Angela gonzalez ( 2 )
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Cañaveral
Entre las cañas tendida;
sola y perdida en las cañas.
¿Quién me cerraba los ojos,
que, solos, se me cerraban?
¿Quién me sorbía en los labios
zumo de miel sin palabras?
¿Quién me derribó y me tuvo
sola y perdida en las cañas?
¿Quién me apuñaló con besos
el ave de la garganta?
¿Quién me estremeció los senos
con tacto de tierra y ascua?
¿Qué toro embistió en el ruedo
de mi cintura cerrada?
¿Quién me esponjó las caderas
con levadura de ansias?
¿Qué piedra de eternidad
me hincaron en las entrañas?
¿Quién me desató la sangre
que así se me derramaba?
...Aquella tarde de Julio,
sola y perdida en las cañas.
Entre las cañas tendida;
sola y perdida en las cañas.
¿Quién me cerraba los ojos,
que, solos, se me cerraban?
¿Quién me sorbía en los labios
zumo de miel sin palabras?
¿Quién me derribó y me tuvo
sola y perdida en las cañas?
¿Quién me apuñaló con besos
el ave de la garganta?
¿Quién me estremeció los senos
con tacto de tierra y ascua?
¿Qué toro embistió en el ruedo
de mi cintura cerrada?
¿Quién me esponjó las caderas
con levadura de ansias?
¿Qué piedra de eternidad
me hincaron en las entrañas?
¿Quién me desató la sangre
que así se me derramaba?
...Aquella tarde de Julio,
sola y perdida en las cañas.
Ãngela Figuera Aymerich
El Fruto Redondo
Sí, también yo quisiera ser palabra desnuda.
Ser un ala sin plumas en un cielo sin aire.
Ser un oro sin peso, un soñar sin raíces,
un sonido sin nadie...
Pero mis versos nacen redondos como frutos,
envueltos en la pulpa caliente de mi carne.
Sí, también yo quisiera ser palabra desnuda.
Ser un ala sin plumas en un cielo sin aire.
Ser un oro sin peso, un soñar sin raíces,
un sonido sin nadie...
Pero mis versos nacen redondos como frutos,
envueltos en la pulpa caliente de mi carne.
Ãngela Figuera Aymerich
El Día Se Ha Ido
Ahora andará por otras tierras,
llevando lejos luces y esperanzas,
aventando bandadas de pájaros remotos,
y rumores, y voces, y campanas,
-ruidoso perro que menea la cola
y ladra ante las puertas entornadas.
(Entretanto, la noche, como un gato
sigiloso, entró por la ventana,
vio unos restos de luz pálida y fría, y
se bebió la última taza.)
Sí;
definitivamente el día se ha ido.
Mucho no se llevó (no trajo nada);
sólo un poco de tiempo entre los dientes,
un menguado rebaño de luces fatigadas.
Tampoco lo lloréis. Puntual e inquieto,
sin duda alguna, volverá mañana.
Ahuyentará a ese gato negro.
Ladrará hasta sacarme de la cama.
Pero no será igual. Será otro día.
Será otro perro de la misma raza.
Ahora andará por otras tierras,
llevando lejos luces y esperanzas,
aventando bandadas de pájaros remotos,
y rumores, y voces, y campanas,
-ruidoso perro que menea la cola
y ladra ante las puertas entornadas.
(Entretanto, la noche, como un gato
sigiloso, entró por la ventana,
vio unos restos de luz pálida y fría, y
se bebió la última taza.)
Sí;
definitivamente el día se ha ido.
Mucho no se llevó (no trajo nada);
sólo un poco de tiempo entre los dientes,
un menguado rebaño de luces fatigadas.
Tampoco lo lloréis. Puntual e inquieto,
sin duda alguna, volverá mañana.
Ahuyentará a ese gato negro.
Ladrará hasta sacarme de la cama.
Pero no será igual. Será otro día.
Será otro perro de la misma raza.
