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Signo de amor y paz ( 119 )

Signo de amor y paz. Encuentra docenas de signo de amor y paz con fotos para copiar y compartir.


A Un Triste

¿Por qué de amor la barca voladora
con ágil mano detener no quieres
y esquivo menosprecias los placeres
de Venus, la impasible vencedora?

A no volver los años juveniles
huyen como saetas disparadas
por mano de invisible Sagitario;
triste vejez, como ladrón nocturno,
sorpréndenos sin guarda ni defensa,
y con la extremidad de su arma inmensa,
la copa del placer vuelca Saturno.

¡Aprovecha el minuto y el instante!
Hoy te ofrece rendida la hermosura
de sus hechizos el gentil tesoro,
y llamándote ufana en la espesura,
suelta Pomona sus cabellos de oro.

En la popa del barco empavesado
que navega veloz rumbo a Citeres,
de los amigos el clamor te nombra,
mientras, tendidas en la egipcia alfombra,
sus crótalos agitan las mujeres.

¡Deja, por fin, la solitaria playa,
y coronado de fragantes flores,
descansa en la barquilla de las diosas!
¿Qué importa lo fugaz de los amores?
¡También expiran jóvenes las rosas!


Manuel Gutiérrez Nájera


Ya ni quiero decirte que te quiero, silencio del amor, noche entregada.


Vicente Gaos




¡El amor es más fuerte que la Muerte, y la Muerte más fuerte que el olvido!.


Francisco Villaespesa


Todo viejo amor es un recuerdo agradable mientras no interviene la persona que lo inspiró.


Noel Clarasó


¡cosa curiosa! el primer síntoma del amor en un joven, es la timidez; en una joven, es la audacia.


Victor Hugo


El Alto Gris

Que está más alto Dios lo sabes
tú por el fervoroso pensamiento,
aquí, vacío de palabras
y casi ya vado de recuerdos.

Alma de paz que al cielo de la tarde
subes en brazos del silencio
cuando se asoma débil entre nubes
un sol amarillento.

Más alto Dios en ti. Más firme,
más verdadero
que tú mismo, hilo de humo
con el amor dormido dentro.

Que bien lo sabes. Porque está la noche
en la Ciudad cayendo
y todo en ti se pone gris
con el opaco gris del cielo.

Y con el gris de la callada altura
se van iluminando los ensueños
-gotas de luz que se abrirán más tarde
en unas flores de brillantes pétalos.

Tu lo sabes. Que Dios
abre su rosa de invisible fuego
ahora cuando, reina de la altura,
sube tu alma en brazos del silencio.


Eugenio Florit




El milagro del amor humano, es que, sobre un instinto muy simple, el deseo, se construyen edificios de los más complejos a los más delicados sentimientos.


André Maurois


La Diosa

Cuando filmo en mi frente tu figura
y reúno las tardes y tu cara
en un fanal bellísimo, ya en sueños,
como en un cine mágico con niños,
todo forma un mural maravilloso:
la belleza me da, de parte tuya,
todos sus golpes en el corazón,
y entonces me parece propiamente
que amarte es convivir con una diosa.

Cuando digo tu rostro sin un ruido
en un mundo de amor. mundo del mundo,
veo, Marisa, aquel racimo virgen
-tus dos uvas solares- al apego
de su viña, latiendo palpitante
en mis manos que anidan la cosecha.

Siento tus labios que fermentan cerca
de los míos, tanteando entre las sombras
de aquel tiempo invencible, escucho luego
el dolorido corte, el ruido que hace
el cuerpo de una diosa que se entrega.

Ahora vivo contigo de memoria;
proyecto tu recuerdo, cine dulce,
que morirá conmigo, si es que mueren
las imágenes puras en su reino.

"Marisa sabia y otros poemas" 1963


Eladio Cabañero


Dame tu estar, amor, en los extremos, tu presencia y tu infiel sabiduría: por los caminos de la sangre mía ya no sé si es que vamos o volvemos.


