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Sebastian guillen ( 2 )

Sebastian guillen. Encuentra docenas de sebastian guillen con fotos para copiar y compartir.


Angustia Segunda

Tus venas, la raíz de nuestros árboles

La raíz de mi árbol, retorcida;
la raíz de mi árbol, de tu árbol,
de todos nuestros árboles,
bebiendo sangre, húmeda de sangre,
la raíz de mi árbol, de tu árbol.
Yo la siento,
la raíz de mi árbol, de tu árbol,
de todos nuestros árboles,
la siento
clavada en lo más hondo de mi tierra,
clavada allí, clavada,
arrastrándome y alzándome y hablándome,
gritándome.
La raíz de tu árbol, de mi árbol.
En mi tierra, clavada,
con clavos ya de hierro,
de pólvora, de piedra,
y floreciendo en lenguas ardorosas,
y alimentando ramas donde colgar los pájaros cansados,
y elevando sus venas, nuestras venas,
tus venas, la raíz de nuestros árboles.


Nicolás Guillén


Poema Del No

Me decías que no. Por tu mirada
pasaban barcos lentamente. Había
gaviotas en tus ojos, en tus blandos,
oscuros ojos grandes,
donde iba cayendo la amargura
como un anochecer de altas sirenas
en los puertos del Sur.
Me decías que no serenamente.
Era un no original, que ya existía
antes que tú, que hablaba por sí mismo
mientras que tú, impotente, absorta, fijos
en mí tus ojos, lo sentías vivo,
palpabas su raíz por tus adentros.
Era un no adivinado,
mudo, pesadamente silencioso.
Tu duro cuerpo tibio
me decía que no, sin causas, iba
replegándose, como
si volviese a la infancia. Tú no eras.
Me decías que no, y en tu mirada
cabalgaba un dolor que yo diría
maternal. Un dolor implorando
comprensión. Un no de contenida
pesadumbre, pero total, abierto,
levemente asomado
a las playas del llanto.
Me decías que no lejana, sola,
terriblemente sola, maniatada,
sin un porqué donde apoyarte, pero
era no, era no, sin gritos, no...

Los puertos, las sirenas,
los barcos en la noche, todo iba
perdiéndose, alejándose.
Yo, delante de ti, triste, abatido.


Rafael Guillén




El Abuelo

Esta mujer angélica de ojos septentrionales,
que vive atenta al ritmo de su sangre europea,
ignora que en lo hondo de ese ritmo golpea
un negro el parche duro de roncos atabales.

Bajo la línea escueta de su nariz aguda,
la boca, en fino trazo, traza una raya breve,
y no hay cuervo que manche la solitaria nieve
de su carne, que fulge temblorosa y desnuda.

¡Ah, mi señora! Mírate las venas misteriosas;
boga en el agua viva que allá dentro te fluye,
y ve pasando lirios, nelumbios, lotos, rosas;

que ya verás, inquieta, junto a la fresca orilla
la dulce sombra oscura del abuelo que huye,
el que rizó por siempre tu cabeza amarilla.


Nicolás Guillén


Amigos. Nadie más. El resto es selva.


Jorge Guillén


Vive como lo harías para no avergonzarte en el caso de que se divulgara lo que haces, aún en el caso de que fuera mentira lo que se divulga.


Johann Sebastian Bach


El Hondo Sueño

Este soñar a solas... ¡Si tu vida
de pronto amaneciese ante mi espera!
¿Por dónde voy cayendo? Primavera,
mientras, en tomo mío dilapida

su olor y se me escapa en la caída.
¡Tan solitariamente se acelera
-y está la noche ahí, variando fuera-
la gravedad de un ansia desvalida!

Pero tanto sofoco en el vacío
cesará. Gozaré de apariciones
que atajarán el vergonzante empeño

de henchir tu ausencia con mi desvarío.
¡Realidad, realidad, no me abandones
para soñar mejor el hondo sueño!


Jorge Guillén




Poema Para La Voz de Marilyn Monroe

Tu voz.
Solo tu tibia y sinuosa voz de leche.
Solo un aliento gutural, silbante,
modulado entre carne, tiernamente
modulado entre almohadas
de incontenible pasmo, bordeando
las simas del gemido,
del estertor acaso.
Como un tacto de fina piel abierta.
Como un espeso y claro líquido absorbente
que envuelve tus adentros, que te sube
del sxo mismo hasta los labios,
que recorre tus dulces cavidades
antes de ser el soplo
caliente y sensorial que nos sumerge.

Tu masticada voz, que te desnuda
sutilmente, insidiosamente, como
si en derredor de tu cintura fuese
creando y disipando al mismo tiempo
mil velos transparentes de saliva.

Tu voz resuelta en quejas y mohines
que trasmina como un olor a cuerpo,
un tierno olor sedoso
que se propaga en ondas, que nos roza
tan delicadamente, que es posible
sentirlo por las manos y en las piernas.

