Textos de amor para tuenti ( 5 )
Textos de amor para tuenti. Encuentra docenas de textos de amor para tuenti con fotos para copiar y compartir.
Rouge
De un solo beso desteñir provoca
tu boca en corazón recién pintada.
Fruta y flor a la vez; copa colmada
de vino y miel para la sed más loca.
Ella en sus vivos múrices evoca
el símbolo sensual de la granada,
y pienso al verla sonreír, que nada
en el mundo es más rojo que tu boca.
Cuando presos, al fin, por mis arrojos,
ceden tus labios y después me ofrecen
aún más amor que el que al besar me dieron,
tan húmedos están y son tan rojos,
que solo las palabras que dijeron
más rojas que tus labios me parecen.
De un solo beso desteñir provoca
tu boca en corazón recién pintada.
Fruta y flor a la vez; copa colmada
de vino y miel para la sed más loca.
Ella en sus vivos múrices evoca
el símbolo sensual de la granada,
y pienso al verla sonreír, que nada
en el mundo es más rojo que tu boca.
Cuando presos, al fin, por mis arrojos,
ceden tus labios y después me ofrecen
aún más amor que el que al besar me dieron,
tan húmedos están y son tan rojos,
que solo las palabras que dijeron
más rojas que tus labios me parecen.
Alberto Angel Montoya
Ola
Hacia la arena tibia se desliza
la flor de las espumas fugitivas,
y en su cristal navega el aire herido,
imperceptible, desplomado, oscuro
como paloma que de pronto niega
de su mármol idéntico el estío
o el miedo que en silencios se apresura
y solo huella fuese de un viraje,
melancólica niebla que al oído
dejara su tranquilo desaliento.
mas el aire es quien fragua, sosegado,
la caricia sombría, el beso amargo
que al fin fatigará el oculto aroma
de la arena doliente, deseosa,
ávida, estéril sombra pensativa,
cuerpo anegado en un cansancio oscuro
sometido al murmullo de aquel beso.
Hermosa así, desnuda, ya no es
la carne iluminada cual la flecha
que en el viento describe lujuriosa
el temblor que después ha de entregar;
ni es la boca ardiente, enamorada,
insaciable al contacto, al beso ávida
como profundo aroma silencioso;
Ni la pasión del fuego hacia el aliento
destruyendo lo inmóvil de la sombra
para precipitarla en lo que ha sido,
sino que, ya ternura del cautivo
que sabe dónde amor le está esperando,
quiebra su forma, pierde su albedrío
y en un instante de candor o ala
ahogada en un anhelo suspendido,
como ciega tormenta despeñada
abandónase al cuerpo que la acosa
y a su encuentro es caricia, oscura imagen
de rudo impulso convertido en plumas
o tinieblas perdidas para siempre,
y sabe cómo al fin la arena es tumba,
frontera temblorosa donde se abren
las flores fugitivas de la espuma,
resueltas ya en silencio y lentitud.
Hacia la arena tibia se desliza
la flor de las espumas fugitivas,
y en su cristal navega el aire herido,
imperceptible, desplomado, oscuro
como paloma que de pronto niega
de su mármol idéntico el estío
o el miedo que en silencios se apresura
y solo huella fuese de un viraje,
melancólica niebla que al oído
dejara su tranquilo desaliento.
mas el aire es quien fragua, sosegado,
la caricia sombría, el beso amargo
que al fin fatigará el oculto aroma
de la arena doliente, deseosa,
ávida, estéril sombra pensativa,
cuerpo anegado en un cansancio oscuro
sometido al murmullo de aquel beso.
Hermosa así, desnuda, ya no es
la carne iluminada cual la flecha
que en el viento describe lujuriosa
el temblor que después ha de entregar;
ni es la boca ardiente, enamorada,
insaciable al contacto, al beso ávida
como profundo aroma silencioso;
Ni la pasión del fuego hacia el aliento
destruyendo lo inmóvil de la sombra
para precipitarla en lo que ha sido,
sino que, ya ternura del cautivo
que sabe dónde amor le está esperando,
quiebra su forma, pierde su albedrío
y en un instante de candor o ala
ahogada en un anhelo suspendido,
como ciega tormenta despeñada
abandónase al cuerpo que la acosa
y a su encuentro es caricia, oscura imagen
de rudo impulso convertido en plumas
o tinieblas perdidas para siempre,
y sabe cómo al fin la arena es tumba,
frontera temblorosa donde se abren
las flores fugitivas de la espuma,
resueltas ya en silencio y lentitud.
Alà Chumacero
Suma Transida
Encerrarte en palabras...
¡Que tú, tú, quepas en verbos, nombres,
y adjetivos intactos!
Que yo lo pueda decir todo:
lo nuestro, esto que hacemos
y estaremos haciendo siempre,
eternísimamente:
hablar, callar, ser tú y yo
siéndonos nuestros.
Darte una dimensión humana,
representación de ti en la tierra:
estatua, color, arrebatado paso,
y sereno mirar con esos ojos tuyos
y míos: nuestra mirada del mundo.
Que un día, los mortales sin remedio sepan
cómo tuviste sangre,
y abierta pasión por todo;
y te diste cantando, sufriendo,
a mis brazos locos, y lentos, y débiles,
y fuertes, y fríos, y pobres de luz,
pero enamorados tuyos.
Para saber que has sido verdad,
que has sido, ¡pero no eres entonces!
Buscar las palabras de cuando no vivas,
para que vivas mientras se hable.
Dios de dolor, nunca decir podré
cómo eres tú, mi amor, amor mío,
criatura de glorificación que hallo
derramada en océanos,
cielos, campos, ríos y árboles;
y hasta en palomas tristes que en la aurora
¡te despiertan a mi amor por ti!
Encerrarte en palabras...
¡Que tú, tú, quepas en verbos, nombres,
y adjetivos intactos!
Que yo lo pueda decir todo:
lo nuestro, esto que hacemos
y estaremos haciendo siempre,
eternísimamente:
hablar, callar, ser tú y yo
siéndonos nuestros.
Darte una dimensión humana,
representación de ti en la tierra:
estatua, color, arrebatado paso,
y sereno mirar con esos ojos tuyos
y míos: nuestra mirada del mundo.
Que un día, los mortales sin remedio sepan
cómo tuviste sangre,
y abierta pasión por todo;
y te diste cantando, sufriendo,
a mis brazos locos, y lentos, y débiles,
y fuertes, y fríos, y pobres de luz,
pero enamorados tuyos.
Para saber que has sido verdad,
que has sido, ¡pero no eres entonces!
Buscar las palabras de cuando no vivas,
para que vivas mientras se hable.
Dios de dolor, nunca decir podré
cómo eres tú, mi amor, amor mío,
criatura de glorificación que hallo
derramada en océanos,
cielos, campos, ríos y árboles;
y hasta en palomas tristes que en la aurora
¡te despiertan a mi amor por ti!
Carmen Conde
Oración
Para este amor que entre ella y yo creamos,
y entre los dos cuidamos y crecimos,
y entre los dos también alimentamos,
un poquito de sangre te pedimos.
Corre dulce y alegre por la acera
y tiene el ojo lleno de entereza,
pero puede caer un día cualquierea
y quedar salpicado de tristeza.
Y se puede mojar en agua mala
y se puede enfermar de pulmonía
y se puede quedar en media sala
con la muerte clavada en la alegría.
Nosotros no podríamos ser felices
sin este amor de carne transparente:
nos matarían las grandes cicatrices
que nos puso el dolor sobre la frente.
Guárdanos este amor de ese siniestro
mal de muerte que ronda almacigales
para toda la vida. Padre nuestro
y Padre de los buenos animales!
Para este amor que entre ella y yo creamos,
y entre los dos cuidamos y crecimos,
y entre los dos también alimentamos,
un poquito de sangre te pedimos.
Corre dulce y alegre por la acera
y tiene el ojo lleno de entereza,
pero puede caer un día cualquierea
y quedar salpicado de tristeza.
Y se puede mojar en agua mala
y se puede enfermar de pulmonía
y se puede quedar en media sala
con la muerte clavada en la alegría.
Nosotros no podríamos ser felices
sin este amor de carne transparente:
nos matarían las grandes cicatrices
que nos puso el dolor sobre la frente.
Guárdanos este amor de ese siniestro
mal de muerte que ronda almacigales
para toda la vida. Padre nuestro
y Padre de los buenos animales!
