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Si alguien llama a tu puerta amiga mia ( 3 )

Si alguien llama a tu puerta amiga mia. Encuentra docenas de si alguien llama a tu puerta amiga mia con fotos para copiar y compartir.


Sabes algo...TE ADMIRO..
Pero hay una lucha en mí que no sabe que admira más de ti…
Si tu dedicación a lo que te gusta, el esfuerzo por alcanzar tus sueños o la inteligencia que desbordas. Sin embargo, la sonrisa tierna que emanan tus labios, y esa mirada dulce que tus ojos me brindan, son otros aspectos que erizan mi piel cuando los recuerdo.
Pensar con el corazón no es fácil, pero tu espíritu en mí basta para que el corazón razone con amor…y digo amor dudando, porque esa palabra TIENE MUCHOS SIGNIFICADOS..POR TODOS LOS TIPOS DE AMOR QUE EXISTEN Y para lo que siento por ti.
Por amor las personas se casan, tienen hijos, pelean, gritan, están juntas, se quieren…La mayoría cree que de eso se trata el amor, y tal vez sea así. Pero lo mío no es amor, es algo mucho más grande. Porque yo no tendré nada de eso contigo y aún así llenas mi alma.
No necesito nada más de ti, solo tu persona como amiga, como el ser que me hizo creer en mí y en las casualidades de la vida. Solo necesito la mujer que admiro infinitamente por su personalidad. Solo necesito tu amistad y confianza, pero me brindas mucho más.
Esto se salio de control, pero estoy feliz por que haya pasado así.
Las personas dictan las reglas, pero no plantearon alguna que nos diga que tenemos que seguirlas. La mayoría de los humanos basan los aspectos de su vida dentro de lo “normal” y doy gracias porque lo nuestro no es ni normal, ni razonable y si demasiado cuestionable. Porque es eso precisamente lo que me ha permitido valorar lo que el destino puso frente a mí: un ejemplo a seguir y un aprendizaje de tomar las cosas buenas de las situaciones, personas y de la vida.
Puso frente a mí una madurez para enfrentar la realidad cuando es necesario. Puso frente a mí, a un ser que me hizo creer en la amistad sobre todas las cosas y lo más importante, me dio la oportunidad de ilusionarme de algo que realmente vale la pena...en algún momento de mi vida...aunque hoy dia..SOLO ERES ALGUIEN MUY ESPECIAL QUE LLEGO MUY DENTRO DE MI.
Contigo es difícil contenerse. A ti, es a quien debo decir: “eres parte de mi”.
Diría te amo, pero uno puede llegar a amar a muchas personas a lo largo de su vida.
Te digo Te admiro, por que en la vida hay pocas personas dignas de admiración, la mayoría de ellas fuera de nuestro alcance, pero tú estás conmigo aunque estarás lejos…por eso prefiero decir desde mi corazón TE ADMIRO.
Gracias por simplemente llegar a mi vida..y llenarme de tanto... aun en la distancia..aun en el silencio..

TE ADMIRO POR SOBRE TODO..TE QUIERO Y TE RESPETO..N..AGUEDA


LAPOLI


Si la oportunidad no llama, construye una puerta.


Milton Berle




PSICOLOGÍA SOCIAL, LA AMISTAD ES VIDA
AMISTAD Y SILENCIO
La amistad se nutre más de la comunicación que del silencio. Sin embargo, el silencio es precisamente en algunos casos el medio de comunicación que utilizan los amigos: es necesario tanto saber estar en silencio como transmitir lo que uno lleva dentro.

Asistir al desvelamiento de un secreto, al desvelamiento de la intimidad de las personas, produce en el ser humano un enmudecimiento del espíritu, un sentimiento de gratitud por lo que se percibe como un don o regalo inmerecido, una impresión de estar pisando terreno sagrado. De hecho, todos podemos remitirnos a alguna ocasión en la que, en conversación íntima con un amigo, al acabar de escuchar, no hemos encontrado palabras adecuadas para decir nada. En esos casos, quizá la prueba de mayor gratitud o de "correspondencia" sea precisamente el silencio; un silencio, eso sí, cuajado de respuesta.

