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Saborear

Saborear. Encuentra docenas de saborear con fotos para copiar y compartir.


No es digno de saborear la miel aquel quien se aleja de la colmena por miedo a las picaduras de las abejas.


William Shakespeare


Vales demasiado para dejar que los perros te coman mientras los buitres tienen algo mas suculento que saborear.


Hector Lecuanda




El corazón del matrimonio recuerdos, y si los dos le sucede que tiene las mismas y pueden saborear sus repeticiones, su matrimonio es un regalo de los dioses.


Bill Cosby


Probar el vino en la boca es saborear una gota del río de la historia humana.


Clifton Fadiman


Es una felicidad que no procede de la comodidad, del éxito sino de la capacidad de saborear los placeres sencillos, de armonizarse con ellos y, a menudo, de inventarlos


Pierre Sansot


Pero el hombre que goza comparándose a sí mismo con otros hombres, solo puede saborear lo que puede destacarlo sobre los demás.


Thomas Hobbes




El mayor castigo que puede imponerse a la envidia es el desprecio. Hacerle caso es permitirle saborear un síntoma de victoria


Ignacio Manuel Altamirano


Si deseas saborear tu virtud, peca de vez en cuando.


Hugo Ojetti


Siento tu mirada que me recorre por completo, siento tus labios que rosan los míos, tu piel que se quema junto a la mía y ambas se funden en una sola, tus manos me dominan y no dejan actuar las mías, y mi corazón se acelera tratando de alcanzarte, el estomago se me aprieta y las mariposas comienzan a juguetear dentro de mi, todo es causa y efecto, sin tenerte presente tus brazos me envuelven y me aprietan a tu pecho hasta lograr sentir tu alma, mi respiración se entrecorta y tu no estas, me entrego por entera sin medir espacio ni tiempo, quisiera que existieras, que estuvieras materializado, para poder entregarte las sensaciones de un amar, estoy enamorada del amor, sentimiento frágil, liviano como una burbuja, que al atraparla bruscamente se esfuma dejando solo su marca, amor palabra infinita, difícil definición porque solo hay que sentirlo y poder lograr retenerlo, pero aunque logre escapar debes dar gracias por haber podido conocerlo, y si te deja un sabor agrio, endúlzalo con los bellos momentos que tuviste con el. No lo encarceles, por que debe ser libre y ter su propia luz en forma natural sin tapujos y sin condiciones, déjalo ser que fluya dentro de ti y así lo podrás saborear como el mejor de los manjares


SUSANA MJ




ÁNGEL TERRENAL...
Cuando decidí amarte, el amor, la pasión, el deseo, la ternura y un sin fin; de sentimientos tan fascinantes y tentadores llegaron y se instalaron, en mi corazón!
Haciéndolo cautivo de avasallantes emociones que juntas forman un cóctel, el cual he mezclado para saborear en el... La pócima del amor que siento por ti...!!


Jackselins Arteaga


Alas de Fantasía.
Déjame volar y llegar a donde no he llegado
Déjame soñar y dormirme entre tus brazos
Recorrer el cielo de día y de noche
cuidar tu caminar sin escuchar ningún reproche.

Déjame volar y recorrer todo el planeta
Déjame soñar y convertirme en un cometa
Y ser una luz en el sendero,
Para que así me hagas llegar todos tus besos.

Déjame volar y encontrarte entre tantos
Déjame encontrar tu rostro, tú sonrisa y tus labios
Y así saborear la dulzura de tu encanto,
Y así sentir tú alma que es igual a la mía,
y quedarme así solo un rato suspirando.


