Vida de Lucius Annaeus Seneca. Encuentra docenas de vida de Lucius Annaeus Seneca con fotos para copiar y compartir.
La recompensa de una buena acción está en haberla hecho.
A los que corren en un laberinto, su misma velocidad los confunde.
Los deseos de nuestra vida forman una cadena, cuyos eslabones son las esperanzas.
El mejor límite para el dinero es el que no permite caer en la pobreza ni alejarse mucho de ella.
Seas parco en elogiar, y más parco todavía en vituperar.
El trabajo y la lucha llaman siempre a los mejores.
Jamas se descubriria nada si nos considerasemos satisfechos con las cosas descubiertas.
El tiempo descubre la verdad.
Siempre es peor al día siguiente.
El ardimiento juvenil en sus comienzos es fogoso, pero languidece fácilmente y no dura; es el humo de una fogata liviana.
El que teme es un esclavo.
Escucha aún a los pequeños, porque nada es despreciable en ellos.
Solo en la fortuna adversa se hallan las grandes lecciones del heroísmo.
Prefiero molestar con la verdad que complacer con adulaciones.
En cualquier adversidad, lo peor es haber sido feliz.
El hombre es un animal racional.
Parte de la curación está en la voluntad de sanar.
¿Cómo osa preguntarme por una solución? Es como preguntarle a Séneca por una solución. ¿Recuerda lo que él hizo? ¡Se suicidó!
Son los más pobres. Mi definición es la de Séneca: Pobre es el que necesita mucho. Porque el que necesita mucho, eso es infinito, esos son los más pobres.
Sócrates y Séneca se suicidaron por inteligencia, y la Europa que ellos iluminaron se suicida por estupidez.
El que llamas muerto, no murió, mas partió primero.
La ira, si no es refrenada, es frecuentemente más dañina para nosotros que la injuria que la provoca.
Sé útil primero a los demás, si quieres ser útil a ti mismo.
En ninguno puede haber vicio, sino en el que puede haber virtud.
Peores son los odios ocultos que los descubiertos.
La prosperidad que más dura es la que vino despacio.
Dos veces vence el que en la victoria se vence a sí.
El verdadero amor no sufre dilaciones.
Engaño hay cuando se concede lo que primero se negó.
Ninguno desea darse tristeza a sí mismo.
El favor consiste no en lo que se hace o se da, sino en el ánimo con que se da o se hace.
Una esperanza reaviva otra esperanza; una ambición, otra ambición.
Nunca fue fácil el aprendizaje de la virtud.
La amistad siempre es provechosa; el amor a veces hiere.
Un hombre sin pasiones está tan cerca de la estupidez que solo le falta abrir la boca para caer en ella.
Teméis todas las cosas como mortales y todas las deseáis como inmortales.
No os espante la pobreza; nadie vive tan pobre como nació.
¿qué no vence la virtud?.
Lo segundo, después de no errar, es vergüenza de haber errado.
Felicidad es no necesitar de ella.