Me gustaría mucho que vinieras, ya que, aunque seas huraño, formas parte de mi paisaje cotidiano. Me he acostumbrado a encontrarte cada mañana en tu pupitre, dormido o haciendo garabatos sobre tu cuaderno negro. Si un día dejaras de venir, al universo le faltaría algo. [pp. 126]
Francesc Miralles