cisne


La casa fría, llenas de recuerdos que invaden mi privacidad
Tirame contra el asbesto para saborear cada final como si fuera el principio
De algún evento que me motive hasta la ultima gota de mis lagrimas
Tengo un lujar secreto entre las luces de este sitio
Todas las noches voy me recuesto entre las cenizas.
Mis ojos dejaron de brillar hace ya una década
El fin justifico todos los medios para llegar a ti
No tengo cicatrices que recuerden cuando fue la última vez que me sentí viva
Cada noche es una fotocopia de la anterior
Vidrios, flores, sonidos decadentes
Una buena pocilga donde descansan mis ideas
Tengo el alma en el ultimo peldaño apunto de caer a un suelo conocido
Muchas casas ningún hogar,Lo que no te mata te hace ser mas extraño
Formar piezas inconclusas de años perdidos
Todo lo que duele pierde importancia
Todo lo que amas pierde fuerza
Ya no me asombro
Cada noche deseo verte cara a cara frente a este espejo roto
El caos no es atractivo y la soledad no es lo que apreciaba tanto
Soy mi propia deuda con el mundo
De boca en boca me fui y cuando te tuve no pude decir nada
La gente es igual a lo que conocí como pena
La soledad cura, los años curan, el tiempo es sordo
Cuando abras las alas ten seguro que nada tendrás en las manos para ofrecer
Dueles con calma como todo lo que me rodea
Nunca me asusto saber que estaba siempre muriendo
Quiero llamarte y ver aunque sea tus silencios volar por este espacio
Tu fuiste lo mejor que tuve y nunca lo pude decir cara a cara
Todos estamos listos para hacer ese viaje
Del nacimiento a la muerte


Daniela


ENBRIAGAME...QUIERO ENBRIAGARME DE TUS BESOS,ASEGURARME CON TUS BRAZOS Y ESTAR EN UN EXTASIS TOTAL CONTIGO.ENTRAR EN UN TUNEL SIN SALIDA LLENO DE PASION Y LOCURA,ESPERO DIA A DIA EL CONTACTO DE TU CUERPO JUNTO AL MIO,PARA SENTIR LO QUE ME PARECE UN ESTADO LOCO Y MARAVILLOSO.
QUIERO BESARTE,MORDERTE,COMERTE POCO A POCO Y SABOREAR LO DULCE DE TI.


MUNCHIS




PARA ARISTÓTELES la amistad era "lo más necesario para la vida", y nosotros, cuando oímos decir que "un amigo es un tesoro" o que "donde está tu amigo está tu tesoro", nos damos cuenta de que esas palabras resuenan como un aldabonazo en nuestro interior. No nos dejan indiferentes, porque todos sabemos o intuimos qué clase de tesoro puede llegar a ser una amistad.

A las personas nos gusta tener amigos: gente con la que compartir vida, experiencias, tiempo, conversación... Nos gustan los amigos y nos parecen muy importantes, incluso imprescindibles. La amistad es una relación humana con un valor muy especial. Junto con la família y el trabajo, es algo que nos parece que merece la pena y a lo cual dedicamos tiempo y esfuerzo. Queremos tener amigos en la vida: para no estar solos -a veces se siente la soledad incluso estando rodeados de gente-, para vivir la vida más a fondo y para disfrutarla de verdad. Como escribió Aristóteles, "sin amigos nadie querría vivir, aun cuando poseyera todos los demás bienes".

Quizá por eso escribo esto. Escribir sobre la amistad me ayuda a saber qué espero yo de ella, qué doy yo a mis amigos, si mi amistad con ellos es plena o solo algo "satisfactorio". Reflexionar sobre las cosas ayuda a vivirlas mejor. Reflexionar es un modo de vivir.

LA AMISTAD COMO REGALO
Decía más arriba que dedicamos esfuerzo a hacer amigos. Y el esfuerzo es necesario porque las cosas no salen solas. Sin embargo, la amistad no se puede forzar. Por eso también puede decirse que la amistad surge siempre como un regalo, como un don que se recibe. En un momento dado, aparece entre dos personas un deseo de compartir, de comunicarse, de contar lo que se lleva dentro y de contrastarlo, de ser conocido muy a fondo. De hecho, cuando uno vislumbra en el horizonte la posibilidad de hacer una nueva amistad, de esas profundas y verdaderas, que aportan y llenan tanto por dentro, parece que su espíritu se hincha y crece. Es como ver nacer un día radiante. La vida se ve de otro color porque los amigos hacen cobrar sentido a nuestras vivencias: estas no van a ser solo para nosotros. Las cosas son distintas porque las vivimos pensando en compartirlas, en transmitirlas, en discutirlas, en compararlas. De nuestros amigos nos interesa todo: lo que piensan, lo que hacen, cómo viven las cosas. Lo importante no es solo lo que cuentan ni lo que les pasa; lo importante es que eso "es tuyo", "eres tú".