Julia Prilutzky




El literato de puerta cerrada no sabe nada de la vida. La política, el amor, el problema económico, el desastre cordial de la esperanza, la refriega directa del hombre con los hombres, el drama menudo e inmediato de las fuerzas y las direcciones contrarias de la realidad, nada de esto sacude personalmente al escritor de puertas cerradas.


César Vallejo


Yo Fui La Más Callada

Yo fui la más callada
de todas las que hicieron el viaje hasta tu puerto.

No me anunciaron lúbricas ceremonias sociales,
ni las sordas campanas de ancestrales reflejos;
mi ruta era la música salvaje de los pájaros
que soltaba a los aires mi bondad en revuelo...

No me cargaron buques pesados de opulencia,
ni alfombras orientales apoyaron mi cuerpo;
encima de los buques mi rostro aparecía
silbando en la redonda sencillez de los vientos.

No pesé la armonía de ambiciones triviales
que prometía tu mano colmada de destellos:
solo pesé en el suelo de mi espíritu ágil
el trágico abandono que ocultaba tu gesto.

Tu dualidad perenne la marcó mi sed ávida.
Te parecías al mar, resonante y discreto.
Sobre ti fui pasando mis horarios perdidos.
Sobre mí te seguiste como el sol en los pétalos.

Y caminé en la brisa de tu dolor caído
con la tristeza ingenua de saberme en lo cierto:
tu vida era un profundo batir de inquietas fuentes
en inmenso río blando corriendo hacia el desierto.

Un día, por las playas amarillas de histeria,
muchas caras ocultas de ambición te siguieron;
por tu oleaje de lágrimas arrancadas al cosmos
se colaron las voces sin cruzar tu misterio...

Yo fui la más callada.
La voz casi sin eco.
La conciencia tendida en sílaba de angustia,
desparramada y tierna, por todos los silencios.

Yo fui la más callada.
La que saltó la tierra sin más arma que un verso.
¡Y aquí me veis, estrellas,
desparramada y tierna, con su amor en mi pecho!


Julia de Burgos


Aprendamos a darnos con amor sincero a nuestro prójimo, solo así podremos nuestros pies sobre la Tierra.


Pedro Pantoja Santiago


Confidencias

Una flor por el suelo,
un cielo de hojas empapado en lloro
y encima de ese cielo, el otro cielo
lleno de luna y de brillantes y oro...
Un arroyo que el aura acariciaba;
un banco... sobre el banco
así, como quien flota, se sentaba;
y vestida de blanco,
bella como un arcángel, me esperaba.
Aún flotan en mis noches de desvelo
con la luz de una luna como aquélla,
el verde y el azul de cielo y cielo,
y aura y arroyo y flor y banco y ella.

¿No te acuerdas, mujer, cuántos delirios
yo me forjaba, junto a ti de hinojos,
al resplandor de los celestes cirios,
al resplandor de tus celestes ojos?
¿Te acuerdas, alma mía?
¡Entonces inocente
me jurabas amor y yo podía
besar tu corazón sobre tu frente!

¡Ayer, unos tras otros,
mil delirios así pude fingirme;
hoy no puede haber nada entre nosotros,
hoy tú vas a casarte... y yo a morirme!
¡Y tanto sol y porvenir dorado,
tanto cielo soñado,
en una inmensa noche se derrumba!
¡Hoy me dijiste tú: no hay esperanza;
hoy te digo: en paz goza; y, en mi tumba,
mañana me dirás: en paz descansa!

Nueva York, 1876


Salvador Díaz Mirón




Holocausto

Oh Cristo, yo quisiera de tu augusta cabeza
desclavar los espinos; endulzar tu martirio;
darte mi adolescencia como incienso en delirio;
alabándose en salmos, restañar tu tristeza.

Te volcaría en mi alma con la dulce certeza
de corporal expolio a cabezal de lirio.
Me inmolaría entera como ala sobre cirio.

El humo, en holocausto de mi cuerpo ofrendado
empapada en perfume la esponja de la hiel
y, unida entre llaga, mi vida en tu costado.

La culpa redimida y el mundo sin pecado
a la ultima palabra de Dios crucificado,
urgiría con rosa de amor tu humana piel.


