuego ardan
como las hojas en invierno prenden.

VI.
Quisiera por las noches
volverme golondrina
volverme mariposa
y volar en tu pos.

atraparte y besarte
entregarte mi vida
y entregarte mi Amor.

VII.
Ansias de vivir
ansias de morir
ansias de beber tu aliento
ansias de mirar tus ojos
ansias de besar tu boca
ansias de ser tuya siempre.

VIII.
Que poco me queda
de mirar tus ojos
tus ojos azules
como dos violetas.
tu pelo tan negro
como ala de un cuervo
que poco me queda
de mirar tu cara
tu perfil de griego.

IX.
Vacío; ese vacío espantoso de la muerte
cuando no puedo verte
vacío en las cosas, en los objetos
y en mis labios tus besos, están tan muertos.

X.
Tus ojos me hacen pensar
en el azul de mi cielo
dime si me haz de querer
para darte mi consuelo.


Milagros Villegas Orozco.


Ignacio Rivas Castro


Él: Mira, que quieres que te diga, eres la chica perfecta, tienes un carácter que me encanta, y encima tienes un cuerpazo de locura, en resumen, me encantaría salir contigo, aunque sé que es imposible... Bueno, no quiero que esto se interponga en nuestra pequeña amistad, que espero que cada día se haga más y más grande.
Ella : Que no se te olvide que cuando ya nadie crea en ti yo lo seguiré haciendo porque aun que no lo crea fuiste alguien muy especial para mi . No me baso en tu físico y sí en tu forma de ser y pensar porque una persona no es mejor por ser el más guapo y sí por lo que esconde dentro .
No te tomes esto como un rechazo porque no lo es, tienes razón es casi imposible que este contigo porque tengo novio y vivimos muy lejos, pero sí te consuela saldría contigo en otras circunstancia :)
Y no te preocupes que no se deteriorará nuestra amistad .
Él: Te puedes creer que solo han sido dos personas en mi vida las que me han hecho conmoverme y llorar ?? una ha sido mi madre y otra has sido tu, después de leer eso, me has hecho sentir alguien importante por una vez en mi vida, y si te hice daño en el pasado, de verdad lo siento, porque una persona como tú, no debería haberlo pasado mal por una persona como yo. Que me has demostrado que vales mucho más que otras chicas que me han gustado. Que quieres que te diga... te llevas el ORO, me he sentido muy Honrado al leer tu privado enserio, no se si es porque estoy sensible, o porque cada vez que hablo contigo me gustas más.
Espero que de esto, surja una gran amistad .
Ella : No puedo evitar el sentirme alagada pues en verdad eres de los pocos que me ha hecho sentir diferente .
Pues claro que eres importante, llevo intentando convencerte de esto hace muchísimo tiempo, pero su baja autoestima te impedía verlo . No hay porque pedir perdón . Aun te recuerdo con mucho cariño, pues fuiste uno de mis primeros amores :)
Orgullo es lo que siento, porque aquel chico que conocía no existe ahora mismo. Nolosé cariño, pero sea lo que sea aquí estaré siempre, te lo prometo .
Él: No es sentirte alaga, es que te lo mereces, me encantas tu, tu cuerpo y tus bonitas y dulces palabras. Me encantas tal y como eres, me tienes aquí para lo que quieras, que haré todo lo que este en mi mano para poder hacer que te sientas un poquito mejor. ¿Fuí uno de tu primeros amores?, No lo sabía, y si te he hecho sentir diferente, no es porque lo seas, es porque entre 2 millones de chicas, sin dudarlo ni un instante te eligiría a ti, porque me has hecho sentir como en realidad soi, y no como creo que soi. Despues de esto te voi a tener el mayor aprecio, respeto y cariño del mundo.
Ella: ¿ Y porque no debería sentirme alaga ? no es todos los día que te recuerdan que eres algo en este mundo, entre tantas y tantas personas . Gracias, creo que no hay palabras lo suficientemente buenas como para describir lo que siento ahora mismo por ti, es demasiado fuerte, y aun que sea de dos simples días los que hablamos, siento que ahora más que nunca conectamos .


Flavia Caetano