Hay veces en las que no se puede decir nada... porque las palabras lo estropean todo. Hay cosas que la única contestación que merecen o que exigen es el silencio; hay cosas con las que solo puede mantenerse conversación en silencio. Porque o el lenguaje es limitado, o uno es limitado, o ambas cosas. Pero algunas cosas, si se expresan, se profanan. Así ocurre en las experiencias de encuentro: con un amigo, con un paisaje, una obra de arte. En esos momentos, pronunciar algo es mancharlo; hablar es romperlo. Algunas veces la comunicación con las cosas y también con las personas requiere como condición que haya silencio; solamente silencio. Y no un silencio para llenar, sino como medio de entendimiento.

Cuando se tiene la suerte de topar con alguien que tiene algo -poco o mucho- que decir; cuando se tiene la suerte de que esas personas te abran sus puertas y dejan que te asomes y penetres en su mundo interior, en la mayor parte de los casos solo se puede contestar enmudeciendo. Y ese silencio quiere ser entonces un homenaje: la mayor muestra de agradecimiento y de admiración. Porque no se trata de un silencio vacío sino pletórico de contenido: no significa carencia sino plenitud.

El silencio es importante en la amistad. Estar con un amigo es también poder estar en silencio sin miedo a que éste tenga que romperse y sin sentir la necesidad perentoria de tener que llenarlo con palabras. No hay verdadera amistad entre dos amigos si no saben disfrutar y valorar su silencio. El silencio es en sí mismo un espacio y un tiempo para compartir. Rico de contenido y esencialmente valioso porque supone una íntima comunión de espíritus.

LA INTERIORIDAD
La amistad está también muy relacionada con la interioridad. Entre dos amigos ésta es más rica y sólida cuanta mayor sea la intimidad, la interioridad de cada uno de ellos. Hay quienes tienen un gran mundo interior; tienen mucho que decir porque son personas que integran en sí todo lo que hay a su paso: una frase que ha dicho en clase el profesor, la actitud de tal o cual persona, la satisfacción de haber llegado al pico de la montaña, la crisis que le produce una situación difícil de trabajo, un libro que ha leído, los tirones de la madurez.

Así es como las personas se van enriqueciendo por dentro y como su interioridad cobra cada vez mayor volumen: integrando la experiencia, la vivencia personal y las de las otras personas. Aprendemos también a través de las vivencias de los demás, de la experiencia ajena. Quien está atento a su alrededor aprovecha todo intensamente.

Se puede aprender a sentir de un modo distinto al propio; se puede aprender a pensar de manera diferente a la que uno piensa; se puede aprender a valorar cosas que yo no valoro. Escuchar a las personas y tratar de ser ellas, nos permite conocer el mundo desde mil perspectivas diferentes a las nuestras. Y eso conlleva ampliación personal, crecimiento, enriquecimiento, altura, perspectiva y profundidad. La interioridad rica hace que la relación entre los amigos se amplíe. Una amiga me decía hace poco -hablando de otra persona-la satisfacción que le producía tratar con ella "porque es de esas personas que tienen algo que aportar".

El conocimiento que alimenta la intimidad es-una vez más-el que sabe mirar, sabe escuchar, sabe estar. La sola convivencia con las personas, o el mero estar junto a las cosas o entre las cosas (junto al mar rodeado de un bellísimo paisaje, o entre las obras magníficas del Louvre) no basta. Más de una vez las ratas habrán correteado por los pasillos del Louvre; sin embargo, todavía no hemos tenido ocasión de encontrarlas embelesadas frente a la Venus de Milo, tras haber pasado frente a ella toda la noche. Para las personas, las que son capaces de ello, las cosas tienen una historia que contar, la naturaleza tiene algo que transmitir y todo lo que encuentran es capaz de darles un mensaje.

El hombre con interioridad es capaz de ver sentido a todas las cosas; y en cierto modo de darles él mismo el sentido puesto que es él quien lo capta, lo descubre y -en ese sentido lo crea, lo recrea. Por eso, forma parte del "tesoro" de la amistad tener amigos con un gran mundo interior.

La amistad de las personas es un regalo. El regalo es mayor cuanta mayor sea la interioridad y la intimidad compartida. Esta debe cuidarse y en ella juega un papel muy importante el saber mirar porque puede franquearnos el paso al alma del amigo.
Una vez dentro, el mundo se abre ante nosotros de un modo desconocido y luminoso que provoca en nosotros muy diversos sentimientos (admiración, compasión, respeto, etc.), pero siempre el de "desear el bien del amigo, por el amigo mismo" (Aristóteles).


Diego Torrente


Es algo desconcertante. La verdad llama a la puerta y dices, 'Vete, estoy buscando la verdad ', y así se va. Desconcertante.


