La culpa siempre se apresura hacia su complemento, el castigo, sino que hay hace su mentira satisfacción.
Nuestras invenciones reflejan nuestros deseos secretos.
La música se inventó para confirmar la soledad humana.
En realidad no soy tanto un banquero como un estudioso de la malevolencia cósmica.
No es el amor lo que es ciego, sino los celos.
Viajar puede ser una de las más rentables formas de introspección.
La historia es una repetición interminable del modo de vida equivocado.
Para dos intuitivos el lenguaje es un obstáculo, un burdo impedimento.
He usado del derecho del novelista al tomarme unas cuantas libertades indispensables respecto de la historia contemporánea de Medio Oriente y de la estructura del personal en el servicio diplomático...
Un crítico es una lombriz de cebo en el hígado de la literatura.
Una ciudad se hace un mundo cuando uno ama a uno de sus habitantes.
La vejez es un insulto, es como ser abofeteado.
Qué cosa terrible es la caridad a la que las mujeres pueden llegar. Se ve todo el tiempo... amor dado a absolutos tontos. El amor es el pabellón de la caridad.
Las mejores cartas de amor de una mujer son siempre las escritas al hombre que está traicionando.
Como todos los jóvenes arranqué para ser un genio, pero afortunadamente la risa intervino.
Hay solo tres cosas a hacer con una mujer. Se puede amarla, sufrir por ella, o convertirla en literatura.
Una idea es como un pájaro raro que no se puede ver. Lo que uno ve es el temblor de la rama que acaba de abandonar.
La música es solo amor buscando palabras.
Cuidado, porque esas cosas suenan pesadas y la misión de una novela es hablar, no dar conferencias.
La verdad desaparece al decirla.