Una tumba que diga ( 4 )
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¿es El Mar El Que Brilla...
Ante la tumba de Paul Valéry
¿ES el mar el que brilla
o eres tú, que apareces
disuelto allá en las olas
para gozar de nuevo
lo que cantan tus versos?
Veo el mar con tus ojos,
el cielo con tus ojos,
los pájaros marinos
con tus ojos.
Y tú me estás mirando
con los míos,
despojados de todo
tú y yo,
envueltos en la luz
de un nuevo mediodía.
Lo que queda de ti,
lo que queda de mí,
es tan poco que es nada.
Solo, solo tus versos
brillan como las olas
bajo el sol,
baten en mi memoria
con tu voz.
Tu nombre sobre el mármol,
los míseros despojos
que adivino,
se borran con el eco
de tus versos
disueltos en la espuma.
Ante la tumba de Paul Valéry
¿ES el mar el que brilla
o eres tú, que apareces
disuelto allá en las olas
para gozar de nuevo
lo que cantan tus versos?
Veo el mar con tus ojos,
el cielo con tus ojos,
los pájaros marinos
con tus ojos.
Y tú me estás mirando
con los míos,
despojados de todo
tú y yo,
envueltos en la luz
de un nuevo mediodía.
Lo que queda de ti,
lo que queda de mí,
es tan poco que es nada.
Solo, solo tus versos
brillan como las olas
bajo el sol,
baten en mi memoria
con tu voz.
Tu nombre sobre el mármol,
los míseros despojos
que adivino,
se borran con el eco
de tus versos
disueltos en la espuma.
José Corredor-Matheos
Propongamos sin miedo una gran asamblea donde allí se proclame que la gente se ame contra viento y marea, desterrar la codicia, tirar la injusticia desde una azotea y colgar un letrero que diga te quiero y todos lo vean.
Eladia Blazquez
Nosotros exigimos que nuestros hombres hagan lo que se les diga. Nuestra organización es tan especializada y todas sus partes dependen de las otras de tal modo que es imposible pensar en dejar a nuestros obreros hacer lo que quieran. Sin la más rigurosa disciplina llegaríamos a la confusión más extrema.
Henry Ford
Acaso no haya nada tan considerable en la historia de los cristianos como Rancé rezando a la luz de las estrellas, apoyado en los acueductos de los césares, a la puerta de las catacumbas: el agua se lanzaba con fragor por encima de las murallas de la Ciudad Eterna, mientras la muerte, abajo, entraba silenciosamente en la tumba.
François René De Chateaubriand
Tengo Marcado Un Nombre
Tengo marcado un nombre
no sé por quién, ni donde. Tengo un número
como deben tenerlo las plantas y los pájaros.
Me llaman y respondo.
Me vuelven a llamar desde una cima,
debajo de una roca, en un bosque desierto.
Me vuelvan a llamar desde una iglesia,
desde una sobremesa familiar, desde un amigo.
Me vuelven a llamar desde una tumba.
Sé que pude ser ciervo,
o pude ser encina, o no pasar de tierra.
Para decir: ya voy, tengo una voz concreta
que no me sé escuchar porque no es mía.
Parte de mí y se esconde,
aunque presiento que después de todo
he de volver a verla.
Es fácil responder,
A veces solo basta mirar o ser mirado
o sentirse sabido de memoria.
Puede ser suficiente
abrir los ojos, extender los brazos
y decir: aquí estoy.
Contestar es vivir. Basta gritar: ¡alerta!
La muerte debe ser
la primera llamada incontestable.
Tengo marcado un nombre
no sé por quién, ni donde. Tengo un número
como deben tenerlo las plantas y los pájaros.
Me llaman y respondo.
Me vuelven a llamar desde una cima,
debajo de una roca, en un bosque desierto.
Me vuelvan a llamar desde una iglesia,
desde una sobremesa familiar, desde un amigo.
Me vuelven a llamar desde una tumba.
Sé que pude ser ciervo,
o pude ser encina, o no pasar de tierra.
Para decir: ya voy, tengo una voz concreta
que no me sé escuchar porque no es mía.
Parte de mí y se esconde,
aunque presiento que después de todo
he de volver a verla.
Es fácil responder,
A veces solo basta mirar o ser mirado
o sentirse sabido de memoria.
Puede ser suficiente
abrir los ojos, extender los brazos
y decir: aquí estoy.
Contestar es vivir. Basta gritar: ¡alerta!
La muerte debe ser
la primera llamada incontestable.
Rafael Guillén
La Muerta de Marfil
Contemplé, en la mañana,
la tumba de una niña;
en el sauce lloroso gemía tramontana,
desolando la amena, brilladora campiña.
Desde el túmulo frío, de verdes oquedades,
volaba el pensamiento
hacia la núbil áurea, bella de otras edades,
ceñida de contento.
Al ver oscuras flores,
libélulas moradas, junto a la losa abierta,
pensé en el jardín claro, en el jardín de amores,
de la beldad despierta.
Como sombría nube, al ver la tumba rara,
de un fluvión mortecino en la arena y el hielo,
pensé en la rubia aurora de juventud que amara
la niña, flor de cielo.
Por el lloroso sauce, lilial música de ella,
modula el aura sola en el panteón de olvido.
Murió canora y bella;
y están sus restos blancos como el marfil pulido.
Contemplé, en la mañana,
la tumba de una niña;
en el sauce lloroso gemía tramontana,
desolando la amena, brilladora campiña.
Desde el túmulo frío, de verdes oquedades,
volaba el pensamiento
hacia la núbil áurea, bella de otras edades,
ceñida de contento.
Al ver oscuras flores,
libélulas moradas, junto a la losa abierta,
pensé en el jardín claro, en el jardín de amores,
de la beldad despierta.
Como sombría nube, al ver la tumba rara,
de un fluvión mortecino en la arena y el hielo,
pensé en la rubia aurora de juventud que amara
la niña, flor de cielo.
Por el lloroso sauce, lilial música de ella,
modula el aura sola en el panteón de olvido.
Murió canora y bella;
y están sus restos blancos como el marfil pulido.
José MarÃa Eguren
Mitla
Señoras del presente y del olvido
las hormigas recorren
los espacios del silencio
arrastrando grumos de vida
hacia el mundo de las sombras
Como vampiros con las alas abiertas
en el horizonte borroso
los escuálidos señores de la muerte
sin proyectar sombra sobre el suelo arenoso
sin ser tocados por el viento o la hora
Entre peñascos rotos que un día acabarán
sobre el sabino antiguo que un día caerá
sin la memoria mínima de los dioses extintos
ni del Bigaña estricto que se volvió humedad
miro el sol que se muere
Bajan las sombras lentas
por los caminos ralos de Monte Albán
y dirigiéndose al otro mundo
atraviesan cuerpos y muros
con su temblor y frío
En el patio ruinosos al borde de una tumba
un sacerdote enjuto con camisas de grecas
arroja su espectro sobre el polvo
y traza con dedo descarnado
la forma de las constelaciones deshechas
Señoras del presente y del olvido
las hormigas recorren
los espacios del silencio
arrastrando grumos de vida
hacia el mundo de las sombras
Como vampiros con las alas abiertas
en el horizonte borroso
los escuálidos señores de la muerte
sin proyectar sombra sobre el suelo arenoso
sin ser tocados por el viento o la hora
Entre peñascos rotos que un día acabarán
sobre el sabino antiguo que un día caerá
sin la memoria mínima de los dioses extintos
ni del Bigaña estricto que se volvió humedad
miro el sol que se muere
Bajan las sombras lentas
por los caminos ralos de Monte Albán
y dirigiéndose al otro mundo
atraviesan cuerpos y muros
con su temblor y frío
En el patio ruinosos al borde de una tumba
un sacerdote enjuto con camisas de grecas
arroja su espectro sobre el polvo
y traza con dedo descarnado
la forma de las constelaciones deshechas
Homero Aridjis
Donde Fuiste Feliz...
