Tengo tu risa por fortuna
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Tengo tu risa por fortuna.
El que yo tenga cariño, y muchas veces demasiado cariño, a la sabiduría, obedece al hecho de que me recuerda a la vida. Tiene ella el mismo mirar, la misma risa ¿ que culpa tengo yo de que las dos...
Yo me cago de risa de todo. No me interesa que la gente lea lo que hablo. No tengo nada que decir...
Soy el hombre de la libertad, esa es toda la fortuna que tengo
Tengo hambre de tu boca, de tu voz, de tu pelo
y por las calles voy sin nutrirme, callado,
no me sostiene el pan, el alba me desquicia,
busco el sonido líquido de tus pies en el día.
Hijo mio, la felicidad está hecha de pequeñas cosas: un pequeño yate, una pequeña mansion, una pequeña fortuna.
Prefiero el bastón de la experiencia que el carro rápido de la fortuna. El filósofo viaja a pie.
Geografía Humana
Mirad mi continente contenido
brazos, piernas y tronco inmesurado,
pequeños son mis pies, chicas mis manos,
hondos mis ojos, bastante bien mis senos.
Tengo un lago debajo de la fre...
Antes...
Antes,
nunca hubo el silencio necesario entre abrazo y abrazo
para advertir el parpadeo de esta guillotina
que hoy,
al rozar por sorpresa mi nuca con sus manos de lejía
me ha puesto los ojo...
El Mar Y Tú...
El mar y tú. Tu dicha con su duro
lento verter de espumas rescatadas.
El mar y tú: mis playas frecuentadas
por este afán de mar en que perduro.
El mar me trae el ayer. Tú mi madu...
La fortuna se cansa de llevar siempre a un mismo hombre sobre las espaldas.
La fortuna ayuda a los valientes.
Hay una puerta por la que pueden entrar la buena o la mala fortuna, pero tú tienes la llave.
Más continua es adversa que próspera fortuna.
En la adversa fortuna suele descubrirse al genio, en la prosperidad se oculta.
La fortuna es un cristal, brilla, pero es frágil.
No es necesaria la fortuna para solo subsistir.
La fortuna es ciega y no sabe con quién juega.
Cuando la fortuna viene, tómala a mansalva y por delante, pues por detrás es calva.
La fortuna es como un vestido: muy holgado nos embaraza, y muy estrecho nos oprime.
Desde el momento en que cogí su libro me caí al suelo rodando de risa. Algún día espero leerlo.
Cuanto mayor es la fortuna, es menos segura.
Si dais la impresión de necesitar cualquier cosa no os darán nada; para hacer fortuna es preciso aparentar ser rico.
A veces no nos dan a escoger entre las lágrimas y la risa, sino solo entre las lágrimas, y entonces hay que saberse decidir por las más hermosas.
La ciencia no me interesa. Ignora el sueño, el azar, la risa, el sentimiento y la contradicción, cosas que me son preciosas.
Fortuna que se canta siempre se la lleva el aire.
A veces el llanto hace más beneficio que la risa.
Una palabra es suficiente para hacer o deshacer la fortuna de un hombre.
Nada prende tan pronto de unas almas en otras como esta simpatía de la risa.
Para amasar una fortuna no se requiere ingenio, lo preciso es carecer de delicadeza.
A nadie se le dio veneno en risa.
La personalidad del hombre determina por anticipado la medida de su posible fortuna.
El hombre sufre tan terriblemente en el mundo que se ha visto obligado a inventar la risa.
Solo en la fortuna adversa se hallan las grandes lecciones del heroísmo.
No tengo tiempo para tener prisa.
No veo ningún rey sabio. Nadie puede escucharme. Tengo que morir.
Solo sé una cosa: en el fondo nadie es demasiado fantástico, tengo la impresión de que todos dedican la mayor parte de su vida a fastidiar a los demás.
Tengo diez mandamientos. Los nueve primeros dicen: ¡no debes aburrir!.
Yo tengo la virtud de reconocer mis errores, y el error de reconocer mis virtudes.
De lo que tengo miedo es de tu miedo.