Robert M. Pirsig


Empecé a montar todo el tren 'esponjoso', y es una palabra linda y socialmente mucho más aceptable que alguien dice es gordo u obeso. Si se llama a una chica 'gorda', yo, que va a levantar el infierno, pero si dices, 'Oh niña, mírate, eres suave y esponjosa, 'hay casi un atractivo sexy al mismo.


Gabriel Iglesias


Cuando ves a una persona, no solo concentrarse en su apariencia? Es solo una primera impresión. Entonces hay alguien que no llama la atención de inmediato, pero si hablas con ellos y se convierten en la más hermosa cosa del mundo. Los grandes actores no son lo que ustedes llamarían hermosos símbolos sexuales.


Brad Pitt




Si solo tocas el tiempo suficiente y lo suficientemente alto en la puerta, que está seguro de despertar a alguien.


Henry Wadsworth Longfellow


Cuando una vecina llama a tu puerta te ves en la obligación de ponerte corriendo algo decente para abrir y parecer que eres así de casual.




En mis veinte años me gustaría ser escéptico de un mal corte de pelo, pero una vez que cumplir los treinta es más acerca de si una persona agradable y no se abre la puerta para mí. Una vez que usted da vuelta treinta y cinco años, se trata más de lo que un buen padre. E incluso si usted está gustando alguien y cavar a alguien, creo que no se puede dejar de pensar en esos términos.


Rashida Jones




Tengo seis bloqueos en mi puerta todos en una fila. Cuando salgo, me encierro cada uno. Me imagino que no importa el tiempo que alguien está allí recogiendo las cerraduras, que siempre se bloquean tres.


Elayne Boosler


Después empecé a recibir críticas por hacer 'Gran Hermano', alguien me dijo que Hugh Downs utilizan para alojar 'Concentración' y Mike Wallace utilizan para hacer 'la gran sorpresa.' Pensé: ¿Eh, tal vez esa puerta no está sellada, si quiero hacer un día '60 Minutos '.


Julie Chen


Cada vez que alguien me llama o intenta iniciar algo, es la motivación.


Ryan Sheckler


Conozco a alguien de la universidad que se llama Phil Collins y creo que hay algo terriblemente lamentable de compartir un nombre con alguien que, o bien es famosa o se hace famoso.


David Walliams




Se trata de aprovechar las oportunidades que tiene en este momento, y en este momento estamos en una posición en la que se llama a alguien y estás dispuesto a aprender y tomar la llamada, ya que eres un fan, usted tiene que tomar ventaja de eso y tener la oportunidad de sacar provecho de sus ideas.


Dwyane Wade


Nunca entregues el 100% a alguien que creas tu amiga, te puedes llevar una decepción que te deje grandes heridas!




Cuando estás haciendo fotos de todo corazón la pasión, duele cuando alguien les de una decisión de negocios calculado llama.


Michael Douglas


Yo no sé todo el mundo empieza a leer gran literatura. Si usted lee lo suficiente es posible que se sienten atraídos por otras cosas, así que tal vez los libros de vampiros son lo que llaman los libros de puerta de enlace. Me acabo de acuñar el término. No sé si hay una cosa que se llama 'libros de puerta de enlace.


Josh Radnor


Mi sonido en directo no funciona en el estudio, que es un animal completamente diferente. Cada pequeña cosa que va en detrimento del sonido. Y si alguien mueve un micrófono, lo has perdido. Es más o menos un caso de "cierra la puerta y establecer una línea de policía.


James Hetfield


Creo que un poeta es alguien que no se llama a sí mismo un poeta.


Bob Dylan


Si yo fuera un capitalista que no me doy empleados seguro médico, sin deducible, que lo haga, incluyendo cirugía dental, y vacaciones pagadas embarazo. Eso no se llama capitalismo, eso se llama ser un cristiano y alguien que cree en la democracia, por lo que todo el mundo debe conseguir una porción justa del pastel.


Michael Moore


La oportunidad no llama, se presenta cuando golpearon la puerta.


Kyle Chandler


En una relación seria, voy a escribir música sobre un chico. Estoy totalmente en cintas de la mezcla y estoy todo acerca de pequeñas cosas pequeñas. Me pasaré por la puerta y acaba de salir de un regalo o venga sobre si están enfermos y hago sopa de pollo con fideos y alquiler de DVD y juegos de mesa. Creo que esas pequeñas cosas significan mucho para alguien.