Tu voz labial, visible,
como gustando el aire, como dando
forma a posibles moldes para besos.
Tu voz de oscura selva con riachuelos.

Clavado aquí, en mi hombría,
oigo tu voz, que late entre mis dientes,
y enmudezco la radio, y cierro el gesto.
Porque tú ya estás muerta;
porque hace largos meses que estás muerta
y aún es posible el grito enfebrecido.

Oigo tu voz carnal, y me pregunto
qué pasa aquí. Si acaso es esto un nuevo
pecado, o un castigo.


Rafael Guillén


Alicatado Para Una Tarde de Verano

Para traspasar las hojas,
la luz se pone de lado.
Se despereza el aroma
y hay un sopor que, despacio,
deshilachan las zumbonas
avispas del emparrado.
La paz del jardín se esparce
por el brillo del acanto
y la tarde se inaugura
al regarse el empedrado.

Hay rincones invisibles
con amores encalados
y persianas donde crece
la penumbra del verano.
El mirador se remira
en los reflejos más altos.
Alguna risa que llega
por el silencio rampando
y el agua, dueña y señora
por fuentes y por regatos.

El aire tiene un desgaire
de mimbre desangelado.
El arrayán cuadricula
la dicha de estar mirando.
Desde los poyetes, rastras
en macetas de geráneos
cuelgan hasta el arriate
buscando su olor mojado.
El silencio se despierta
picoteado de pájaros.

Las glicinias se retuercen
sobre sus pomos morados
y son de azulejo y frío
los zócalos y los bancos.
El chirrido del portón
anuncia el rito diario.
Las sillas, de recia anea.
El vino, de mano en mano.
La amistad, como beberse
la tarde de un solo trago.

"De Mis amados odres viejos"


Rafael Guillén


Recacha

Aquí estaba, sentada
en la recacha, así de así, encogida,
acurrucada al sol
la abuela.
Esto era amor. Aquello.
Un tiempo
de negro y de ¡Señor, lo que se inventa!
ponía en derredor de su pequeño
mojoncito huesudo nuevos rostros
mocosos, y otra arruga,
eterno mosquerío, y más sumida
la desdentada boca, tiestos con geranios,
y no recuerdo nada !esta cabeza!
Una como ternura
caldeaba el acoso de las lajas.

Mano seca en las cejas protegiendo
del sol, gracia divina,
los ojos derretidos.
Vencido estar, joroba, a punto casi
de un crujido y ya está. Dios la reciba.

Aquí el mosquero, largos
papeles de colores;
aquí la zafa, el pie no se mejora,
agua de sal, la panza
de la jofaina desconchada.
Esto
era también amor, digo, miseria;
amor, digo, violencia. No lo supo.
¡Qué tiempos!
La jarapa
alpujarreña en las rodillas, negro
pañolón, ay el luto
descolorido, negro
refajo, en Cuba mismo lo enterraron.

Y más. Ochenta y tantos
años milenios en la costra yunque
de esta tierra, forjando
para qué su cansada reciedumbre.
Y una ignorancia añeja
que le tapaba el hambre con sudados
escapularios; que agostaba en brote,
lo ha dispuesto el Señor, la rebeldía.

Aquí la abuela niña, y un suspiro,
zurciendo eternamente, remendando,
y otro suspiro, cocinando, y otro,
los despojos, pasando
las cuentas del rosario.
Esto era
también amor. Y era
desprecio.
Somos pobres.
Y abandono.

Ya de tarde, lo lejos se tensaba
con un duro rasgueo
de cómplices guitarras.
Lo recuerdo.


Rafael Guillén




A VECES EL DESTINO NOS JUEGA CON SITUACIONES FORTUITAS, LAS CUALES NOS PONEN A DUDAR DE LOS DEMAS , Y JUEGA A LA RULETA A ESPERAR QUE RESULTADO PUEDE SER¡¡¡¡¡¡¡¡¡


SEBASTIAN


Perfección

Queda curvo el firmamento,
compacto azul, sobre el día.
Es el redondamiento
del esplendor: mediodía.
Todo es cúpula. Reposa,
central sin querer, la rosa,
a un sol en cenit sujeta.
Y tanto se da el presente
que el pie caminante siente
la integridad del planeta.


Jorge Guillén


Sigue...

Camina, caminante,
sigue;
camina y no te pare,
sigue.

Cuando pase po su casa
no le diga que me bite:
camina, caminante,
sigue.

Sigue y no te pare,
sigue:

no la mire si te llama,
sigue;

Acuéddate que ella e mala,
sigue.


Nicolás Guillén


Un poquito de talento, una dosis de disciplina y el resto puro amor.


Sebastian Gonzalez




Canción

¡De que callada manera
se me adentra usted sonriendo,
como si fuera la primavera !
(Yo, muriendo.)

Y de que modo sutil
me derramó en la camisa
todas las flores de abril

¿Quién le dijo que yo era
risa siempre, nunca llanto,
como si fuera
la primavera?
(No soy tanto.)

