Sexo y amor según Arthur Schopenhauer. Encuentra docenas de sexo y amor según Arthur Schopenhauer con fotos para copiar y compartir.
El instinto social de los hombres no se basa en el amor a la sociedad, sino en el miedo a la soledad.
El que no ama ya esta muerto.
Todo amor genuino es compasión, y todo amor que no sea compasión es egoísmo.
El amor a la vida no es en el fondo sino el temor a la muerte.
La inclinación de dos personas de distinto sexo es ya la voluntad de vivir del nuevo individuo que ellas pueden y querrían engendrar, una voluntad que ya se agita en el encuentro de sus miradas.
El amor, por etéreas e ideales que sean sus apariencias, tiene su raíz en el instinto sexual.
La fe es como el amor: no puede ser impuesta por la fuerza.
El amor es la compensación de la muerte.
Con el amor, el individuo se hace esclavo de la naturaleza en un momento en el que solo cree obedecer a sus propios deseos.
Dirigidos a una sola persona, y mutuos, caritas y amor, dan un matrimonio feliz.
Los amigos se suelen considerar sinceros; los enemigos realmente lo son: por esta razón es un excelente consejo aprovechar todas sus censuras para conocernos un poco mejor a nosotros mismos, es algo ...
La envidia en los hombres muestra cuán desdichados se sienten, y su constante atención a lo que hacen o dejan de hacer los demás, muestra cuánto se aburren.
La cólera no nos permite saber lo que hacemos y menos aún lo que decimos.
Nadie es realmente digno de envidia.
¿puede alguien recordar el amor?. Es como querer conjurar el aroma de las rosas en un sótano. Podrías ver la rosa, pero el perfume, jamás. Y esa es la verdad de las cosas, su perfume.
Todo el que intenta salvar a otra persona con la mentira de un amor sin límite arroja una sombra al rostro de Dios.
Las religiones, como las luciérnagas, necesitan de oscuridad para brillar.
Con ciertas personas vale más ser traicionado que desconfiar.
Quien ha perdido la esperanza ha perdido también el miedo: tal significa la palabra "desesperado".
Los pensamientos mas bellos, si no los escribimos, son irrecuperables, y de las amantes, si no las desposamos, procuramos huir alguna vez.
En las iglesias protestantes el objeto que más salta a la vista es el púlpito; en las católicas, el altar. Es un símbolo de que el protestantismo se dirige primariamente a la intelección: el cato...
No teniendo ideas que cambiar, se cambian cartas y se procura sacarse mutuamente los cuartos.
Parece significativo que en griego el diablo se llame propiamente "calumniador": diabolos.
Muchas veces las cosas no se le dan al que las merece más, sino al que sabe pedirlas con insistencia.
Los republicanos desean que el Reich alemán tenga una sola testa coronada, igual que Nerón deseaba que la humanidad tuviese una sola cabeza: para poder decapitarla de un solo tajo.
El cambio es la única cosa inmutable.
Las relaciones cotidianas son tales que con la mayor parte de nuestros conocidos no volveríamos a intercambiar una sola palabra si oyéramos lo que dicen de nosotros en nuestra ausencia.
Al que todo lo pierde, le queda Dios todavía.
La personalidad del hombre determina por anticipado la medida de su posible fortuna.
No hay ningún viento favorable para el que no sabe a que puerto se dirige.
La soledad es la suerte de todos los espíritus excelentes.
Todo lo que ocurre, desde lo más grande a lo más chico, ocurre necesariamente.
Para millones y millones de seres humanos el verdadero infierno es la Tierra.
El sexo sin amor es una experiencia vacía. Pero como experiencia vacía es una de las mejores.
¿Por qué lo llaman amor cuando quieren decir sexo?
El sexo sin amor es una experiencia vacía. Pero de todas las experiencias vacías que existen, hay que reconocer que es una de las mejores.
El sexo sin amor solo alivia el abismo que existe entre dos seres humanos de forma momentánea.
El amor es la respuesta, pero mientras usted la espera, el sexo le plantea unas cuantas preguntas.
El sexo aplaca las tensiones. El amor las provoca.
El amor mueve el mundo. Combinado con el sexo, mueve el universo.