Aly Michalka


Solo tienes que creer en ti mismo cuando tienes algo, y solo sigue golpeando la puerta, porque si se libra el tiempo suficiente, alguien se va a abrir.


Cynthia Weil


¿Con quién estás hablando ahora? ¿A quién crees que ves? Así que ya sabes lo mucho que me hago un año? Incluso si te lo dije, no lo creerías. ¿Sabes lo que pasaría si yo dejase de ir a trabajar? Una empresa lo suficientemente grande como para ser incluido en el Nasdaq va a pique, desaparece, deja de existir sin mí. No, claro que no sabes con quién estás hablando, lo que significa que no tienes ni idea. No estoy en peligro, Skyler, yo soy el peligro. Un hombre abre la puerta y le disparan y piensas que he sido yo? No, yo soy el que llama.



-Walter White


Breaking Bad


La recuperación de la palabra 'gordo' fue el paso más poderosa en mi progreso. Dejé de usarlo por insultos o la degradación y en su lugar lo reemplazó con la verdad, porque la verdad es que estoy gorda, y eso está bien. Así que ahora, cuando alguien me llama grasa, estoy de acuerdo, mientras que antes me gustaría tener vergüenza y emocional.


Beth Ditto


Tú claramente no sabes con quién estás hablando, así que permíteme darte una pista. No estoy en peligro, Skyler. Yo soy el peligro. Un hombre abre la puerta y recibe un disparo, ¿y piensas eso de mí? ¡No! Yo soy el que llama.



-Walter White


Breaking Bad




Fui venta de suscripciones de televisión por cable de puerta a puerta, cuando estaba en la universidad. No es hasta la fecha yo mismo, pero el cable estaba por llegar. Tuve unos terribles territorios, y me daría $ 25, si tengo a alguien para que vengan y solo hay que poner el pequeño cable en su casa.


Greg Kinnear


En su llama mortal la luz te envuelve.
Absorta, pálida doliente, así situada
contra las viejas hélices del crepúsculo
que en torno a ti da vueltas.

Muda, mi amiga,
sola en lo solitario de esta hora de muertes
y llena de las vidas del fuego,
pura heredera del día destruido.

Del sol cae un racimo en tu vestido oscuro.
De la noche las grandes raíces
crecen de súbito desde tu alma,
y a lo exterior regresan las cosas en ti ocultas,
de modo que un pueblo pálido y azul
de ti recién nacido se alimenta.

Oh grandiosa y fecunda y magnética esclava
del círculo que en negro y dorado sucede:
erguida, trata y logra una creación tan viva
que sucumben sus flores, y llena es de tristeza.


Pablo Neruda


Milly o la tierra natal

¿Por qué, pues, pronunciar ese nombre de patria?
En su exilio brillante se estremece mi pecho
y resuena de lejos en el alma afligida
como lo hacen los pasos o la voz de un amigo.

¡Oh montañas veladas por la niebla de otoño,
valles que entapizaban las escarchas del alba,
sauces cuya corona deshojaba la poda,
viejas torres doradas por el sol de la tarde,

muros negros del tiempo, lomas, cuestas abruptas,
manantial donde van a beber los pastores,
gota a gota esperando aguas raras y límpidas,
con sus urnas dispuestas mientras hablan del día!

Choza que hace brillar el fulgor de la lumbre
y que amaba el viajero por humear a lo lejos,
sólo objetos, ¿o acaso tenéis alma también
que se pega a nuestra alma y a la fuerza de amar?

Yo vi cielos azules cuya noche es sin brumas,
toda de oro hasta el alba bajo un brillo de estrellas
que en su curva infinita redondeaban la cúpula
de cristal que jamás ha empañado algún viento.

Y vi montes cargados de limones y olivas
reflejar en las aguas sus inquietos perfiles;
y en sus valles profundos al impulso del céfiro
balancearse la espiga y la cepa madura;

en los mares que apenas son un leve murmullo
vi del agua luciente la ondulante cintura
apretando y soltando en sus pliegues azules
de sus riscos mellados los contornos inciertos

extenderse en el golfo como mantos de luz,
y blanqueando el escollo con sus flores de espuma
llevar hasta lo lejos de un poniente rojizo
islas» que eran el lecho como de oro del sol;

allí abriéndose a mí me mostraban sin límite
todo un mar infinito donde habita el misterio;
vi las cumbres altivas, cual del aire pirámides,
donde estío fundía el abrigo invernal,

