No le he dicho mi voto ni a mi almohada.
Que la historia me juzgue, pido perdón si me equivoco.
No puedo acompañar y esto no significa que estoy traicionando a nadie. Estoy actuando conforme a mis convicciones.
Yo creo que la presidenta de los argentinos lo va a entender, me va a entender, porque no creo que sirva una ley que no es la solución a este conflicto.
Hoy creo que debe ser el día más difícil de mi vida, junto con aquellos momentos que viví en la juventud.