Defensas

Ciertas personas, en el afán de querer construir un mundo donde ninguna amenaza externa pueda penetrar, aumentan exageradamente sus defensas contra el exterior y dejan su interior desguarnecido.

Tú golpe limpio tiene un ángulo para penetrar en el interior de las defensas del contrario.

Lo que más quería era derribar las defensas de mis lectores, quería desgarrarlos y extasiarlos y cambiarlos para siempre con simples historias. Y me sentía capaz de hacerlo. Sentía que había nac...

Mientras más lo protege una, a la larga es peor para él, pues le impide desarrollar sus propias defensas.

Las defensas innecesarias se convierten en ataques injustos

Por ahí dicen que cuando amas a alguien
haces hasta lo imposible por tenerla
que cuando realmente lo sientes
eres capaz de hacer lo que nunca haz echo
solo por estar con ella

Pero lo que no t...

Hay que prestar más atención a mantener nuestro cuerpo y mente sana y capaz de curar. Sin embargo, estamos haciendo que sea difícil para nuestras defensas para trabajar. Dejamos que las cosas que s...

Di Stéfano era maravilloso, balón que tocaba aseguraba peligro. Como Raúl siempre pensaba en el gol y tenía la portería en su mente, pero el fútbol era diferente al de ahora. En aquellos años s...

Las personas que trabajan juntos ganaremos, ya sea contra las defensas de fútbol complejos, o los problemas de la sociedad moderna.

Tanto en palabra y obra, uno de los más grandes de todos los tiempos ociosos fue John Lennon. En sus canciones vemos defensas simplemente por ahí sin hacer nada repetido.

Ahora que los teléfonos móviles y la Internet han alterado el paisaje selectiva epistémica de una manera revolucionaria, toda organización religiosa debe abrirse paso para desarrollar defensas o e...

Creo que el humor es una cosa muy seria. Yo lo uso como una manera de debilitar las defensas del lector para que yo lo puedo llevar más fácilmente a algo más.

Mis defensas eran grandiosas. El héroe del rock and roll que sabe todas las respuestas fue realmente un muchacho aterrado que no sabía llorar. Simple.

Una vez fui testigo del estrecho nexo entre la pérdida de la fe en el futuro y este peligroso darse por vencido. F., el jefe de mi barracón, compositor y libretista famoso, me confió un día: «Me ...