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Toca

Toca. Encuentra docenas de toca con fotos para copiar y compartir.


Le expliqué que el mundo es una sinfonía, pero que dios toca de oído.


Ernesto Sábato


En lo que toca específicamente al amor, eso significa: el amor es un poder que produce amor; la impotencia es la incapacidad de producir amor.


Erich Fromm




Todos llevamos dentro unas posibles vidas que vivir, y luego nos toca una u otra.




Un verdadero amigo es quien te toma de la mano y te toca el corazón.


esneyker


Igual que con el hombre del cuento, que convierte en oro todo lo que toca, en mi caso se convierte todo en griterío de periódicos


Albert Einstein


Los celos se engendran entre los que bien se quieren, del aire que pasa, del sol que toca y aun de la tierra que se pisa.


Miguel de Cervantes




Permiteme que el que toca arpa y canta tiene mucha ventaja


Hugo Chávez


El martes toca en primer lugar Virginia Wolf. Luego Anaïs Nin.


Chuck Palahniuk


Por lo que toca a las mujeres, se trata de engaños recíprocos que no entran en la cuenta, porque cuando el amor se mete por medio, es cosa común que los unos engañen a los otros.


Giacomo Casanova




Actuar toca nervios sobre los que no tienes absolutamente ningún control.


Alan Rickman


Nunca hay que decir 'no me toca', sino '¡Voy yo!'.


Don Bosco


El poder es como un violín. Se toma con la izquierda y se toca con la derecha


Eduardo Galeano


Es cierto, ahora es como que todas las bandas tienen un Keith Richards. Es más, algunos lucen más Keith Richards que yo mismo, me refiero a la imagen. Pero resulta ser que ninguno toca como yo


Keith Richards




Si yo hablara todas las lenguas de los hombres y de los ángeles y me faltara el amor, no sería más que bronce que resuena y campana que toca


Pablo de Tarso


Mi conducta no toca decirla a mi, bástame remitirme al testimonio de los que presenciaron mis actos.


Jerónimo Usera


Mi padre una vez me dijo: Hay algunos a los que les toca dar la sangre a otros les toca dar la fuerza, así que mientras podamos nosotros demos la fuerza


Rigoberta Menchú


Las caricias que mojan la piel y la sangre amotinan se marchitan cuando las toca la sucia rutina.


Joaquín Sabina


Siendo Dios el móvil supremo de nuestras acciones, practicamos el bien sin coacción de ninguna especie. Lejos de eso, si mandamos, lo hacemos por amor a la justicia, y si nos toca obedecer, obedecemos por amor a la autoridad. En uno y otro caso el respeto y amor de Dios es el fin de nuestra obra.


Jerónimo Usera


Y como decía Napoleón: El que parte y reparte, le toca su Bonaparte


Cantinflas


Escúchalos, préstales atención: quien nunca toca la tierra, puede que nunca llegue al cielo.


Adam Mickiewicz


Si uno está en una pieza y hay un brasero, algo nos toca. Lógicamente la recesión norteamericana y del mundo, donde hay millones de cesantes, tiene que afectarnos.


Augusto Pinochet


Tenemos que hacer un cambio. Es tiempo de que nosotros como personas empecemos a hacer cambios. Cambiemos la forma como comemos, cambiemos la forma como vivimos y cambiemos la forma como nos tratamos los unos a los otros. Veras la forma en que lo hacemos no está funcionando entonces nos toca a nosotros hacer lo que tenemos que hacer para sobrevivir.


Tupac Shakur


¡¡Estuve toda la vida estudiando un instrumento, viene este pibe, enchufa y dice que toca!!


Pappo


No hay medio de averiguar lo que un individuo es capaz de hacer sino dejándole que pruebe, y el individuo no puede ser reemplazado por otro individuo en lo que toca a resolver sobre la propia vida, el propio destino y la felicidad propia.