Jorge Debravo
Lucía
Lucía es rubia y pálida. Sus quietas
pupilas de princesa vagamente
miran hacia el ocaso, y en su frente
se muere una ilusión. Las violetas
de sus grandes ojeras melancólicas
parece que presienten el intenso
olor del camposanto y el incienso
de preces funerarias y católicas.
Sobre su falda tiene un libro abierto...
Mueve el aire los árboles del huerto,
y a la hoja del libro va una hoja
otoñal...
( En el libro se refiere
cómo besa una hoja que se muere
a una rosa carnal que se deshoja... )
Qué sutil gracia
tiene tu amor, Amada!
Hoy las rosas eran más rosas
y las palomas blancas, más blancas
y la risa del niño paralítico
del paseo de invierno estaba
suspensa, quieta, azul y diluida
para ti y para mí.
¡Qué sutil gracia
tiene tu amor, Amada!
Lucía es rubia y pálida. Sus quietas
pupilas de princesa vagamente
miran hacia el ocaso, y en su frente
se muere una ilusión. Las violetas
de sus grandes ojeras melancólicas
parece que presienten el intenso
olor del camposanto y el incienso
de preces funerarias y católicas.
Sobre su falda tiene un libro abierto...
Mueve el aire los árboles del huerto,
y a la hoja del libro va una hoja
otoñal...
( En el libro se refiere
cómo besa una hoja que se muere
a una rosa carnal que se deshoja... )
Qué sutil gracia
tiene tu amor, Amada!
Hoy las rosas eran más rosas
y las palomas blancas, más blancas
y la risa del niño paralítico
del paseo de invierno estaba
suspensa, quieta, azul y diluida
para ti y para mí.
¡Qué sutil gracia
tiene tu amor, Amada!
Dámaso Alonso
Unidad En Ella
Cuerpo feliz que fluye entre mis manos,
rostro amado donde contemplo el mundo,
donde graciosos pájaros se copian fugitivos,
volando a la región donde nada se olvida.
Tu forma externa, diamante o rubí duro,
brillo de un sol que entre mis manos deslumbra,
cráter que me convoca con su música íntima,
con esa indescifrable llamada de tus dientes.
Muero porque me arrojo, porque quiero morir,
porque quiero vivir en el fuego, porque este aire de fuera
no es mío, sino el caliente aliento
que si me acerco quema y dora mis labios desde un fondo.
Deja, deja que mire, teñido del amor,
enrojecido el rostro por tu purpúrea vida,
deja que mire el hondo clamor de tus entrañas
donde muero y renuncio a vivir para siempre.
Quiero amor o la muerte, quiero morir del todo,
quiero ser tú, tu sangre, esa larva rugiente
que regando encerrada bellos miembros extremos
siente así los hermosos límites de la vida.
Este beso en tus labios como una lenta espina,
como un mar que voló hecho un espejo,
como el brillo de un ala, es todavía unas manos,
un repasar de tu crujiente pelo, un crepitar
de la luz vengadora,
luz o espada mortal que sobre mi cuello amenaza,
pero que nunca podrá destruir la unidad de este mundo.
Cuerpo feliz que fluye entre mis manos,
rostro amado donde contemplo el mundo,
donde graciosos pájaros se copian fugitivos,
volando a la región donde nada se olvida.
Tu forma externa, diamante o rubí duro,
brillo de un sol que entre mis manos deslumbra,
cráter que me convoca con su música íntima,
con esa indescifrable llamada de tus dientes.
Muero porque me arrojo, porque quiero morir,
porque quiero vivir en el fuego, porque este aire de fuera
no es mío, sino el caliente aliento
que si me acerco quema y dora mis labios desde un fondo.
Deja, deja que mire, teñido del amor,
enrojecido el rostro por tu purpúrea vida,
deja que mire el hondo clamor de tus entrañas
donde muero y renuncio a vivir para siempre.
Quiero amor o la muerte, quiero morir del todo,
quiero ser tú, tu sangre, esa larva rugiente
que regando encerrada bellos miembros extremos
siente así los hermosos límites de la vida.
Este beso en tus labios como una lenta espina,
como un mar que voló hecho un espejo,
como el brillo de un ala, es todavía unas manos,
un repasar de tu crujiente pelo, un crepitar
de la luz vengadora,
luz o espada mortal que sobre mi cuello amenaza,
pero que nunca podrá destruir la unidad de este mundo.
Vicente Aleixandre
Entrega
Guardaré mi voz en un pozo de lumbre
y será crepúsculo toda la vida.
Ya girarán más leves los cuchillos
porque no encontrarán dónde herirme.
Erguida de rocíos negros,
para ti cantaré.
¡Que no me busquen los sin vista,
que no me llamen los ahogados,
que no me sientan los que huyo!
A mi soledad de reflejos,
amor,
sólo tú.
Guardaré mi voz en un pozo de lumbre
y será crepúsculo toda la vida.
Ya girarán más leves los cuchillos
porque no encontrarán dónde herirme.
Erguida de rocíos negros,
para ti cantaré.
¡Que no me busquen los sin vista,
que no me llamen los ahogados,
que no me sientan los que huyo!
A mi soledad de reflejos,
amor,
sólo tú.
Carmen Conde
Palabras En La Noche
Cecilia, dulce amiga. Hoy yo quisiera hablarte
con la verdad que nace de un corazón pequeño.
Decirte cómo un día yo quise condenarte.
A ti que fuiste solo la luz para mi sueño.
A ti que fuiste siempre la luz para mi vida,
la luz parada en medio de mi existencia vana,
la luz suave y callada, la luz dulce, esparcida,
valiente en la tristeza, luciente en la mañana.
A ti, blanca presencia del día silencioso,
escala de ternura, licor que yo he bebido.
a ti, prado o colina que esparce su reposo.
A ti a quien tantas veces mi amor ha entristecido.
Decirte, suavizarte, hablarte del rocío,
hablarte de la noche que baja lenta a verte,
cual baja ya tu vida, más dulce al pecho mío,
que quiso un día amarte y vino a deshacerte...
Cecilia, dulce amiga. Hoy yo quisiera hablarte
con la verdad que nace de un corazón pequeño.
Decirte cómo un día yo quise condenarte.
A ti que fuiste solo la luz para mi sueño.
A ti que fuiste siempre la luz para mi vida,
la luz parada en medio de mi existencia vana,
la luz suave y callada, la luz dulce, esparcida,
valiente en la tristeza, luciente en la mañana.
A ti, blanca presencia del día silencioso,
escala de ternura, licor que yo he bebido.
a ti, prado o colina que esparce su reposo.
A ti a quien tantas veces mi amor ha entristecido.
Decirte, suavizarte, hablarte del rocío,
hablarte de la noche que baja lenta a verte,
cual baja ya tu vida, más dulce al pecho mío,
que quiso un día amarte y vino a deshacerte...
Carlos Bousoño
Después de Nosotros
Mañana, después de nosotros,
volverá a la pradera, en dulce péndulo
a recorrer la música, un delirante festival.
Las alcobas cerradas
pasarán cabeceando hacia los arrecifes
de una ancha rosa azul.
¿Quién mirará en silencio
cruzar por los cristales detenidos
las cosas que terminan con la lluvia ?
¿Quién abrirá de noche la unánime
novela que se lee alma adentro,
para buscar el fuego de los días
en la ardorosa y blanca intimidad ?
¿Y, quién verá en las noches de diciembre
salir, al través de las ventanas,
la música delgada de Franz Schubert
que, sollozando, cae en los jardines?
¡Ah, mañana, después de nosotros!
Cuando la primavera alce sus hojas,
qué luminosas potras de topacio
se empinarán de amor
sobre nuestros sepulcros apagados!
Sobre nosotros pasarán en junio
misas de punta azul y espuma blanca,
los gaseosos orfebres del crepúsculo
y el agua circular de las carretas
que marchan a cambiar largas hileras
de música con pensativas cosas.
Oh, si esta tierra inexorable
que hoy me cose los párpados, amada;
si esta tierra, al fin, se aclarara,
lloraría, temblando, sobre tus manos blancas
como cuando la fiebre me adelgazaba el alma...
¡Pero esta honda noche, se hace tarde!
Ah, y otra vez, errantes, los gitanos
volverán una tarde a nuestra aldea.
Sé que preguntarán por nuestras manos...