Ãngel González
Esperanza
Esperanza,
araña negra del atardecer.
Tu paras
no lejos de mi cuerpo
abandonado, andas
en torno a mí,
tejiendo, rápida,
inconsistentes hilos invisibles,
te acercas, obstinada,
y me acaricias casi con tu sombra
pesada
y leve a un tiempo.
Agazapada
bajo las piedras y las horas,
esperaste, paciente, la llegada
de esta tarde
en la que nada
es ya posible...
Mi corazón:
tu nido.
Muerde en él, esperanza.
Esperanza,
araña negra del atardecer.
Tu paras
no lejos de mi cuerpo
abandonado, andas
en torno a mí,
tejiendo, rápida,
inconsistentes hilos invisibles,
te acercas, obstinada,
y me acaricias casi con tu sombra
pesada
y leve a un tiempo.
Agazapada
bajo las piedras y las horas,
esperaste, paciente, la llegada
de esta tarde
en la que nada
es ya posible...
Mi corazón:
tu nido.
Muerde en él, esperanza.
Ãngel González
Muerto Al Nacer
No aurora fue. Ni llanto. Ni un instante
bebió la luz. Sus ojos no tuvieron
color. Ni yo miré su boca tierna...
Ahora, ¿sabéis?, lo siento.
Debisteis dármelo. Yo hubiera debido
tenerle un breve tiempo entre mis brazos,
pues solo para mí fue cierto, vivo...
¡Cuántas veces me habló, desde la entraña,
bulléndome gozoso entre los flancos!...
No aurora fue. Ni llanto. Ni un instante
bebió la luz. Sus ojos no tuvieron
color. Ni yo miré su boca tierna...
Ahora, ¿sabéis?, lo siento.
Debisteis dármelo. Yo hubiera debido
tenerle un breve tiempo entre mis brazos,
pues solo para mí fue cierto, vivo...
¡Cuántas veces me habló, desde la entraña,
bulléndome gozoso entre los flancos!...
Ãngela Figuera Aymerich
A Veces Una Hoja Desprendida
A veces una hoja desprendida
de lo alto de los árboles, un lloro
de las ninfas que pasan un sonoro
trino de ruiseñor, turban mi vida.
Vuelven a mí medrosos y lejanos
suaves deliquios, éxtasis supremos;
aquella estrella y yo nos conocemos,
ese árbol, esa flor son mis hermanos.
En el abismo del dolor penetra
mi espíritu, bucea, va hasta el fondo,
y es como un libro misterioso y hondo
en que puedo leer letra por letra.
Un ambiente sutil un aura triste
hacen correr mi silencioso llanto,
y soy como una nota de ese canto
doloroso de todo lo que existe.
Me cercan en bandada los delirios...
¿Es alucinación..., locura acaso?
Me saludan las nubes a su paso
y me besan las almas de los lirios.
¡Divina comunión!... Por un instante
son mis sentidos de agudeza rara...
Ya sé lo que murmuras, fuente clara;
ya sé lo que me dices, brisa errante.
De todo me liberto y me desligo
a vivir nueva vida, de tal modo,
que yo no sé si me difundo en todo
o todo me penetra y va conmigo.
Mas todo huye de mí y el alma vuela
con torpes alas por un aura fría,
en una inconsolable lejanía,
por una soledad que espanta y hiela.
Por eso en mis ahogos de tristeza,
mientras duermen en calma mis sentidos,
tendiendo a tus palabras mis oídos
tiemblo a cada rumor, naturaleza;
y a veces una hoja desprendida
de lo alto de los árboles, un lloro
de las linfas que pasan, un sonoro
trino de ruiseñor, turban mi vida.
A veces una hoja desprendida
de lo alto de los árboles, un lloro
de las ninfas que pasan un sonoro
trino de ruiseñor, turban mi vida.