Donde fuiste feliz alguna vez
no debieras volver jamás: el tiempo
habrá hecho sus destrozos, levantando
su muro fronterizo
contra el que la ilusión chocará estupefacta.
El tiempo habrá labrado,
paciente, tu fracaso
mientras faltabas, mientras ibas
ingenuamente por el mundo
conservando como recuerdo
lo que era destrucción subterránea, ruina.
Si la felicidad te la dio una mujer
ahora habrá envejecido u olvidado
y solo sentirás asombro
-el anticipo de las maldiciones.
Si una taberna fue, habrá cambiado
de dueño o de clientes
y tu rincón se habrá ocupado
con intrusos fantasmagóricos
que con su ajeneidad, te empujan a la calle, al vacío.
Si fue un barrio, hallarás
entre los cambios del urbano progreso
tu cadáver diseminado.
No debieras volver jamás a nada, a nadie,
pues toda historia interrumpida
tan solo sobrevive
para vengarse en la ilusión, clavarle
su cuchillo desesperado,
morir asesinando.
Mas sabes que la dicha es como un criminal
que seduce a su victima
que la reclama con atroz dulzura
mientras esconde la mano homicida.
Sabes que volverás, que te hallas condenado
a regresar, humilde, donde fuiste feliz.
Sabes que volverás
porque la dicha consistió en marcarte
con la nostalgia, convertirte
la vida en cicatriz;
y si has de ser leal, girarás errabundo
alrededor del desastre entrañable
como girase un perro ante la tumba
de su dueño... su dueño... su dueño...
Donde fuiste feliz alguna vez
no debieras volver jamás: el tiempo
habrá hecho sus destrozos, levantando
su muro fronterizo
contra el que la ilusión chocará estupefacta.
El tiempo habrá labrado,
paciente, tu fracaso
mientras faltabas, mientras ibas
ingenuamente por el mundo
conservando como recuerdo
lo que era destrucción subterránea, ruina.
Si la felicidad te la dio una mujer
ahora habrá envejecido u olvidado
y solo sentirás asombro
-el anticipo de las maldiciones.
Si una taberna fue, habrá cambiado
de dueño o de clientes
y tu rincón se habrá ocupado
con intrusos fantasmagóricos
que con su ajeneidad, te empujan a la calle, al vacío.
Si fue un barrio, hallarás
entre los cambios del urbano progreso
tu cadáver diseminado.
No debieras volver jamás a nada, a nadie,
pues toda historia interrumpida
tan solo sobrevive
para vengarse en la ilusión, clavarle
su cuchillo desesperado,
morir asesinando.
Mas sabes que la dicha es como un criminal
que seduce a su victima
que la reclama con atroz dulzura
mientras esconde la mano homicida.
Sabes que volverás, que te hallas condenado
a regresar, humilde, donde fuiste feliz.
Sabes que volverás
porque la dicha consistió en marcarte
con la nostalgia, convertirte
la vida en cicatriz;
y si has de ser leal, girarás errabundo
alrededor del desastre entrañable
como girase un perro ante la tumba
de su dueño... su dueño... su dueño...
Félix Grande
Estío
Una dura raigambre de alto helecho
he elegido por tumba prematura
en esta soledad de arena oscura
donde gime la sangre de mi pecho.
Lejos está el amor. Aquí cosecho
un bronco sol para mi sepultura.
Aquí crece mejor la quemadura
que quiero para el fondo de mi pecho.
Todo ese inmenso mar no bastaría
para volver la vida y la mirada
a esta osamenta gris, a este esqueleto.
Hace tiempo que amó. Ya no sabría
dar su ofrenda al amor, su calcinada
sangre, su corazón lejano y quieto.
Una dura raigambre de alto helecho
he elegido por tumba prematura
en esta soledad de arena oscura
donde gime la sangre de mi pecho.
Lejos está el amor. Aquí cosecho
un bronco sol para mi sepultura.
Aquí crece mejor la quemadura
que quiero para el fondo de mi pecho.
Todo ese inmenso mar no bastaría
para volver la vida y la mirada
a esta osamenta gris, a este esqueleto.
Hace tiempo que amó. Ya no sabría
dar su ofrenda al amor, su calcinada
sangre, su corazón lejano y quieto.
José Luis Cano
Madre Naturaleza
Madre, madre, cansado y soñoliento
quiero pronto volver a tu regazo;
besar tu seno, respirar tu aliento
y sentir la indolencia de tu abrazo.
Tú no cambias, ni mudas, ni envejeces;
en ti se encuentra la virtud perdida,
y tentadora y joven apareces
en las grandes tristezas de la vida.
Con ansia inmensa que mi ser consume
quiero apoyar las sienes en tu pecho,
tal como el niño que la nieve entume
busca el calor de su mullido lecho.
!Aire! ¡más luz, una planicie verde
y un horizonte azul que la limite,
sombra para llorar cuando recuerde,
cielo para creer cuando medite!
Abre, por fin, hospedadora muda,
tus vastas y tranquilas soledades,
y deja que mi espíritu sacuda
el tedio abrumador de las ciudades.
No más continuo batallar: ya brota
sangre humeante de mi abierta herida,
y quedo inerme, con la espada rota,
en la terrible lucha por la vida.
¡Acude madre, y antes que perezca
y bajo el peso, del dolor sucumba;
o abre tus senos, y que el musgo crezca
sobre la humilde tierra de mi tumba!
Madre, madre, cansado y soñoliento
quiero pronto volver a tu regazo;
besar tu seno, respirar tu aliento
y sentir la indolencia de tu abrazo.
Tú no cambias, ni mudas, ni envejeces;
en ti se encuentra la virtud perdida,
y tentadora y joven apareces
en las grandes tristezas de la vida.
Con ansia inmensa que mi ser consume
quiero apoyar las sienes en tu pecho,
tal como el niño que la nieve entume
busca el calor de su mullido lecho.
!Aire! ¡más luz, una planicie verde
y un horizonte azul que la limite,
sombra para llorar cuando recuerde,
cielo para creer cuando medite!
Abre, por fin, hospedadora muda,
tus vastas y tranquilas soledades,
y deja que mi espíritu sacuda
el tedio abrumador de las ciudades.
No más continuo batallar: ya brota
sangre humeante de mi abierta herida,
y quedo inerme, con la espada rota,
en la terrible lucha por la vida.
¡Acude madre, y antes que perezca
y bajo el peso, del dolor sucumba;
o abre tus senos, y que el musgo crezca
sobre la humilde tierra de mi tumba!
Manuel Gutiérrez Nájera
Ola
Hacia la arena tibia se desliza
la flor de las espumas fugitivas,
y en su cristal navega el aire herido,
imperceptible, desplomado, oscuro
como paloma que de pronto niega
de su mármol idéntico el estío
o el miedo que en silencios se apresura
y solo huella fuese de un viraje,
melancólica niebla que al oído
dejara su tranquilo desaliento.
mas el aire es quien fragua, sosegado,
la caricia sombría, el beso amargo
que al fin fatigará el oculto aroma
de la arena doliente, deseosa,
ávida, estéril sombra pensativa,
cuerpo anegado en un cansancio oscuro
sometido al murmullo de aquel beso.