descendiendo en peldaños hasta el fondo de valles
con laderas pobladas por aldeas y frondas,
con picachos y rocas que se yerguen, bajando
en pendientes de hierba para huir deslizándose,

mientras curvas humeantes, con un ruido de trueno
sus torrentes de espuma y sus ríos en polvo,
en sus flancos que son ya de luz ya de sombra,
con oleadas oscuras y con islas radiantes,

se ven valles profundos caros al soñador,
ascendiendo, bajando y ascendiendo otra vez,
y allí desde la raíz de sus amplias murallas,
entre abetos y robles por la tierra esparcidos,

en los lagos o espejos que a su sombra dormitan
dar sus verdes reflejos o su imagen oscura,
y en el tibio azul claro de estas límpidas aguas
ser la nieve un temblor y algo fluido los cerros.

Visité esas orillas y ese albergue divino
que la sombra del vate eligió como tumba,
esos campos que pudo la Sibila-" mostrarle,
y el Elíseo y Cumas; y a pesar de todo eso
no está allí el corazón...

Pero existe también una estéril montaña
que no tiene ni bosques ni hontanares, con una
cumbre humilde minada por la acción de los años,
que por su propio peso día a día se inclina

y que pierde su tierra derramada en barrancos
conservando un boj seco de raíz descarnada,
con roquedos a punto de caer si los pisa
con su pata ligera algún chivo nervioso.

Con el tiempo esos restos al caer han formado
como un cerro que mengua y que va escalonándose
hasta muros que sirven de pared protectora
a unos campos avaros que ha regado el sudor;

unas cepas con brazos que no encuentran sus arces
por la tierra serpean o en la arena se arrastran,
y hay zarzales en donde el zagal de la aldea
coge un fruto olvidado que disputa a los pájaros;

allí ovejas escuálidas de las chozas vecinas
ramonean dejando entre espinos su lana.
Lugar donde la música de las aguas de estío
o el temblor del follaje que sacuden las brisas

o los himnos que entrega el ruiseñor a los aires,
no conmueven el pecho ni el oído seducen,
sino que bajo un cielo que es de bronce perpetuo
la cigarra ensordece con su grito escondido.

Hay en estos desiertos una rústica casa
que recibe tan sólo de este monte la sombra,
con paredes golpeadas por la lluvia y los vientos,
con los musgos antiguos ocultando su edad.

En su umbral pueden verse tres peldaños de piedra
y allí puso el azar de una yedra las raíces
que mezclando cien veces sus enredos de nudos
con sus brazos esconde las injurias del tiempo,

y curvando en un arco sus volutas agrestes
es el único adorno de aquel rústico porche.
Un jardín que desciende por el flanco de un cerro
muestra cara al poniente un sediento arenal.

No sujeta, la piedra que el invierno ha tiznado
es el triste jalón del recinto minúsculo.
Esa tierra que hieren las azadas exhibe
sus entrañas desnudas de la hierba y la sombra;

ni esmaltadas alfombras ni el verdor hecho bóveda,
ni un arroyo en los bosques, ni frescor ni murmullo;
solamente seis tilos que el arado olvidó,
con un poco de hierba extendida a sus pies

dan en tiempo de otoño sombra tibia y escasa,
que es más grata a la frente bajo un cielo tan duro;
árboles que en sus frondas, en mi infancia feliz,
albergaron los sueños más hermosos que tuve.

En aquellos lugares que suspiran por agua
hay un pozo en la roca que el frescor nos esconde,
y allí el viejo, después, de muy largos esfuerzos,
mientras gime descansa su urna sobre el brocal;

la era donde el mayal sobre tierra pisada
bate rítmicamente las dispersas gavillas,
y la blanca paloma y el humilde gorrión
se disputan la espiga que el rastrillo olvidó;

y esparcidas por tierra, herramientas del campo,
yugos rotos y carros que duermen bajo porches,
ejes ya sin los rayos que quebró la rodada,
y la reja inservible que embotaron los surcos.

Nada alivia la vista de su estéril prisión,
ni las cúpulas áureas de soberbias ciudades,
ni la senda de polvo, ni a lo lejos un no,
ni los blancos tejados a la luz de la aurora.

Solamente esparcidos de distancia en distancia
los refugios agrestes que los pobres habitan,
junto a sendas estrechas que dispuso el desorden,
con tejados de bálago y paredes ahumadas,

se ven donde el anciano que se sienta a la puerta,
en su cuna de juncos duerme al niño que llora.
¡Una tierra sin sombra, sin colores los cielos,
unos valles sin agua! ¡Y allí está el corazón!