Vuelven a mí medrosos y lejanos
suaves deliquios, éxtasis supremos;
aquella estrella y yo nos conocemos,
ese árbol, esa flor son mis hermanos.
En el abismo del dolor penetra
mi espíritu, bucea, va hasta el fondo,
y es como un libro misterioso y hondo
en que puedo leer letra por letra.
Un ambiente sutil un aura triste
hacen correr mi silencioso llanto,
y soy como una nota de ese canto
doloroso de todo lo que existe.
Me cercan en bandada los delirios...
¿Es alucinación..., locura acaso?
Me saludan las nubes a su paso
y me besan las almas de los lirios.
¡Divina comunión!... Por un instante
son mis sentidos de agudeza rara...
Ya sé lo que murmuras, fuente clara;
ya sé lo que me dices, brisa errante.
De todo me liberto y me desligo
a vivir nueva vida, de tal modo,
que yo no sé si me difundo en todo
o todo me penetra y va conmigo.
Mas todo huye de mí y el alma vuela
con torpes alas por un aura fría,
en una inconsolable lejanía,
por una soledad que espanta y hiela.
Por eso en mis ahogos de tristeza,
mientras duermen en calma mis sentidos,
tendiendo a tus palabras mis oídos
tiemblo a cada rumor, naturaleza;
y a veces una hoja desprendida
de lo alto de los árboles, un lloro
de las linfas que pasan, un sonoro
trino de ruiseñor, turban mi vida.
Enrique González MartÃnez
Canciones Casi Sin Palabras
1
Tán lejos
vuela
el pájaro
que entre él y yo cabría cualquier fábula.
2
Había que elegir
entre ser la mañana
o ponerse a escribirla.
3
Oh retama amarilla,
tán amarilla,
tán,
que perdí la costumbre.
4
De una palabra a otra
cambió el viento a la nube
y escribí una mentira.
1
Tán lejos
vuela
el pájaro
que entre él y yo cabría cualquier fábula.
2
Había que elegir
entre ser la mañana
o ponerse a escribirla.
3
Oh retama amarilla,
tán amarilla,
tán,
que perdí la costumbre.
4
De una palabra a otra
cambió el viento a la nube
y escribí una mentira.
Ulalume González de León
Canción
Canción para los que saben
lo que es llorar...
¿Quién pudiera darte al viento
e irse al viento en el cantar!
Canción como lluvia fina
sobre el mar,
que se disuelve y es nube
que sube y vuelve a llorar...
Canción que en el alma es lluvia,
canción que es llanto en el mar...
¡Quién pudiera darte al viento
e irse al viento en el cantar!
Canción para los que saben
lo que es llorar...
¿Quién pudiera darte al viento
e irse al viento en el cantar!
Canción como lluvia fina
sobre el mar,
que se disuelve y es nube
que sube y vuelve a llorar...
Canción que en el alma es lluvia,
canción que es llanto en el mar...
¡Quién pudiera darte al viento
e irse al viento en el cantar!
Enrique González MartÃnez
Corceles de Fuego
¡Mi corazón
amo de naufragios
no sabe cómo sobrevivir a la esperanza!
De "Pasajeros del viento"
¡Mi corazón
amo de naufragios
no sabe cómo sobrevivir a la esperanza!
De "Pasajeros del viento"
MarÃa Clara González
Trovador
Tu guitarra y tu canto
aceptan su destino
Tu sangre
galopa por el tiempo
en busca de mi vientre
Tu palabra
se aleja
De "Pasajeros del viento"
Tu guitarra y tu canto
aceptan su destino
Tu sangre
galopa por el tiempo
en busca de mi vientre
Tu palabra
se aleja
De "Pasajeros del viento"
MarÃa Clara González
Búsqueda
¿Hasta cuándo la luz en la ventana
y el corazón ansioso
bebiéndosela a sorbos.
¿Hasta cuándo
la cacería de sueños
sin destino.
