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Salvan

Salvan. Encuentra docenas de salvan con fotos para copiar y compartir.


Yo me salvo, sólo, si por mi intermedio se salvan otros.


San Isidro


Aguardamos la hora decisiva, el momento preciso en que los pueblos se hunden o se salvan


Emiliano Zapata




Se debe leer poco y releer mucho. Hay unos pocos libros totales, tres o cuatro, que nos salvan o que nos pierden. Y, sin embargo, el lector se desgasta, se desvanece en miles de libros más áridos de que tres desiertos.


Nélson Rodrigues


Solo las ideas salvan las razas.


Ralph Waldo Emerson


Bares en los que la calma y la cerveza salvan nuestra vida, y mi cabeza soñando estar bajo tu ropa.


Ismael Serrano


Ternura

Lo que más breve sea:
la paloma, la flor,
la luna en las pupilas;
lo que tenga la nota más süave:
el ala con la rosa,
los ojos de la estrella;
lo tierno, lo sencillo,
lo que al mirarse tiembla,
lo que se toca y salva
como salvan los ángeles,
como salva el verano
a las almas impuras;
lo que nos da ventura e igualdad
y hace que nuestra vida
tenga el mismo sabor
del cielo y la montaña.
Eso que si se besa purifica.
Eso, amiga: tus manos.


Efraín Huerta




Jesús les contestó: "¡Qué bien salvan las apariencias! Con justa razón hablaba de ustedes el profeta Isaías cuando escribía: Este pueblo me honra con sus labios, pero su corazón está lejos de mí. El culto que me rinden de nada sirve; sus enseñanzas no son más que mandatos de hombres." Y Jesús hizo este comentario: "Ustedes dejan tranquilamente a un lado el mandato de Dios para imponer su propia tradición. Así, por ejemplo, Moisés dijo: Atiende a tu padre y a tu madre, y también: El que maldiga a su padre o a su madre, morirá. Ustedes, al contrario, afirman que un hombre puede decirle a su padre o a su madre: "No puedo ayudarte, porque todo lo mío lo tengo destinado al Templo." En ese caso, según ustedes, esta persona ya no tiene que ayudar a sus padres. Así, pues, ustedes anulan la Palabra de Dios con la tradición que se han ido transmitiendo; y hacen muchas cosas parecidas a éstas."


Jesús Cristo


El cristiano espera la salvación por gracia
el religioso cree, que sus obras lo salvan.*


jureme


Las vacunas salvan vidas, el miedo los pone en peligro. Es un mensaje sencillo padres tienen que seguir escuchando.


Jeffrey Kluger




Hay un montón de grandes organizaciones de derechos de los animales que salvan a los perros y salvar los gatos, pero la sociedad humana es realmente muy bueno para trabajar con el Congreso y conseguir la legislación aprobada en realidad.


Moby


Éxito comprende en sí misma el germen de su propia decadencia y el deporte no se salvan de esta ley.


Pierre de Coubertin


¿Por qué otros países del primer mundo dan a los niños tantas vacunas menos de lo que hacemos? Las vacunas salvan vidas, pero pueden estar perjudicando a algunos niños. ¿Es la moderación una idea tan terrible?


Jenny McCarthy


No creo que nuestras obras nos salvan, pero creo que nos siguen al cielo y dar gloria a Dios.


Max Lucado




Los libros nos cambian. Los libros nos salvan. Lo sé porque me pasó a mí. Los libros me salvaron. Por lo tanto, creo que a través de historias que podemos aprender a cambiar, podemos aprender a empatizar y estar más conectados con el universo y con la humanidad.


Elif Safak


La democracia se salvan del comunismo mediante la eliminación de la democracia.


Juan Bosch


Los aranceles que salvan puestos de trabajo en la industria del acero significan mayores precios del acero, que a su vez significa menos ventas de productos de acero estadounidenses en todo el mundo y la fuga de muchos más empleos que los que se salvó.


Thomas Sowell


De los que sienten este temor, son más los que se salvan que los que mueren; los que huyen, ni alcanzan gloria, ni entre sí se ayudan.


Homero


Entre los gestos del mundo
recibí el que me dan las puertas.
En la luz yo las he visto
o selladas o entreabiertas
y volviendo sus espaldas
del color de la vulpeja.
¿Por qué fue que las hicimos
para ser sus prisioneras?