Les dirán que ya nadie puede leer en ellas,
que tenemos la línea de la vida
borrada por dos años de azucenas.
Mañana, después de nosotros,
volverá a la pradera, en dulce péndulo
a recorrer la música, un delirante festival.
Las alcobas cerradas
pasarán cabeceando hacia los arrecifes
de una ancha rosa azul.
¿Quién mirará en silencio
cruzar por los cristales detenidos
las cosas que terminan con la lluvia ?
¿Quién abrirá de noche la unánime
novela que se lee alma adentro,
para buscar el fuego de los días
en la ardorosa y blanca intimidad ?
¿Y, quién verá en las noches de diciembre
salir, al través de las ventanas,
la música delgada de Franz Schubert
que, sollozando, cae en los jardines?
¡Ah, mañana, después de nosotros!
Cuando la primavera alce sus hojas,
qué luminosas potras de topacio
se empinarán de amor
sobre nuestros sepulcros apagados!
Sobre nosotros pasarán en junio
misas de punta azul y espuma blanca,
los gaseosos orfebres del crepúsculo
y el agua circular de las carretas
que marchan a cambiar largas hileras
de música con pensativas cosas.
Oh, si esta tierra inexorable
que hoy me cose los párpados, amada;
si esta tierra, al fin, se aclarara,
lloraría, temblando, sobre tus manos blancas
como cuando la fiebre me adelgazaba el alma...
¡Pero esta honda noche, se hace tarde!
Ah, y otra vez, errantes, los gitanos
volverán una tarde a nuestra aldea.
Sé que preguntarán por nuestras manos...
Les dirán que ya nadie puede leer en ellas,
que tenemos la línea de la vida
borrada por dos años de azucenas.
César Dávila Andrade
Miedo Un Instante
Tengo miedo de ti, o de mí. Cabalgo,
cabalgas tú mi piel por los umbrales
sombríos del amor. Y nunca sales
a mi luz, a tu luz. Y nunca salgo.
Tengo un algo de ti. Tienes un algo
de mí por tus distancias siderales.
¡Ah, si Dios me dijese lo que vales
para poder saber lo que yo valgo!
Estoy, estás, como cumpliendo un rito,
como dando postura por el viento
a esta voz con que gritas, con que grito.
Todo termina, justo, en el momento
en que casi nos toca lo infinito.
tienes miedo, y me mientes. Y te miento.
Tengo miedo de ti, o de mí. Cabalgo,
cabalgas tú mi piel por los umbrales
sombríos del amor. Y nunca sales
a mi luz, a tu luz. Y nunca salgo.
Tengo un algo de ti. Tienes un algo
de mí por tus distancias siderales.
¡Ah, si Dios me dijese lo que vales
para poder saber lo que yo valgo!
Estoy, estás, como cumpliendo un rito,
como dando postura por el viento
a esta voz con que gritas, con que grito.
Todo termina, justo, en el momento
en que casi nos toca lo infinito.
tienes miedo, y me mientes. Y te miento.
Rafael Guillén
Canción Del Recuerdo Intacto
Solo tú, verdadero, ningún dolor me diste.
Tu regalo perfecto no cabía en mis manos:
era el ramo fragante, el vino de alegría
y la espiga madura para el pan cotidiano.
Solo tú adivinaste el motivo secreto
que doblaba mi vida en curva de fracaso;
sólo tú me dijiste la palabra de aliento
que me mantiene recta a través de los años.
Por camino de sombras y vueltas de peligro
tu pie, firme y valiente, perseguía mis pasos.
¡Oh saltador de abismos, distancias y barreras!
¿Quién detuvo el impulso de tu amor obstinado?
Para saber quererme afinaste el sentido
volviendo suave y dulce lo violento y lo amargo.
Para alcanzar mi ensueño abriste alas veloces;
para poder copiarme fuiste un espejo claro.
Ardía en tus pupilas hoguera de fulgores,
se enredaba en tu lengua el arpegio de un canto,
y mecido en tus brazos, como un niño pequeño,
dormía sin temores mi corazón cansado.
Todos los que me amaron algún dolor me dieron
y todos los que amé un dolor me dejaron;
sólo tú me alegraste como un día de fiesta;
sólo el momento tuyo fue perfecto regalo.
Por eso, en hora quieta, en el pecho se esponja
el beso de ternura que revienta en los labios:
¡Música errante y vaga, azul de lejanía
lucero del silencio en lágrimas cuajado!
Solo tú, verdadero, ningún dolor me diste.
Tu regalo perfecto no cabía en mis manos:
era el ramo fragante, el vino de alegría
y la espiga madura para el pan cotidiano.
Solo tú adivinaste el motivo secreto
que doblaba mi vida en curva de fracaso;
sólo tú me dijiste la palabra de aliento
que me mantiene recta a través de los años.
Por camino de sombras y vueltas de peligro
tu pie, firme y valiente, perseguía mis pasos.
¡Oh saltador de abismos, distancias y barreras!
¿Quién detuvo el impulso de tu amor obstinado?
Para saber quererme afinaste el sentido
volviendo suave y dulce lo violento y lo amargo.
Para alcanzar mi ensueño abriste alas veloces;
para poder copiarme fuiste un espejo claro.
Ardía en tus pupilas hoguera de fulgores,
se enredaba en tu lengua el arpegio de un canto,
y mecido en tus brazos, como un niño pequeño,
dormía sin temores mi corazón cansado.
Todos los que me amaron algún dolor me dieron
y todos los que amé un dolor me dejaron;
sólo tú me alegraste como un día de fiesta;
sólo el momento tuyo fue perfecto regalo.
Por eso, en hora quieta, en el pecho se esponja
el beso de ternura que revienta en los labios:
¡Música errante y vaga, azul de lejanía
lucero del silencio en lágrimas cuajado!
Claudia Lars
Cinco Poemas Para Cris
I
Ya mucho más allá del mezzo
«camin di nostra vita»
existe un territorio del amor
un laberinto más mental que mítico
donde es posible ser
lentamente dichoso
sin el hilo de Ariadna delirante
si espumas ni sábanas ni muslos.
Todo se cumple en un reflejo de crpúsculo
tu pelo tu perfume tu saliva.
Y allí del otro lado te poseo
mientras tú juegas con tu amiga
los juegos de la noche.
II
En realidad poco me importa
que tus senos se duerman
en la azul simetría de otros senos.
Yo los huebiera hollado
con la cosquilla de mi roce
y te hubieras reído justamente
cuando lo necesario y esperable
era que sollozaras.
III
Sé muy bien lo que ganas
cuando te pierdes en el goce.
Porque es exactamente
lo que yo habría sentido.
IV
La justa errata
habernos encontrado al final del día
en un paseo púbico.
V
Me gustaría que creyeras
que esto es el irrisorio juego
de las compensaciones
con que consuelo esta distancia.
Sigue entonces danzando
en el espejo de otro cuerpo
después de haber sonreído
apenas
para mí.
I
Ya mucho más allá del mezzo
«camin di nostra vita»
existe un territorio del amor
un laberinto más mental que mítico
donde es posible ser
lentamente dichoso
sin el hilo de Ariadna delirante
si espumas ni sábanas ni muslos.
Todo se cumple en un reflejo de crpúsculo
tu pelo tu perfume tu saliva.
Y allí del otro lado te poseo
mientras tú juegas con tu amiga
los juegos de la noche.
II
En realidad poco me importa
que tus senos se duerman
en la azul simetría de otros senos.
Yo los huebiera hollado
con la cosquilla de mi roce
y te hubieras reído justamente
cuando lo necesario y esperable
era que sollozaras.
III
Sé muy bien lo que ganas
cuando te pierdes en el goce.
Porque es exactamente
lo que yo habría sentido.
IV
La justa errata
habernos encontrado al final del día
en un paseo púbico.
V
Me gustaría que creyeras
que esto es el irrisorio juego
de las compensaciones
con que consuelo esta distancia.
Sigue entonces danzando
en el espejo de otro cuerpo
después de haber sonreído
apenas
para mí.
Julio Cortázar
Canción Lejana
Y yo también como la tarde
toda me tornaré dichosa
para quererte y esperarte.
Iluminada de tus ojos
vendrá la luna,
vendrá la luna por el aire.
Tú me querrás inmensamente.
Mi corazón será infinito
para la angustia de tu frente.
Yo te daré los sueños míos:
amor, dolor, sencillamente.