De "Pasajeros del viento"
¿Hasta cuándo la luz en la ventana
y el corazón ansioso
bebiéndosela a sorbos.
¿Hasta cuándo
la cacería de sueños
sin destino.
De "Pasajeros del viento"
MarÃa Clara González
La Vida En Juego
Donde pongo la vida pongo el fuego
de mi pasión volcada y sin salida.
Donde tengo el amor, toco la herida.
Donde pongo la fe, me pongo en juego.
Pongo en juego mi vida, y pierdo, y luego
vuelvo a empezar, sin vida, otra partida.
Perdida la de ayer, la de hoy perdida,
no me doy por vencido, y sigo, y juego
lo que me queda: un resto de esperanza.
Al siempre va. Mantengo mi postura.
Si sale nunca, la esperanza es muerte.
Si sale amor, la primavera avanza.
Donde pongo la vida pongo el fuego
de mi pasión volcada y sin salida.
Donde tengo el amor, toco la herida.
Donde pongo la fe, me pongo en juego.
Pongo en juego mi vida, y pierdo, y luego
vuelvo a empezar, sin vida, otra partida.
Perdida la de ayer, la de hoy perdida,
no me doy por vencido, y sigo, y juego
lo que me queda: un resto de esperanza.
Al siempre va. Mantengo mi postura.
Si sale nunca, la esperanza es muerte.
Si sale amor, la primavera avanza.
Ãngel González
La persona que te engaña una vez te engañara toda la vida no lo hara comola primera vez pero te engañara de distintas maneras diga lo que el diga.
Rosa Del Carmen Gonzalez Sanchez
no busques la verdad en un persona que te engaño una vez ya que sus plabras engañan y mienten pero al reves
Rosa Del Carmen Gonzalez Sanchez
He admirado cada parte de tu cuerpo y la que mas me gusta es tu boca, ya que de hay salen la sinfonia perfecta de tu conocimiento.
Alex Javier Gonzalez
La Amistad Puede Convertirse En Amor, Pero Cuando La Persona A La Que Amas No Siente Por Ti Ninguna De Las Dos...Ningún Momento En La Vida Es Más Triste Que Ese.
Ivan Arturo Izucar Gonzalez
ama aquien demuestra la misma entrega no al que solo piensa en si mismo y te hace derramar lagrimas
Rosa Del Carmen Gonzalez Sanchez
El Otoño Se Acerca
El otoño se acerca con muy poco ruido:
apagadas cigarras, unos grillos apenas,
defienden el reducto
de un verano obstinado en perpetuarse,
cuya suntuosa cola aún brilla hacia el oeste.
Se diría que aquí no pasa nada,
pero un silencio súbito ilumina el prodigio:
ha pasado
un ángel
que se llamaba luz, o fuego, o vida.
Y lo perdimos para siempre.
El otoño se acerca con muy poco ruido:
apagadas cigarras, unos grillos apenas,
defienden el reducto
de un verano obstinado en perpetuarse,
cuya suntuosa cola aún brilla hacia el oeste.
Se diría que aquí no pasa nada,
pero un silencio súbito ilumina el prodigio:
ha pasado
un ángel
que se llamaba luz, o fuego, o vida.
Y lo perdimos para siempre.
Ãngel González
Guarde en mi corazon un pedazo de ilucion
y engaño de un amor que me a matado
no logro sanar la herida que me causo hace muchos años
el todavia m sigue lastimando y sin enbargo siempre me coloco dentro de susu brazoz a caso mi corazon esta engañado por mi razon no logro entender por que sigo asu lado después d tanta traicion
lloro en silencio pues no puedo hblar mi voz no se escucha por tantas heridas que el en mi causo
yo quiero volar y no pensar mas en el pero este corazon necio
no puede entender
que si sigo asu lado se terminara de romper
y engaño de un amor que me a matado
no logro sanar la herida que me causo hace muchos años
el todavia m sigue lastimando y sin enbargo siempre me coloco dentro de susu brazoz a caso mi corazon esta engañado por mi razon no logro entender por que sigo asu lado después d tanta traicion
lloro en silencio pues no puedo hblar mi voz no se escucha por tantas heridas que el en mi causo
yo quiero volar y no pensar mas en el pero este corazon necio
no puede entender
que si sigo asu lado se terminara de romper
Rosa Del Carmen Gonzalez Sanchez
DESPEDIDA
Te digo adiós y acaso te kiero todavia, quizas no he de olvidarte, pero te digo adiós, no se si me kisistes... no se si te queria... oh tal vez nos quisimos demasiado los dos ....
