Quien se pierde en su pasión, pierde menos que el que pierde la pasión.
Soren Kierkegaard
Dura es la ley de amor, pero por dura que sea, hay que obedecerla, pues la tierra y el cielo por ella están unidos desde el fondo de las edades.
Debemos desconfiar unos de otros. Es nuestra única defensa contra la traición.
Las bibliotecas son como las boticas: hay muchos venenos y pocos remedios.
Si quieres que el mal exista, no obres mal.