Hermosa así, desnuda, ya no es
la carne iluminada cual la flecha
que en el viento describe lujuriosa
el temblor que después ha de entregar;
ni es la boca ardiente, enamorada,
insaciable al contacto, al beso ávida
como profundo aroma silencioso;
Ni la pasión del fuego hacia el aliento
destruyendo lo inmóvil de la sombra
para precipitarla en lo que ha sido,
sino que, ya ternura del cautivo
que sabe dónde amor le está esperando,
quiebra su forma, pierde su albedrío
y en un instante de candor o ala
ahogada en un anhelo suspendido,
como ciega tormenta despeñada
abandónase al cuerpo que la acosa
y a su encuentro es caricia, oscura imagen
de rudo impulso convertido en plumas
o tinieblas perdidas para siempre,
y sabe cómo al fin la arena es tumba,
frontera temblorosa donde se abren
las flores fugitivas de la espuma,
resueltas ya en silencio y lentitud.
Hacia la arena tibia se desliza
la flor de las espumas fugitivas,
y en su cristal navega el aire herido,
imperceptible, desplomado, oscuro
como paloma que de pronto niega
de su mármol idéntico el estío
o el miedo que en silencios se apresura
y solo huella fuese de un viraje,
melancólica niebla que al oído
dejara su tranquilo desaliento.
mas el aire es quien fragua, sosegado,
la caricia sombría, el beso amargo
que al fin fatigará el oculto aroma
de la arena doliente, deseosa,
ávida, estéril sombra pensativa,
cuerpo anegado en un cansancio oscuro
sometido al murmullo de aquel beso.
Hermosa así, desnuda, ya no es
la carne iluminada cual la flecha
que en el viento describe lujuriosa
el temblor que después ha de entregar;
ni es la boca ardiente, enamorada,
insaciable al contacto, al beso ávida
como profundo aroma silencioso;
Ni la pasión del fuego hacia el aliento
destruyendo lo inmóvil de la sombra
para precipitarla en lo que ha sido,
sino que, ya ternura del cautivo
que sabe dónde amor le está esperando,
quiebra su forma, pierde su albedrío
y en un instante de candor o ala
ahogada en un anhelo suspendido,
como ciega tormenta despeñada
abandónase al cuerpo que la acosa
y a su encuentro es caricia, oscura imagen
de rudo impulso convertido en plumas
o tinieblas perdidas para siempre,
y sabe cómo al fin la arena es tumba,
frontera temblorosa donde se abren
las flores fugitivas de la espuma,
resueltas ya en silencio y lentitud.
Alà Chumacero
Regreso Al Mar
Siempre es el mar donde mejor se quiere,
fué siempre el mar donde mejor te quise;
al amor, como al mar, no hay quien lo alise
ni al mar , como al amor, quien lo modere.
No hay quien como la mar familiarice
ni quien com la ola persevere,
ni el que más diga en lo que vive y muere
nos dice más de lo que el mar nos dice.
Vamos de nuevo al mar;quiero encontrarte
la hora más azul para besarte
y el lugar más allá para quererte,
donde el agua es al par agua y abismo,
en la alta mar, en donde el aire mismo
se da un aire al amor y otro a la muerte.
Siempre es el mar donde mejor se quiere,
fué siempre el mar donde mejor te quise;
al amor, como al mar, no hay quien lo alise
ni al mar , como al amor, quien lo modere.
No hay quien como la mar familiarice
ni quien com la ola persevere,
ni el que más diga en lo que vive y muere
nos dice más de lo que el mar nos dice.
Vamos de nuevo al mar;quiero encontrarte
la hora más azul para besarte
y el lugar más allá para quererte,
donde el agua es al par agua y abismo,
en la alta mar, en donde el aire mismo
se da un aire al amor y otro a la muerte.
Andrés Eloy Blanco
La persona que te engaña una vez te engañara toda la vida no lo hara comola primera vez pero te engañara de distintas maneras diga lo que el diga.
Rosa Del Carmen Gonzalez Sanchez
Mi amor
Mi amor, nunca entenderás lo mucho que te quiero. Haga lo que haga, diga lo que diga.
Te lo di todo, lo hice todo por ti. Di la cara cuando otros te criticaban y respondí en tu nombre. Te amé como nadie llegó a hacerlo, con el alma.
La gente me decía que te dejara por que creían que eras arrogante, superficial y ególatra. Pero no, para mí eras la perfección personificada, con un halo sobre tu cabeza.Tu rostro era joven, inocente y pícaro a la vez. Tu pelo era brillante, lacio y suave como la seda.Tu cuerpo era perfecto, esbelto, ligero y delicado.Tu voz, un dulce susurro como el de un ángel.Y lo que más he querido nunca de ti, lo que me hace sentir un electrizante escalofrío por la espalda, tus ojos. Verdes con tonos marrones, mágicos, hermosos, tuyos. Cuando los vi por primera vez sentí que tenían que ser míos.Pero a mí no me hubiera importado tu aspecto con esa personalidad: cariñosa, fiel, educada, inteligente y sobre todo, como todo tu ser, dulce.
Siempre estuve a tu vera aguardando el momento en que me dijeras esas palabras que tanto deseaba al oído y me hicieras todo lo feliz que podría llegar a ser. Solo te pedí una cosa: que estuvieras conmigo. Pero ese día se me partió el corazón en mil pedazos cuando me dijeron la espantosa noticia.
“No prestó atención y un coche acabó con su vida”.Solo te pedí una cosa, tú me pedías muchas y todas te las di. En cambio tú, solo pensaste en ti.
Mi amor, nunca entenderás lo mucho que te quiero. Haga lo que haga, diga lo que diga.
Te lo di todo, lo hice todo por ti. Di la cara cuando otros te criticaban y respondí en tu nombre. Te amé como nadie llegó a hacerlo, con el alma.
La gente me decía que te dejara por que creían que eras arrogante, superficial y ególatra. Pero no, para mí eras la perfección personificada, con un halo sobre tu cabeza.Tu rostro era joven, inocente y pícaro a la vez. Tu pelo era brillante, lacio y suave como la seda.Tu cuerpo era perfecto, esbelto, ligero y delicado.Tu voz, un dulce susurro como el de un ángel.Y lo que más he querido nunca de ti, lo que me hace sentir un electrizante escalofrío por la espalda, tus ojos. Verdes con tonos marrones, mágicos, hermosos, tuyos. Cuando los vi por primera vez sentí que tenían que ser míos.Pero a mí no me hubiera importado tu aspecto con esa personalidad: cariñosa, fiel, educada, inteligente y sobre todo, como todo tu ser, dulce.
Siempre estuve a tu vera aguardando el momento en que me dijeras esas palabras que tanto deseaba al oído y me hicieras todo lo feliz que podría llegar a ser. Solo te pedí una cosa: que estuvieras conmigo. Pero ese día se me partió el corazón en mil pedazos cuando me dijeron la espantosa noticia.
“No prestó atención y un coche acabó con su vida”.Solo te pedí una cosa, tú me pedías muchas y todas te las di. En cambio tú, solo pensaste en ti.
ester juárez rodrÃguez
Con las dificultades propias de los que caminan en un Ford del año 1920 y por un camino malo, vamos de tumbo en tumbo, pero avanzando, avanzando.