En cambio, ¡Qué espiritual
que usted me brinde una rosa
de su rosal principal!

De que callada manera
se me adentra usted sonriendo,
como si fuera la primavera
(Yo, muriendo.)


Nicolás Guillén


La distancia reafirma el sentimiento


Patricia Guillén


Han pasado varios días sin verte y sin tener, tu compañía
Pero este tiempo y distancia me ha dado a confirmar
Lo que siento por ti. Te amo!


Patricia Guillén


Sé que te extraño porque te necesito


Patricia Guillén


Sé que te pienso porque apareces en mi mente a cada instante


Patricia Guillén


Sé que te llevo en mi corazón porque si no, no tuviera vida


Patricia Guillén


Sé que mis suspiros, son inspirados por ti


Patricia Guillén


Sé que te necesito para mi sobrevivencia en la tierra


Patricia Guillén


Despiertas en mí la pasión, ternura, cariño, todos los afectos; los más puros sentimientos que hay.


Patricia Guillén


Sé muy bien que, el amor ha llegado a mí y eres el dueño de todo el amor que pueda brindar. Eres el hombre que aviva mi presencia en el mundo; quien me sorprende a cada instante, y ha hecho de mi existencia lo más reluciente.


Patricia Guillén


Lee mis palabras, y recuérdalo TE AMO!


Patricia Guillén


Te hago un poema para decirte te amo!
No sé si fue coincidencia haberte conocido
O si fue el destino, pero no importa como:
Ahora solo se que ya estás en mi corazón
Y es muy difícil sacarte de ahí.


Patricia Guillén


Porque ahora quererte es mi felicidad y es vivir, te quiero para quererte, para adorarte, para expresarte que simplemente es amor lo que yo siento y te pertenece;
sencillamente TE AMO!


Patricia Guillén




Engañame si quieres,pero sin que yo me dea cuenta.


Sebastian Becquer


Poema de un Corazón Roto
"… y ahí se va mi futuro
robándome mis sueños y mí esperanza
Matándome con un locura…
una locura que me tortura
y me destruye por dentro
de no poder estar a su lado
aunque sea por un segundo
No pude detenerla
por mas de que me esforcé y luche…
… luche por su amistad, por su amor,
por nuestro futuro, luche por ella.

Sin más, se despidió de mí…
…destruyendo mi mundo
y mis sueños por ella
Robándome el corazón
y guardándoselo solo para ella,
para que yo viva una ilusión
la ilusion de haberla amado
y de haberla perdido"


Javier Sebastiàn Cortés Ocampo


Atiende la llamada del pasado, solo para mejorar el futuro


sebastian v.v.


Un estudio de Bach. Allí encontrará todo.


Johann Sebastian Bach


A largo plazo, hay algo que se llama justicia y que a última hora, este domingo, según mis cálculos, ha ido en el buen sentido


Sebastian Vettel


El resultado final es lo que no podría ser el más seguro así que siempre hay algún riesgo, pero estamos dispuestos a tenerlo en cuenta porque nos encanta competir y nos encanta los deportes de motor y es peligroso.


Sebastian Vettel


Es fácil de tocar cualquier instrumento musical: todo lo que tienes que hacer es tocar la tecla correcta en el momento adecuado y el instrumento obra en sí.


Johann Sebastian Bach


Cada vez que actúo en el miedo, me siento decepcionado de mí mismo. Tengo mucho miedo. Si puedo salir de todo temor en mi vida y toda culpa, yo tiendo a ser mucho, mucho más a la altura de mis estándares. Nunca he visto fracasar a una persona si no temen al fracaso.


Sebastian Thrun


El metal es todavía la más grande de música ahora en Estados Unidos.


Johann Sebastian Bach


Al igual que toda la música, el bajo continuo debe tener otro fin y el objetivo de la gloria de Dios y la recreación del alma, donde no se tiene en mente no hay verdadera música, pero solo un clamor infernal y despotricar.


Johann Sebastian Bach


De las emociones primarias, el miedo es el que soporta la mayor parte directamente en la supervivencia. Los niños muestran miedo. Los adultos no para probar, tal vez porque es una vergüenza, o, en algunos casos, peligrosos. La respuesta de miedo es automático, sin embargo, y su cuerpo se ejecuta a través de sus reflejos si quieres que o no.


Sebastian Junger


Cuando la gente oye que soy un neurólogo, que me hacen preguntas difíciles. 'Will abuelo aprender a caminar de nuevo después de su derrame cerebral? '¿Cómo puede mi hijo superar su dislexia? '¿Qué podría haber causado mi mejor amigo para convertirse en esquizofrénico? Cuando no puedo dar respuestas satisfactorias, se ven decepcionados - y me siento avergonzado.


Sebastian Seung


Por lo tanto, que terminó siendo lo que tienes ahí, siete canciones nuevas y diez canciones en vivo que es una buena mezcla.


Johann Sebastian Bach


Creo que los EE.UU. debe afirmar su liderazgo de una manera más eficaz.


Sebastian Pinera