Desde mi adolescencia he experimentado disgusto ante los momentos meramente descriptivos de los acontecimientos, o las que eran como una reseña informativa de lo que había ocurrido en el verano. Los momentos verdaderos son aquellos en las que los acontecimientos del lunes o del viernes se describen como cosas que me pasan y no solo como cosas que van pasando a mi lado. Lo interesante y lo que me hace disfrutar era ver cómo esas cosas se viven desde dentro de mis amigos.
El grado de amistad con los amigos puede distinguirse precisamente por eso. Por si los momentos estaban llenos de preguntas convencionales y frases que se repetían del mismo modo en todas los demás momentos o si e ellos te dejas llevar, trayendo a colación esto o aquello, y acabando en lugares desconocidos para ti mismo, pero bonitos y en los que habías disfrutado. Escribir para los amigos es descubrir el mundo con unos ojos nuevos para dárselo a ellos.

La amistad es un regalo porque es vivir otra vida además de la propia. Es poder vivir dos veces. Y es también reafirmar tu propia existencia porque hay alguien que la quiere así: incondicionalmente. En el amigo encontramos aceptación plena.

La amistad es un don porque, en cierto modo, llega cuando y como quiere; no es programable; simplemente, surge y es como un regalo, un don que uno recibe.

Esa comunión del espíritu que hay entre los amigos, ese compartir denso e intenso, ese vivir y ser sin dar explicaciones porque estas no son necesarias para nuestro mutuo entendimiento, ese encontrar las puertas del alma siempre abiertas y acogedoras para ti porque eres tú, es el tesoro incalculable. No es extraño que los griegos la calificaran como regalo de los dioses.

Regalo es también en el sentido de que nunca es verdaderamente merecida. Si se puede hablar así, algunos podrían merecer más que otros el tener amigos. Pero, en el fondo, la amistad de una persona difícilmente es algo que uno llegue a "merecer". Se pueden tener de modo habitual disposiciones personales adecuadas para la amistad, para tener amigos (no todo el mundo las tiene).

Pero no se puede decidir en qué momento aparecerá el amigo o de quién seré amigo. Por ejemplo, todos contamos con momentos imborrables de la vida en los que comprendes repentinamente que tienes delante a alguien que puede leer dentro de ti como si fueras tú quien lo hiciera; que puede pasearse por tu alma sin explicaciones de tu parte; sin necesidad de mapas, brújulas o palabras clave que le hagan entender lo que se va a encontrar. Es la empatía, una sintonía especialísima que se establece con muy pocas personas a lo largo de la existencia, y que es un descenso y un ascenso vertiginoso por las entrañas de la verdadera vida.

MIRAR A LAS PERSONAS
Cuando nos sentimos así, vistos con unos ojos ajenos que al mismo tiempo son como los nuestros propios, es como si todo nuestro ser despertara. Querríamos saberlo todo acerca de aquella persona y que ella conociera nuestro yo hasta el final. Las conversaciones se convierten en un continuo maravillarse y aportarse mutuo. Sentimos el mundo como un pequeño globo terráqueo que gira entre nuestras manos y el motor de ese movimiento es la corriente que entre nosotros se ha creado.

Es un encuentro con otro yo, sin que ese yo se refiera a un yo idéntico, a un "alma gemela"; pues puede serlo o no. Es otro yo porque se pone en nuestra piel como si fuéramos nosotros mismos; pero al tiempo que mantiene su mismidad y su alteridad. Y por eso hay mucha riqueza en el trato con el amigo, porque lo distinto siempre nos enriquece.

Mirarnos en un amigo es mirarnos en un espejo. En un espejo que devuelve algo más que una simple reproducción de la propia imagen. Mirarnos en un amigo es encontrarnos a nosotros mismos vistos desde fuera y con mayor perspectiva, pero con el cuidado con que nosotros mismos pondríamos al mirarnos: "A través de él, los amigos se enriquecen y perfeccionan, se descubren e interpretan.

Se podría decir que, al ver al otro, cada uno de ellos aprende a conocerse" (Marias). La acción de mirar que tanto aparece entre los amigos, es algo que me parece esencial para que pueda surgir amistad entre dos personas para tener amigos hay que saber mirar.