Salvador Allende
Dios es el gran silencio del infinito. El mundo todo habla de Él y para Él nada de lo que se diga lo representa tan bien como su silencio y su calma eterna.
Eliphas Lévi
Te esperare como lo hice en vida, pero no prometo esperarte tanto. Ansiosa por tu llegada colocare unas velas en el camino para guiar tus pasos hacia mi tumba...
Lissett
TENGO MIEDO...
Tengo miedo, de Quererte, de tenerte, de perderte, de sentir en mi la muerte cuando pasas junto ami...
Tengo miedo, y estoy triste por el beso que me distes, porque mi alma confundistes con tu forma de querer.
Tengo miedo de que seas un sueño que se queme como un leño y en el fuego de mi empeño leño y fuego se pudieran confundir.
Tengo miedo por tu duda, me fatiga estar buscando la palabra que te diga que te quiero, y me obligues tantas veces a llorar.
Tengo miedo, te confieso, y me pierdo en el abismo de tus ojos, tus besos, en ese instante que yo anhelo en el fondo mas sublime de mi triste corazon...
Tengo miedo, de Quererte, de tenerte, de perderte, de sentir en mi la muerte cuando pasas junto ami...
Tengo miedo, y estoy triste por el beso que me distes, porque mi alma confundistes con tu forma de querer.
Tengo miedo de que seas un sueño que se queme como un leño y en el fuego de mi empeño leño y fuego se pudieran confundir.
Tengo miedo por tu duda, me fatiga estar buscando la palabra que te diga que te quiero, y me obligues tantas veces a llorar.
Tengo miedo, te confieso, y me pierdo en el abismo de tus ojos, tus besos, en ese instante que yo anhelo en el fondo mas sublime de mi triste corazon...
Pablo Neruda
Que mas da poder gritar q te extraño
si cada q lo hago estas muy lejos y es en vano
Recuerdo esos días de felicidad
aun con tantos problemas
a tu lado los podía olvidar
andar escondiéndonos de tu gente
procurar no acercarnos tanto en frente al mundo
q me llamaras y escuchar tu voz
aunq no habláramos de nada en concreto
lo mejor era tu voz atravez del altavoz
esperar tu llegada y que me saludaras
conectarme y esperar tener un mail con tus palabras
leerlos con atención sonrojarme y soñar
amarte en pensamientos y vida en si
entregarte mi todo sin necesidad de una explicación
sentir todo aquello q me hacias sentir
todo eso q eh dejado de vivir
no encuentro quien me haga sentir igual
no es lo mismo abrazar a alguien mas
porq los amores imposibles son los mejores?
porq las cosas nos tuvieron q separar?
si supieras hoy q aun te extraño
q como dice la canción aunq no rime...
te necesito
quisiera poder suplicarte
q regresaras a mi lado
abrazarte y decir aun te amo
tomarte en mis manos
y no alejarte ya mas de mi lado
pero ya no estas y no te quiero fastidiar
porq no estas aquí solo mi almohada sabe
todo lo q yo quisiera poderte decir
recuerdo todo y cada momento
cada día quizás equivocado
pero esq vivir sin ti
es vivir sin aire, no tener nada
como poder decirte q te extraño
como saber si aun me amas
no soy fuerte es lo mas humano
pero desde q no estas aquí
me muero por saber si aun piensas en mi
no me puedo acostumbrar a estar sin ti
tu ya no estas, q mas da respirar?
no me voy a hincar a tus pies
pero quisiera dejar a un lado todo eso
e ir contigo a decirte q aun te extraño
q cada mañana no soy el mismo
solo parezco despierto
mirame por favor, escucha mi voz
escucha mi corazón q grita a todo pulmón
¡a cada minuto mi corazón late por vos!
pero q caso tiene q te lo diga hoy
si ya no estas mas a mi lado
te dije q te quería... te sigo queriendo
te dije q te amaba... lo sigo sintiendo
dije q te amaría... y lo estoy cumpliendo
no hay manera de hacerte volver
aunq me pusiera a buscarla, se q no quieres volver
pero antes de morir quisiera poderte ver
y escucharte decir q no me dejaste de querer
extraño tus palabras, tus miradas
esas palabras q algunas veces me sonrojaban
esas miradas q yo no aguantaba
tus manos, tu llamadas
esas manos con las q yo volaba
esas llamadas q me emocionaban
se q no puedes volver
y también se q no quieres volver
pero dejame decirte q si pudiéramos volver
no dejaría pasar el tiempo y te lo haria saber
te amo y no lo eh dejado de hacer.
Anoche recordé q aun tengo tus cartas
las comenzó a leer y sin querer llore
me haces falta, aunq trato d ser feliz sin ti
pues tu lo estas sin mi.
si cada q lo hago estas muy lejos y es en vano
Recuerdo esos días de felicidad
aun con tantos problemas
a tu lado los podía olvidar
andar escondiéndonos de tu gente
procurar no acercarnos tanto en frente al mundo
q me llamaras y escuchar tu voz
aunq no habláramos de nada en concreto
lo mejor era tu voz atravez del altavoz
esperar tu llegada y que me saludaras
conectarme y esperar tener un mail con tus palabras
leerlos con atención sonrojarme y soñar
amarte en pensamientos y vida en si
entregarte mi todo sin necesidad de una explicación
sentir todo aquello q me hacias sentir
todo eso q eh dejado de vivir
no encuentro quien me haga sentir igual
no es lo mismo abrazar a alguien mas
porq los amores imposibles son los mejores?
porq las cosas nos tuvieron q separar?
si supieras hoy q aun te extraño
q como dice la canción aunq no rime...
te necesito
quisiera poder suplicarte
q regresaras a mi lado
abrazarte y decir aun te amo
tomarte en mis manos
y no alejarte ya mas de mi lado
pero ya no estas y no te quiero fastidiar
porq no estas aquí solo mi almohada sabe
todo lo q yo quisiera poderte decir
recuerdo todo y cada momento
cada día quizás equivocado
pero esq vivir sin ti
es vivir sin aire, no tener nada
como poder decirte q te extraño
como saber si aun me amas
no soy fuerte es lo mas humano
pero desde q no estas aquí
me muero por saber si aun piensas en mi
no me puedo acostumbrar a estar sin ti
tu ya no estas, q mas da respirar?
no me voy a hincar a tus pies
pero quisiera dejar a un lado todo eso
e ir contigo a decirte q aun te extraño
q cada mañana no soy el mismo
solo parezco despierto
mirame por favor, escucha mi voz
escucha mi corazón q grita a todo pulmón
¡a cada minuto mi corazón late por vos!
pero q caso tiene q te lo diga hoy
si ya no estas mas a mi lado
te dije q te quería... te sigo queriendo
te dije q te amaba... lo sigo sintiendo
dije q te amaría... y lo estoy cumpliendo
no hay manera de hacerte volver
aunq me pusiera a buscarla, se q no quieres volver
pero antes de morir quisiera poderte ver
y escucharte decir q no me dejaste de querer
extraño tus palabras, tus miradas
esas palabras q algunas veces me sonrojaban
esas miradas q yo no aguantaba
tus manos, tu llamadas
esas manos con las q yo volaba
esas llamadas q me emocionaban
se q no puedes volver
y también se q no quieres volver
pero dejame decirte q si pudiéramos volver
no dejaría pasar el tiempo y te lo haria saber
te amo y no lo eh dejado de hacer.
