Solos
Solos. Encuentra docenas de solos con fotos para copiar y compartir.
Dos linajes solos hay en el mundo, como decía una agüela mía, que son el tener y el no tener.
Miguel de Cervantes
La soledad, el sentimiento y conocimiento de que uno está solo, excluido del mundo, no es una característica exclusivamente mexicana. Todos los hombres, en algún momento de sus vidas, se sienten solos. Y lo están. Vivir es separarse de lo que fuimos para acercarnos a lo que seremos en el futuro. La soledad es el hecho mas profundo de la condición humana.
Octavio Paz
El que va acompañado de una linda mujer sabe que los amigos hallados en la calle tienen siempre más cosas que decir que cuando vamos solos.
Enrique Jardiel Poncela
Qué fácil decir te quiero cuando estamos solos, lo difícil es hacerlo cuando escuchan todos (Si tú me miras)
Alejandro Sanz
Hay besos que pronuncian por sí solos la sentencia de amor condenatoria, hay besos que se dan con la mirada hay besos que se dan con la memoria
Gabriela Mistral
Y un montón de solos caminando por la vida van solos y bien solas pero nosotros entendemos el blues.
Celeste Carballo
Cualquier cosa que consigamos, no estamos solos en haberlo logrado. Hay un algo ahí que existe en parte o en potencia; es la atmósfera, el ambiente.
Yehudi Menuhin
Reúna hombres y mujeres, hábleles despacio y con cariño, ellos empezarán a andar por sí solos. Contemple con amor el mar. Descanse el séptimo día
Subcomandante Marcos
Pero en el sufrir nos hallamos siempre solos; esto nos abate cuando somos nosotros los que sufrimos, pero ello proporciona a todos los demás la posibilidad de gozar.
Aldous Huxley
Entre tus brazos, entre mis brazos, entre las blandas sábanas, entre la noche tiernos, solos, graves, feroces, entre la sombra, entre las horas, entre un antes y un después.
Idea Vilariño
Hoy día es sumamente peligroso para un marido tener atenciones para su esposa en público: esto hace siempre pensar a la gente que le pega cuando están solos.
Oscar Wilde
Mientras los hombres veían el fútbol o bebían cerveza o jugaban a los bolos, ellas, las mujeres, pensaban en nosotros, concentrándose, estudiando, decidiendo, si aceptarnos, descartarnos, cambiarnos, matarnos o simplemente abandonarnos. Al final no importaba, hicieran lo que hicieran, acabábamos locos y solos.
Charles Bukowski
Hay dos clases de pobres: los que son pobres juntos y los que lo son solos. Los primeros son los verdaderos, los otros son ricos que no han tenido suerte
Jean-Paul Sartre
Deseaba estar a solas con ella. Cuando todos se hubieran ido, cuando estuvieran solos él y ella en la habitación del hotel, entonces estarían juntos y a solas.
James Joyce
No sé por qué pero jamás los volví a ver, él carga con 11 y ella con 6 y si reía, él le daba la luna... Miren todos, ellos solos pueden más que el amor y son más fuertes que el Olimpo.
Fito Páez
No es que este tratando de brutos a todos los demás, no por favor. Pasa que hay cosas que realmente duelen. Mucha gente sueña con una familia, con hijos, y con todas esas cosas. Y cuando ve que sus hijos no lo pueden tener, se asustan, se sienten mal, se ponen realmente muy mal, los agreden, los tratan realmente mal, los hacen sufrir. Y los dejan solos. Entonces uno adquiere como una fuerza extra.
Celeste Carballo
Simplemente intento comprender. Nadie puede pedir perdón por la historia. Ésta es la que es y somos hijos de ella. En cualquier caso, deberían recordar otra cosa: España se fue hace 200 años de América, así que desde entonces lo han hecho solos. No podemos darnos con el látigo todo el tiempo
Arturo Pérez-Reverte
Los valores que en verdad se poseen no es menester exhibirlos: se evidencian solos.
Carlos Bernardo Gonzalez Pecotch
Resulta, por ejemplo, que los amigos del pueblo pueden, por sí solos, arreglarlo todo. Los obreros pueden estar tranquilos.
Lenin
Vivimos juntos y actuamos y reaccionamos los unos sobre los otros, pero siempre, en todas las circunstancias, estamos solos.
Aldous Huxley
Quizá el mayor desafío del ser humano en los albores del tercer milenio sea constatar que no estamos solos, que compartimos universo. Nos encontramos en la más preciosa aventura jamás vivida: la suerte inmensa de reunirnos, festejar, reír y materializar, desde nuestra individualidad, un universo de colaboración entre sus seres, quienes, gobernados desde nuestro universo interior, vivimos el sueño de ser amor universal.