John Stuart Mill


Vosotros, poetas, habéis hecho del amor una inmensa impostura: el que nos toca en suerte siempre nos parece menos hermoso que esas rimas emparejadas como dos bocas una sobre otra


Marguerite Yourcenar


Hay un algo santo, divino, escondido en las situaciones más comunes, que toca a cada uno de vosotros descubrir.


Josemaría Escrivá de Balaguer




Supongo que estaba delante de la televisión esperando la noticia de su muerte, porque a los 22 años que tenía entonces, estudiaba, porque es lo que toca cuando uno tiene la suerte de estudiar.


José María Aznar


La guitarra de Edge, por momentos, como en Love is blindness, es la oración más elocuente que cualquiera de las líricas que yo pueda componer. Este tipo habla con Dios cada vez que toca.


Paul David Hewson


Las heridas morales tienen la particularidad de que se ocultan, pero no se cierran; siempre dolorosas, siempre prontas a sangrar cuando se les toca, quedan vivas y abiertas en el corazón


Alexandre Dumas


En batallas del amor siempre les toca perder a los tímidos.


Moliere


Y ajústate los machos, respira hondo, traga saliva, toma carrera, y abre la puerta, sal a la calle, cruza los dedos, toca madera


Joan Manuel Serrat


Yo sigo tocando, pero la gente ya no toca. Por ejemplo está la banda Árbol, que es como Liliana Herrero pero en versión masculina. Yo escucho eso y digo, no puede ser...


Pappo


Músico pagado, no toca un buen son.


Refrán


Cuando El Tiempo Ya Es Ido

Cuando el tiempo ya es ido, uno retorna
como a la casa de la infancia, a algunos
días, rostros, sucesos que supieron
recorrer el camino de nuestro corazón.
Vuelven de nuevo los cansados pasos
cada vez más sencillos y más lentos,
al mismo día, el mismo amigo, el mismo
viejo sol. Y queremos contar la maravilla
ciega para los otros, a nuestros ojos clara,
en donde la memoria ha detenido
como un pintor, un gesto de la mano,
una sonrisa, un modo breve de saludar.
Pues poco a poco el mundo se vuelve impenetrable,
los ojos no comprenden, la mano ya no toca
el alimento innombrable, lo real.


Fina García Marruz


El que es buen músico, con una cuerda toca.


Refrán


Autorretrato

Todo lo que llevo dentro
está ahí fuera.
Se ha hecho -fiel a sí mismo-
mi evidencia.
Mis pensamientos son montes,
mares, selvas,
bloques de sal cegadora,
flores lentas.
El sol realiza mis sueños,
me los crea
y el viento pintor, errante,
-luz, tormenta-
pule y barniza mis óleos,
mis poemas,
y el crepúsculo y la luna
los avientan.

Podéis tocar con las manos
mi conciencia.
Gozar podéis con los ojos
-negro y sepia-
los colores y las tintas
de mis penas.
Y eso que os roza el labio,
bruma o seda,
es mi amor -flores o pájaros
que revuelan-
mis amores, criaturas
libres, sueltas.

Todo lo que fuera duerme,
queda o pasa,
todo lo que huele o sabe,
toca o canta,
conmigo dentro se ha hecho
viva entraña,
víscera oscura y distinta,
sueño y alma.
Si pudierais traspasarme
os pasmarais.
Todo está aquí, aquí dormido.
Dibujada
llevo en mi sangre y mi cuerpo
cuerpo y sangre de mi patria.
Luces y luces de cielo,
cosas santas.
Todo lo que está aquí dentro
fuera estaba.
Todo lo que estaba ahí fuera
dentro calca.
El universo infinito
me enmaraña;
auscultadme, soy su cárcel
sin ventanas.

Escuchadme, dentro, fuera,
donde os plazca.
Mis más íntimos secretos
por el aire los pregonan
y los cantan.


Gerardo Diego


Madrigales

I
Déjame ya ocultarme en tu recuerdo inmenso,
que me toca y me ciñe como una niebla amante;
y que la tibia tierra de tu carne me añore,
oh isla de alas rosadas, plegadas dulcemente.