Anoche recordé q aun tengo tus cartas
las comenzó a leer y sin querer llore
me haces falta, aunq trato d ser feliz sin ti
pues tu lo estas sin mi.
Tovléz
La diversion es como un seguro, cuanto mas viejo se es mas cuesta sin embargo antes todo era mas tranquilo el ejemplo mas sencillo es q antes los hijos llevaban a su padres a la tumba, ahora son los padres los q llevan a sus hijos a la tumba.
Alessandro Mazariegos
Carta a Ana María Foglia (Mara). 13/01/49 al 22/02/2010
Te fuiste la mañana del 22 de febrero de este año víctima de esa maldita enfermedad (cáncer) a la que peleamos (juntos y terriblemente solos) con la fé de aquellos que independientemente lo duro del presente, no bajan los brazos ante nada.
Nuestra relación fue muy especial debido a que si bién de apariencia distinta, en el fondo, nuestras metas eran las mismas.
Puedo afirmar, sin equivocarme, que el amor que nos teníamos en lo que la vida marcó el final de nuestra relación cotidiana, fue mil veces superior a todos y cada uno de los momentos vividos.
Mara, te quise y te quiero cada día más, y ese amor fue debido a que aprendí a reconocer tus valores, luego surgió el respeto y la admiración hacia el ser que tenía a mi lado.
Te extraño y no puedo entender tu ausencia, porque siempre sentí la necesidad de compartir con vos cada momento. En más de 30 años de nuestra relación, te llamaba montones de veces por día desde el trabajo para hacerte llegar cada pensamiento, cada situación. Si éramos una pareja.
Hace muchos años cuidaste a mi padre en su enfermedad en sus últimos momentos y en aquel entonces surgió una deuda de gratitud que me comprometió a velar por vos y cuidarte por el resto de tus días. Desde 1985 se convirtió en mí en el compromiso de cada día.
Tu família fue tu debilidad y la preocupación de toda tu vida, como vos te convertiste en la mía. Como hermana mayor fuiste durante más de 40 años el soporte económico de tus padres y tus hermanos y yo lo asumí porque te quería y respetaba tus decisiones y además contribuía a ayudarlos. Hoy, mas friamente, y no lo digo por tus padres, pienso que si tuviste que empujar autos más de 40 años para que arrancaran, “el problema estába en los autos”. Tu amor por los tuyos nunca te permitió asumirlo.
Sabés muy bién que este siglo 21 no fue bueno para mí (para ambos). Tu primer cáncer a fines del 2000 seguido de una operación mutilante y la aplicación de radioterapia que te llevó a preguntarme preocupada: “y ahora como seguimos?”. Mi respuesta fue: “Te prefiero así, a muerta, sigamos”. Sé que siempre este tema fue tu preocupación, como me lo manifestaste en varias oportunidades. Creo que nunca llegaste a entender que mi amor por vos era superior a todos los contratiempos. Nunca estuviste bién. Ni física, ni anímicamente. Desde aquel momento fueron muchos los malestares, pero seguimos adelante (juntos y solos). Al poco tiempo falleció mi madre y este fue un hecho que nunca pude superar. Si yo no tenía tu fortaleza Mara. Luego siguieron años malos. Uno peor que otro. Pérdida de amigos, familiares, compañeros. La enfermedad y fallecimiento en 2006 de nuestra perra Chinita (como la peleé, Dios mío), que te cuidó desde tu enfermedad con un cariño y un celo que supera el entendimiento humano. Llegaste a decir a posteriori de su muerte, que Chinita había cambiado roles con vos y se había ido en tu lugar de tanto que te quería. Yo creo que es cierto. Después siguió la pérdida de mi puesto en el trabajo (me permitía a ayudar a miles de personas y lo amaba) por el mismo problema que te arrancó de la vida, el cigarrillo y la falta de consideración hacia los que no éramos fumadores. El deterioro de mi salud, humillaciones en mi trabajo por personas que no entendieron el respeto hacia el otro y cuando parecía que las cosas se iban a acomodar, surgió tu segundo y definitivo cáncer.
Luchamos sólos como también fuí solo el único que peleó todos los días para sacarte de las garras del cigarrillo. En mi soledad, fracasé. Y me atribuyo el fracaso a tu final, no por no pelear, que lo hicimos y mucho, porque respeté tus decisiones, apoyadas por algunos médicos. Pienso que tal vez podríamos haber tomado otro camino y el resultado hubiera sido distinto. Resumiendo, hoy no estás conmigo. Me adjudico el fracaso y te pido perdón, porque yo no me lo perdono.
Cuantos planes tenía para que juntos vivieramos el resto de nuestras vidas. Toda una vida abocada a construir un mañana que no se pudo concretar.
Te acordás? En casa eramos en el 2006 5 seres vivos, vos, yó y “nuestras tres hijas de 4 patas”. Hoy Mara quedamos 2. A pocos días de tu partida, Vaqui, nuestra perrita "cachorra" de más de 18 años y medio, de improviso quiso irse con vos y no pude impedirlo. Dos pérdidas en la casa en menos de 20 días. Quiero creer que debés estar en alguna parte paseando con "las nenas" y a la noche cuando te vás a descansar, Vaqui seguirá durmiendo como siempre, en la almohada encima de tu cabeza y Chinita aprovechará cada hueco que deje tu cuerpo para hacerse un bollito y pegarse a él. Me muero de extrañarlas.
Hoy me queda solo Rayita y te aseguro Mara que la obligación de cuidarla es la principal por no decir la única motivación para seguir viviendo. Han pasado tantas cosas que no puedo rescatar del pasado un solo momento de felicidad.
Respecto a como quedó la relación con tu família (“tus hermanos, a quienes tanto ayudamos”), te cuento que todo se fue al diablo. Inmediatamente después de tu fallecimiento resurgieron como el Ave Fénix aduciendo que les habías dejado todos los ahorros que teníamos para nuestra vejez y amparándose en un artilugio legal, se los apropiaron y me dejaron después de 53 años de trabajo sin nada. Que importante que esa vitalidad que demostraron después de tu muerte la hubieran utilizado en su momento para contribuir a salvar tu vida. Yo no tuve hermanos. Tal vez sea por eso que no los entiendo ni justifico.
Hoy mi vida es como un carrousel en el que las figuras han sido reemplazadas por hechos amargos, pérdidas y luchas en vano. Mi madre, amigos entrañables (el 6 de enero perdí a uno que tenía desde los veinte años), familiares, un trabajo que me dignificaba, mi salud, nuestras hijas de 4 patas (Chinita y Vaqui), el hecho de que vos y yó nos brindamos generosamente durante toda nuestra vida y el reconocimiento llegó en la forma de un despojo. Y principalmente a vos Mara, con quién compartí muchos momentos buenos y también, juntos, afrontamos tantos malos.
Me pregunto Mara si todo esto dá un sentido a nuestras vidas. Tanto esfuerzo. Tanto pelear. Tanto dar. Si yo tendría hoy que estar abocado a llevar adelante mi luto por tu partida y el desconcierto por todo lo sucedido no me permite encontrar el rumbo.
Quisiera que alguién me diga cual es la verdad, porque aparentemente todas las lecciones de vida que me dieron mis mayores estaban equivocadas.