Éstos son los lugares, los sagrados parajes
de los cuales el alma rememora la imagen,
y que forjan de noche mis ensueños más bellos
hechizando los ojos con antiguas visiones.

Allí cada momento, cada aspecto del monte,
cada ruido que se alza por la noche en los campos,
cada mes que retorna como un paso del tiempo,
y hace verdes o mustia esos bosques y prados,

y la luna que mengua o que crece en la sombra,
y la estrella que asciende por la oscura colina,
los rebaños del monte que la escarcha ha expulsado
y que vuelven al valle con su andar vacilante,

viento, espino florido, hierba verde o marchita,
y la reja en el surco y en los prados el agua,
todo me habla una lengua que resuena aquí dentro,
con palabras que entienden los sentidos y el alma:

resonancias, perfumes, tempestades y rayos,
y peñascos, torrentes, y esas dulces imágenes
y esos viejos recuerdos que en nosotros dormitan,
que un lugar nos conservan y devuelven más dulce.

Allí está el corazón que se vuelve a encontrar;
todo allí me recuerda, me conoce y me ama.
Allí abundan amigos en todo este horizonte,
en cada árbol releo una historia pasada

y también cada piedra tiene un nombre que es suyo;
«¿qué más da que este nombre, como Palmira o Tebas,»
no recuerde los fastos de un imperio grandioso
ni la sangre vertida a la voz de un tirano

o esos grandes que el hombre llama azotes de Dios?
El lugar cuya trama nos cautiva la mente,
que aún rebosa de fastos que no olvida nuestra alma,
me parece tan grande como el campo glorioso

que fue cuna o sepulcro de un imperio inseguro.
¡Nada es vil! ¡Nada es grande! Todo el alma lo mide.
Al nombrar una choza puede un pecho agitarse,
y sobre monumentos de los héroes y dioses
el pastor pasa y silba y desvía los ojos.

He aquí el banco rústico que servía a mi padre,
y la sala que oyó su voz fuerte y severa,
cuando aquí los pastores, en sus rejas sentados,
le contaban los surcos hechos en cada hora;

o tal vez palpitante de sus días de gloria
nos contaba la historia de los regios cadalsos;
y aún viviendo el combate en que había luchado,
al contarnos su vida la virtud enseñaba.

Y el vacío lugar en que siempre mi madre,
al suspiro más leve de su casa salía
para hacernos llevar o la lana o el pan,
y vestir la indigencia o dar vida al hambriento;

y aquí están las cabañas donde su mano amante
las heridas curaba con aceite y con miel,
y muy cerca del lecho del anciano expirante
no dejaba de abrir ese libro que da

todavía esperanza al que deja la vida,
recogiendo suspiros que eran casi estertores
y llevando hacia Dios su postrera ansiedad,
y cogiendo la mano del menor de nosotros,

a la viuda y al niño, de rodillas ante ella,
les decía enjugando de sus ojos las lágrimas:
«Os doy un poco de oro, devolvedlo en plegarias.»
Y el umbral a la sombra donde nos acunaba,

y la rama de higuera que curvaba su mano,
y el estrecho sendero que cuando las campanas
en el templo lejano atronaban el alba,
tras sus pasos subíamos al altar del Señor

con el fin de ofrecerle dos inciensos muy puros
que eran nuestra inocencia junto con nuestra dicha.
Y su voz aquí mismo, muy piadosa y solemne,
nos hablaba de un Dios que en la madre sentíamos,

señalando la espiga encerrada en su germen,
el racimo que daba su brebaje aromático,
la ternera" trocando plantas verdes en leche,
y la peña agrietada por manar de las fuentes,

y la lana de oveja que a las zarzas se roba
para así tapizar dulces nidos de pájaros,
y aquel sol siempre exacto en sus doce mansiones
repartiendo en su entorno estaciones y horas,

y esos astros nocturnos salvo a Dios incontables,
mundos que el pensamiento casi no osa escalar,
enseñaba la fe hija de agradecidos,
y hacía admirar a nuestra simple infancia

que el insecto invisible a los ojos y el astro
en los cielos tenían padre igual que nosotros.
Esos brezos y campos, esos prados y viñas
tienen muchos recuerdos y sus sombras amadas.