En una carta que recibí hace unos meses me decía una amiga que "había encontrado el camino para trascender lo inmediato. El despertador para mirar (...) era el del pensamiento filosófico y la contemplación de las cosas bellas". En mi respuesta, le reafirmé en su descubrimiento porque me parecía realmente valioso: la filosofía y la contemplación estética son dos medios muy buenos para acceder a lo más hondo de la realidad.

La belleza es un camino hacia la verdad especialmente bueno. Porque la belleza no produce únicamente la mera delectación estética; posee una cualidad inestimable, y es que exige por nuestra parte contemplación. Ante las cosas bellas no basta pasear la vista. Para disfrutarlas verdaderamente hay que mirarlas con detenimiento, con miramiento. Con ellas hay que andarse con contemplaciones. Y contemplar es importante porque hace que nos detengamos y miremos las cosas tal como son, "dejando" que sean así.

La contemplación es un camino abierto hacia la verdad. Hacia la verdad personal, la de los demás y la del universo entero. Eso lo expresa muy bien de otro modo Lorenzo Silva en una de sus novelas. Escribía que "el mundo está lleno de tesoros sin descubrir porque no hay quien se pare a mirarlos. Pero en cuanto hay alguien que se detiene ante ellos, se abren ante esa persona como una maravillosa realidad llena de riqueza y significado ofreciéndole nuevos horizontes". Yo he pensado muchas veces que eso exactamente pasa con las personas.
Por eso, para tener amigos hay que saber mirar. Mirar es ver con atención, es contemplar, es concentrar nuestro ser entero en los ojos deseando captar lo que hay frente a ellos. Mirar presupone una vista limpia, sin prejuicios ni cargas anteriores, para captar lo que hay y no lo que yo he puesto o quiero poner. Mirar no es ver lo que yo quiero ver sino percibir cómo son las cosas o las personas en sí. Y además de limpieza interior, la mirada requiere también aceptación, renuncia a dominar. Cuando miramos de verdad, estamos dispuestos a dejar ser a las cosas y a las personas tal y como son. Esto es especialmente importante con las personas.

A las personas hay que dejarlas ser, hay que aceptarlas como son. Sin esa condición nunca sabremos lo que es una verdadera amistad; nunca llegaremos a saborear el gozo inmenso que produce esa identificación con el otro, ese compartir la vida, los sueños, los deseos, los fracasos. Habrá siempre en el amigo una zona de acceso prohibido o de "reservado".

Para mirar de verdad hay que aprender a hacerlo. Los hay que conocen ese arte de modo natural o han sido educados en él. Pero también puede aprenderse. Para mirar hay que pararse, parar la rueda de la actividad exterior y parar también nuestro ruido interior (qué tengo que hacer luego, cómo resolveré la cena en casa de mi hermano, qué ropa necesito, a ver cómo queda el Madrid, a ver si consigo cerrar un buen trato con este cliente...). Para mirar hay que perder el miedo a "pasar tiempo" sin haber sido ""eficaces"".

Todos hemos conocido a personas que provocan que los que están a su lado den lo mejor de sí mismos. Son personas que logran que los demás quieran -parafraseando a Salinas- "sacar de sí su mejor yo". Es así porque son personas que saben mirar, y que por eso han sabido encontrar la llave interior de las personas. Esa llave de la confianza que uno entrega solo cuando va a saberse visto, aceptado y querido por sí mismo.

LA MORADA DEL YO
Llegar a la intimidad del alma, al centro de la persona o solo rozar su periferia, exige rodeos: rodeos que son esencialmente contemplación, escucha atenta y activa, mirada abierta y receptiva. Solo cuando una persona percibe ese clima de confianza a su alrededor es capaz de empezar a abrir las rendijas de su yo. Y a través de esas rendijas pueden empezar a filtrarse los rayos de la luz que toda persona esconde. La intimidad, la interioridad, es siempre luminosa en el sentido de iluminadora. Porque muestra siempre algo desconocido para quien no está allí dentro. No siempre será lo original y nuevo el qué diga esa persona pero sí el cómo ella lo vive. Esta es la llave que entregamos a nuestros amigos y que hace que quedemos totalmente al descubierto: vulnerables, también.

Algunas veces, tras haber desnudado la intimidad del alma en conversación con la persona que nos ha inspirado esa confianza, uno siente el vértigo del miedo a romperse, a que le rompan, a que se burlen, a que no comprendan, al silencio indiferente o superficial.

