Tortura
Tortura. Encuentra docenas de tortura con fotos para copiar y compartir.
Una vida entre los libros posee una calma y una paz muy grandes. Si bien es cierto que nos sentimos abrumados por un hambre terrible de algo menos tenue, nos ahorramos el remordimiento y el horror y la tortura y el enloquecedor veneno del arrepentimiento.
Bertrand Russell
El insomnio es una lucidez vertiginosa que convertirÃa el paraiso en un lugar de tortura.
Emile M Cioran
La fiesta de los toros está montada en esencia sobre la tortura pública de un animal, y por muchos pases pintureros que el diestro pegue vestido de sota de espadas, nunca podrá ocultar la degradación que late bajo la supuesta belleza de una verónica.
Manuel Vicent
El futuro nos tortura y el pasado nos encadena. He ahà por qué se nos escapa el presente.
Gustave Flaubert
No hay que convertir los momentos o memorias felices en métodos de tortura. Ese es el primer sÃntoma de un "cáncer" que da en el alma.
Hersson Piratoba
El hombre sano no tortura a otros, por lo general es el torturado el que se convierte en torturador.
Carl Gustav Jung
La tortura es tortura y la humillación es humillación solamente si uno elige sufrir.
Chuck Palahniuk
El colonialismo no se comprende sin la posibilidad de torturar, de violar o de matar. La tortura es una modalidad de las relaciones entre ocupantes y ocupados
Frantz Fanon
Si pudiera ser un maldito pescador lo serÃa. Si tuviera la capacidad de ser cualquier cosa menos lo que soy, lo serÃa. No es divertido ser un artista. Es una tortura.
John Lennon
El antagonismo para el hombre de mérito es el combate noble; para el envidioso es la cruel tortura
Ignacio Manuel Altamirano
Desde hace algún tiempo se habla mucho de torturas aplicadas por los soldados franceses a patriotas argelinos. Personalidades extranjeras, y entre ellas francesas, han condenado estas prácticas. No se puede al mismo tiempo querer el mantenimiento de la nación francesa en Argelia y condenar los métodos empleados en ella. La tortura en Argelia no es un accidente, o un error, o una falta
Frantz Fanon
Y aquà estoy con mis locos de cordura, riendo como pocos cuando la razón no nos tortura
Pablo Hasél
Mientras el hombre se tortura pensando cuáles serán las reacciones de la mujer amada, ella se tortura pensando cómo es que él tarda tanto en manifestarse
André Maurois
La tortura ha desaparecido del Código. Cosa diferente es que desaparezca de las costumbres.
Rafael Barrett
Xenofilia, ésa es mi ciencia, significa lo que implica amor por la diferencia, amor que nos tortura, porque amar es la mayor locura a no ser que se ame con locura
Nach
Un dÃa surgirá del cerebro de la ciencia una máquina con una fuerza tan temible y terrorÃfica, que hasta el hombre, el guerrero, que esta dispuesto a soportar la muerte y tortura para inflingir muerte, abandonará la guerra por siempre.
Thomas Edison
Tengo una pregunta que a veces me tortura: estoy loco yo o los locos son los demás.
Albert Einstein
? era una tortura, no se acababa nunca el tiempo en que el mundo real le abrasaba la piel.
Patrick Süskind
El martirio de la humanidad es doble: para el macho, la más dura fatiga: el pensar; para la hembra, la más espantosa tortura: el parir.
Giovanni Papini
Estoy orgullosa de haber mentido, mentir bajo tortura no es fácil. Frente a la tortura, una persona con dignidad miente. Soportar la tortura es muy difÃcil [?] El dolor es insoportable; no se pueden imaginar cómo. Estoy orgullosa de haber mentido, porque salvé a mis [entonces] camaradas de la misma tortura y de la muerte
Dilma Rousseff
Noria de Noches
Otros sufren de hambre o padecen prisión
o viven con vergüenza o con humillación
o rumian una culpa o aguardan un perdón
Yo llevo este secreto que va en mi corazón
Otros están enfermos y se sienten morir
o elaboran de noche la manera de huir
o fatigan las calles sin saber dónde ir
Yo guardo mi secreto y no puedo dormir
Otros en la miseria callan con estupor
o en la tortura aprietan los dientes y el honor
o solitarios llenan las calles de dolor
Yo me entro en el silencio con la palabra amor.
Otros sufren de hambre o padecen prisión
o viven con vergüenza o con humillación
o rumian una culpa o aguardan un perdón
Yo llevo este secreto que va en mi corazón
Otros están enfermos y se sienten morir
o elaboran de noche la manera de huir
o fatigan las calles sin saber dónde ir
Yo guardo mi secreto y no puedo dormir
Otros en la miseria callan con estupor
o en la tortura aprietan los dientes y el honor
o solitarios llenan las calles de dolor
Yo me entro en el silencio con la palabra amor.