Esta mal ser derecho, generoso, cuidar al prójimo, luchar hasta lo imposible por conservar vivos a quienes queremos, superando nuestras múltiples limitaciones?
Mara. Te amo, te extraño. Siempre te admiré como admiré tu valor, tu lucha y fortaleza para enfrentar tus últimos momentos. No creo llegarte a la altura de tus pies. Te enciendo todos los días una velita para que ilumine tu camino, el de Chinita y el de Vaqui, que estoy seguro te acompañan y para que no sufran el frío terrible de la soledad y dolor que me invade.
Me quedan como consuelo las palabras que dijiste en tu última nochebuena, que quisiste pasar en casa, con quienes realmente te daban su amor y luchaban por tu vida: "mi familia, son ustedes" . Tus perras y tu pareja. También tu último "gracias por cuidarme". Que otra cosa puede hacerse por el ser que uno ama?
Te dejo un poema que amabas y que te daba fuerzas ante la pérdida de tus afectos.
ESTAR JUNTOS
La muerte no es nada, solo me ha deslizado al cuarto contiguo.
Lo que éramos para cada uno, todavía lo somos.
Llámenme por mi viejo nombre familiar,
Háblenme de la misma manera fácil que siempre lo han hecho.
Ríanse como siempre con las pequeñas cosas y momentos que disfrutamos juntos.
Jueguen, ríanse, piensen en mi, recen por mí.
Dejen que mi nombre permanezca en las conversaciones de casa, como siempre ha sido.
Menciónenme sin dificultad: la vida continúa y significa lo que siempre significó
¿Por qué habría de estar yo fuera de sus vidas, solo porque no me pueden ver?
Yo estoy esperando por ustedes a la vuelta de la esquina.
Todo está bien, nada ha pasado, nada se ha perdido, solo unos momentos que pasarán rápido, y todo será como entonces, pero mucho mejor
Y ... PARA SIEMPRE
Jorge
Te fuiste la mañana del 22 de febrero de este año víctima de esa maldita enfermedad (cáncer) a la que peleamos (juntos y terriblemente solos) con la fé de aquellos que independientemente lo duro del presente, no bajan los brazos ante nada.
Nuestra relación fue muy especial debido a que si bién de apariencia distinta, en el fondo, nuestras metas eran las mismas.
Puedo afirmar, sin equivocarme, que el amor que nos teníamos en lo que la vida marcó el final de nuestra relación cotidiana, fue mil veces superior a todos y cada uno de los momentos vividos.
Mara, te quise y te quiero cada día más, y ese amor fue debido a que aprendí a reconocer tus valores, luego surgió el respeto y la admiración hacia el ser que tenía a mi lado.
Te extraño y no puedo entender tu ausencia, porque siempre sentí la necesidad de compartir con vos cada momento. En más de 30 años de nuestra relación, te llamaba montones de veces por día desde el trabajo para hacerte llegar cada pensamiento, cada situación. Si éramos una pareja.
Hace muchos años cuidaste a mi padre en su enfermedad en sus últimos momentos y en aquel entonces surgió una deuda de gratitud que me comprometió a velar por vos y cuidarte por el resto de tus días. Desde 1985 se convirtió en mí en el compromiso de cada día.
Tu família fue tu debilidad y la preocupación de toda tu vida, como vos te convertiste en la mía. Como hermana mayor fuiste durante más de 40 años el soporte económico de tus padres y tus hermanos y yo lo asumí porque te quería y respetaba tus decisiones y además contribuía a ayudarlos. Hoy, mas friamente, y no lo digo por tus padres, pienso que si tuviste que empujar autos más de 40 años para que arrancaran, “el problema estába en los autos”. Tu amor por los tuyos nunca te permitió asumirlo.
Sabés muy bién que este siglo 21 no fue bueno para mí (para ambos). Tu primer cáncer a fines del 2000 seguido de una operación mutilante y la aplicación de radioterapia que te llevó a preguntarme preocupada: “y ahora como seguimos?”. Mi respuesta fue: “Te prefiero así, a muerta, sigamos”. Sé que siempre este tema fue tu preocupación, como me lo manifestaste en varias oportunidades. Creo que nunca llegaste a entender que mi amor por vos era superior a todos los contratiempos. Nunca estuviste bién. Ni física, ni anímicamente. Desde aquel momento fueron muchos los malestares, pero seguimos adelante (juntos y solos). Al poco tiempo falleció mi madre y este fue un hecho que nunca pude superar. Si yo no tenía tu fortaleza Mara. Luego siguieron años malos. Uno peor que otro. Pérdida de amigos, familiares, compañeros. La enfermedad y fallecimiento en 2006 de nuestra perra Chinita (como la peleé, Dios mío), que te cuidó desde tu enfermedad con un cariño y un celo que supera el entendimiento humano. Llegaste a decir a posteriori de su muerte, que Chinita había cambiado roles con vos y se había ido en tu lugar de tanto que te quería. Yo creo que es cierto. Después siguió la pérdida de mi puesto en el trabajo (me permitía a ayudar a miles de personas y lo amaba) por el mismo problema que te arrancó de la vida, el cigarrillo y la falta de consideración hacia los que no éramos fumadores. El deterioro de mi salud, humillaciones en mi trabajo por personas que no entendieron el respeto hacia el otro y cuando parecía que las cosas se iban a acomodar, surgió tu segundo y definitivo cáncer.
Luchamos sólos como también fuí solo el único que peleó todos los días para sacarte de las garras del cigarrillo. En mi soledad, fracasé. Y me atribuyo el fracaso a tu final, no por no pelear, que lo hicimos y mucho, porque respeté tus decisiones, apoyadas por algunos médicos. Pienso que tal vez podríamos haber tomado otro camino y el resultado hubiera sido distinto. Resumiendo, hoy no estás conmigo. Me adjudico el fracaso y te pido perdón, porque yo no me lo perdono.
Cuantos planes tenía para que juntos vivieramos el resto de nuestras vidas. Toda una vida abocada a construir un mañana que no se pudo concretar.
Te acordás? En casa eramos en el 2006 5 seres vivos, vos, yó y “nuestras tres hijas de 4 patas”. Hoy Mara quedamos 2. A pocos días de tu partida, Vaqui, nuestra perrita "cachorra" de más de 18 años y medio, de improviso quiso irse con vos y no pude impedirlo. Dos pérdidas en la casa en menos de 20 días. Quiero creer que debés estar en alguna parte paseando con "las nenas" y a la noche cuando te vás a descansar, Vaqui seguirá durmiendo como siempre, en la almohada encima de tu cabeza y Chinita aprovechará cada hueco que deje tu cuerpo para hacerse un bollito y pegarse a él. Me muero de extrañarlas.
Hoy me queda solo Rayita y te aseguro Mara que la obligación de cuidarla es la principal por no decir la única motivación para seguir viviendo. Han pasado tantas cosas que no puedo rescatar del pasado un solo momento de felicidad.
Respecto a como quedó la relación con tu família (“tus hermanos, a quienes tanto ayudamos”), te cuento que todo se fue al diablo. Inmediatamente después de tu fallecimiento resurgieron como el Ave Fénix aduciendo que les habías dejado todos los ahorros que teníamos para nuestra vejez y amparándose en un artilugio legal, se los apropiaron y me dejaron después de 53 años de trabajo sin nada. Que importante que esa vitalidad que demostraron después de tu muerte la hubieran utilizado en su momento para contribuir a salvar tu vida. Yo no tuve hermanos. Tal vez sea por eso que no los entiendo ni justifico.