Después será la enamorada sonrisa,
el beso, la memoria llena de ti, maravillada.
Y el gozo azul de estar contigo
fuera del tiempo, sin palabras.
De golondrina en golondrina
nos llegará la primavera
de la mirada pensativa.
Y un mismo cauce de dulzura
tendrán las rosas y los días.
Yo te daré los sueños míos:
amor, dolor, sencillamente.
Y yo también como la tarde
toda me tornaré dichosa
para quererte y esperarte.
Iluminada de tus ojos
vendrá la luna,
vendrá la luna por el aire.
Tú me querrás inmensamente.
Mi corazón será infinito
para la angustia de tu frente.
Yo te daré los sueños míos:
amor, dolor, sencillamente.
Después será la enamorada sonrisa,
el beso, la memoria llena de ti, maravillada.
Y el gozo azul de estar contigo
fuera del tiempo, sin palabras.
De golondrina en golondrina
nos llegará la primavera
de la mirada pensativa.
Y un mismo cauce de dulzura
tendrán las rosas y los días.
Yo te daré los sueños míos:
amor, dolor, sencillamente.
Meira Delmar
Muerto de Amor
No lo sabe mi brazo, ni mi pierna,
ni el hilo de mi voz, ni mi cintura,
ni lo sabe la luna que está interna
en mi jardín de amor y calentura.
Y yo estoy muerto, sí, como una tierna
rosa, o una gacela en la llanura,
como una agua redonda en la cisterna
o un perro de amarilla dentadura.
Y hoy que es Corpus, Señor, he paseado
mi cadáver, de amor iluminado,
como un espantapájaro siniestro.
La gente, sin asombro, me ha mirado
y ninguno el sombrero se ha quitado
para rezarme un triste padrenuestro.
No lo sabe mi brazo, ni mi pierna,
ni el hilo de mi voz, ni mi cintura,
ni lo sabe la luna que está interna
en mi jardín de amor y calentura.
Y yo estoy muerto, sí, como una tierna
rosa, o una gacela en la llanura,
como una agua redonda en la cisterna
o un perro de amarilla dentadura.
Y hoy que es Corpus, Señor, he paseado
mi cadáver, de amor iluminado,
como un espantapájaro siniestro.
La gente, sin asombro, me ha mirado
y ninguno el sombrero se ha quitado
para rezarme un triste padrenuestro.
Rafael de León
Iban Mirándome Al Pasar
En una cueva de un monte lejano
me refugié. Y era de día
y cantaba el agua en el agua
y el aire soñaba en el aire.
Me refugié para no huirme
y no encontrarme. Era de noche
y el monte aquel era de luz.
Nunca supe de procesiones
como aquéllas: vestían clámides
transparentes, sin fibrias, iban
mirándome al pasar.
Lo que no tiene fin no se posee
ni nos posee: las miradas,
suyas y mías, eran formas
de otra forma de amor.
No hay dioses muertos si son dioses,
ni aquella cueva, ni aquel monte,
ni aquella luz, ni clámides
sin fimbrias, pues abrí
los ojos, y hasta el pecho
surgió el río del río.
En una cueva de un monte lejano
me refugié. Y era de día
y cantaba el agua en el agua
y el aire soñaba en el aire.
Me refugié para no huirme
y no encontrarme. Era de noche
y el monte aquel era de luz.
Nunca supe de procesiones
como aquéllas: vestían clámides
transparentes, sin fibrias, iban
mirándome al pasar.
Lo que no tiene fin no se posee
ni nos posee: las miradas,
suyas y mías, eran formas
de otra forma de amor.
No hay dioses muertos si son dioses,
ni aquella cueva, ni aquel monte,
ni aquella luz, ni clámides
sin fimbrias, pues abrí
los ojos, y hasta el pecho
surgió el río del río.
Ãngel Crespo
Regreso Al Mar
Siempre es el mar donde mejor se quiere,
fué siempre el mar donde mejor te quise;
al amor, como al mar, no hay quien lo alise
ni al mar , como al amor, quien lo modere.
No hay quien como la mar familiarice
ni quien com la ola persevere,
ni el que más diga en lo que vive y muere
nos dice más de lo que el mar nos dice.
Vamos de nuevo al mar;quiero encontrarte
la hora más azul para besarte
y el lugar más allá para quererte,
donde el agua es al par agua y abismo,
en la alta mar, en donde el aire mismo
se da un aire al amor y otro a la muerte.
Siempre es el mar donde mejor se quiere,
fué siempre el mar donde mejor te quise;
al amor, como al mar, no hay quien lo alise
ni al mar , como al amor, quien lo modere.
No hay quien como la mar familiarice
ni quien com la ola persevere,
ni el que más diga en lo que vive y muere
nos dice más de lo que el mar nos dice.
Vamos de nuevo al mar;quiero encontrarte
la hora más azul para besarte
y el lugar más allá para quererte,
donde el agua es al par agua y abismo,
en la alta mar, en donde el aire mismo
se da un aire al amor y otro a la muerte.
Andrés Eloy Blanco
El Mar Y Tú...
El mar y tú. Tu dicha con su duro
lento verter de espumas rescatadas.
El mar y tú: mis playas frecuentadas
por este afán de mar en que perduro.
El mar me trae el ayer. Tú mi maduro
presente enamorado. Tú enlazadas
la dicha y la congoja. El mar trenzadas
la gloria y la agonía de ser puro.
Tengo en ti, amor, la prueba de este canto
que pena como el mar; que su alegría
logra para vivir en tu pureza.
Tu espuma y él. Tu risa y su quebranto.
Que amor sin mar y mar sin agonía
no son cimas logradas de grandeza.
El mar y tú. Tu dicha con su duro
lento verter de espumas rescatadas.
El mar y tú: mis playas frecuentadas
por este afán de mar en que perduro.
El mar me trae el ayer. Tú mi maduro
presente enamorado. Tú enlazadas
la dicha y la congoja. El mar trenzadas
la gloria y la agonía de ser puro.
Tengo en ti, amor, la prueba de este canto
que pena como el mar; que su alegría
logra para vivir en tu pureza.
Tu espuma y él. Tu risa y su quebranto.
Que amor sin mar y mar sin agonía
no son cimas logradas de grandeza.
Enrique Azcoaga
Maniquí Negra
Un sol nocturno bruñó con su óleo tus largas piernas.
Donde el hueso se junta a la piel, brilla con blancura de acero.
Tu risa de granizo repica en el pandero de la luna,
que exhala la música tejida por la dulzura de tus pies.
Cisne sombrío que resbala por las teclas de un lago dormido.
Hogueras de tinieblas, mujer de humo y sueño, que brotas
con el misterio enrollado a tu regazo, boa de ondulantes anillos;
con el amor ceñido a tus caderas, velo de tibio rugir;
con el paraíso echado sobre tus ropas, estola de florido fuego.
Tu madre aúlla en la selva -nidos de muertos en los árboles-
mientras caen las granadas alrededor de su choza.
Tu hermana grita en el asfalto -las pancartas caídas, los perros-
mientras los gases lacrimógenos hinchan sus párpados.
Tu prima de la manigua¹ agita los pechos locos
mientras canta la rumba de ronca voz.
tu cuñada de la sabana estremece la grupa
picada por el tábano del tam-tam.
Todas son estruendo y relámpago, cohetes de amor y dolor.
Pero tú solo resbalas en silencio, das vuelta y te mueves
con líquido avanzar,
lujosísimo tulipán para la fiesta del dorado jardín.
¹Terreno de la isla de Cuba cubierto de maleza.
De "Salterio de Fingoi"
Un sol nocturno bruñó con su óleo tus largas piernas.
Donde el hueso se junta a la piel, brilla con blancura de acero.
Tu risa de granizo repica en el pandero de la luna,
que exhala la música tejida por la dulzura de tus pies.
Cisne sombrío que resbala por las teclas de un lago dormido.
Hogueras de tinieblas, mujer de humo y sueño, que brotas
con el misterio enrollado a tu regazo, boa de ondulantes anillos;
con el amor ceñido a tus caderas, velo de tibio rugir;
con el paraíso echado sobre tus ropas, estola de florido fuego.
Tu madre aúlla en la selva -nidos de muertos en los árboles-
mientras caen las granadas alrededor de su choza.
Tu hermana grita en el asfalto -las pancartas caídas, los perros-
mientras los gases lacrimógenos hinchan sus párpados.
