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Amemonos hoy digamonos adios mañana becquer ( 3 )

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Mientras haya en el mundo primavera, ¡habrá poesía!.


Gustavo Adolfo Bécquer


¡Oh!, si las flores duermen, qué dulcísimo sueño!.


Gustavo Adolfo Bécquer




Como en cuna de nacar que empuja el mar y que acaricia el cefiro, dormir parecia al blando arrullo de sus labios entreabiertos.


Gustavo Adolfo Bécquer


¡Qué hermoso es ver el día coronado de fuego levantarse, y a su beso de lumbre brillar las olas y encenderse el aire!.


Gustavo Adolfo Bécquer


La soledad es muy hermosa... cuando se tiene alguien a quien decírselo.


Gustavo Adolfo Bécquer


¿A qué fingir el labio risas que se desmienten en los ojos?.


Gustavo Adolfo Bécquer




Lix

¡Cuántas veces al pie de las musgosas
paredes que la guardan
oí la esquila que al mediar la noche
a los maitines llama!
¡Cuántas veces trazó mi silueta
la luna plateada,
junto a la del ciprés, que de su huerto
se asoma por las tapias!

Cuando en sombras la iglesia se envolvía
de su ojiva calada,
¡cuántas veces temblar sobre los vidrios
vi el fulgor de la lámpara!
Aunque el viento en los ángulos oscuros
de la torre silbara,
del coro entre las voces percibía
su voz vibrante y clara.

En las noches de invierno, si un medroso
por la desierta plaza
se atrevía a cruzar, al divisarme,
el paso aceleraba.
Y no faltó una vieja que en el torno
dijese a la mañana
que de algún sacristán muerto en pecado
acaso era yo el alma.

A oscuras conocía los rincones
del atrio y la portada;
de mis pies las ortigas que allí crecen
las huellas tal vez guardan.
Los búhos, que espantados me seguían
con sus ojos de llamas,
llegaron a mirarme con el tiempo
como a un buen camarada.

A mi lado sin miedo los reptiles
se movían a rastras;
¡hasta los mudos santos de granito
creo que me saludaban!


Gustavo Adolfo Becquer


Dios, aunque invisible, tiene siempre una mano tendida para levantar por un extremo la carga que abruma al pobre.


Gustavo Adolfo Bécquer


El amor es un misterio. Todo en él son fenómenos a cual más inexplicable; todo en él es ilógico, todo en él es vaguedad y absurdo.


Gustavo Adolfo Bécquer




Nuestra pasión fue un trágico sainete en cuya absurda fábula lo cómico y lo grave confundidos risas y llanto arrancan.


Gustavo Adolfo Bécquer


Ella tiene la luz, tiene el perfume, el color y la línea, la forma engendradora de deseos, la expresión, fuente eterna de poesía.


Gustavo Adolfo Bécquer


Hoy la tierra y los cielos me sonríen, hoy llega al fondo de mi alma el sol, hoy la he visto..., la he visto y me ha mirado.... ¡hoy creo en Dios!.


Gustavo Adolfo Bécquer


¡Lástima que el Amor un diccionario no tenga donde hallar cuando el orgullo es simplemente orgullo y cuando es dignidad!.


Gustavo Adolfo Bécquer




Como en un libro abierto leo de tus pupilas en el fondo.


Gustavo Adolfo Bécquer


Podrá nublarse el sol eternamente, podrá secarse en un instante el mar, podrá romperse el eje de la tierra como un débil cristal. ¡Todo sucederá!. Podrá la muerte cubrirme con su fúnebre crespón, pero jamás en mí podrá apagarse la llama de tu amor.


Gustavo Adolfo Bécquer


Si pudiera hacerse la disección de las almas, cuantas muertes misteriosas se explicarían.


Gustavo Adolfo Bécquer


Podrá no haber poetas; pero siempre habrá poesía.


Gustavo Adolfo Bécquer


Como se arranca el hierro de una herida su amor de las entrañas me arranqué, aunque sentí al hacerlo que la vida me arrancaba con él!.


Gustavo Adolfo Bécquer


Dos rojas lenguas de fuego que a un mismo tronco enlazadas se aproximan, y al besarse forman una sola llama.


Gustavo Adolfo Bécquer


Dos ideas que al par brotan, dos besos que a un tiempo estallan, dos ecos que se confunden, eso son nuestras dos almas.


Gustavo Adolfo Bécquer


El espectáculo de lo bello, en cualquier forma en que se presente, levanta la mente a nobles aspiraciones.


Gustavo Adolfo Bécquer


No digáis que, agotado su tesoro, de asuntos falta, enmudeció la lira: podrá no haber poetas pero siempre habrá poesía.