Hoy mi vida es como un carrousel en el que las figuras han sido reemplazadas por hechos amargos, pérdidas y luchas en vano. Mi madre, amigos entrañables (el 6 de enero perdí a uno que tenía desde los veinte años), familiares, un trabajo que me dignificaba, mi salud, nuestras hijas de 4 patas (Chinita y Vaqui), el hecho de que vos y yó nos brindamos generosamente durante toda nuestra vida y el reconocimiento llegó en la forma de un despojo. Y principalmente a vos Mara, con quién compartí muchos momentos buenos y también, juntos, afrontamos tantos malos.
Me pregunto Mara si todo esto dá un sentido a nuestras vidas. Tanto esfuerzo. Tanto pelear. Tanto dar. Si yo tendría hoy que estar abocado a llevar adelante mi luto por tu partida y el desconcierto por todo lo sucedido no me permite encontrar el rumbo.
Quisiera que alguién me diga cual es la verdad, porque aparentemente todas las lecciones de vida que me dieron mis mayores estaban equivocadas.
Esta mal ser derecho, generoso, cuidar al prójimo, luchar hasta lo imposible por conservar vivos a quienes queremos, superando nuestras múltiples limitaciones?
Mara. Te amo, te extraño. Siempre te admiré como admiré tu valor, tu lucha y fortaleza para enfrentar tus últimos momentos. No creo llegarte a la altura de tus pies. Te enciendo todos los días una velita para que ilumine tu camino, el de Chinita y el de Vaqui, que estoy seguro te acompañan y para que no sufran el frío terrible de la soledad y dolor que me invade.
Me quedan como consuelo las palabras que dijiste en tu última nochebuena, que quisiste pasar en casa, con quienes realmente te daban su amor y luchaban por tu vida: "mi familia, son ustedes" . Tus perras y tu pareja. También tu último "gracias por cuidarme". Que otra cosa puede hacerse por el ser que uno ama?
Te dejo un poema que amabas y que te daba fuerzas ante la pérdida de tus afectos.
ESTAR JUNTOS
La muerte no es nada, solo me ha deslizado al cuarto contiguo.
Lo que éramos para cada uno, todavía lo somos.
Llámenme por mi viejo nombre familiar,
Háblenme de la misma manera fácil que siempre lo han hecho.
Ríanse como siempre con las pequeñas cosas y momentos que disfrutamos juntos.
Jueguen, ríanse, piensen en mi, recen por mí.
Dejen que mi nombre permanezca en las conversaciones de casa, como siempre ha sido.
Menciónenme sin dificultad: la vida continúa y significa lo que siempre significó
¿Por qué habría de estar yo fuera de sus vidas, solo porque no me pueden ver?
Yo estoy esperando por ustedes a la vuelta de la esquina.
Todo está bien, nada ha pasado, nada se ha perdido, solo unos momentos que pasarán rápido, y todo será como entonces, pero mucho mejor
Y ... PARA SIEMPRE
Jorge
robert ryan
UNA Reflexion ta vez.
He observado las nubes en el cielo
durante toda la tarde esperando ver en ellas
aquella figura que me diga que pasa,
que cambia en mi,preguntandole a las plantas
quienes callan sin piedad y no responden a mis inquietudes,
el sol pronto se ocultara a mi vista
aunque yo se que ahí esta siempre flotante
en la inmensidad de el espacio,me hace tanta falta,
para poder ver en ti ese brillo en tus ojos,
que me dicen sin querer que si puedo y
todo lo que haga amandolo lo lograre,
porque el interes tiene pies,ya mas dice a quel dicho,
que la confianza en nosotros mismos es la clave de el exito,
sabes esta frase ha significado mucho para mi,
cuando era un niño y la lei por primera vez ,
no entendi su significado,
pero me intrigo un poco hasta que lo descubri y era real,
cuando tu crees que puedes y quieres hacerlo,
simplemente lo hces sin importar lo que sea y
vives la vida al máximo por que somos unicos y
la vida es una, hoy y siempre te quiero decir,
que te QUIERO MUCHO,no espermos hasta el final
para pronunciar esta frase,que el tiempo no perdona.
He observado las nubes en el cielo
durante toda la tarde esperando ver en ellas
aquella figura que me diga que pasa,
que cambia en mi,preguntandole a las plantas
quienes callan sin piedad y no responden a mis inquietudes,
el sol pronto se ocultara a mi vista
aunque yo se que ahí esta siempre flotante
en la inmensidad de el espacio,me hace tanta falta,
para poder ver en ti ese brillo en tus ojos,
que me dicen sin querer que si puedo y
todo lo que haga amandolo lo lograre,
porque el interes tiene pies,ya mas dice a quel dicho,
que la confianza en nosotros mismos es la clave de el exito,
sabes esta frase ha significado mucho para mi,
cuando era un niño y la lei por primera vez ,
no entendi su significado,
pero me intrigo un poco hasta que lo descubri y era real,
cuando tu crees que puedes y quieres hacerlo,
simplemente lo hces sin importar lo que sea y
vives la vida al máximo por que somos unicos y
la vida es una, hoy y siempre te quiero decir,
que te QUIERO MUCHO,no espermos hasta el final
para pronunciar esta frase,que el tiempo no perdona.
Henry Leiva
Ningún hombre es tan tonto como para desear la guerra y no la paz; pues en la paz los hijos llevan a sus padres a la tumba, en la guerra son los padres quienes llevan a los hijos a la tumba.
Heródoto
Buscad dentro de vosotros y lo encontraréis todo, y alegraos de que allá fuera, o como queráis llamarlo, haya una naturaleza que diga sí y amén a todo cuanto habéis hallado en vosotros.
Johann Wolfgang Von Goethe
Con Qué Dolor...
¡Con qué dolor, y válgame ser franco,
trazo los versos que a mi lado impetras!
Esta cuartilla de papel en blanco
me parece una lápida sin letras.
Tristísimo recuerdo me acongoja
y pienso, visionario como un zafio,
que escribo, no una endecha en una hoja,
sino sobre un sepulcro un epitafio.
No extrañes, no, que mi razón sucumba
a esta ilusión que envuelve algo de cierto
porque, ay, tu corazón es una tumba
desde el instante en que tu amor fue un muerto.
¡Tu amor! Ve el mío que cual ámbar de oro
paréceme que nunca se consume,
que ni siquiera sufre deterioro
aunque despida sin cesar perfume.
Mas ¿a dónde me lleva mi extravío?
Perdona a mi amargura ese reproche.
Por ti puedo decir como el judío:
¡un ángel ha pasado por mi noche!
Por ti en el molde general no cupe;
quise ovaciones, codicié oropeles
y en la tribuna y con la lira supe
ganar aplausos y obtener laureles.
Después... ¡mi gloria huyó con mi ventura
y, como nube tenebrosa, el duelo
ha cerrado en mi alma la abertura
que daba grande y esplendente al cielo!
Adiós. Dejo a tus plantas un gemido
y retorno a la sombra más espesa
pues vuelvo a la que reina en el olvido,
y no hay otra tan negra como ésa.
¡Con qué dolor, y válgame ser franco,
trazo los versos que a mi lado impetras!
Esta cuartilla de papel en blanco
me parece una lápida sin letras.
Tristísimo recuerdo me acongoja
y pienso, visionario como un zafio,
que escribo, no una endecha en una hoja,
sino sobre un sepulcro un epitafio.