Tu prima de la manigua¹ agita los pechos locos
mientras canta la rumba de ronca voz.
tu cuñada de la sabana estremece la grupa
picada por el tábano del tam-tam.
Todas son estruendo y relámpago, cohetes de amor y dolor.
Pero tú solo resbalas en silencio, das vuelta y te mueves
con líquido avanzar,
lujosísimo tulipán para la fiesta del dorado jardín.
¹Terreno de la isla de Cuba cubierto de maleza.
De "Salterio de Fingoi"
Ricardo Carballo Calero
Pericles Anastasiades, El Año de 1895
Para Raúl Lecuona Rodríguez
Vagos, son ya, los rostros de su rostro
vaga, también, la forma de sus manos
lejos, está, su aliento de mi boca
su pequeña estatura
sus quince años
Solo un ayer ocupa mi memoria
nuestro pequeño amor
nuestro pequeño mes
hace diez lunas
De repente
en la alta noche
tus ojos, de púrpura vestidos,
tus labios
labios de un amor apresurado
tus largos brazos
brazos de inolvidable carnadura
aparecen
¡Cuanto he perdido buen Dios
Cuanto he perdido!
Para Raúl Lecuona Rodríguez
Vagos, son ya, los rostros de su rostro
vaga, también, la forma de sus manos
lejos, está, su aliento de mi boca
su pequeña estatura
sus quince años
Solo un ayer ocupa mi memoria
nuestro pequeño amor
nuestro pequeño mes
hace diez lunas
De repente
en la alta noche
tus ojos, de púrpura vestidos,
tus labios
labios de un amor apresurado
tus largos brazos
brazos de inolvidable carnadura
aparecen
¡Cuanto he perdido buen Dios
Cuanto he perdido!
Harold Alvarado Tenorio
1. El Reposo
Es suficiente. Acaso se baste a sí misma
para luego parpadear. No la auguréis
de leve y poco mordaz, es una isla
de altivez escondida, un lloro breve.
La sabiduría del cabizbajo la tiene, empieza
tratados esculpiendo la letra y no ama
con destino, su amor es una sucesión
de sensaciones acunadas en un sueño
que preconiza.
1990
Es suficiente. Acaso se baste a sí misma
para luego parpadear. No la auguréis
de leve y poco mordaz, es una isla
de altivez escondida, un lloro breve.
La sabiduría del cabizbajo la tiene, empieza
tratados esculpiendo la letra y no ama
con destino, su amor es una sucesión
de sensaciones acunadas en un sueño
que preconiza.
1990
Concha GarcÃa
Aladas
Yo no soy esa muchacha
de pelo ensortijado y cintas en el pelo
que baila para ti en los antiguos salones del Coimbra.
Yo no soy esa otra que se desliza suavemente
por las gastadas alfombras del viejo comedor
-los brazos en alto como nubes o pájaros-
tarareando canciones que te dejan partido el corazón..
No te engañes, mi amor,
no confundas mi voz y mis canciones
con el tono ligero de las suyas.
Resucítame y créceme, amado, no te escondas.
Emerge de la lluvia, del mar, de las cenizas.
Resurge en llamaradas.
Que el brillo de tu rostro no lo empañe la noche
ni el llanto de mis ojos.
Acaricia mis hombros
con la suave ternura de otros tiempos
-la misma que utilizas con ella-
y di que aún soy hermosa
y que mi pelo brilla como si fueran alas.
No me hagas la muerte más difícil.
2002
Yo no soy esa muchacha
de pelo ensortijado y cintas en el pelo
que baila para ti en los antiguos salones del Coimbra.
Yo no soy esa otra que se desliza suavemente
por las gastadas alfombras del viejo comedor
-los brazos en alto como nubes o pájaros-
tarareando canciones que te dejan partido el corazón..
No te engañes, mi amor,
no confundas mi voz y mis canciones
con el tono ligero de las suyas.
Resucítame y créceme, amado, no te escondas.
Emerge de la lluvia, del mar, de las cenizas.
Resurge en llamaradas.
Que el brillo de tu rostro no lo empañe la noche
ni el llanto de mis ojos.
Acaricia mis hombros
con la suave ternura de otros tiempos
-la misma que utilizas con ella-
y di que aún soy hermosa
y que mi pelo brilla como si fueran alas.
No me hagas la muerte más difícil.
2002
Elsa López
Se Oye Levísima La Voz
Se oye levísima la voz
del viento. Suena entre los árboles
quizá como nunca sonó.
La noche nace como un río
de las manos mismas de Dios.
Yo miro desde mi ventana.
Yo no rezo ni lloro. Yo
no pregunto ni espero. Miro.
Te sé mirándome, Señor.
Desorbitadamente quieta
está la noche entre los dos.
¿Qué mandato el de tu palabra?
qué música la de tu voz?
No hay nadie. No, Señor; no hay nadie.
Solo con mi silencio estoy.
Solo contigo. Me das miedo.
¿Y a Ti no te doy miedo yo?
La noche es una espada fría
que amenaza con su fulgor.
Luchamos denodadamente
para ganarnos. ¡Cuánto amor
nos dejamos en la batalla!
Los caballos de mi pasión
piafan inquietos en la sangre,
pero tu ejército es peor.
Se oye levísima la voz
del viento. Suena entre los árboles
quizá como nunca sonó.
La noche nace como un río
de las manos mismas de Dios.
Yo miro desde mi ventana.
Yo no rezo ni lloro. Yo
no pregunto ni espero. Miro.
Te sé mirándome, Señor.
Desorbitadamente quieta
está la noche entre los dos.
¿Qué mandato el de tu palabra?
qué música la de tu voz?
No hay nadie. No, Señor; no hay nadie.
Solo con mi silencio estoy.
Solo contigo. Me das miedo.
¿Y a Ti no te doy miedo yo?
La noche es una espada fría
que amenaza con su fulgor.
Luchamos denodadamente
para ganarnos. ¡Cuánto amor
nos dejamos en la batalla!
Los caballos de mi pasión
piafan inquietos en la sangre,
pero tu ejército es peor.
José GarcÃa Nieto
Amor de Mis Entrañas
Amor de mis entrañas, viva muerte,
en vano espero tu palabra escrita
y pienso, con la flor que se marchita,
que si vivo sin mí quiero perderte.
El aire es inmortal. La piedra inerte
ni conoce la sombra ni la evita.
corazón interior no necesita
la miel helada que la luna vierte.
Pero yo te sufrí. Rasgué mis venas,
tigre y paloma, sobre tu cintura
en duelo de mordiscos y azucenas.
Llena, pues, de palabras mi locura
o déjame vivir en mi serena
noche del alma para siempre oscura.
Amor de mis entrañas, viva muerte,
en vano espero tu palabra escrita
y pienso, con la flor que se marchita,
que si vivo sin mí quiero perderte.
El aire es inmortal. La piedra inerte
ni conoce la sombra ni la evita.
corazón interior no necesita
la miel helada que la luna vierte.
Pero yo te sufrí. Rasgué mis venas,
tigre y paloma, sobre tu cintura
en duelo de mordiscos y azucenas.
Llena, pues, de palabras mi locura
o déjame vivir en mi serena
noche del alma para siempre oscura.
Federico GarcÃa Lorca
como decirte q te extraño, si nunca te he sentido a mi lado
como decirte q te amo sin el miedo de no saber quien eres
como desear compartir mi vida con tigo si cada vez t siento tan lejos
como saber q me amas si no estoy segura de q exista el amor
son tantas las preguntas sin respuestas q me inspiras
el mundo es incirto para mi, no se q pasara en mi vida
de lo q estoy segura es del inmenso sentimiento q me inspiras
como decirte q te amo sin el miedo de no saber quien eres
como desear compartir mi vida con tigo si cada vez t siento tan lejos
como saber q me amas si no estoy segura de q exista el amor
son tantas las preguntas sin respuestas q me inspiras
el mundo es incirto para mi, no se q pasara en mi vida
de lo q estoy segura es del inmenso sentimiento q me inspiras
daficavi
Credo
No acostumbro a decir amo, te amo,
sino cuando el amor me inunda todo
desde los ojos hasta los zapatos.
Mi cuerpo es una sola verdad y cada músculo
resume una experiencia de entusiasmo.
Una vez dije: ¡sufro! Y era que el sufrimiento
agitaba a mi lado sus cascos de caballo.