Te digo adiós y acaso te kiero todavia, quizas no he de olvidarte, pero te digo adiós, no se si me kisistes... no se si te queria... oh tal vez nos quisimos demasiado los dos ....
liliana garza gonzalez
El amor entre mas lejos lo tengas. ,seguira siendo amor.
El amor entre mas cerca lo tengas. ,seguira siendo distancia....
El amor entre mas cerca lo tengas. ,seguira siendo distancia....
ISMAEL GONZALEZ GARCIA
yo queria darte mi vida, pero eso es imposible
porque mi vida es prestada, lo único que yo puedo darte es ,el tiempo que me la presten.........
porque mi vida es prestada, lo único que yo puedo darte es ,el tiempo que me la presten.........
ISMAEL GONZALEZ GARCIA
Colina
Ola cuajada en la piedra
con espuma de romero,
hasta tu desnuda cima
me has levantado sin vuelo.
Sobre tu lomo clavada
-mástil sin vela en el viento-
de un horizonte redondo
soy matemático centro.
Ocres, amarillos, verdes,
me enredan los pensamientos...
-pinos, tierra; tierra, pinos;
Duero, chopos; chopos, Duero-.
El aire me hace sorber
tragos de frío silencio.
El péndulo de la tarde
me bate lento en el pecho.
El grito de un ave avanza,
hélice de agudo acero:
manos y boca me sangran
solo de intentar cogerlo.
Ola cuajada en la piedra
con espuma de romero,
hasta tu desnuda cima
me has levantado sin vuelo.
Sobre tu lomo clavada
-mástil sin vela en el viento-
de un horizonte redondo
soy matemático centro.
Ocres, amarillos, verdes,
me enredan los pensamientos...
-pinos, tierra; tierra, pinos;
Duero, chopos; chopos, Duero-.
El aire me hace sorber
tragos de frío silencio.
El péndulo de la tarde
me bate lento en el pecho.
El grito de un ave avanza,
hélice de agudo acero:
manos y boca me sangran
solo de intentar cogerlo.
Ãngela Figuera Aymerich
Herida Fui En El Gozo, En El Olvido
Libre me vi, desnuda y desolada.
¿Para qué libertad abandonada
Y palabras de amor en ciego oído?
¿Para quién hambre y sed en el sentido
Si me abraza la sombra demudada?
¿Para quién alma y boca enamorada
Si tengo el corazón de ausencia herido?
No hay cicatriz en esta piel serena
Que manifieste con su oscuro sello
La fiera luz que arde en cada vena.
Íntimo fuego del que soy destello:
A brasa fiel mi boca se condena
Para mirar arder tu fino cuello.
Libre me vi, desnuda y desolada.
¿Para qué libertad abandonada
Y palabras de amor en ciego oído?
¿Para quién hambre y sed en el sentido
Si me abraza la sombra demudada?
¿Para quién alma y boca enamorada
Si tengo el corazón de ausencia herido?
No hay cicatriz en esta piel serena
Que manifieste con su oscuro sello
La fiera luz que arde en cada vena.
Íntimo fuego del que soy destello:
A brasa fiel mi boca se condena
Para mirar arder tu fino cuello.
Carmen González Huguet
Para Nada
Trabajé el aire
se lo entregué al viento:
voló, se deshizo,
se volvió silencio.