Yolanda Bedregal


La Renaissance Marine

Desde el primer momento en que tus ojos
miraron, todo tú, recién nacido,
ya te asombró la parte de la sombra.
Ya la supiste límite y sus haces
fluyeron hacia ti en su esencia misma
como, criba de luz, los quiere El Mar.

Dices que ves tan claro bajo el mar...
Que azules son allí todos los ojos
-el pulso azul también- y que una misma
canción suena al morir y al ser nacido:
ese canon de luz con el que tú haces
el pianísimo ciclo hacia la sombra.

Pero tú sabes bien que eres de sombra
e inventas fosas nuevas en tu mar.
Tan pronto son de añil cuando las haces
como les das la luz con nuevos ojos
-niño, ¿quién te contó cómo ha nacido
o cómo nacerá otra vez la misma?

No temas que en la copia de sí misma
también habrá un lugar para tu sombra.
Donde la luz del verso aún no nacido
la cuides en su cáscara de mar,
la curioseen sagaz tus térreos ojos,
la pintes sin salirte de sus haces.

¿Me dejas ayudarte a pintar haces?
Los hay color de luz, de vida misma,
diamantes que se incrustan en los ojos,
carbones que forjó la vieja sombra,
¡y mira el rayo aquel de Sol y Mar
que al Mundo en el albor le fue nacido!

Aprendes de la luz en que has nacido
y su nombre le das a cuanto haces.
Pero ya caes cansado. De alta mar
fluyes despacio ya porque yo misma
te dé un beso y te arrope con tu sombra.
Te velaré, mi amor, aunque tus ojos,

tus ojos, niño nada más nacido,
ya dan a luz la sombra entre mis haces,
sueñan mi misma vuelta al mismo mar.


Esther Giménez


El patriotismo no es ditirambo sino crítica constructiva. Se descubren los errores para que no se repitan, se señalan los vivios para corregirlos y las llagas para curarlas. El patriotismo es en esencia amor admirativo y anhelo apasionado de superación.


Jesus Silva Herzog


Hay amor tan ingrato, quítame solo una duda, si eres tú el que se muere o soy yo el que te mato.


Ricardo Arjona


La espiritualización de la sensualidad se llama amor.


Friedrich Nietzsche


¡Felicidad!... ¡Felicidad!... Dulzura del labio y paz del alma... Te he buscado sin tregua, eternamente, en la hermosura, en el amor y el arte.


Francisco Villaespesa


Tu Zapato

Pesa tan poco tu zapato leve,
que finge ser, cuando tu pie reposa,
más que un zapato, un pétalo de rosa
hecho para pisar copos de nieve.

Si ágil orquesta sus compases mueve
y a la danza te entregas jubilosa,
simula el giro de tu planta breve
ir posado sobre una mariposa.

¿Con qué nervioso andar guió la exquisita
angustia infiel de tu primera cita?
¿Qué secretos de amor lo han hechizado?

Barca de raso en que tu pie navega,
él te condujo desalada y ciega
a la Citeres del primer pecado.


Alberto Angel Montoya


La Carta, El Beso

Llega una carta y rompe abre
la mañana en mis verdes ojos.
Ha llegado después
del cántaro de leche
de la cesta con higos
y otra sombra que cruzó
con oveja merendera y juncos
recién cortados
el portal de mi casa todavía
en la frescura del valle.

Deseando que buscara el sol
la ventana, el beso dice:
Te imagino quieta
es tan hermoso el existir
ofreciendo tempranura al mundo
espesada en el lecho
porque no estoy ahí
Mira que sin estarlo
sé cómo andas de transparencia
y fruta,
cómo endulzas ya tu amanecida
en la boca
y sé que en tu costura va este poema
escrito en el instante
que relees mi carta, tan firme como
mueves el brazo que yo amo
el café que sorbes pero te equivocas
que estoy bebiéndome aquí
insistencia de tu mirada
contra la distancia quiébrala
y sigue.