No extrañes, no, que mi razón sucumba
a esta ilusión que envuelve algo de cierto
porque, ay, tu corazón es una tumba
desde el instante en que tu amor fue un muerto.
¡Tu amor! Ve el mío que cual ámbar de oro
paréceme que nunca se consume,
que ni siquiera sufre deterioro
aunque despida sin cesar perfume.
Mas ¿a dónde me lleva mi extravío?
Perdona a mi amargura ese reproche.
Por ti puedo decir como el judío:
¡un ángel ha pasado por mi noche!
Por ti en el molde general no cupe;
quise ovaciones, codicié oropeles
y en la tribuna y con la lira supe
ganar aplausos y obtener laureles.
Después... ¡mi gloria huyó con mi ventura
y, como nube tenebrosa, el duelo
ha cerrado en mi alma la abertura
que daba grande y esplendente al cielo!
Adiós. Dejo a tus plantas un gemido
y retorno a la sombra más espesa
pues vuelvo a la que reina en el olvido,
y no hay otra tan negra como ésa.
Salvador DÃaz Mirón
Un cambio en los climas del corazón vuelve seco lo húmedo, la bala de oro estalla sobre la tumba helada. Un clima en la comarca de las venas cambia la noche en día; la sangre entre sus soles ilumina al viviente gusano.
Dylan Thomas
A los quince, los que quise; a los veinte, con el que diga la gente; a los treinta, el primero que se presenta.
Refrán
Dios ha de concederme bastante fortaleza para no descender a la tumba sin dejar a mi Patria libre, independiente y triunfante.
Juan Pablo Duarte
La música es más que una mujer, porque de la mujer te podés divorciar, pero de la música no. Una vez que te casás, es tu amor eterno, para toda la vida y te vas a la tumba con ella encima.
Ãstor Piazzolla
Triste amor es aquel en que los amantes se acuestan por primera vez en la tumba.
Georg Christoph Lichtenberg
Atrás la tierra, el agua, el fuego, el aire: dejad que diga el pensamiento solo la flor sin cuerpo de mi voz desnuda.
Sara De Ibáñez
Confidencias
Una flor por el suelo,
un cielo de hojas empapado en lloro
y encima de ese cielo, el otro cielo
lleno de luna y de brillantes y oro...
Un arroyo que el aura acariciaba;
un banco... sobre el banco
así, como quien flota, se sentaba;
y vestida de blanco,
bella como un arcángel, me esperaba.
Aún flotan en mis noches de desvelo
con la luz de una luna como aquélla,
el verde y el azul de cielo y cielo,
y aura y arroyo y flor y banco y ella.
¿No te acuerdas, mujer, cuántos delirios
yo me forjaba, junto a ti de hinojos,
al resplandor de los celestes cirios,
al resplandor de tus celestes ojos?
¿Te acuerdas, alma mía?
¡Entonces inocente
me jurabas amor y yo podía
besar tu corazón sobre tu frente!
¡Ayer, unos tras otros,
mil delirios así pude fingirme;
hoy no puede haber nada entre nosotros,
hoy tú vas a casarte... y yo a morirme!
¡Y tanto sol y porvenir dorado,
tanto cielo soñado,
en una inmensa noche se derrumba!
¡Hoy me dijiste tú: no hay esperanza;
hoy te digo: en paz goza; y, en mi tumba,
mañana me dirás: en paz descansa!
Nueva York, 1876
Una flor por el suelo,
un cielo de hojas empapado en lloro
y encima de ese cielo, el otro cielo
lleno de luna y de brillantes y oro...
Un arroyo que el aura acariciaba;
un banco... sobre el banco
así, como quien flota, se sentaba;
y vestida de blanco,
bella como un arcángel, me esperaba.
Aún flotan en mis noches de desvelo
con la luz de una luna como aquélla,
el verde y el azul de cielo y cielo,
y aura y arroyo y flor y banco y ella.
¿No te acuerdas, mujer, cuántos delirios
yo me forjaba, junto a ti de hinojos,
al resplandor de los celestes cirios,
al resplandor de tus celestes ojos?
¿Te acuerdas, alma mía?
¡Entonces inocente
me jurabas amor y yo podía
besar tu corazón sobre tu frente!
¡Ayer, unos tras otros,
mil delirios así pude fingirme;
hoy no puede haber nada entre nosotros,
hoy tú vas a casarte... y yo a morirme!
¡Y tanto sol y porvenir dorado,
tanto cielo soñado,
en una inmensa noche se derrumba!
¡Hoy me dijiste tú: no hay esperanza;
hoy te digo: en paz goza; y, en mi tumba,
mañana me dirás: en paz descansa!
Nueva York, 1876
Salvador DÃaz Mirón
El día que las montañas se mueven ha llegado. Aunque lo diga, nadie me cree. Las montañas, que en otro tiempo fueron activas entre llamas, solo duermen un rato. Mas, aunque lo hayáis olvidado, creedme, amigos, que todas las mujeres que dormían ya se despiertan y se mueven.
Yosano Akiko
Cuando muerto esté en la tumba toca en ella la guitarra, y verás a mi esqueleto alzarse para escucharla.
Salvador Rueda
Ven
Ven, oye, yo te evoco.
Extraño amado de mi musa extraña,
ven, tú, el que meces los enigmas hondos
en el vibrar de las pupilas cálidas.
El que ahondas los cauces de amatista
de las ojeras cárdenas...
Ven, oye, yo te evoco,
extraño amado de mi musa extraña!
Ven, tú, el que imprime un solemne ritmo
al parpadeo de la tumba helada!
el que dictas los lúgubres acentos
del decir hondo de las sombras trágicas.
Ven, tú, el poeta abrumador, que pulsas
la lira del silencio: la más rara!
La de las largas vibraciones mudas,
la que se acorda al diapasón del alma!
Ven, oye, yo te evoco,
extraño amado de mi musa extraña!
Ven acércate a mí, que en mis pupilas
se hunden las tuyas en tenaz mirada,
vislumbre en ellas el sublime enigma
del "más allá", que espanta...
Ven... acércate más... clava en mis labios
tus fríos labios de ámbar,
guste yo en ellos el sabor ignoto,
de la esencia enervante de tu alma!
Ven, oye, yo te evoco,
extraño amado de mi musa extraña!
Ven, oye, yo te evoco.
Extraño amado de mi musa extraña,
ven, tú, el que meces los enigmas hondos
en el vibrar de las pupilas cálidas.
El que ahondas los cauces de amatista
de las ojeras cárdenas...
Ven, oye, yo te evoco,
extraño amado de mi musa extraña!
Ven, tú, el que imprime un solemne ritmo
al parpadeo de la tumba helada!
el que dictas los lúgubres acentos
del decir hondo de las sombras trágicas.
Ven, tú, el poeta abrumador, que pulsas
la lira del silencio: la más rara!
La de las largas vibraciones mudas,
la que se acorda al diapasón del alma!
Ven, oye, yo te evoco,
extraño amado de mi musa extraña!
Ven acércate a mí, que en mis pupilas
se hunden las tuyas en tenaz mirada,
vislumbre en ellas el sublime enigma
del "más allá", que espanta...
Ven... acércate más... clava en mis labios
tus fríos labios de ámbar,
guste yo en ellos el sabor ignoto,
de la esencia enervante de tu alma!
Ven, oye, yo te evoco,
extraño amado de mi musa extraña!
Delmira Agustini