Félix Grande
Amiga
Te brillaban dos lágrimas
por fin nos despedimos
sin poder compartir el aluvión de noche
pero tú me sabÃas
rompiéndome en aceras
recorriendo senderos sin gravedad deshechos
alejándome progresivamente
por el vasto universo de veloces esferas
desde aquel chorro negro en cuyo centro
el yo
se quedaba en la ráfaga
el punto
donde nada ni nadie
solo el deseo con su vientre de lava
la muerte por los brazos cargando pesadez
cargando frÃo
dejándolos colgar desasiéndose aplastándose
la cabeza también como un cometa dormido rodando
a miles de kilómetros ya la vez
en tus pupilas húmedas
brillantes como estrellas en el agua de la noche
de esa noche
cuando abierto y desnudo el corazón
como las rosas que desnudan su cráter
y el cuerpo les da vueltas
como fuego en racimos
devorador de órbitas elÃpticas que ensanchan el espacio infinito
dejaba solo solo solo
ese punto
lejano y arraigado
negro insaciable pozo de tortura y destello
que reclama violento
más viento entre los sauces que lloran
más delirio en las cascadas irisadas
más cobijo en las manos de la lluvia
más temblor en el beso de la tierra
y agónico
encuentra nada más el pánico
de miembros desarmados
y se entrega fieramente
al sueño extraño
en la ebriedad y veneno
de un instante de amor
propio
inasible
incomprensible
inexpresable
intransmisible
incomunicable
incompartible
a penas
un ahogo
perecer
y todo
en tu pupila
impregnada de infancia.
"Libro de alienaciones" 1980
Te brillaban dos lágrimas
por fin nos despedimos
sin poder compartir el aluvión de noche
pero tú me sabÃas
rompiéndome en aceras
recorriendo senderos sin gravedad deshechos
alejándome progresivamente
por el vasto universo de veloces esferas
desde aquel chorro negro en cuyo centro
el yo
se quedaba en la ráfaga
el punto
donde nada ni nadie
solo el deseo con su vientre de lava
la muerte por los brazos cargando pesadez
cargando frÃo
dejándolos colgar desasiéndose aplastándose
la cabeza también como un cometa dormido rodando
a miles de kilómetros ya la vez
en tus pupilas húmedas
brillantes como estrellas en el agua de la noche
de esa noche
cuando abierto y desnudo el corazón
como las rosas que desnudan su cráter
y el cuerpo les da vueltas
como fuego en racimos
devorador de órbitas elÃpticas que ensanchan el espacio infinito
dejaba solo solo solo
ese punto
lejano y arraigado
negro insaciable pozo de tortura y destello
que reclama violento
más viento entre los sauces que lloran
más delirio en las cascadas irisadas
más cobijo en las manos de la lluvia
más temblor en el beso de la tierra
y agónico
encuentra nada más el pánico
de miembros desarmados
y se entrega fieramente
al sueño extraño
en la ebriedad y veneno
de un instante de amor
propio
inasible
incomprensible
inexpresable
intransmisible
incomunicable
incompartible
a penas
un ahogo
perecer
y todo
en tu pupila
impregnada de infancia.
"Libro de alienaciones" 1980
Clara Janés
Déjame que llore como aquel que sufre en vida la tortura de llorar su propia muerte.
Enrique Santos Discépolo
Amor de cada instante... duro amor sin delicias: cadena cruz, cilicio, gloria ausente, esperada, gozo y tortura a un tiempo.
Ernestina De ChampourcÃÂn
Canción de La Noche Sola
Fue mÃa una noche. Llegó de repente,
y huyó como el viento, repentinamente.
Alumna curiosa que aprendió el placer,
fue mÃa una noche. No la he vuelto a ver.
Fue la noche sola de una sola estrella.
Si miro las nubes, después pienso en ella.
Mi amor no la busca; mi amor no la llama;
la flor desprendida no vuelve a la rama,
y las ilusiones son como un espejo
que cuando se empaña pierde su reflejo.
Fue mÃa una noche, locamente mÃa:
me quema los labios su sed todavÃa.
Bella como pocas, nunca fue más bella
que soñando el sueño de la noche aquella.
Su amor de una noche sigue siendo mÃo:
la corriente pasa, pero queda el rÃo;
y si ella es la estrella de una noche sola,
yo he sido en su playa la primera ola.
Amor de una noche que ignoró el hastÃo.
Somos las distantes orillas de un rÃo,
entre las que cruza la corriente clara,
y el agua las une, pero las separa.
Amor de una noche: si vuelves un dÃa,
ya no he de sentirte tan loca y tan mÃa.
Más que la tortura de una herida abierta,
mi amor ama el viento que cierra una puerta.