Gustavo Adolfo Bécquer


Xxxiii

Dos rojas lenguas de fuego
que a un mismo tronco enlazadas
se aproximan, y al besarse
forman una sola llama.

Dos notas que del laúd
a un tiempo la mano arranca,
y en el espacio se encuentran
y armoniosas se abrazan.

Dos olas que vienen juntas
a morir sobre una playa
y que al romper se coronan
con un penacho de plata.

Dos jirones de vapor
que del lago se levantan,
y al juntarse allá en el cielo
forman una nube blanca.

Dos ideas que al par brotan,
dos besos que a un tiempo estallan,
dos ecos que se confunden,
eso son nuestras dos almas.


Gustavo Adolfo Becquer


Xiv

Alguna vez la encuentro por el mundo
y pasa junto a mí
y pasa sonriéndose y yo digo
¿Cómo puede reír?

Luego asoma a mi labio otra sonrisa
máscara del dolor,
y entonces pienso: -Acaso ella se ríe,
como me río yo.


Gustavo Adolfo Becquer


Xxvi

Tú eras el huracán y yo la alta
torre que desafía su poder:
¡tenías que estrellarte o que abatirme!
¡No podía ser!

Tú eras el océano y yo la enhiesta
roca que firme aguarda su vaivén:
¡tenías que romperte o que arrancarme!
¡No podía ser!

Hermosa tú, yo altivo: acostumbrados
uno a arrollar, el otro a no ceder:
la senda estrecha, inevitable el choque...
¡No podía ser!


Gustavo Adolfo Becquer


Saeta que voladora
cruza, arrojada al azar,
y que no se sabe dónde
temblando se clavará;

hoja que del árbol seca
arrebata el vendaval,
sin que nadie acierte el surco
donde al polvo volverá;

gigante ola que el viento
riza y empuja en el mar,
y rueda y pasa, y se ignora
qué playa buscando va;

luz que en cercos temblorosos
brilla, próxima a expirar,
y que no se sabe de ellos
cuál el último será;

eso soy yo, que al acaso
cruzo el mundo sin pensar
de dónde vengo ni a dónde
mis pasos me llevarán.


Gustavo Adolfo Becquer




Engañame si quieres,pero sin que yo me dea cuenta.


Sebastian Becquer


Asomaba a sus ojos una lágrima, y a mi labio una frase de perdón, habló el orgullo y se enjugó su llanto, y la frase en mis labios expiró. Yo voy por un camino, ella por otro; pero al pensar en nuestro mutuo amor, yo digo aún: ¿por qué callé aquél día? Y ella dirá: ¿por qué no lloré yo?


Gustavo Adolfo Bécquer


Dimos formas reales a un fantasma, de la mente ridícula invención, y hecho el ídolo ya, sacrificamos en su altar nuestro amor


Gustavo Adolfo Bécquer


Cambiar de horizonte es provechoso a la salud y a la inteligencia


Gustavo Adolfo Bécquer


Mientras tú sientes mucho y nada sabes, yo, que no siento ya, todo lo sé


Gustavo Adolfo Bécquer


El mundo es un absurdo animado que rueda en el vacio para asombro de sus habitantes.


Gustavo Adolfo Bécquer


El amor es un caos de luz y de tinieblas; la mujer, una amalgama de perjurios y ternura; el hombre, un abismo de grandeza y pequeñez; la vida, en fin, puede compararse a una larga cadena con eslabones de hierro y de oro


Gustavo Adolfo Bécquer


Los sueños son el espíritu de la realidad con las formas de la mentira.


Gustavo Adolfo Bécquer


Entreabro los soñolientos ojos, sacudo las plumas y héteme aquí calzado y vestido


Gustavo Adolfo Bécquer


Mientras haya unos ojos que reflejen los ojos que los miran; Mientras responda el labio suspirando al labio que suspira; Mientras sentirse puedan en un beso dos almas confundidas; Mientras exista una mujer hermosa,¡Habrá poesía!


Gustavo Adolfo Bécquer


¿Cómo vive esa rosa que has prendido junto a tu corazón?Nunca hasta ahora contemplé en el mundo junto al volcán la flor


Gustavo Adolfo Bécquer


Cambiar de horizontes, cambiar de método de vida y de atmósfera, es provechoso a la salud y a la inteligencia


Gustavo Adolfo Bécquer


La vida, tomándola tal como es, sin exageraciones ni engaños, no es tan mala como dicen algunos.


Gustavo Adolfo Bécquer


El amor es poesía; la religión es amor. Dos cosas semejantes a una tercera son iguales entre sí


Gustavo Adolfo Bécquer