Hasta ahora, esos pensamientos, deseos, aspiraciones, miedos y preguntas más íntimas habían quedado dentro de nuestra alma. A veces nos angustiaban, otras nos elevaban, otras nos desbordaban por dentro de tal forma, que había que expresarlos de algún modo (quién no ha cantado, llenado de piruetas su salón, compuesto una melodía o garabateado un poema, historia o carta, por puro desbordamiento. Tanto no cabía dentro; fuera crecía, pero tenía más apoyos para ser sostenido, para ser vivido).

Sin embargo, no dejaban de ser nuestros: los demás solo poseían de ellos su cara externa, lo que era fruto de la superabundancia. Por lo demás, no habían sido escuchados por nadie hasta el final y solo de vez en cuando abríamos a alguien una pequeña ventanita de nuestro interior, observando con atención la reacción del interlocutor ante aquello. Pero, de repente, hemos encontrado a alguien que ha provocado que primero quisiéramos abrir una ventanita y después otra, y otra... Luego le hemos pasado al interior de la casa y -poco a poco- le hemos encendido todas las luces que había en ella, iluminando incluso rincones sucios, destartalados, rincones sin ordenar o habitaciones llenas de trastos que no sabemos en dónde colocar. Le hemos enseñado el sillón de los sueños, frente a la ventana, y le hemos invitado a sentarse allí porque desde él puede conocerlos mejor. Le hemos presentado el rincón de los miedos, ese sí, está a oscuras porque nos parece que la luz acabará por hacerlos crecer. Es un rincón siempre difícil de enseñar; se supone que de esos no tenemos, y nos cuidamos mucho de dejarlos salir. También le hemos pasado al cuarto de las preguntas; esa habitación está llena de frases sueltas, de pensamientos, de párrafos incluso, y hasta de alguna página escrita. Pero sobre todo está lleno de interrogantes; es una habitación poblada de signos de interrogación que hemos ido recogiendo a lo largo de nuestra vida: por qué las relaciones humanas son tan complicadas, por qué hay personas que no miran hacia adentro, por qué las focas son más importantes que los países del Sur... Hay también un cuarto sin techo que mira directamente al sol, o al firmamento, si es de noche. Ese es el cuarto de las aspiraciones grandes, el cuarto en el que respiro hondo, el cuarto al que hay que acudir siempre que hemos pasado un día entre mucho polvo, o mucho tiempo en el sillón. También ha conocido la buhardilla; allí no vamos demasiadas veces porque es donde están los pedazos rotos de nuestra vida y todavía nos cuesta mirarlos sin sentir dolor o pena.

Hay personas a las que paseamos por nuestra morada interior sin miedo alguno; es más: deseamos desde lo más íntimo de nuestro ser hacerlo. Sentimos desde muy hondo que apreciará, entenderá y comprenderá cada objeto que encuentre en ella. No le importarán los cacharros rotos, aunque tengamos la estantería llena de ellos; no querrá reírse de nuestras inquietudes: se le iluminará la mirada al conocerlas porque . también ella las había sentido latir más de una vez. Le encantará que tengamos un sillón de sueños y un cuarto sin techo, y querrá saber qué nos dicen los astros por la noche y cómo es el vuelo de los pájaros que vemos pasar. Son personas que hacen que sintamos la necesidad de hacer crecer todo eso, de mostrárselo, de hacerlo vivir para ellas.

Esas personas son los amigos, el amigo aquel con quien me atrevo a ser yo misma; sin restricciones y sin temores. Esa persona con la que puedo decir todo porque todo lo va a entender en su contexto; esa persona con la que puedo hablar en borrador: sin orden, sin hilazón, sin sentido algunas veces. Con rabia o ira, con desesperación, con alegría exultante, desvariando. Descubriendo todas las raíces de mi alma y sabiendo que en ningún momento se aprovechará de ello para arrancarme de mi lugar. Y sabiendo que -como escribió alguien- "comprende esas contradicciones en mi naturaleza que llevarían a otros a juzgarme mal". Eso es un amigo.


Diego Torrente


Lea lo que el sabor de frutas o saborear el vino, o disfrutar de la amistad, el amor o la vida.


George Herbert


Para tratar de manera algo de sufrimiento, de saborear nuestros triunfos y derrotas que soportar sin rencor: todo lo que es compatible con la fe de un hereje.