El amor florece tierra movediza,
y es ley de la llama trocarse en cenizas.
El amor que vuelve, siempre vuelve en vano,
asà como un ciego que tiende la mano.
Amor de una noche sin amanecer:
¡acaso prefiero no volverte a ver!
Fue mÃa una noche. Llegó de repente,
y huyó como el viento, repentinamente.
Alumna curiosa que aprendió el placer,
fue mÃa una noche. No la he vuelto a ver.
Fue la noche sola de una sola estrella.
Si miro las nubes, después pienso en ella.
Mi amor no la busca; mi amor no la llama;
la flor desprendida no vuelve a la rama,
y las ilusiones son como un espejo
que cuando se empaña pierde su reflejo.
Fue mÃa una noche, locamente mÃa:
me quema los labios su sed todavÃa.
Bella como pocas, nunca fue más bella
que soñando el sueño de la noche aquella.
Su amor de una noche sigue siendo mÃo:
la corriente pasa, pero queda el rÃo;
y si ella es la estrella de una noche sola,
yo he sido en su playa la primera ola.
Amor de una noche que ignoró el hastÃo.
Somos las distantes orillas de un rÃo,
entre las que cruza la corriente clara,
y el agua las une, pero las separa.
Amor de una noche: si vuelves un dÃa,
ya no he de sentirte tan loca y tan mÃa.
Más que la tortura de una herida abierta,
mi amor ama el viento que cierra una puerta.
El amor florece tierra movediza,
y es ley de la llama trocarse en cenizas.
El amor que vuelve, siempre vuelve en vano,
asà como un ciego que tiende la mano.
Amor de una noche sin amanecer:
¡acaso prefiero no volverte a ver!
José Angel Buesa
El Parto
Mujer, toda mi sangre está presente
contigo en esa lucha que sostienes.
Contigo está mi amor incandescente
y en tu llanto y tu duelo me contienes.
Nunca en la vida estuve tan de prisa
tan lleno de relámpagos y ruegos,
como ahora que ha muerto tu sonrisa
y están con tu dolor todos los fuegos.
Nunca estuvo mi amor tan a tu lado,
nunca como esta noche de tortura
cuando sufre mi amor crucificado
en el mismo tablón de tu amargura.
Mujer, toda mi sangre está presente
contigo en esa lucha que sostienes.
Contigo está mi amor incandescente
y en tu llanto y tu duelo me contienes.
Nunca en la vida estuve tan de prisa
tan lleno de relámpagos y ruegos,
como ahora que ha muerto tu sonrisa
y están con tu dolor todos los fuegos.
Nunca estuvo mi amor tan a tu lado,
nunca como esta noche de tortura
cuando sufre mi amor crucificado
en el mismo tablón de tu amargura.
Jorge Debravo
Necesito de Ti
Necesito de ti, de tu presencia,
de tu alegre locura enamorada.
No soporto que agobie mi morada
la penumbra sin labios de tu ausencia.
Necesito de ti, de tu clemencia,
de la furia de luz de tu mirada;
esa roja y tremenda llamarada
que me impones, amor, de penitencia.
Necesito tus riendas de cordura
y aunque a veces tu orgullo me tortura
de mi puesto de amante no dimito.
Necesito la miel de tu ternura,
el metal de tu voz, tu calentura.
Necesito de ti, te necesito.
Necesito de ti, de tu presencia,
de tu alegre locura enamorada.
No soporto que agobie mi morada
la penumbra sin labios de tu ausencia.
Necesito de ti, de tu clemencia,
de la furia de luz de tu mirada;
esa roja y tremenda llamarada
que me impones, amor, de penitencia.
Necesito tus riendas de cordura
y aunque a veces tu orgullo me tortura
de mi puesto de amante no dimito.
Necesito la miel de tu ternura,
el metal de tu voz, tu calentura.
Necesito de ti, te necesito.
Rafael de León
Mujer de Ausencia
Mujer de ausencia,
escultura de música en el tiempo.
Cuando modelo el busto
faltan los pies y el rostro se deshizo.
Ni el retrato me fija con su quÃmica
el momento justo.
Es un silencio muerto
en la infinita melodÃa.
Mujer de ausencia, estatua
de sal que se disuelve, y la tortura
de forma sin materia.
Mujer de ausencia,
escultura de música en el tiempo.
Cuando modelo el busto
faltan los pies y el rostro se deshizo.
Ni el retrato me fija con su quÃmica
el momento justo.
Es un silencio muerto
en la infinita melodÃa.
Mujer de ausencia, estatua
de sal que se disuelve, y la tortura
de forma sin materia.
Gerardo Diego
SOLEDAD.
Soledad inmensa y acogedora
Fiel en la melancolÃa
Q invades después de la
AlegrÃa con fuerza desgarradora.
