Sir
Sir. Encuentra docenas de sir con fotos para copiar y compartir.
Dicen que cuando los americanos buenos mueren van a París -dijo sir Thomas riendo...-¿En serio? ¿Y dónde van los americanos malos cuando mueren? -preguntó la duquesa. -Van a América -murmuró lord Henry.
Oscar Wilde
Me cambié de nombre cuando tenía unos doce años porque no me gustaba que me llamesen Sue o Susie. Sentí que necesitaba un nombre más largo. ¿Y qué pasó? Que ahora todo el mundo me llama Sir o Siggy.
Sigourney Weaver
Si la reina Elizabeth me knighthooded y me gustaría tener el título Sir Usain Bolt. Eso suena muy bien.
Usain Bolt
Me encanta los Juegos Olímpicos: back-flip, el padre de Derek Redmond de Daley Thompson ayudar a terminar los 400 metros después de la corva rompió en los Juegos de Barcelona en 1992, Carl Lewis, Michael Johnson, Sir Steve Redgrave - recuerdos de la infancia están inundados de estos momentos y los ídolos .
Giles Duley
Los presidentes de las empresas más grandes del mundo pueden cancelar una cita o mover una reunión de la junta, un gerente no puede cambiar la fecha de un partido. En los combinados de 42 años que Sir Alex Ferguson y Arsene Wenger han logrado en el fútbol Inglés, solo puedo recordar una ocasión en que Sir Alex no asistió a un partido del Manchester United.
Howard Wilkinson
He visto la humildad de muchos de los mejores líderes que he conocido en el mundo entero. Y, de hecho, se encarnó en el espíritu cálido, atractivo y exitoso por excelencia de Sir Richard Branson.
Naveen Jain
No hay necesidad de preocuparse por la mera tamaño. No respetamos necesariamente un gordo más que un hombre delgado. Sir Isaac Newton fue mucho más pequeño que un hipopótamo, pero no lo hacen en ese valor de la cuenta lo menos.
Bertrand Russell
Dicen que cuando los americanos buenos mueren van a París -dijo Sir Thomas riendo... ¿En serio? ¿Y dónde van los americanos malos cuando mueren? -preguntó la duquesa. Van a América, murmuró Lord Henry.
Oscar Wilde
Un día, en cierto brusco movimiento, el esquife dio media vuelta y sir Patricio cayó al lago. Sabía nadar y era hombre sereno así es que, al encontrarse en el agua, sacó su pipa y pretendió llenarla de tabaco, pensando que alcanzaría la orilla nadando únicamente con las piernas.
Por desgracia, había olvidado que el reúma tenía sus piernas inmovilizadas.
Y lord Brums se quedó en el fondo del lago hasta que lo sacaron once días después, envuelto en líquenes y mucho más muerto de lo que conviene a un hombre que tiene cierto interés en seguir viviendo.
Por desgracia, había olvidado que el reúma tenía sus piernas inmovilizadas.
Y lord Brums se quedó en el fondo del lago hasta que lo sacaron once días después, envuelto en líquenes y mucho más muerto de lo que conviene a un hombre que tiene cierto interés en seguir viviendo.
Enrique Jardiel Poncela