Aquí mismo jugaban mis hermanas, y el viento
las seguía jugando con sus rubios cabellos;
allí con los pastores en la cumbre del cerro
encendía fogatas con ramaje y espinos,

y mis ojos, pendientes de las llamas del fuego
las veían ondear horas y horas enteras.
Allí contra el furor del temible aquilón
este sauce vacío nos prestaba su tronco,

y yo oía silbar en su fronda ya muerta
brisas que aún rememora como música el alma.
Y aquí el álamo está, inclinado al abismo,
que en el tiempo de nidos nos mecía en su copa,

y el arroyo en los prados cuyas aguas dormidas
lentamente inundaban nuestras barcas de caña,
y la encina, la peña, el molino monótono,
y aquel muro que al sol, en los días de otoño,

me veía sentado, cerca de los ancianos,
contemplando el crepúsculo con atenta mirada.
Todo aún sigue en pie y en su sitio renace;
aún seguimos las huellas de mi andar por la arena;

sólo un corazón falta que lo pueda gozar.
¡Ay de mí! Que la luz disminuye y se pierde.
Como espigas en la era, dispersó la existencia
lejos de la paterna heredad a los hijos,

y a la madre también, y ese hogar tan amado
se parece a los nidos de los cuales ha huido
la veloz golondrina en los largos inviernos.
Ya la hierba que crece en las losas antiguas

borra en torno a los muros los senderos domésticos,
y la hiedra, flotando como un manto de luto,
cubre a medias la puerta y hasta invade el umbral.
Tal vez pronto... ¡Oh Dios mío, oh presagio funesto!,

tal vez pronto un extraño al que nadie conoce,
con el oro en la mano del lugar se hará dueño,
oh lugares que habitan, según nuestra memoria,
tantas sombras queridas, familiares, y entonces

todos nuestros recuerdos de las cunas y tumbas,
huirán a su voz igual que las palomas
echarán a volar de su nido en el árbol
de los bosques que el hacha abatió para siempre,

y que ya no sabrán donde van a posarse.
¡No permitas, Señor, tanto llanto y ofensa!
No toleres, Dios mío, que nuestra humilde herencia
pase de mano en mano a vil precio comprada,

como el techo de gentes que vivieron del vicio,
arruinados, o el campo que fue de unos proscritos.
Que un extraño avariento venga con paso altivo
y que pise el humilde surco que años atrás

fue también nuestra cuna sobre un campo de hierba,
a expoliar a los huérfanos, a contar sus monedas
donde sólo tenía la pobreza un tesoro,
blasfemando tu nombre aquí bajo estos pórticos

donde antaño mi madre enseñaba a la voz
de sus hijos los cánticos que exaltaban tu gloria.
Ah, prefiero cien veces que entregada a los vientos
penda roto el tejado sobre el muro decrépito;

que las flores mortuorias, los espinos, las malvas,
broten entre las ruinas de los atrios deshechos.
Que el lagarto dormido allí al sol se caliente,
que en las horas del sueño Filomela allí cante,

que el humilde gorrión y las fieles palomas
allí junten en paz bajo el ala a sus crías,
y que el ave del cielo tenga allí su nidada
donde antaño durmió la inocencia en su lecho.

Ah, si el número escrito por los altos destinos
alcanzara la edad de los blancos cabellos,
ojalá, feliz viejo, allí mengüen mis días
entre tales recuerdos de mis simples amores.

Y ojalá cuando sean los benditos tejados
y estos tristes escombros para mí solamente
todo un pueblo de sombras, ojalá pueda entonces
reencontrar en los nombres, en los mismos lugares,

tantos seres amados que los ojos no ven.
Y vosotros que acaso viviréis cuando yo
sea helada ceniza, si queréis dedicarme
algo grato al recuerdo, elevadme algún día...

Pero no, no elevéis nada que me recuerde;
sólo cerca del sitio donde duerme la humilde
esperanza de aquellos que llamamos cristianos,
en los campos cavadme ese lecho que quiero,

como el último surco donde va a germinar
otra vida. Extended sobre mí un lecho herboso
que el cordero del pueblo ramonee en primavera,
donde todos los pájaros que años ha mis hermanas

consiguieron que fueran del lugar habitantes,
aquí acudan a amar y también a cantar
en mis noches tranquilas. Y para señalar
mi lugar de reposo, que despeñen rodando

de las altas montañas un fragmento de roca;
sobre todo que no haya un cincel que lo talle
ni que borre ese musgo de los días antiguos
que oscurece su cara, y que al paso de inviernos,