Y siempre digo: espero. Porque a mí me podrían
arrancar el recuerdo como un brazo,
pero no la esperanza que es de hueso
y cuando me la arranquen dejaré de ser esto
que te estrecha las manos.
Creo en todos los frutos que tienen jugo dulce,
y creo que no hay frutos que tengan jugo amargo.
No es culpa de los frutos si tenemos
el paladar angosto y limitado.
Creo en el corazón del hombre, creo
que es de pura caricia a pesar de las manos
que a veces asesinan, sin saberlo,
y manejan fusiles sanguinarios.
Creo en la libertad a pesar de los cepos,
a pesar de los campos alambrados.
Creo en la paz, amada, a pesar de las bombas
ya pesar de los cascos.
Creo que los países serán un solo sitio
de amor para los hombres, a pesar de los pactos,
a pesar de los límites, los cónsules,
a pesar de los libres que se dan por esclavos.
Y creo en el amor, en este amor de acero
que va fortaleciendo las piernas y los brazos,
que trabaja en secreto,
a escondidas del odio y del escarnio,
que debajo del traje se hace músculo,
órgano, experiencia, nervio, ganglio,
a pesar del rencor que nos inunda
el corazón de funerales pájaros.
Yo creo en el amor más que en mis ojos
y más que en el poder y el entusiasmo.
No acostumbro a decir amo, te amo,
sino cuando el amor me inunda todo
desde los ojos hasta los zapatos.
Mi cuerpo es una sola verdad y cada músculo
resume una experiencia de entusiasmo.
Una vez dije: ¡sufro! Y era que el sufrimiento
agitaba a mi lado sus cascos de caballo.
Y siempre digo: espero. Porque a mí me podrían
arrancar el recuerdo como un brazo,
pero no la esperanza que es de hueso
y cuando me la arranquen dejaré de ser esto
que te estrecha las manos.
Creo en todos los frutos que tienen jugo dulce,
y creo que no hay frutos que tengan jugo amargo.
No es culpa de los frutos si tenemos
el paladar angosto y limitado.
Creo en el corazón del hombre, creo
que es de pura caricia a pesar de las manos
que a veces asesinan, sin saberlo,
y manejan fusiles sanguinarios.
Creo en la libertad a pesar de los cepos,
a pesar de los campos alambrados.
Creo en la paz, amada, a pesar de las bombas
ya pesar de los cascos.
Creo que los países serán un solo sitio
de amor para los hombres, a pesar de los pactos,
a pesar de los límites, los cónsules,
a pesar de los libres que se dan por esclavos.
Y creo en el amor, en este amor de acero
que va fortaleciendo las piernas y los brazos,
que trabaja en secreto,
a escondidas del odio y del escarnio,
que debajo del traje se hace músculo,
órgano, experiencia, nervio, ganglio,
a pesar del rencor que nos inunda
el corazón de funerales pájaros.
Yo creo en el amor más que en mis ojos
y más que en el poder y el entusiasmo.
Jorge Debravo
Despues de tanto caminar aprendi algo,
que solo existe un idioma en el mundo, el amor
que solo existe un lenguaje para entenderlo, el corazon
que solo existe una raza, la humana
y que solamente hay un dios,
y este esta en todas partes.
Por: cancionxti
que solo existe un idioma en el mundo, el amor
que solo existe un lenguaje para entenderlo, el corazon
que solo existe una raza, la humana
y que solamente hay un dios,
y este esta en todas partes.
Por: cancionxti
HOY TE PIDO,
Paciencia para tus padres,
Amor para tu pareja,
Responsabilidad para con tus hijos,
Tolerancia para los ancianos,
Comprensión para todos tus hermanos,
Compasión para el que sufre,
Servicio para todos.
Quisiera no volver a verte egoísta, orgulloso, rebelde, disconforme, pesimista por que a nada bueno te lleva...
Desearía que tu vida fuera alegre, siempre joven y cristiana.
Paciencia para tus padres,
Amor para tu pareja,
Responsabilidad para con tus hijos,
Tolerancia para los ancianos,
Comprensión para todos tus hermanos,
Compasión para el que sufre,
Servicio para todos.
Quisiera no volver a verte egoísta, orgulloso, rebelde, disconforme, pesimista por que a nada bueno te lleva...
Desearía que tu vida fuera alegre, siempre joven y cristiana.
Felix Campoverde Velez
Cuando la naturaleza formo nuestra especie, nos dio unos cuantos instintos, el amor propio para nuestra conservacion, la benevolencia para la conservacion de los otros, el amor que es común con todas las demas especies y el don inexplicable de combinar mas ideas que todos los demas animales juntos; después de habernos dado asi nuestro lote, nos dijo: "ahora, arreglaros como podais".
Voltaire
Nada
También en los supuestos de la nada,
el amor se presiente en la querella
de una futura creación: doncella
sabiéndose fecunda, recreada.
Antes de ser mi vida inaugurada,
fui barro enamorado de una huella,
de un talle vegetal, de alguna estrella...
Yo estoy hecho de tierra enamorada.
Y enamorado estoy de ti, y sustento
este amor enraizado y presentido
más allá de la vida y el momento.
Enamorado sin haber nacido,
y ahora tan muerto y nada, que presiento
la tierra enamorada que ya he sido.
También en los supuestos de la nada,
el amor se presiente en la querella
de una futura creación: doncella
sabiéndose fecunda, recreada.
Antes de ser mi vida inaugurada,
fui barro enamorado de una huella,
de un talle vegetal, de alguna estrella...
Yo estoy hecho de tierra enamorada.
Y enamorado estoy de ti, y sustento
este amor enraizado y presentido
más allá de la vida y el momento.
Enamorado sin haber nacido,
y ahora tan muerto y nada, que presiento
la tierra enamorada que ya he sido.
Javier de Bengoechea
Solo existe el amor. Las otras cosas nobles apenas sirven para dignificarlo....Algunos hombres jamás lo encuentran. Para otros es apenas una estrella fugaz que ilumina un año, un mes, una semana o un día en sus vidas. Pero ese destello efímero da significado a la existencia toda. Bienaventurado el que puede sentir en su carne y en su espíritu el fuego de esa chispa.
Alejandro Dolina
Para que un amor pasado no te lastime de por vida, conservalo como un recuerdo hermoso, mas nunca como una posibilidad, porque si lo haces nunca podras ser feliz. Nunca te aferres a nadie vive, difruta y se feliz.
Alessandro Mazariegos
Qué triste es la despedida, cando aun existe amor
no puede cerrar la herida, se desangra el corazón
no se sabe a dónde ir, y se pierde la razón,
se acaban las ilusiones. Ya no hay a quien darle amor.
no puede cerrar la herida, se desangra el corazón
no se sabe a dónde ir, y se pierde la razón,
se acaban las ilusiones. Ya no hay a quien darle amor.
Perdóname
Por no saber
Valorar lo que me dabas
Por no mirarte a la cara
Al decir adiós
Perdóname
Amor no sé
Estaba tan confundida
No escuché
Lo que decias
Es fue mi error
Y ahora que
Estoy arrepentida
No comprendo la ironia
De saber perder
Perdóname esta vez…
Dame la opotunidad
Demotrarte
Que nada será como antes
Perdóname esta vez…
Dame la oportunidad
Te extraño
Aún…te amo
Pero ya vez que absurda es la vida
Te enseña con heridas
Lo sé muy bien
Perdóname esta vez…
Dame la opotunidad
Demotrarte
Que nada será como antes
Perdóname esta vez…
Dame la oportunidad
Te extraño
Aún…te amo
Sácame de esta oscuridad
Rompe de nuevo aquel cristal
De mi soledad
Libérame de este dolor
Mi vida sin tu amor
No es vida ya
Perdóname esta vez…
Dame la opotunidad
Demotrarte
Que nada será como antes
Perdóname esta vez…
Dame la oportunidad
Dejame amarte…quiero recuperarte
Perdóname
Perdóname esta vez
Perdóname esta vez…
Dame la oportunidad
Te extraño
Aún...te amo
Por no saber
Valorar lo que me dabas
Por no mirarte a la cara
Al decir adiós
Perdóname
Amor no sé
Estaba tan confundida
No escuché
Lo que decias
Es fue mi error
Y ahora que
Estoy arrepentida
No comprendo la ironia
De saber perder
Perdóname esta vez…
Dame la opotunidad
Demotrarte
Que nada será como antes
Perdóname esta vez…
Dame la oportunidad
Te extraño
Aún…te amo
Pero ya vez que absurda es la vida
Te enseña con heridas
Lo sé muy bien
Perdóname esta vez…
Dame la opotunidad
Demotrarte
Que nada será como antes
Perdóname esta vez…
Dame la oportunidad
Te extraño
Aún…te amo
Sácame de esta oscuridad
Rompe de nuevo aquel cristal
De mi soledad
Libérame de este dolor
Mi vida sin tu amor
No es vida ya
Perdóname esta vez…
Dame la opotunidad
Demotrarte
Que nada será como antes
Perdóname esta vez…
Dame la oportunidad
Dejame amarte…quiero recuperarte
Perdóname
Perdóname esta vez
Perdóname esta vez…
Dame la oportunidad
Te extraño
Aún...te amo
elizabeth rojas rumualdo
PARA MIS NIÑOS
Dos fueros los días más maravillosos, importantes y mágicos de mi vida,
Cuando al mundo vinisteis,
El primer día.