Por el ancho mar,
por los altos cielos,
trabajé la nada,
realicé el esfuerzo,
perforé la luz
ahondé el misterio.
Para nada, ahora,
para nada, luego;
humo son mis obras,
cenizas mis hechos.
...Y mi corazón
que se queda en ellos.
Trabajé el aire
se lo entregué al viento:
voló, se deshizo,
se volvió silencio.
Por el ancho mar,
por los altos cielos,
trabajé la nada,
realicé el esfuerzo,
perforé la luz
ahondé el misterio.
Para nada, ahora,
para nada, luego;
humo son mis obras,
cenizas mis hechos.
...Y mi corazón
que se queda en ellos.
Ãngel González
Tierra
...no se alcanza
a volver con los remos y la vela
al puerto en que dejamos la esperanza.
Miguel Ángel Asturias
DEL RUMOR DE TUS MANOS ME ALIMENTO...
Del rumor de tus manos me alimento
y mi hoguera renuevo en lluvia fría.
Surge de ti fluyente geometría:
venero de la luz, cálido acento.
El seno de la vela que hincha el viento
para partir a la aventura un día,
y tu tierra en su quieta geografía,
trazada en gozo exacto y fiel tormento.
Se abre el ojo a la flor de la belleza
que se desata con fervor de río
y se instala a soñar en tu cabeza.
Por tu perpetuo, floreciente estío
cruza la tarde donde, libre y presa,
la luz corre desnuda por el río.
...no se alcanza
a volver con los remos y la vela
al puerto en que dejamos la esperanza.
Miguel Ángel Asturias
DEL RUMOR DE TUS MANOS ME ALIMENTO...
Del rumor de tus manos me alimento
y mi hoguera renuevo en lluvia fría.
Surge de ti fluyente geometría:
venero de la luz, cálido acento.
El seno de la vela que hincha el viento
para partir a la aventura un día,
y tu tierra en su quieta geografía,
trazada en gozo exacto y fiel tormento.
Se abre el ojo a la flor de la belleza
que se desata con fervor de río
y se instala a soñar en tu cabeza.
Por tu perpetuo, floreciente estío
cruza la tarde donde, libre y presa,
la luz corre desnuda por el río.
Carmen González Huguet
Nosotros
Tu olor a hombre
pasea por mi cuerpo
Tus manos ásperas
calientes
seguras
Mi abandono mi éxtasis
El tuyo
De "Pulso interno"
Tu olor a hombre
pasea por mi cuerpo
Tus manos ásperas
calientes
seguras
Mi abandono mi éxtasis
El tuyo
De "Pulso interno"
MarÃa Clara González
Olvido
Por fin crucé la puerta
que confunde
recuerdos con cenizas
Tu silueta se yergue
ante mí
estática
vacía
Hoy
ya me fue imposible
recobrar tu sonrisa
De "Pulso interno"
Por fin crucé la puerta
que confunde
recuerdos con cenizas
Tu silueta se yergue
ante mí
estática
vacía
Hoy
ya me fue imposible
recobrar tu sonrisa
De "Pulso interno"
MarÃa Clara González
Desde Siempre
Tu paso
-de una sílaba-
por mi larga fila
de palabras vacías
estaba anunciado desde siempre
Tu paso de ecos
como la lluvia
de tu tierra amada
era realidad antes de verte
Tu paso
de cascabel y gaita
era lo que en mi alma acontecía
cuando la visitaban de niña los presagios
De "Pasajeros del viento"
Tu paso
-de una sílaba-
por mi larga fila
de palabras vacías
estaba anunciado desde siempre
Tu paso de ecos
como la lluvia
de tu tierra amada
era realidad antes de verte
Tu paso
de cascabel y gaita
era lo que en mi alma acontecía
cuando la visitaban de niña los presagios
De "Pasajeros del viento"
MarÃa Clara González
Contar Un Cuento
Es el país de Irás y No Volverás
donde los relojes marcan el invierno en punto
y solo en tu memoria habría primavera
si tuvieras tiempo para recordar
Pero solo hay tiempo para buscar a la reina blanca