Ah, la distancia y su isla
es el lugar más oculto
que el amante ofrece cautivo
con su cuerpo y beso en tierra.
La distancia es una charca
cercada de pasto amarillo y antiguo
que ahora mismo se la regalo al mundo
con la belleza primera de los siglos.
La distancia es no morir de sed
sino de bebiéndola vivirte
si madruga el amor en el verde cristal
los abiertos brazos
que se han puesto a trabajar deprisa
con el rayo de sol, la carta, aquí el beso
y ya te alcanz0.
Sabes que te alcanzo miwntras tenga
silencio de amarte, no en papel
en sábana bordada con una estrella
y su número pegado a los otoños
Mañana es siempre
planeando sobre mi casa todavía
en la frescura del valle.

De: Pasión inédita


Pureza Canelo


El clima es mío, somos uno, las noches de tormenta... nuestro amor es grande...


Jens August Schade


Tú, mi razón de vida, mi razón de amor; mi razón, mi pensamiento, mi desencadenado sentimiento, la luz y el fuego de mi corazón.


Vicente Gaos


Noche Del Amor

Ay, qué podré decirte, dulce amada,
joven virgen feliz que no conoces
en un cielo cerrado, suaves roces,
el peso del amor, noche entregada.

Desde este corazón, isla olvidada,
-oye del mar sus clamorosas voces-,
me elevaré hasta ti que desconoces
la flecha que en lo oscuro está clavada.

Los cuerpos se revuelven tan certeros,
guiados del amor, como esos astros
que, arriba, solo ven tus ojos puros.

Órbita de pasión y verdaderos,
resplandecientes e infalibles rastros.
Celestes nuestros cuerpos aunque oscuros.


Vicente Gaos


Donde no hay vino no hay amor.


Eurípides


El desprecio del pasado es signo de ignorancia o miedo.


Hugo Ojetti




La vergüenza, el amor, el orgullo, todo hablaba en mí al mismo tiempo.


Fiodor Dostoievski


Recuerda El Poeta Los Primeros

TIEMPOS DE SU AMOR

Déjame que del tiempo de otro día
miré prados de amor, recuerde aroma,
y en el agua pasada la paloma
moje otra vez el alma en que bebía.

Que si ha ganado el tiempo la porfía
y ya la nieve por la sien asoma
fuego otra vez cada ceniza toma
y un campo de pasión hay todavía.

Déjame que confunda en tu cintura
lunas perdidas, que la luna nueva
no contó el tiempo ni perdió blancura.

Alma y cabellos el pasado nieva
pero la llama es fiel y a la ventura
hoy, como ayer, tu corazón me lleva.


Luis López Anglada


Reemplazar el culto a dios por el respeto y el amor a la humanidad. Nosotros proclamamos a la razón humana como único criterio de verdad. La conciencia humana como base de justicia; la libertad individual y colectiva como única fuente de orden en la sociedad.


Mikhail Bakunin


Siempre así es el amor, será y ha sido: mata de celos y de un golpe, y luego besa y besa, llorando lo que mata.


Francisco Villaespesa


La Rosa

La imagen del amor como una rosa
abre sus encendidas ilusiones
y sobre el tallo esbelto resplandece
su oscura primavera deseada;
el naciente reflejo de su sombra
nubla el claro contorno de la vida
y nos absorbe su letal aliento
cual la luz la cautiva mariposa.
Alas llevo rondando el escondido
deseo de mi amor, ansiosas alas
me sirven como un velo trasparente
ante el divino rostro que enamora,
y en la locura de ese vuelo incauto,
quemándome las alas cual se ajan
las dulces vestiduras de mis sueños,
¿me acerco al ser extraño que está abriendo
sus abismadas aguas de belleza,
o cada vez más cerca de su vida
me alejo del misterio deseado?
¡Inútil desazón, vuelo perdido
que nunca detendrá sus angustiosas
alas negras de amor ante esa llama
del fuego primitivo que despierta
como una rosa el pasmo de los hombres!
Cual un pájaro ciego yo te canto,
porque eres mi sombría rosa amada,
y cuando está anegado de tristeza
mi corazón renueva sus canciones.

