El-honor-de-un-pueblo
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Y el que apetezca la gloria debe despedirse a tiempo del honor y dominar el arte difícil de irse en el momento oportuno.
Ambiciona honor, no honores.
Para encadenarlo (al pueblo) es preciso aparentar que se llevan las mismas cadenas que él.
¿Por qué no tener confianza en la justicia del pueblo? ¿Hay en el mundo esperanza mejor o que pueda igualarla?
Cada pueblo tiene la ingenua convicción de ser la mejor ocurrencia de dios.
Existen verdades que pueden matar a un pueblo.
El honor y el premio son los resortes para que no se adormezca el espíritu del hombre.
Es una verdad indiscutible que el conjunto del pueblo de cada país desea sinceramente su prosperidad; pero es igualmente irrefutable que no posee el descernimiento y la estabilidad necesarios para un...
Se afirma el pueblo que honra a sus héroes.
Cuando el amor desenfrenado entra en el corazón, va royendo todos los demás sentimientos; vive a expensas del honor, de la fe y de la palabra dada.
Si el emperador me quiere, que me pague, pues solo el honor de estar con él no me alcanza.
El pueblo comprende más pronto el lenguaje de las pasiones que el de la razón.
Engrandecerás a tu pueblo, no elevando los tejados de sus viviendas, sino las almas de sus habitantes.
El mayor crimen es preferir la vida al honor y, por vivir la vida, perder la razón de vivir.
Los privilegios acabarán, pero el pueblo es eterno.
El honor es la dicha y la fuerza.
El pueblo es aquella parte del Estado que no sabe lo que quiere.
Nos reímos del honor y luego nos sorprendemos de encontrar traidores entre nosotros.
El honor es la poesía del deber.
En un espíritu corrompido no cabe el honor.
Todos aman la vida, pero el hombre valiente y honrado aprecia más el honor.
La ley suprema es el bien del pueblo.
El pueblo es una fiera de múltiples cabezas.
Todos los Estados bien gobernados y todos los príncipes inteligentes han tenido cuidado de no reducir a la nobleza a la desesperación, ni al pueblo al descontento.
Cada pueblo tiene el gobierno que se merece.
Quizás el arte de gobernar sea precisamente eso: el arte de saber valorar al pueblo y esforzarse por alentar y cumplir sus sueños.
La esclavitud es hija de tinieblas, un pueblo ignorante es instrumento ciego de su propia destrucción.
Hago un llamado respetuoso a mi querido presidente, EVO MORALES, para que con prudencia inicie un acercamiento verdadero hacia los países de habla inglesa; que tome asesores en ese idioma para que le...
El corazón nuevo. Dice Yavé: "No hago esto por tenerles lástima a ustedes, sino para salvar el honor de mi Nombre, quea causa de ustedes ha sido despreciado en todas las naciones donde han lle...
Creemos que la salvación se encuentra en la obra sana en una tierra amada. Trabajo brindará a nuestro pueblo con el pan de mañana, y por otra parte, con el honor de la mañana, la libertad de la ma...
Al terminar esta guerra larga y difícil, me gustaría dirigir unas palabras especiales para el pueblo estadounidense: su constancia en el apoyo a nuestra insistencia en la paz con honor ha hecho la p...
Juro por el Dios de mis padres, juro por mi patria, juro por mi honor, que no daré tranquilidad a mi alma, ni descanso a mi brazo, hasta no ver rotas las cadenas que oprimen a mi pueblo por voluntad ...
Ya sabes, los estadounidenses rurales son un pueblo especial. Su trabajo pone comida en la mesa y el combustible en los tanques de gas. Su servicio en nuestras fuerzas armadas establece un poderoso ej...
En realidad vivir como hombre significa elegir un blanco -honor, gloria, riqueza, cultura- y apuntar hacia él con toda la conducta, pues no ordenar la vida a un fin es señal de gran necedad.
Un pueblo solo puede ser guiado por costumbres, no por saber.
Ni la política ha de ser arte de escarceos, retazos y tráficos, ni es digno de confianza de su país el que mira más a parecer bien a sus adversarios -por sus seguridad y gloria de hombre hábil-qu...
Mirá pibe. Si Beethoven hubiera nacido en Tacuarembó, hubiera llegado a ser director de la banda del pueblo.
Dichosísimo aquel que corriendo por entre los escollos de la guerra, de la política y de las desgracias públicas, preserva su honor intacto.
Hablar de la democracia y callar al pueblo es una farsa. Hablar de humanismo y negar a los hombres es una mentira.
La vida es la memoria del pueblo, la conciencia colectiva de la continuidad histórica, el modo de pensar y de vivir.
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