Si amas al sol que te alumbra, tal vez amas y si amas al insecto que te muerde, amas.
Antonio Porchia
Hago mi camino cansado y polvoriento, y detenida y dudosa queda tras de mí la juventud, que baja su hermosa cabeza y se niega a acompañarme.
Desde el nacimiento hasta la muerte, de lunes a lunes, de la mañana a la noche, todas las actividades están rutinizadas y prefabricadas.
No existe una escuela que enseñe a vivir.
Cuida los minutos, pues las horas ya cuidarán de sí mismas.