incrustado en la piedra, dé en sus letras vivientes
una fecha a sus años; y que no haya ni cifras
ni mi nombre grabado en tal página agreste.
Ante la eternidad toda edad se confunde,

y Aquel que con su voz a los muertos despierta,
aunque falte mi nombre sé que no va a olvidarme.
Allí bajo mis cielos, al pie de las colinas
que cubrieron antaño con sus sombras mi cuna,

junto al suelo natal, junto al aire y al sol,
con un sueño muy leve esperaré el despertar.
Mi ceniza mezclada con la tierra que me ama
volverá a tener vida incluso antes que el alma,

será verde en los prados y color en las flores,
en las noches de estío beberá los perfumes
y los llantos del aire; y al llegar de aquel día
que no tiene crepúsculo la primera centella

que podrá despertarme a la aurora sin fin,
cuando se abran los ojos volveré a ver lugares
que en mi vida adoré y que vi tantas veces,
nuestra aldea y sus piedras con el fiel campanario,

la montaña y el cauce seco de este torrente,
y los campos resecos; y juntando ante mí
con la nueva mirada tantos seres queridos,
cuya sombra dormía aquí cerca entre escombros,

mis hermanas, un padre y una madre que es alma,
no dejando cenizas que conserve la tierra,
igual que el viajero desembarca y dirige
al navío miradas en las que hay gratitud,

nuestras voces dirán al unísono entonces
a todo este lugar que rebosa delicias
nuestro único adiós ya sin mezcla de lágrimas.


Alphonse de Lamartine


Algunas veces encuentras en la vida una amistad especial: ese alguien que al entrar en tu vida la cambia por completo.

Ese alguien que te hace reír sin cesar; ese alguien que te hace creer que en el mundo existen realmente cosas buenas.

Ese alguien que te convence de que hay una puerta lista para que tú la abras. Esa es una amistad eterna?

Cuando estás triste y el mundo parece oscuro y vacío, esa amistad eterna levanta tu ánimo y hace que ese mundo oscuro y vacío de repente parezca brillante y pleno.

Tu amistad eterna te ayuda en los momentos difíciles, tristes, y de gran confusión.

Si te alejas, tu amistad eterna te sigue.

Si pierdes el camino, tu amistad eterna te guía y te alegra.

Tu amistad eterna te lleva de la mano y te dice que todo va a salir bien.

Si tú encuentras tal amistad te sientes feliz y lleno de gozo porque no tienes nada de qué preocuparte.

Tienes una amistad para toda la vida, ya que una amistad eterna no tiene fin.

Neruda escribió estos versos con el fin de hacernos ver cómo la amistad nos ayuda a seguir adelante, a ilusionarnos con el día a día y a compartir y hacernos ver la esperanza de un futuro mejor.


Pablo Neruda


El único placer de la vida en Ginebra es que allí cada cual puede morir como le dé la gana. Hay mucha gente decente que ni siquiera llama al cura.


Voltaire


Ten cuidado con tus sueños: son la sirena de las almas. Ella canta. Nos llama. La seguimos y jamás retornamos.


Gustave Flaubert


La literatura es magia, es aparecer entre la gente sin estar físicamente, es entrar en las almas sin tener que tocar la puerta.


Doménico Cieri Estrada


El hombre encuentra a Dios detrás de cada puerta que la ciencia logra abrir.


Albert Einstein


En La Llama

Plumaje azul o la sublime llama
del pájaro temblor del firmamento,
agudo en el martirio donde clama
su descenso final el pensamiento.

Atmósfera león que me amalgama
a extáticas tristezas de un momento,
destrucción sostenida que en su gama
ha insertado mi voz al Gran lamento.

Perpetua exaltación de las llanuras
que la luz acaricia derribando.
Con rumor de monstruosa incontinencia

la boca primordial está cantando
caídas, alas brancas, piedras puras:
El fuego en su furiosa permanencia.


Juan Eduardo Cirlot


Se puede experimentar tanta alegría al proporcionar placer a alguien que se sienten ganas de darle las gracias.


Henri Montherlant


Qué triste es escuchar a alguien que no se escucha a sí mismo.


Noel Coward


La mejor manera de crecer es cayéndose y la forma más útil de ayudar a alguien es únicamente acompañándolo mientras se levanta.


Carlos Cuahutemoc Sánchez


Los libros que el mundo llama inmorales son los que muestran su propia vergüenza.


Oscar Wilde


Dinero llama dinero.


Refrán