Walter Kaufmann


Hay que saborear el desafío de la televisión.


Laura Linney


El problema del ser humano es que cuando logramos un objetivo, buscamos otro. El ser humano no sabe saborear objetivos.


Josef Ajram


Rap y la palabra hablada han vuelto a despertar el país a la poesía en sí misma. Los mensajes de texto y Twitter animan el uso creativo del lenguaje informal, de manera que he celebrado ampliamente. Pero hemos caído detrás en saborear la capa formal de nuestra lengua.


John McWhorter


Apenas una persona entre mil es capaz de saborear la felicidad de otros.


Henry Fielding


Dame un beso en los labios para saborear tu boca y dormir como un angelito toda la noche, te amo mi vida




Esposita mía todos estos nueve años, aunque no lo creas han sido los mejores de mi vida, (aun que tu no lo creas)…….. Y han sido los mejores de mi vida, por que los he pasado a tu lado bien o mal, ¿que parejas no tienes conflictos? Si eso fuera así seria aburrido y el estar con una mujer como tú es lo que me hace sentir dios y sin ti solo soy un hombre cualquiera, te amo a pesar del tiempo y te amo a pesar de todos los problemas y te voy amar por sobre todas las cosas, eres el amor de mi vida y disfruto día a día el poder tenerte a mi lado y poder tener tu cariño, tu amor, tu comprensión y sobre todo tu paciencia, dé poder soportar a un hombre imperfecto como yo, gracias por soportarme estos nueve años., yo digo que la mujer fue el segundo ser creado por dios, por la simple razón de que el hombre necesitaba una guía, te agradezco infinitamente el que tu seas mi guía y seas muy paciente con migo por cometer muchos errores PERDONAME UNA VEZ MAS, DESPUES DE UN MILLON DE PERDONES y se que me perdonas por que hoy comprendo, con una pena enorme en mi rostro que me amas y que yo tan ciego y estúpido no logro ver y captar las señales que me da la vida de poder ser feliz con una persona tan maravillosa como lo eres tu Mariel ,contigo e sentido el amor que siempre quise y el calor que mi cuerpo siempre anheló y me doy cuenta que lo que viví contigo podría ser escrito en un libro en el cual hay de todo (amor, drama ,terror, comicidad, felicidad etc.…. . y mi amor por ti empezó con una mirada, quien diría que en una panadería encontraría el mas delicioso y exquisito de los seres “tu” besarte fue como perder la noción del tiempo y del espacio y darme cuenta que con cada beso que tu boca me da, me voy despertando en una nuevo tiempo y que estas veces que me has besado han transcurrido nueve años y despierto en mi realidad para volver a perderme en tu mirada, en tus besos, en tu respiro, y en cada latido de tu corazón que hacen que mi cuerpo se estremezca de pies a cabeza haciéndome dormir en tu pecho mientras tu me besas y yo teniendo sueños eternos de felicidad al saborear tus besos llenos de ternura y soñando contigo y guardar toda tu belleza en un pensamiento y que el poema mas hermoso podría ser escrito con facilidad con tan solo verte, tienes esa gracia ese toque de magia que hacen del poema y del verso una simple frase corriente, sabes que para mi eres ese ser tan maravilloso que me hace escribir lo primero que me viene a la mente, te amo Mariel y quisiera darte el regalo mas hermoso o me gustaría darte mi vida, pero no puedo por que mi vida es prestada, solo puedo darte el tiempo que me la presten y viviré solo para hacerte feliz y no te preocupes por mi yo soy feliz por que me has dado el regalo mas hermoso .,( LA ALEGRIA DE SER PADRE ) y compartir con mi hijo tantas cosas y sobretodo que tengo muchas cosas en común con mi hijo ., pero la cosa mas hermosa en común que yo tengo con mi hijo es la dicha enorme de tener a una persona tan maravillosa como lo eres tu MI MARIEL …. TE AMO ESPOCITA MIA .. TE AMO… GRACIAS POR SER PARTE DE MI HISTORIA


ISMAEL GONZALEZ GARCIA


Los ganadores deben aprender a saborear el cambio con el mismo entusiasmo y la energía que hemos resistido en el pasado.


Tom Peters


Me gusta vivir despacio, saboreando la vida.


Pacoyo