¡Ah!, no preveáis las desgracias del amor antes de haber gustado sus placeres.
Marqués de Sade
La prosperidad del crimen es como el rayo, cuyos engañosos fuegos solo embellecen un instante la atmósfera para precipitar en los abismos de la muerte al infeliz a quien han deslumbrado
Entrar en la televisión fue una casualidad total.
¡Éstas son, dioses, nuestras obras; éstas son las egregias manufacturas nuestras con que nos ensalzamos a los ojos del cielo! ¡Mirad qué hermosas construcciones, apenas diferentes de las que suel...
No hay mejor amor que el que nunca ha sido. Los romances que alcanzan a completarse conducen inevitablemente al desengaño, al encono o a la paciencia; los amores incompletos son siempre capullo, son ...