Vosotros,
Sin saberlo, sin desearlo,
Fuisteis y sois,
El remedio a mis penas,
El remedio a la desilusión,
El remedio al desamor,
y es que no hay nada mas bonito,
Que sentir vuestro calor.
Y es que como niños que sois,
Trasmitís lo que muchos van olvidando,
La ternura, el cariño,
la dulzura, la alegría,
la inocencia, la picardía,
todo en su mas pura esencia.
Os empecé a sentir,
Casi como la brisa del mar,
Cada día un poco más,
Cada día notaba que crecíais más y más,
Hasta que llego el día,
Que salisteis a buscar,
Un espacio en este mundo,
Para empezar a luchar.
El día más extremo,
Desde el más puro dolor,
A la más pura alegría.
Así es la vida.
Con cada uno en mis adentros
Mil sensaciones experimente,
Sensaciones que solo una mujer
Puede conocer.
La sensación más conmovedora,
al veros nacer,
Y rodearos con mis brazos por primera vez,
Que bonito fue nuestro primer contacto,
Que bonito fue sentir vuestro tacto,
Muy preocupada estuve,
Pensando en si todo iría bien,
A la vez muy ilusionada,
Sin acabármelo de creer,
Que tal día como aquel os llegaría a conocer,
Ahora formáis parte de mi vida,
Sois parte de mí ser, de mi persona, de mi corazón,
Por eso si algún día,
Os llegara a perder,
Seria la desgracia,
La que empezaría a nacer.
Pero si eso no sucede,
Con ilusión viviré,
Dando gracias a la vida,
Que os dejo nacer.
el veros crecer,
Es lo más reconfortante,
Ver hasta donde hemos llegado,
Mirando siempre adelante,
Siempre sin padecer.
Para no tropezar,
Para que de nada os llegara a faltar,
Trabajando,
Ganas no han faltado,
Solo con veros,
Sanos i enteros,
Mil horas trabajaría,
Hasta la madre más angustiada.
Viví sin ilusión,
Viví sin entender,
Para que estaba en este mundo,
Pero cambio cuando os empecé a conocer.
Por eso ahora tanto valoro
El regalo que me disteis al nacer,
Me disteis ilusión,
Me disteis una razón,
Le disteis sentido a mi vida,
Pues perderla seria,
Demostraros que el primer día,
Se moría.
Dos fueros los días más maravillosos, importantes y mágicos de mi vida,
Cuando al mundo vinisteis,
El primer día.
Vosotros,
Sin saberlo, sin desearlo,
Fuisteis y sois,
El remedio a mis penas,
El remedio a la desilusión,
El remedio al desamor,
y es que no hay nada mas bonito,
Que sentir vuestro calor.
Y es que como niños que sois,
Trasmitís lo que muchos van olvidando,
La ternura, el cariño,
la dulzura, la alegría,
la inocencia, la picardía,
todo en su mas pura esencia.
Os empecé a sentir,
Casi como la brisa del mar,
Cada día un poco más,
Cada día notaba que crecíais más y más,
Hasta que llego el día,
Que salisteis a buscar,
Un espacio en este mundo,
Para empezar a luchar.
El día más extremo,
Desde el más puro dolor,
A la más pura alegría.
Así es la vida.
Con cada uno en mis adentros
Mil sensaciones experimente,
Sensaciones que solo una mujer
Puede conocer.
La sensación más conmovedora,
al veros nacer,
Y rodearos con mis brazos por primera vez,
Que bonito fue nuestro primer contacto,
Que bonito fue sentir vuestro tacto,
Muy preocupada estuve,
Pensando en si todo iría bien,
A la vez muy ilusionada,
Sin acabármelo de creer,
Que tal día como aquel os llegaría a conocer,
Ahora formáis parte de mi vida,
Sois parte de mí ser, de mi persona, de mi corazón,
Por eso si algún día,
Os llegara a perder,
Seria la desgracia,
La que empezaría a nacer.
Pero si eso no sucede,
Con ilusión viviré,
Dando gracias a la vida,
Que os dejo nacer.
el veros crecer,
Es lo más reconfortante,
Ver hasta donde hemos llegado,
Mirando siempre adelante,
Siempre sin padecer.
Para no tropezar,
Para que de nada os llegara a faltar,
Trabajando,
Ganas no han faltado,
Solo con veros,
Sanos i enteros,
Mil horas trabajaría,
Hasta la madre más angustiada.
Viví sin ilusión,
Viví sin entender,
Para que estaba en este mundo,
Pero cambio cuando os empecé a conocer.
Por eso ahora tanto valoro
El regalo que me disteis al nacer,
Me disteis ilusión,
Me disteis una razón,
Le disteis sentido a mi vida,
Pues perderla seria,
Demostraros que el primer día,
Se moría.
SILVIA
AMOR INFINITO
Cuan grande es tu conciencia Jesús,
Como infinito es tu amor en la cruz.
Cuando dices, mientras tu cuerpo yace;
"¡Perdonalos! No saben lo que hacen".
Inmensa es tu conciencia Señor,
Que puedes comprender al hombre,
Cegado por su propia mente,
y el corazón vacio de amor.
Como llegar a tu altura,
Donde mas alla del odio,
Solo encuentras ternura
y nos miras con perdón.
Como algún día poder ver,
Como tu lo haces Señor,
Sin juicios ni pretenciones,
Sino a traves del amor.
¿Como? es la pregunta necia.
La respuesta siempre es ¡Dios!
Dios que vive en nuestra esencia
Y que es infinito amor.
En el silencio de tu alma..
Olvida, perdona y ama.
Renaceras de tus cenizas
Y encontraras la paz.
¡Dios! te veo en mi y en todo.. ¡gritaras!
Cuan grande es tu conciencia Jesús,
Como infinito es tu amor en la cruz.
Cuando dices, mientras tu cuerpo yace;
"¡Perdonalos! No saben lo que hacen".
Inmensa es tu conciencia Señor,
Que puedes comprender al hombre,
Cegado por su propia mente,
y el corazón vacio de amor.
Como llegar a tu altura,
Donde mas alla del odio,
Solo encuentras ternura
y nos miras con perdón.
Como algún día poder ver,
Como tu lo haces Señor,
Sin juicios ni pretenciones,
Sino a traves del amor.
¿Como? es la pregunta necia.
La respuesta siempre es ¡Dios!
Dios que vive en nuestra esencia
Y que es infinito amor.
En el silencio de tu alma..
Olvida, perdona y ama.
Renaceras de tus cenizas
Y encontraras la paz.
¡Dios! te veo en mi y en todo.. ¡gritaras!
Gustavo Estrada Luque
Odio de amor
amarte asi me llevo a odiar muchas cosas de ti
1. Odio que no me quieras como yo ati te quiero
2.Odio que no quieras estar en mis sueños
3.Odio que vivas por otro, cuando yo muero porti
4.Odio tus besos por no ser mios
Odio mi corazon porque te pertenece
amarte asi me llevo a odiar muchas cosas de ti
1. Odio que no me quieras como yo ati te quiero
2.Odio que no quieras estar en mis sueños
3.Odio que vivas por otro, cuando yo muero porti
4.Odio tus besos por no ser mios
Odio mi corazon porque te pertenece
Denny rafael Polanco Damas
El amor sea sin fingimiento, aborreciendo lo malo y adhiriéndoos a lo bueno: 10 amándoos los unos a los otros con amor fraternal; en cuanto a honra, prefiriéndoos los unos a los otros.
