Refran el buen juez por su casa empieza. Encuentra docenas de refran el buen juez por su casa empieza con fotos para copiar y compartir.
Amor con amor se paga.
A quien mucho tememos, muerto le queremos.
Para torear y para casarse, hay que arrimarse.
El mundo es para los osados, no para los tímidos y callados.
A un traidor, dos alevosos.
También hay horca para el verdugo.
Torres más altas cayeron.
En vida de matrimonio, ni soso ni salado.
Quien habla, siembra; quien oye y calla, recoge y siembra.
Una imprudente palabra, nuestra ruina a veces labra.
La vecindad es fuente de amistad.
Si tienes pan y lentejas, ¿por qué te quejas?.
Hace más el que quiere que el que puede.
El árbol que no da frutos, da leña.
Quien ande por la mar, aprede a rezar.
A carne de lobo diente de perro.
Lo que no está prohibido está permitido.
A quien paga adelantado, mal le sirve su criado.
Agua que no has de beber, déjala correr.
El amigo, lo escojo yo, el pariente, no.
El arte de agradar es el arte de engañar.
En la guerra y en el amor, todo vale y se comparte.
La mujer en el hogar es reina a la que hay que amar.
Desvélate por saber y trabaja por tener.
Dime de lo que presumes y te diré de lo que careces.
Quien fía su mujer a un amigo, en la frente le saldrá el castigo.
Después de la tormenta viene la calma.
Antes que acabes, no te alabes.
Lo que uno no quiere, el otro lo desea.
El mal de muerte no hay médico que lo acierte.
En tiempo de guerra, mentiras por mar y por tierra.
La variedad place a la voluntad.
Ignorante y burro todo es uno.
Si quieres el perro, acepta las pulgas.
El envidioso es de tal ser, que no se le indigesta lo que come, sino lo que ve comer.
Amigo de uno, y enemigo de ninguno.
Cual es el hombre, tal su fortuna y nombre.
Bien haya quien a los suyos se parece.
Tanto tienes, tanto vales.
Nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde.