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Valioso

Valioso. Encuentra docenas de valioso con fotos para copiar y compartir.


Algo he aprendido en mi larga vida: que toda nuestra ciencia, contrastada con la realidad, es primitiva y pueril; y, sin embargo, es lo más valioso que tenemos.


Albert Einstein


Solo si me siento valioso por ser como soy, puedo aceptarme, puedo ser auténtico, puedo ser verdadero.


Jorge Bucay




Siempre es más valioso tener el respeto que la admiración de las personas.


Jean-Jacques Rousseau


La verdad es lo más valioso que tenemos.


Ahorremosla


No hay talento más valioso que el de no usar dos palabras cuando basta una.


Thomas Jefferson


El mundo es tan bonito y valioso que se lucha por él.-


Ernest Hemingway




Hay una etapa en la vida en la que crees que el mundo gira a tu alrededor,llegas a enojarte,a cohibirte y hasta darte por vencido ante tanta agresión externa, pero cuando llegas a formar parte del todo de todos, de manera natural y sencilla y sin olvidarte de lo valioso que eres, solo así habrás logrado gran ventaja en el camino hacia la realización de tus sueños.


Kathelys Arlín


No sé si he entregado algo realmente valioso. Los fans dirán que mi música y quizás esté de acuerdo, pero creo que más que las canciones en sí lo que realmente es valioso es la sinceridad que tiene cada una de ellas. Podrán gustarte o no, pero son todas salidas del corazón.


George Harrison


Nada de lo verdaderamente valioso surge de la ambición o de un mero sentido del deber.


Albert Einstein




Piensa en lo valioso.


Cleóbulo de Lindos


No hay legado más valioso que la honradez.


William Shakespeare


Lo que es valioso no es nuevo, y lo nuevo no es valioso.


Henry Brougham


La libertad es un bien tan valioso que hay que racionarlo.


Lenin




En lugar de ser un hombre de éxito, busca ser un hombre valioso: lo demás llegará naturalmente.


Albert Einstein


Amar al otro es renunciar a poseerlo, incluso muerto; renunciar a que vuelva, descubrir que sigue estando ahí, en un silencio que ya no nos causa pavor, en un desierto que se hace acogedor de lo más valioso que tenemos, lo esencial de lo que permanece cuando ya no se puede nada.


Jean Yves Leloup


La civilización es una estupidez. ¿Para qué se nos ha dado un cuerpo, si hemos de mantenerlo encerrado en un estuche como si fuera algún valioso Stradivarius?.


Katherine Mansfield


La existencia de la Biblia como texto para el pueblo es el más valioso bien que posee el género humano. Todo intento de menospreciarla constituye un crimen contra la humanidad.


Immanuel Kant


El fin de tener una mente abierta, como el de una boca abierta, es llenarla con algo valioso.


Gilbert Keith Chesterton


El hábito es el enorme volante de inercia que mueve a la sociedad, su más valioso agente de conservación.


William James


Nada que se consiga sin pena y sin trabajo es verdaderamente valioso.


Joseph Addison


Dirás que si todavía te quiero , que si te amo
que si siento satisfacción cuando te miro
Si, para que negarlo, cada día te quiero mas
con mas cariño, con mayor ternura;
Luche para no amarte pero fui vencido por tu amor
cuantas noches pase sin dormir,
pero al fin, repito, fui vencido por tu amor
y ahora mas que nunca soy feliz
eres lo mas valioso para mi
no importa lo que digan los demás
este amor es tan grande que nos ara
vencer todos los obstáculos y lucharemos
para ser felices...
Así que vida miá,desde este instante me
pongo a tus pies para amarte siempre.


poetica


El mensaje mas valioso que puede transmitir nuestro corazón es el amor


Izrael De la Roza


Ja so yo tuviera esa oportunidad que tienen muchos, pero que no la aprovechan y no es que no la aprovechen si no es que no la saben VALORAR. yo desearía estar envés de aquellos ignorantes que no saben lo VALIOSO que tienen a la par, es aquella perla que con mas daño que reciba no se va a quebrar, ni perderá su brillo, su forma ni su olor y que siempre estará Impecable. Pero como eL amigo que soy yo la concejo y quiero lo mejor para ella no es que quiera decir que yo soy la persona adecuada y con ningún defecto, pero ella sabe que yo la quiero con todo mi corazón, eres alguien especial para mi vida y sin ti no sabría quien seria por que eres alguien quien me a enseñado a confiar en mi, que a estado en aquellos momentos difíciles y muchas cosas mas. Pero quiero que sepas que hoy ERES PARTE DE MI CORAZÓN TE QUIERO MUCHO MI NIÑA(o) SIEMPRE SERAS COMO UNA HERMANA PARA MI.


Jean Luca Fonseca Bolaños


Sin lugar a dudas, es importante desarrollar la mente de los hijos. No obstante el regalo más valioso que se les puede dar, es desarrollarles la conciencia.


John Gay


Verte y hablarte, encontrarte al buscarte, es tan valioso mas que todas las peizas de arte, verte y hablarte, encontrarte al buscarte, me hace romper el contraste, verte y hablarte encontrarte al buscarte es amar sin un margen.


Tovléz


Juventud retenida, en el arcón
de los recuerdos….
Años de insensatez que todavía aún
los siento, como aleteos de pájaros,
en mis días a pleno sol.
Llegan a mí sutilmente… iluminando mis sueños,
como eternos pasajeros
que desembarcan un valioso equipaje,
en cada puerto.


graciela




Lo mas Valioso no es lo que se tiene enla vida, sino a quien tenemos




EL TIEMPO ES VALIOSO E IRRECUPERABLE
NO LO DESPERDICIEMOS CON ACTOS DESAGRADABLES
APROVECHEMOSLO PARA DEJAR MUESTRAS
AGRADABLES E INOLVIDABLES


ISEVER


quan valioso sería
recibir entre mis labios tus labios
y entre mis manos tus manos

que valioso sería poderte acariciar,
besar, mirar, amar sin temblar

pero sé que aún sería más valioso
que el vacío que siento
lo llenara sin necesdad de todo ello.




RECUERDA QUE…

Recuerda que…
Quien te lastima, te hace fuerte.
Quien te critica, te hace importante.
Quien te envidia, te hace valioso.

Y a veces es divertido saber
Que aquellos que te desean lo peor,
Tienen que soportar que te ocurra lo mejor.

Para ti te deseo dos cosas
Conformismo y fe.
Todos digan no al conformismo
Y todos tengan fe en nuestro Dios.
Recuerda que… Jesús te ama.

Para ti te deseo dos cosas
Libertad y unión.
Todos griten soy libre
Y todos unidos camino a Dios.
Recuerda que…
El camino, la verdad y la vida
Es Jesús...


Victor Alfredo Ticlla Calla


Saulo todavía proyectaba violencias y muerte contra los discípulos del Señor; se presentó al Sumo Sacerdote y le pidió documentos dirigidos a las sinagogas de Damasco, que lo autorizaran para llevar presos a Jerusalén a cuantos encontrara, hombres y mujeres, que fueran del Camino. Pero, mientras se dirigía al Damasco, cuando ya estaba cerca, de repente lo rodeó una luz que venía del cielo. Cayó al suelo y oyó una voz que le decía: "Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?" El preguntó: "Quién eres, Señor?" Y la voz: "Yo soy Jesús, a quien tú persigues; levantate y entra en la ciudad, allí se te dirá lo que debes hacer." Los hombres que lo acompañaban se habían detenido, atónitos, pues oyeron la voz, pero no vieron a nadie. Saulo se levantó del suelo, y aunque tenía los ojos abiertos, no veía nada. Lo tomaron de la mano y lo llevaron a Damasco. Estaba ciego y permaneció tres días sin comer ni beber nada. Vivía en Damasco un discípulo llamado Ananías, a quien el Señor llamó en una visión: "¡Ananías!" El respondió: "Aquí estoy, Señor." Y el Señor le dijo: "Anda a la calle llamada Recta y pregunta en la casa de Judas por un hombre llamado Saulo, de Tarso, que está orando. Y acaba de tener una visión en que un varón llamado Ananías entraba y le imponía las manos para que recobrara la vista." Entonces Ananías respondió: "Señor, he oído a muchos hablar de los males que este hombre ha causado a tus santos en Jerusalén y que ahora tiene poder de los jefes de los sacerdotes para tomar presos a todos los que invocan tu Nombre." El Señor le contestó: "Anda, pues este hombre me será un instrumento valioso y dará a conocer mi Nombre, tanto alos paganos y a sus reyes como al pueblo de Israel. Yo le mostraré todo lo que tendrá que sufrir por mi Nombre." Fue Ananías, entró en la casa, le impuso las manos y le dijo: "Hermano Saulo, el Señor Jesús, que se te apareció en el camino por donde venías, me ha enviado para que recobres la vista y quedes lleno del Espíritu Santo." Al instante, fue como si se le cayeran escamas de los ojos, y pudo ver. Se levantó y fue bautizado; comió y recobró las fuerzas.


Sagradas Escrituras


TANTAS COSAS PARA DECIRTE

En el vaivén de mi incesable caminar
He perdido cosas que pensé jamás olvidar
He ganado otras que ansiaba tanto
Y gracias…todas me las has dado.
Cayendo y levantándome…siempre,
Reflexionando a cada instante
Teniendo como la meta más deseable
Ser un grande y estar contigo a cada instante
Pero no se puede tener todo y lo sabes
Para que seguir aguardándote en mi reloj funcional
Si sé que somos diferentes y quizás
Ser el uno para el otro no se conciba como tal.
*********************************************
Cuestionar todo lo cuestionable
Eso lo aprendí…y lo refutaste
Probar todo con la razón
Que insensatez la mía pensar así!
Y que genialidad del azar
Jugar a doblez y ponerte aquí para mostrarme…
Que de ti aprendería…lo más valioso en esta vida.
Que amar de corazón no es en la praxis mesurable
Y que la razón entiende poco cuando se habla de amor
***********************************************
El dilema de experimentar la calidez de tu mirada
Desvanecerme, sentirme débil y a la vez indemne
Refugiarme en el calor de tus manos
En el dulce sentir de tus afrodisiacos labios
Dejar de lado la probabilidad
Y encaminarme hacia la felicidad
Abandonar todo lo que creía saber
Sumergirme y ahogarme el dulce aroma de tu tez
************************************************
Porque el saber es tan trivial cuando se ama
Y tan bizarro es pensar que no se puede aún amar
Parece ser contradictorio…
Concebir que ya no eres lo que fuiste
Y no soy más el que conociste
Mas siempre serás la mujer de mis sueños
El dulce ahogo de mis deseos
La llave maestra para la gloria
La bella protagonista de esta historia.


Diego E. Loayza G.


PARA ARISTÓTELES la amistad era "lo más necesario para la vida", y nosotros, cuando oímos decir que "un amigo es un tesoro" o que "donde está tu amigo está tu tesoro", nos damos cuenta de que esas palabras resuenan como un aldabonazo en nuestro interior. No nos dejan indiferentes, porque todos sabemos o intuimos qué clase de tesoro puede llegar a ser una amistad.

A las personas nos gusta tener amigos: gente con la que compartir vida, experiencias, tiempo, conversación... Nos gustan los amigos y nos parecen muy importantes, incluso imprescindibles. La amistad es una relación humana con un valor muy especial. Junto con la família y el trabajo, es algo que nos parece que merece la pena y a lo cual dedicamos tiempo y esfuerzo. Queremos tener amigos en la vida: para no estar solos -a veces se siente la soledad incluso estando rodeados de gente-, para vivir la vida más a fondo y para disfrutarla de verdad. Como escribió Aristóteles, "sin amigos nadie querría vivir, aun cuando poseyera todos los demás bienes".

Quizá por eso escribo esto. Escribir sobre la amistad me ayuda a saber qué espero yo de ella, qué doy yo a mis amigos, si mi amistad con ellos es plena o solo algo "satisfactorio". Reflexionar sobre las cosas ayuda a vivirlas mejor. Reflexionar es un modo de vivir.

LA AMISTAD COMO REGALO
Decía más arriba que dedicamos esfuerzo a hacer amigos. Y el esfuerzo es necesario porque las cosas no salen solas. Sin embargo, la amistad no se puede forzar. Por eso también puede decirse que la amistad surge siempre como un regalo, como un don que se recibe. En un momento dado, aparece entre dos personas un deseo de compartir, de comunicarse, de contar lo que se lleva dentro y de contrastarlo, de ser conocido muy a fondo. De hecho, cuando uno vislumbra en el horizonte la posibilidad de hacer una nueva amistad, de esas profundas y verdaderas, que aportan y llenan tanto por dentro, parece que su espíritu se hincha y crece. Es como ver nacer un día radiante. La vida se ve de otro color porque los amigos hacen cobrar sentido a nuestras vivencias: estas no van a ser solo para nosotros. Las cosas son distintas porque las vivimos pensando en compartirlas, en transmitirlas, en discutirlas, en compararlas. De nuestros amigos nos interesa todo: lo que piensan, lo que hacen, cómo viven las cosas. Lo importante no es solo lo que cuentan ni lo que les pasa; lo importante es que eso "es tuyo", "eres tú".

Desde mi adolescencia he experimentado disgusto ante los momentos meramente descriptivos de los acontecimientos, o las que eran como una reseña informativa de lo que había ocurrido en el verano. Los momentos verdaderos son aquellos en las que los acontecimientos del lunes o del viernes se describen como cosas que me pasan y no solo como cosas que van pasando a mi lado. Lo interesante y lo que me hace disfrutar era ver cómo esas cosas se viven desde dentro de mis amigos.
El grado de amistad con los amigos puede distinguirse precisamente por eso. Por si los momentos estaban llenos de preguntas convencionales y frases que se repetían del mismo modo en todas los demás momentos o si e ellos te dejas llevar, trayendo a colación esto o aquello, y acabando en lugares desconocidos para ti mismo, pero bonitos y en los que habías disfrutado. Escribir para los amigos es descubrir el mundo con unos ojos nuevos para dárselo a ellos.

La amistad es un regalo porque es vivir otra vida además de la propia. Es poder vivir dos veces. Y es también reafirmar tu propia existencia porque hay alguien que la quiere así: incondicionalmente. En el amigo encontramos aceptación plena.

La amistad es un don porque, en cierto modo, llega cuando y como quiere; no es programable; simplemente, surge y es como un regalo, un don que uno recibe.

Esa comunión del espíritu que hay entre los amigos, ese compartir denso e intenso, ese vivir y ser sin dar explicaciones porque estas no son necesarias para nuestro mutuo entendimiento, ese encontrar las puertas del alma siempre abiertas y acogedoras para ti porque eres tú, es el tesoro incalculable. No es extraño que los griegos la calificaran como regalo de los dioses.

Regalo es también en el sentido de que nunca es verdaderamente merecida. Si se puede hablar así, algunos podrían merecer más que otros el tener amigos. Pero, en el fondo, la amistad de una persona difícilmente es algo que uno llegue a "merecer". Se pueden tener de modo habitual disposiciones personales adecuadas para la amistad, para tener amigos (no todo el mundo las tiene).

Pero no se puede decidir en qué momento aparecerá el amigo o de quién seré amigo. Por ejemplo, todos contamos con momentos imborrables de la vida en los que comprendes repentinamente que tienes delante a alguien que puede leer dentro de ti como si fueras tú quien lo hiciera; que puede pasearse por tu alma sin explicaciones de tu parte; sin necesidad de mapas, brújulas o palabras clave que le hagan entender lo que se va a encontrar. Es la empatía, una sintonía especialísima que se establece con muy pocas personas a lo largo de la existencia, y que es un descenso y un ascenso vertiginoso por las entrañas de la verdadera vida.

MIRAR A LAS PERSONAS
Cuando nos sentimos así, vistos con unos ojos ajenos que al mismo tiempo son como los nuestros propios, es como si todo nuestro ser despertara. Querríamos saberlo todo acerca de aquella persona y que ella conociera nuestro yo hasta el final. Las conversaciones se convierten en un continuo maravillarse y aportarse mutuo. Sentimos el mundo como un pequeño globo terráqueo que gira entre nuestras manos y el motor de ese movimiento es la corriente que entre nosotros se ha creado.

Es un encuentro con otro yo, sin que ese yo se refiera a un yo idéntico, a un "alma gemela"; pues puede serlo o no. Es otro yo porque se pone en nuestra piel como si fuéramos nosotros mismos; pero al tiempo que mantiene su mismidad y su alteridad. Y por eso hay mucha riqueza en el trato con el amigo, porque lo distinto siempre nos enriquece.

Mirarnos en un amigo es mirarnos en un espejo. En un espejo que devuelve algo más que una simple reproducción de la propia imagen. Mirarnos en un amigo es encontrarnos a nosotros mismos vistos desde fuera y con mayor perspectiva, pero con el cuidado con que nosotros mismos pondríamos al mirarnos: "A través de él, los amigos se enriquecen y perfeccionan, se descubren e interpretan.

Se podría decir que, al ver al otro, cada uno de ellos aprende a conocerse" (Marias). La acción de mirar que tanto aparece entre los amigos, es algo que me parece esencial para que pueda surgir amistad entre dos personas para tener amigos hay que saber mirar.

En una carta que recibí hace unos meses me decía una amiga que "había encontrado el camino para trascender lo inmediato. El despertador para mirar (...) era el del pensamiento filosófico y la contemplación de las cosas bellas". En mi respuesta, le reafirmé en su descubrimiento porque me parecía realmente valioso: la filosofía y la contemplación estética son dos medios muy buenos para acceder a lo más hondo de la realidad.

La belleza es un camino hacia la verdad especialmente bueno. Porque la belleza no produce únicamente la mera delectación estética; posee una cualidad inestimable, y es que exige por nuestra parte contemplación. Ante las cosas bellas no basta pasear la vista. Para disfrutarlas verdaderamente hay que mirarlas con detenimiento, con miramiento. Con ellas hay que andarse con contemplaciones. Y contemplar es importante porque hace que nos detengamos y miremos las cosas tal como son, "dejando" que sean así.

La contemplación es un camino abierto hacia la verdad. Hacia la verdad personal, la de los demás y la del universo entero. Eso lo expresa muy bien de otro modo Lorenzo Silva en una de sus novelas. Escribía que "el mundo está lleno de tesoros sin descubrir porque no hay quien se pare a mirarlos. Pero en cuanto hay alguien que se detiene ante ellos, se abren ante esa persona como una maravillosa realidad llena de riqueza y significado ofreciéndole nuevos horizontes". Yo he pensado muchas veces que eso exactamente pasa con las personas.
Por eso, para tener amigos hay que saber mirar. Mirar es ver con atención, es contemplar, es concentrar nuestro ser entero en los ojos deseando captar lo que hay frente a ellos. Mirar presupone una vista limpia, sin prejuicios ni cargas anteriores, para captar lo que hay y no lo que yo he puesto o quiero poner. Mirar no es ver lo que yo quiero ver sino percibir cómo son las cosas o las personas en sí. Y además de limpieza interior, la mirada requiere también aceptación, renuncia a dominar. Cuando miramos de verdad, estamos dispuestos a dejar ser a las cosas y a las personas tal y como son. Esto es especialmente importante con las personas.

A las personas hay que dejarlas ser, hay que aceptarlas como son. Sin esa condición nunca sabremos lo que es una verdadera amistad; nunca llegaremos a saborear el gozo inmenso que produce esa identificación con el otro, ese compartir la vida, los sueños, los deseos, los fracasos. Habrá siempre en el amigo una zona de acceso prohibido o de "reservado".

Para mirar de verdad hay que aprender a hacerlo. Los hay que conocen ese arte de modo natural o han sido educados en él. Pero también puede aprenderse. Para mirar hay que pararse, parar la rueda de la actividad exterior y parar también nuestro ruido interior (qué tengo que hacer luego, cómo resolveré la cena en casa de mi hermano, qué ropa necesito, a ver cómo queda el Madrid, a ver si consigo cerrar un buen trato con este cliente...). Para mirar hay que perder el miedo a "pasar tiempo" sin haber sido ""eficaces"".

Todos hemos conocido a personas que provocan que los que están a su lado den lo mejor de sí mismos. Son personas que logran que los demás quieran -parafraseando a Salinas- "sacar de sí su mejor yo". Es así porque son personas que saben mirar, y que por eso han sabido encontrar la llave interior de las personas. Esa llave de la confianza que uno entrega solo cuando va a saberse visto, aceptado y querido por sí mismo.

LA MORADA DEL YO
Llegar a la intimidad del alma, al centro de la persona o solo rozar su periferia, exige rodeos: rodeos que son esencialmente contemplación, escucha atenta y activa, mirada abierta y receptiva. Solo cuando una persona percibe ese clima de confianza a su alrededor es capaz de empezar a abrir las rendijas de su yo. Y a través de esas rendijas pueden empezar a filtrarse los rayos de la luz que toda persona esconde. La intimidad, la interioridad, es siempre luminosa en el sentido de iluminadora. Porque muestra siempre algo desconocido para quien no está allí dentro. No siempre será lo original y nuevo el qué diga esa persona pero sí el cómo ella lo vive. Esta es la llave que entregamos a nuestros amigos y que hace que quedemos totalmente al descubierto: vulnerables, también.

Algunas veces, tras haber desnudado la intimidad del alma en conversación con la persona que nos ha inspirado esa confianza, uno siente el vértigo del miedo a romperse, a que le rompan, a que se burlen, a que no comprendan, al silencio indiferente o superficial.

Hasta ahora, esos pensamientos, deseos, aspiraciones, miedos y preguntas más íntimas habían quedado dentro de nuestra alma. A veces nos angustiaban, otras nos elevaban, otras nos desbordaban por dentro de tal forma, que había que expresarlos de algún modo (quién no ha cantado, llenado de piruetas su salón, compuesto una melodía o garabateado un poema, historia o carta, por puro desbordamiento. Tanto no cabía dentro; fuera crecía, pero tenía más apoyos para ser sostenido, para ser vivido).