Del gran fruto de la casa
son la cáscara avarienta.
El fuego amigo que gozan
a la ruta no lo prestan.
Canto que adentro cantamos
lo sofocan sus maderas
y a su dicha no convidan
como la granada abierta:
¡Sibilas llenas de polvo,
nunca mozas, nacidas viejas!

Parecen tristes moluscos
sin marea y sin arenas.
Parecen, en lo ceñudo,
la nube de la tormenta.
A las sayas verticales
de la Muerte se asemejan
y yo las abro y las paso
como la caña que tiembla.

«¡No!», dicen a las mañanas
aunque las bañen, las tiernas.
Dicen «¡No!» al viento marino
que en su frente palmotea
y al olor de pinos nuevos
que se viene por la Sierra.
Y lo mismo que Casandra,
no salvan aunque bien sepan:
porque mi duro destino
él también pasó mi puerta.

Cuando golpeo me turban
igual que la vez primera.
El seco dintel da luces
como la espada despierta
y los batientes se avivan
en escapadas gacelas.
Entro como quien levanta
paño de cara encubierta,
sin saber lo que me tiene
mi casa de angosta almendra
y pregunto si me aguarda
mi salvación o mi pérdida.

Ya quiero irme y dejar
el sobrehaz de la Tierra,
el horizonte que acaba
como un ciervo, de tristeza,
y las puertas de los hombres
selladas como cisternas.
Por no voltear en la mano
sus llaves de anguilas muertas
y no oírles más el crótalo
que me sigue la carrera.

Voy a cruzar sin gemido
la última vez por ellas
y a alejarme tan gloriosa
como la esclava liberta,
siguiendo el cardumen vivo
de mis muertos que me llevan.
No estarán allá rayados
por cubo y cubo de puertas
ni ofendidos por sus muros
como el herido en sus vendas.

Vendrán a mí sin embozo,
oreados de luz eterna.
Cantaremos a mitad
de los cielos y la tierra.
Con el canto apasionado
heriremos puerta y puerta
y saldrán de ellas los hombres
como niños que despiertan
al oír que se descuajan
y que van cayendo muertas.


Gabriela Mistral


El hijo de rana, Rinrín renacuajo
Salió esta mañana muy tieso y muy majo
Con pantalón corto, corbata a la moda
Sombrero encintado y chupa de boda.

-¡Muchacho, no salgas!- le grita mamá
pero él hace un gesto y orondo se va.

Halló en el camino, a un ratón vecino
Y le dijo: -¡amigo!- venga usted conmigo,
Visitemos juntos a doña ratona
Y habrá francachela y habrá comilona.

A poco llegaron, y avanza ratón,
Estírase el cuello, coge el aldabón,
Da dos o tres golpes, preguntan: ¿quién es?
-Yo doña ratona, beso a usted los pies

¿Está usted en casa? -Sí señor sí estoy,
y celebro mucho ver a ustedes hoy;
estaba en mi oficio, hilando algodón,
pero eso no importa; bienvenidos son.

Se hicieron la venia, se dieron la mano,
Y dice Ratico, que es más veterano :
Mi amigo el de verde rabia de calor,
Démele cerveza, hágame el favor.

Y en tanto que el pillo consume la jarra
Mandó la señora traer la guitarra
Y a renacuajo le pide que cante
Versitos alegres, tonada elegante.

-¡Ay! de mil amores lo hiciera, señora,
pero es imposible darle gusto ahora,
que tengo el gaznate más seco que estopa
y me aprieta mucho esta nueva ropa.

-Lo siento infinito, responde tía rata,
aflójese un poco chaleco y corbata,
y yo mientras tanto les voy a cantar
una cancioncita muy particular.

Mas estando en esta brillante función
De baile y cerveza, guitarra y canción,
La gata y sus gatos salvan el umbral,
Y vuélvese aquello el juicio final

Doña gata vieja trinchó por la oreja
Al niño Ratico maullándole: ¡Hola!
Y los niños gatos a la vieja rata
Uno por la pata y otro por la cola

Don Renacuajito mirando este asalto
Tomó su sombrero, dio un tremendo salto
Y abriendo la puerta con mano y narices,
Se fue dando a todos noches muy felices

Y siguió saltando tan alto y aprisa,
Que perdió el sombrero, rasgó la camisa,
se coló en la boca de un pato tragón
y éste se lo embucha de un solo estirón

Y así concluyeron, uno, dos y tres
Ratón y Ratona, y el Rana después;
Los gatos comieron y el pato cenó,
¡y mamá Ranita solita quedó!


Rafael Pombo