De "Las iusiones"


Juan Gil-Albert


Viajero

La extrañeza del lugar aunque
lo imaginaba. Lo interminable del instante
y lo áspero. Un comedor vasto como el hastío,
Mas aquí, en reposo,
el mudo mantel, el atardecer
junto a la sombra
de los recuerdos en el rostro.
Obstinada la hora
le encierra, solitario, y al hermano
que llora bajo sus pensamientos.

Un sitio siempre ajeno como el amor, un lento salón
que a los fantasmas del viaje, en bandadas,
aparece de súbito con lámparas y memorias.
Conversaciones, alas, palabras apenas,
rumor en tomo. Una cucharada
a los labios con un remordimiento
y sobre la mesa, inmóvil, desconocida;
la silenciosa blancura de sus manos.

Quisiera despertar de entre los muertos
mientras la hora sórdidamente huye.

Lo piensa mientras a su alrededor
la mosca del sueño, el periódico,
el volumen ardiente de una falda,
no importa,
qué cuerpos o miradas, la tenaz
ola de melancolía también
les llega,
y en procesiones nocturnas
los huéspedes no duermen sino avanzan
con equipajes, entre espejos y blancos uniformes,
sonrientes, solos, sonámbulos,
por carrileras, a pie, enlunados,
al subterráneo final de los trenes sin nadie.

De "Los adioses" 1963


Fernando Charry Lara


Solo Tenemos Un Beso

Beso indeleble, beso insuficiente,
compendio de inseguras realidades
y perspectivas de fugacidades,
entre ayer y mañana estrecho puente.

A tu vida amarrada, dependiente
de tan inciertas eventualidades,
y víctima de mis perplejidades,
por no hacerme en tu vida permanente.

Hacia ti van mis aguas encauzadas,
con fuerza torrencial, o sosegadas,
pero siempre abocando a lo imposible.

Cómo duele en el alma esta distancia,
cómo me duele ser tu circunstancia,
amor de lejanía, inasequible.


Francisco Alvarez


Siempre vives, alma mía, en mis recuerdos de amor, como el perfume en la flor.


Ricardo Palma


Basta de banalidades: basta de viajes, versos, hoteles, tranvías... el amor significa la vida.


Marina Tsvetáieva


Antífona Del Amor Inmutable

Siempre habré de quererte como ahora:
¡Amor de luces blancas!...
¡Fuego de sol que me calienta el pecho
y no levanta llama!

Con esta misma música recóndita,
tan profunda y tan vaga
como el rumor inmenso que recoge
el caracol de nácar.

Con el íntimo verso que revienta
en sencillas palabras
y queriendo expresar todo lo bello,
casi no dice nada.

Con el goce callado de sentirte
en la raíz del alma:
savia celeste que mi anhelo yergue
hasta las nubes altas.

Con el ensueño renovado y fresco
y esta ternura clara
que apenas cuaja en la caricia leve,
como el roce de un ala.

...Siempre habré de quererte como ahora,
aunque después me vaya
errante y sola, con el llanto mudo,
y la emoción ahogada.

He de llevar en el oído fino
tu suave voz lejana
y en el pequeño corazón rebelde
tu misteriosa marca

Porque me amarra a ti nudo de siglos,
y saltando distancias
fui persiguiendo en encontrados rumbos
la huella de tu planta.

Porque llegué de la negrura densa:
una sombra agachada...
y en tus brazos de amparo se encendía
el resplandor del alba.

Porque el sollozo, retorcido y hondo,
colmando mi garganta,
soltó en la cuenca de tu mano tibia
su amargura salada.

Porque anclé mi inquietud en el remanso
de tu pureza intacta
y meció tu silencio transparente
mi vela desgarrada.

Porque encontraste la verdad oculta
bajo mi forma vana.
¡Y el mismo Dios, con su pupila eterna
me mira en tu mirada!


Claudia Lars


Las mujeres, cuando aman, ponen en el amor algo divino. Tal amor es como el sol, que anima a la naturaleza.


Plutarco


El amor da al necio osadía y entendimiento.


Refrán


Amor, tos y dinero, llevan cencerro.


Refrán


Los cuerpos se revuelven tan certeros, guiados del amor, como esos astros que, arriba, solo ven tus ojos puros.


Vicente Gaos