Aquí se congela el corazón y no puede romperse
Aquí se congelan las fuentes del llanto
Aquí se congelan las palabras que designan cosas de colores
y solo sobrevive la palabra de su nombre
Pero tú no sabes cómo se llama la reina blanca
Se sabe poco de la reina blanca:
que habita un silencio sin ventanas
que habita el castillo de Salsipuedes
que habita el lugar del frío
Se sabe poco de la reina:
que es completarnente blanca
que ni pensando todas las rosas juntas
se podría armar un arrebol en sus mejillas
y que ni con todas las alas de todos los pájaros
se podría emigrar de su invierno en punto
Se sabe poco de ella
Pero no necesitas más para buscarla
ni necesitas más para encontrarla
y avanzar alejándote de ella para siempre
y descubriendo que ya no dejas huellas sobre la nieve
y descubriendo cómo pierdes toda prueba de la vida
Es el país de Irás y No Volverás
donde los relojes marcan el invierno en punto
y solo en tu memoria habría primavera
si tuvieras tiempo para recordar
Pero solo hay tiempo para buscar a la reina blanca
Aquí se congela el corazón y no puede romperse
Aquí se congelan las fuentes del llanto
Aquí se congelan las palabras que designan cosas de colores
y solo sobrevive la palabra de su nombre
Pero tú no sabes cómo se llama la reina blanca
Se sabe poco de la reina blanca:
que habita un silencio sin ventanas
que habita el castillo de Salsipuedes
que habita el lugar del frío
Se sabe poco de la reina:
que es completarnente blanca
que ni pensando todas las rosas juntas
se podría armar un arrebol en sus mejillas
y que ni con todas las alas de todos los pájaros
se podría emigrar de su invierno en punto
Se sabe poco de ella
Pero no necesitas más para buscarla
ni necesitas más para encontrarla
y avanzar alejándote de ella para siempre
y descubriendo que ya no dejas huellas sobre la nieve
y descubriendo cómo pierdes toda prueba de la vida
Ulalume González de León
Lugares
No sé donde está el árbol
que me hace estar tán lejos
ahora que se acerca
No sé si yo lo traigo
o si es él quien me lleva
Un hilo desde el fondo de su tiempo
tira de mí y me arrastra
mientras tiro de un hilo
para arrancarlo al fondo de su tiempo
Él llega -árbol entero
Yo de mí misma falto
La memoria nos cambia de lugares
sin movernos de nuestros sitios
No sé donde está el árbol
que me hace estar tán lejos
ahora que se acerca
No sé si yo lo traigo
o si es él quien me lleva
Un hilo desde el fondo de su tiempo
tira de mí y me arrastra
mientras tiro de un hilo
para arrancarlo al fondo de su tiempo
Él llega -árbol entero
Yo de mí misma falto
La memoria nos cambia de lugares
sin movernos de nuestros sitios
Ulalume González de León
El que compite por humillar a alguien es un idiota, el que lo hace por la pasión de competir, es un verdadero hombre.
Samuel Gonzalez
Acto Amoroso
: dos se miran uno al otro
hasta que son irreales
entonces
cierran los ojos
y se tocan uno al otro
hasta que son irreales
entonces
guardan los cuerpos,
y se sueñan uno al otro
hasta que son tan reales
que despiertan
dos se miran
: dos se miran uno al otro
hasta que son irreales
entonces
cierran los ojos
y se tocan uno al otro
hasta que son irreales
entonces
guardan los cuerpos,
y se sueñan uno al otro
hasta que son tan reales
que despiertan
dos se miran
Ulalume González de León
Todo es sencillo, si lo quiero tener lo busco, el problema es que cuando lo encuentro no se si lo merezco.
Samuel Gonzalez