Eres lenta pero penetrante
Devastadora y segura q te
Alojas en la mente con
Dulzura y con ternura.
Sueles ser buena y mala
Reaccionas de diferentes maneras
A veces perjudicas y en otras
Como consejera q rescata.
Haces q piense en maldades,
TonterÃas y en crueldades
Q mi imaginación se dispare
Y divague por el aire.
Es un sentimiento q consuela
Emoción q crece automáticamente
Sin medida e involuntariamente
Apaga la mirada y los suspiros.
Haces brotar gotas de lágrimas
Y la tristeza se acumula
Infundiendo odio y tortura
Q por dentro dañas y lastimas.
Soledad inmensa y acogedora
Fiel en la melancolÃa
Q invades después de la
AlegrÃa con fuerza desgarradora.
Eres lenta pero penetrante
Devastadora y segura q te
Alojas en la mente con
Dulzura y con ternura.
Sueles ser buena y mala
Reaccionas de diferentes maneras
A veces perjudicas y en otras
Como consejera q rescata.
Haces q piense en maldades,
TonterÃas y en crueldades
Q mi imaginación se dispare
Y divague por el aire.
Es un sentimiento q consuela
Emoción q crece automáticamente
Sin medida e involuntariamente
Apaga la mirada y los suspiros.
Haces brotar gotas de lágrimas
Y la tristeza se acumula
Infundiendo odio y tortura
Q por dentro dañas y lastimas.
josabe
El poder liberar lo q sconde mi corazon era el miedo q me encerraba se q no stoy donde debo star quisiera ser como un rio q fluye sin reproches, todo es como una tortura a muerte spero me ayude a ser mas fuerte ...
Alessandro Mazariegos
Amo
Esa mirada con tanta ternura;
amo tu boca que me vuelve loca
qué besarla deseo, y me provoca
sentir que me amas hasta la locura.
Eres esa luz en mà noche oscura;
tu amor es tan seguro como roca
en el lugar de reina me coloca
y qué amarte me lleva sin cordura.
Eres el sol caliente que tortura,
al pensar que tu calor no me toca,
y tus besos me quitan la amargura.
Cuando siento tus labios en mà boca.
Vivir amando, amando tu figura,
que entre besos y besos se sofoca.!
Esa mirada con tanta ternura;
amo tu boca que me vuelve loca
qué besarla deseo, y me provoca
sentir que me amas hasta la locura.
Eres esa luz en mà noche oscura;
tu amor es tan seguro como roca
en el lugar de reina me coloca
y qué amarte me lleva sin cordura.
Eres el sol caliente que tortura,
al pensar que tu calor no me toca,
y tus besos me quitan la amargura.
Cuando siento tus labios en mà boca.
Vivir amando, amando tu figura,
que entre besos y besos se sofoca.!
Gabriela Gutierrez de Guevara
Cautiva
Cautiva que entre cerrojos,
frente a la angosta ventana
dejas espaciar los ojos
por la campiña lejana,
¿de qué te sirve tener
en el pecho un ansia viva,
si eres libre para ver,
y para volar cautiva?
Siento mayor la amargura
de tu mal cuando te veo
con las alas en tortura
y en libertad el deseo.
Preso el pie y el alma alerta...
¡Qué morir frente a la vida!
¿Para qué ventana abierta
si no hay puerta de salida?
Alma cautiva y hermana
que en la campiña lejana
dejas espaciar los ojos,
¡que te quiten los cerrojos
o te cierren la ventana!
Cautiva que entre cerrojos,
frente a la angosta ventana
dejas espaciar los ojos
por la campiña lejana,
¿de qué te sirve tener
en el pecho un ansia viva,
si eres libre para ver,
y para volar cautiva?
Siento mayor la amargura
de tu mal cuando te veo
con las alas en tortura
y en libertad el deseo.
Preso el pie y el alma alerta...
¡Qué morir frente a la vida!
¿Para qué ventana abierta
si no hay puerta de salida?
Alma cautiva y hermana
que en la campiña lejana
dejas espaciar los ojos,
¡que te quiten los cerrojos
o te cierren la ventana!
Enrique González MartÃÂnez
me aplicaste la peor tortura el sentirme correspondida toque el cielo pero cuando me dijiste que tu corazón no me pertenencia me arrastraste al infierno
kaede
«Por orden de la Prominencia Infame o la Autoridad de su Desquicio, el sátrapa (que asevera estar pacÃficamente armado) decidió dar discrecionalmente latigazos: pero, he ahà a una resistencia con marcas de tortura que no cesa»
Alberto Jiménez Ure
Prefiero ser esclavo en el amor, que libre con mi soledad... y que nadie me diga q ser libre es una dicha porque no hay peor tortura que querer darle el nombre de libertad a la triste y oscura soledad, xq sentirse solo no es estar libre.
Fernand¡ta