Sin embargo, no dejaban de ser nuestros: los demás solo poseían de ellos su cara externa, lo que era fruto de la superabundancia. Por lo demás, no habían sido escuchados por nadie hasta el final y solo de vez en cuando abríamos a alguien una pequeña ventanita de nuestro interior, observando con atención la reacción del interlocutor ante aquello. Pero, de repente, hemos encontrado a alguien que ha provocado que primero quisiéramos abrir una ventanita y después otra, y otra... Luego le hemos pasado al interior de la casa y -poco a poco- le hemos encendido todas las luces que había en ella, iluminando incluso rincones sucios, destartalados, rincones sin ordenar o habitaciones llenas de trastos que no sabemos en dónde colocar. Le hemos enseñado el sillón de los sueños, frente a la ventana, y le hemos invitado a sentarse allí porque desde él puede conocerlos mejor. Le hemos presentado el rincón de los miedos, ese sí, está a oscuras porque nos parece que la luz acabará por hacerlos crecer. Es un rincón siempre difícil de enseñar; se supone que de esos no tenemos, y nos cuidamos mucho de dejarlos salir. También le hemos pasado al cuarto de las preguntas; esa habitación está llena de frases sueltas, de pensamientos, de párrafos incluso, y hasta de alguna página escrita. Pero sobre todo está lleno de interrogantes; es una habitación poblada de signos de interrogación que hemos ido recogiendo a lo largo de nuestra vida: por qué las relaciones humanas son tan complicadas, por qué hay personas que no miran hacia adentro, por qué las focas son más importantes que los países del Sur... Hay también un cuarto sin techo que mira directamente al sol, o al firmamento, si es de noche. Ese es el cuarto de las aspiraciones grandes, el cuarto en el que respiro hondo, el cuarto al que hay que acudir siempre que hemos pasado un día entre mucho polvo, o mucho tiempo en el sillón. También ha conocido la buhardilla; allí no vamos demasiadas veces porque es donde están los pedazos rotos de nuestra vida y todavía nos cuesta mirarlos sin sentir dolor o pena.

Hay personas a las que paseamos por nuestra morada interior sin miedo alguno; es más: deseamos desde lo más íntimo de nuestro ser hacerlo. Sentimos desde muy hondo que apreciará, entenderá y comprenderá cada objeto que encuentre en ella. No le importarán los cacharros rotos, aunque tengamos la estantería llena de ellos; no querrá reírse de nuestras inquietudes: se le iluminará la mirada al conocerlas porque . también ella las había sentido latir más de una vez. Le encantará que tengamos un sillón de sueños y un cuarto sin techo, y querrá saber qué nos dicen los astros por la noche y cómo es el vuelo de los pájaros que vemos pasar. Son personas que hacen que sintamos la necesidad de hacer crecer todo eso, de mostrárselo, de hacerlo vivir para ellas.

Esas personas son los amigos, el amigo aquel con quien me atrevo a ser yo misma; sin restricciones y sin temores. Esa persona con la que puedo decir todo porque todo lo va a entender en su contexto; esa persona con la que puedo hablar en borrador: sin orden, sin hilazón, sin sentido algunas veces. Con rabia o ira, con desesperación, con alegría exultante, desvariando. Descubriendo todas las raíces de mi alma y sabiendo que en ningún momento se aprovechará de ello para arrancarme de mi lugar. Y sabiendo que -como escribió alguien- "comprende esas contradicciones en mi naturaleza que llevarían a otros a juzgarme mal". Eso es un amigo.


Diego Torrente


El amor del mismo sexo es muy valioso, ya que no es ni provocada por la vanidad ni retenido por la adulación, es genuina y sincera.


Maria Mitchell


La intuición se vuelve cada vez más valioso en la nueva sociedad de la información, precisamente porque no hay tantos datos.


John Naisbitt


El tiempo es lo más valioso en la tierra: tiempo para pensar, tiempo para actuar, es hora de ampliar nuestras relaciones fraternas, el tiempo para llegar a ser mejores hombres, el tiempo para llegar a ser mejores mujeres, el tiempo para llegar a ser ciudadanos mejores y más independiente.


Samuel Gompers


El Madrid es el club más valioso del mundo y lo único que necesitamos es seguir progresando desde la exigencia. Llegar a semifinales no me parece suficiente. Tenemos que trabajar para llegar a la final y ganar la Copa de Europa


Florentino Pérez


Yo siempre he sido de la opinión de que lo que uno no se merece es lo mejor y lo más valioso de todo. Lo que uno se merece está demasiado impregnado de uno mismo y no sirve para nada


Lorenzo Silva


Ward Churchill podría ser más valioso para los opositores de la izquierda académica empleado de desempleados. Por encima de todo, que puede servir como una ventana de la sala a la bancarrota intelectual, moral y político de la izquierda.


Mort Kondracke


Él atraía a los hombres por lo que en ellos había de más valioso.


Joseph Conrad