Tus hijos harán contigo, lo que tú hicieres conmigo.
Dicen que el mundo se ha vuelto demasiado complejo para obtener respuestas simples. Se equivocan.
Querer agradar a los demás es una trampa peligrosa.
Aduanas forman todos nosotros, nuestros pensamientos, nuestras costumbres, nuestras creencias más fijos, son consecuencias de nuestro lugar de nacimiento.
Los valores que en verdad se poseen no es menester exhibirlos: se evidencian solos.