Dedicatoria para quince años. Encuentra docenas de dedicatoria para quince años con fotos para copiar y compartir.
Para torear y para casarse, hay que arrimarse.
El mundo es para los osados, no para los tímidos y callados.
Aquellos a quienes se condena al suplicio manifiestan a veces una fortaleza y un desprecio a la muerte que en realidad no es más que el temor a mirarla cara a cara; de modo que puede decirse que esa ...
Casi todo político tiene tanta necesidad, en determinadas circunstancias, de un hombre honesto, que, cual si fuera un lobo hambriento, irrumpe en el redil; mas no para devorar el cordero robado, sino...
Dejé de comer y de beber para meditar; es inútil: más vale aprender.
¿Cuántas veces tendré que morir para ser siempre yo?.
Uno siente que ciertas palabras son terribles para todos los demás, salvo para nosotros mismos.
También hay horca para el verdugo.
Cuando nace un niño, como de costumbre, se enciende una estrella, para que lo alumbre.
No es necesaria la fortuna para solo subsistir.
El pecho está lleno de muchas cosas para decirte. Hay momentos en que me parece que el idioma no es nada.
La brisa viene fresca y perfumada, no sé qué pasa en mí, la noche tiene para mi corazón todas las lágrimas, y yo siento un vacío sobre el pecho y una paz infinita sobre el alma.
Los genios son peligrosos para los talentos jóvenes, pues no hacen más que reproducirlos creyendo reproducirse a sí mismo.
El poder político es simplemente el poder organizado de una clase para oprimir a otra.
El ajedrez procura una suerte de inteligencia que sirve únicamente para jugar al ajedrez.
Para el hombre, como para el pájaro, el mundo ofrece muchos sitios donde posarse, pero nidos solamente uno: su hogar.
Un artista no tiene necesidad de expresar directamente su pensamiento en la obra para que ésta refleje la calidad de aquél.
Es bueno para los hombres creer en las ideas y morir por ellas.
La venganza solo sirve para eternizar las enemistades en el mundo; el placer fútil que nos causa, va siempre seguido de eternos arrepentimientos.
La Cita
¡Adiós, amigo, adiós! ¡El sol se esconde,
la luna sale de la nube rota,
y Eva me aguarda en el estanque, donde
el cisne nada y el nelombo flota!
Voy a estrechar a la mujer que adoro.
¡C...
Erguida Flor
De ti se nutren todas mis raíces:
me nutro de tu voz, de tu mirada
y de ti, porque vivo enamorada
de lo que piensas y de lo que dices.
La carne triste y los cabellos grises
iremos al f...
La estupidez es el talento para la equivocación.
Para el que parte para el que se queda dos otoños.
Ningún bribon es tan estupido que no halle motivos para sus bajezas.
En cada encrucijada del sendera que lleva al futuro, la tradición ha colocado diez mil hombres para custodiar el pasado.
Las conferencias deben ser como las faldas de las mujeres: suficientemente largas para contener algo y suficientemente cortas para despertar el interés.
Todo llega para quien sabe esperar.
¿beso? un truco encantado para dejar de hablar cuando las palabras se tornan superflúas.
Tanto trabajando, leyendo, pensando, viviendo para hacer. El curso de la vida no es suficientemente largo.
Los juicios son un asunto demasiado importante como para dejarlo en manos de meros abogados.
Nunca me retiraré. Tendrán que quitarme la cámara para que deje de hacer películas. Moriré haciendo películas.
El poder arbitrario constituye una tentación natural para un príncipe, como el vino o las mujeres para un hombre joven, o el soborno para un juez, o la avaricia para el viejo, o la vanidad para la m...
Señor, no te pido ver el horizonte lejano, un paso por día es suficiente para mi.
La guerra es una cosa demasiado seria para confiársela a los militares.
Yo mismo me transformé en un 'autogenio'. Tenía un bajón con el tango, lo había abandonado por completo y en cambio, era compositor de sinfonías, de oberturas, de conciertos para piano,...
Después de tantos años estudiándo la ética, he llegado a la conclusión de que toda ella se resume en tres virtudes: coraje para vivir, generosidad para convivir, y prudencia para sobrevivir.
No hay buen viento para quien no tiene puerto.
¡Tu tienes, para mí todo lo bello; yo tengo para ti, todo lo que ama; tú, para mí, la luz que resplandece, yo, para ti, sus llamas!.
Ahora una vez más en la noche apagada como plantas crecen murallas de clausura, murallas fronterizas para custodiar los campos de mi amor.
En estos pensamientos he puesto un rayo de sol, para la noche infinita que me espera.