Romanos 12:9
Romanos 12:9
Biblia
no hay un instante en el que
sin darme cuenta piense en ti,
no hay un momento para pensar
en alguien mas, para dejarte de amar;
No entiendo porque el tiempo
no se a llevado tu recuerdo,
no entiendo porque los días
no borran lo que fue,
porque tu olvido no llega a mi memoria;
Y pensandolo bien, nunca
en lo que resta de vida
te dejare de amar aunque tu
ni siquiera estas.
sin darme cuenta piense en ti,
no hay un momento para pensar
en alguien mas, para dejarte de amar;
No entiendo porque el tiempo
no se a llevado tu recuerdo,
no entiendo porque los días
no borran lo que fue,
porque tu olvido no llega a mi memoria;
Y pensandolo bien, nunca
en lo que resta de vida
te dejare de amar aunque tu
ni siquiera estas.
Tovléz
Serás mi amor por siempre, no importa que el tiempo vaya en contra, que los días terminen en la ansiada espera, que tu boca desconozca el sendero de mi cuerpo, que tu calor no abrigue mi frío.
¡Si nos amamos que importa que nos separe el mismo cielo!
Caerán despacio las hojas del calendario, diciembre trae en sus pasos la melancolía que se abraza a la nostalgia, y querré tenerte entre mis brazos, besarte el alma con ternura, disipar aquella extraña soledad que envuelve tu figura, recorrerte con mi risa, llenarte la mirada con los detalles hermosos, mientras te llevo de la mano al mismo cielo.
Y no entenderás mis miedos, romperás entonces el encanto, cayendo aquel crudo llanto del mismo cielo.
La tristeza volverá conmigo, callaré y diré que ese es mi destino.
Se irá tu nombre escondido entre el sabor dulce de mis labios, se irán conmigo los tantos sueños que escribí por ti a diario, pasos lentos, mirada extraviada, disimulo obligado que solamente el corazón entenderá.
No he de negarte lo mucho que te amo, ¿acaso serviría a mi corazón la hipocresía? ¿Mitigaría el dolor? – sería una blasfemia a este amor.
Serás mi amor por siempre, el destino tejió nuestros caminos en un encuentro, mientras en mi bolsa de retazos una agenda escrita, cargada de años, hace tan lento mí andar hasta tus brazos.
Diré que te amo, lloraré lo mucho que te extraño, esperaré paciente y si te marchas y el olvido lo haces tuyo, escribiré poemas de amor en mi gastado calendario.
¡Si nos amamos que importa que nos separe el mismo cielo!
Caerán despacio las hojas del calendario, diciembre trae en sus pasos la melancolía que se abraza a la nostalgia, y querré tenerte entre mis brazos, besarte el alma con ternura, disipar aquella extraña soledad que envuelve tu figura, recorrerte con mi risa, llenarte la mirada con los detalles hermosos, mientras te llevo de la mano al mismo cielo.
Y no entenderás mis miedos, romperás entonces el encanto, cayendo aquel crudo llanto del mismo cielo.
La tristeza volverá conmigo, callaré y diré que ese es mi destino.
Se irá tu nombre escondido entre el sabor dulce de mis labios, se irán conmigo los tantos sueños que escribí por ti a diario, pasos lentos, mirada extraviada, disimulo obligado que solamente el corazón entenderá.
No he de negarte lo mucho que te amo, ¿acaso serviría a mi corazón la hipocresía? ¿Mitigaría el dolor? – sería una blasfemia a este amor.
Serás mi amor por siempre, el destino tejió nuestros caminos en un encuentro, mientras en mi bolsa de retazos una agenda escrita, cargada de años, hace tan lento mí andar hasta tus brazos.
Diré que te amo, lloraré lo mucho que te extraño, esperaré paciente y si te marchas y el olvido lo haces tuyo, escribiré poemas de amor en mi gastado calendario.
pacoyo
EL AMOR VERDADERO
MUCHAS VECES ESCUCHE POR MI CAMINO DECIR,
QUE EL AMOR ES EL SENTIMIENTO SUBLIME Y MAS
HERMOSO DEL UNIVERSO Y DE NUESTRAS VIDAS,
FUE ENTONCES CUANDO COMPRENDÍ, EL POR QUE
ERA TAN DIFÍCIL DE CONSAGRARSE ENTRE LOS SERES
HUMANOS, Y ES QUE SIEMPRE ESTÁN TAN
ACOSTUMBRADOS A VER LAS COSAS TAN CIEGAMENTE,
QUE AUN NO LO ENTIENDEN…
SI SU VERDAD ES VER EL AMOR, COMO UN SENTIMIENTO,
COMO TAL SE IRA, PUES LOS SENTIMIENTOS PASAN
SE HAN PREGUNTADO, POR QUE EL AMOR A (DIOS)
Y EL DE NUESTROS PADRES…NO TERMINA, ASÍ COMO
EL DE UNA MADRE HACIA SUS HIJOS,
POR QUE ES UN PRINCIPIO QUE NACE, CRESE Y MUERE
CON NOSOTROS, ASÍ PUES EL (AMOR VERDADERO) ES UN
PRINCIPIO, NO UN SENTIMIENTO,
MIENTRAS SIGAN BUSCANDO EL AMOR COMO SENTIMIENTO,
COMO TAL SEGUIRÁ PASANDO,
PUES LOS SENTIMIENTOS PASAN, MIENTRAS LOS PRINCIPIOS
PREVALECEN.
(LOS BUENOS SENTIMIENTOS SON DESTELLOS DE UN AMOR
VERDADERO QUE QUIERE SER ENCONTRADO Y QUE SUELE
PERDERSE LA MAYORÍA DE LAS VECES POR ESTAR EQUIVOCADOS)
QUIZÁS FUE MI ORGULLO, O TAL VEZ MI INDIFERENCIA,
PUDO SER MI EGOÍSMO O LA VANALIDAD DE MIS COSAS…
ASÍ ES, SIMPLEMENTE…
POR ESTAR EQUIVOCADOS.
D.R…Luis L.G
Por: cancionXti
MUCHAS VECES ESCUCHE POR MI CAMINO DECIR,
QUE EL AMOR ES EL SENTIMIENTO SUBLIME Y MAS
HERMOSO DEL UNIVERSO Y DE NUESTRAS VIDAS,
FUE ENTONCES CUANDO COMPRENDÍ, EL POR QUE
ERA TAN DIFÍCIL DE CONSAGRARSE ENTRE LOS SERES
HUMANOS, Y ES QUE SIEMPRE ESTÁN TAN
ACOSTUMBRADOS A VER LAS COSAS TAN CIEGAMENTE,
QUE AUN NO LO ENTIENDEN…
SI SU VERDAD ES VER EL AMOR, COMO UN SENTIMIENTO,
COMO TAL SE IRA, PUES LOS SENTIMIENTOS PASAN
SE HAN PREGUNTADO, POR QUE EL AMOR A (DIOS)
Y EL DE NUESTROS PADRES…NO TERMINA, ASÍ COMO
EL DE UNA MADRE HACIA SUS HIJOS,
POR QUE ES UN PRINCIPIO QUE NACE, CRESE Y MUERE
CON NOSOTROS, ASÍ PUES EL (AMOR VERDADERO) ES UN
PRINCIPIO, NO UN SENTIMIENTO,
MIENTRAS SIGAN BUSCANDO EL AMOR COMO SENTIMIENTO,
COMO TAL SEGUIRÁ PASANDO,
PUES LOS SENTIMIENTOS PASAN, MIENTRAS LOS PRINCIPIOS
PREVALECEN.
(LOS BUENOS SENTIMIENTOS SON DESTELLOS DE UN AMOR
VERDADERO QUE QUIERE SER ENCONTRADO Y QUE SUELE
PERDERSE LA MAYORÍA DE LAS VECES POR ESTAR EQUIVOCADOS)
QUIZÁS FUE MI ORGULLO, O TAL VEZ MI INDIFERENCIA,
PUDO SER MI EGOÍSMO O LA VANALIDAD DE MIS COSAS…
ASÍ ES, SIMPLEMENTE…
POR ESTAR EQUIVOCADOS.
D.R…Luis L.G
Por: cancionXti
Luis LG