Y estos versos fugaces que tal vez fueron besos,
y polen de florestas en futuros sin tiempo,
ya son como reflejos de lunas y de olvidos,
estos versos que digo, sin decir, a tu oído.

II
Llámame en la hondonada de tus sueños más dulces,
llámame con tus cielos, con tus nocturnos firmamentos,
llámame con tus noches desgarradas al fondo
por esa ala inmensa de imposible blancura.

Llámame en el collado, llámame en la llanura
y en el viento y la nieve, la aurora y el poniente,
llámame con tu voz, que es esa flor que sube
mientras a tierra caen llorándola sus pétalos.

III
No es para ti que, al fin, estas líneas escribo
en la página azul de este cielo nostálgico
como el viejo lamento del viento en el postigo
del día más floral entre los días idos.

Una palabra vuelve, pero no es tu palabra,
aunque fuera tu aliento que repite mi nombre,
sino mi boca húmeda de tus besos perdidos,
sino tus labios vivos en los míos, furtivos.

Y vuelve, cada siempre, entre el follaje alterno
de días y de noches, de soles y sombrías
estrellas repetidas, vuelve como el celaje
y su bandada quieta, veloz y sin fatiga.

No es para ti este canto que fulge de tus lágrimas,
no para ti este verso de melodías oscuras,
sino que entre mis manos tu temblor aún persiste
y en él, el fuego eterno de nuestras horas


Aurelio Arturo


Duermes...

Duermes. Mi mano toca sueño. Duermes.
Gozo de tu inocencia confiada,
de tu implícita forma en esa noche
que hace tan suya con amor la mano.

Te siento dormir sin verte,
serenísima, sagrada,
nunca imagen de la muerte,
y oponiéndote a la nada
triunfar como piedra inerte.

La delicada masa de tu sueño
se espesa junto a mí, sin paz nocturna,
que así convive con la invulnerable,
cuyo retorno al despertar es siempre
la súbita inmersión en nuestra dicha.

Sumido en un calor de dos, el sueño
relaja su clausura, casi abierta
dulcemente hacia el día aún isleño.
Calor, amor.
La historia tras la puerta.


Jorge Guillén


Soneto Del Amor Evocado

Toca mi corazón tu mano pura,
lejano amor cercano todavía,
y se me vuelve más azul el día
en la clara verdad de la hermosura.

Memoria de tu beso, la dulzura
recobra su perdida melodía.
y torna al cielo de la frente mía
el ángel inicial de la ventura.

El viento es otra vez un manso río
de jazmines abiertos. El estío
entreabre su vena rumorosa.

Y el tiempo se detiene desvelado,
a orillas del recuerdo enamorado
que enciende el corazón cuando le roza.


Meira Delmar


Nocturno Xii

A Santiago de la Escalera

La noche resbala
con mansa dulzura.
Como una azucena
de nevada túnica,
inocente y lírica,
florece la luna.
las estrellas cantan
su cantiga muda
y sueña el paisaje
dormido en la bruma.
¡Qué suave sosiego!
¡Qué paz tan profunda!
Cual blandas cadencias
de canción de cuna,
únicos rumores
que el silencio surcan,
se estremece el bosque,
la brisa susurra
y abajo en el río
rezan las espumas.

Solo dos zagales
- él fuerte, ella rubia -
velan en el valle
Por gozar la albura
de la noche clara,
de la noche rústica.

- Juan, ¿estoy soñando?
¡Oh, qué dulce música!
- Parecen campanas;
no las sentí nunca.
- Quién las toca, di?
-No sé; pero escucha.
María, te quiero.
- Si serán las brujas?
- María, si vieras...
_ O serán los ángeles
allá en las alturas...
- María, te adoro...
- ¿Campanas, o guzlas?
- Me atiendes, María?
- Qué paz, qué dulzura...
¿oyes las campanas?
- ¿María, me escuchas?
- Campanas celestes
¿sonáis en la luna?
Tañido divino...
¡Oh, Juan, esa música!...
- María, ¿me quieres?

-...No puedo ser tuya.


Gerardo Diego