Facundo Cabral
Estamos solos y sin embargo la soledad no existe. Si juntamos las manos encenderemos el fuego imprescindible para vernos los ojos brillantes del deseo.
Gioconda Belli
Nocturno
Frescor de los vidrios al apoyar la frente en la ventana.
Luces trasnochadas que al apagarse nos dejan todavía más solos.
Telaraña que los alambres tejen sobre las azoteas.
Trote hueco de los jamelgos que pasan y nos emocionan sin razón.
¿A qué nos hace recordar el aullido de los gatos en celo,
y cuál será la intención de los papeles
que se arrastran en los patios vacíos?
Hora en que los muebles viejos aprovechan para sacarse las mentiras,
y en que las cañerías tienen gritos estrangulados,
como si se asfixiaran dentro de las paredes.
A veces se piensa,
al dar vuelta la llave de la electricidad,
en el espanto que sentirán las sombras,
y quisiéramos avisarles
para que tuvieran tiempo de acurrucarse en los rincones.
Y a veces las cruces de los postes telefónicos,
sobre las azoteas,
tienen algo de siniestro
y uno quisiera rozarse a las paredes,
como un gato o como un ladrón.
Noches en las que desearíamos
que nos pasaran la mano por el lomo,
y en las que súbitamente se comprende
que no hay ternura comparable
a la de acariciar algo que duerme.
Frescor de los vidrios al apoyar la frente en la ventana.
Luces trasnochadas que al apagarse nos dejan todavía más solos.
Telaraña que los alambres tejen sobre las azoteas.
Trote hueco de los jamelgos que pasan y nos emocionan sin razón.
¿A qué nos hace recordar el aullido de los gatos en celo,
y cuál será la intención de los papeles
que se arrastran en los patios vacíos?
Hora en que los muebles viejos aprovechan para sacarse las mentiras,
y en que las cañerías tienen gritos estrangulados,
como si se asfixiaran dentro de las paredes.
A veces se piensa,
al dar vuelta la llave de la electricidad,
en el espanto que sentirán las sombras,
y quisiéramos avisarles
para que tuvieran tiempo de acurrucarse en los rincones.
Y a veces las cruces de los postes telefónicos,
sobre las azoteas,
tienen algo de siniestro
y uno quisiera rozarse a las paredes,
como un gato o como un ladrón.
Noches en las que desearíamos
que nos pasaran la mano por el lomo,
y en las que súbitamente se comprende
que no hay ternura comparable
a la de acariciar algo que duerme.
Oliverio Girondo
La sabiduría y la prudencia de nada sirven si no se presenta una ocasión propicia; los buenos arados nada pueden por sí solos, si no se presenta una estación favorable.
Confucio
La soledad, si bien puede ser silenciosa como la luz, es, al igual que la luz, uno de los más poderosos agentes, pues la soledad es esencial al hombre. Todos los hombres vienen a este mundo solos y solos lo abandonan.
Thomas De Quincey
Nuestro gran tormento en la vida proviene de que estamos solos y todos nuestros actos y esfuerzos tienden a huir de esa soledad.
Guy de Maupassant
Cañaveral
Entre las cañas tendida;
sola y perdida en las cañas.
¿Quién me cerraba los ojos,
que, solos, se me cerraban?
¿Quién me sorbía en los labios
zumo de miel sin palabras?
¿Quién me derribó y me tuvo
sola y perdida en las cañas?
¿Quién me apuñaló con besos
el ave de la garganta?
¿Quién me estremeció los senos
con tacto de tierra y ascua?
¿Qué toro embistió en el ruedo
de mi cintura cerrada?
¿Quién me esponjó las caderas
con levadura de ansias?
¿Qué piedra de eternidad
me hincaron en las entrañas?
¿Quién me desató la sangre
que así se me derramaba?
...Aquella tarde de Julio,
sola y perdida en las cañas.
Entre las cañas tendida;
sola y perdida en las cañas.
¿Quién me cerraba los ojos,
que, solos, se me cerraban?
¿Quién me sorbía en los labios
zumo de miel sin palabras?
¿Quién me derribó y me tuvo
sola y perdida en las cañas?
¿Quién me apuñaló con besos
el ave de la garganta?
¿Quién me estremeció los senos
con tacto de tierra y ascua?
¿Qué toro embistió en el ruedo
de mi cintura cerrada?
¿Quién me esponjó las caderas
con levadura de ansias?
¿Qué piedra de eternidad
me hincaron en las entrañas?
¿Quién me desató la sangre
que así se me derramaba?
...Aquella tarde de Julio,
sola y perdida en las cañas.
Ãngela Figuera Aymerich