Angela gonzalez
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El peor castigo para una persona que ha mentido, es que no le crean cuando por fin a decidido decir la verdad.
Angela Gonzalez Saavedra
Tener guardado algo en nuestra conciencia es como tener un perro que nos ladra toda la noche
angela gonzalez saavedra
Mi tiempo sin ti es haber estado contigo,el que no estes aqui no significa que estes ausente. El que no haya hecho una vida contigo no es que no viva contigo en mis suenos.el que te haya dejado ir, no significa falta de carino. Solo que te amo tanto que prefiero que seas feliz aunque no sea conmigo. El tiempo que has estado fisicamente lejos solo me ha servido para no olvidarme de tu recuerdo. Y si alguna vez no te dije todo esto fue por cobardia. Vez lo queda después de tanto?...nada..nada simplemente nada por haberlo callado...te amo...y parece no tener fin...
angela gonzalez saavedra
El tiempo cura todo pero no aniquila el recuerdo.
El tiempo es el mejor amigo del hombre por que sin el tal vez la verdad nunca llegaria a nosotros, las tristezas las viviriamos eternamente, la vida no se veria pasar, las personas no estariamos donde nos corresponde, nunca tendriamos la diligencia de vivir en poz de la sabiduria, la vida nunca llegaria a su fin y jamas dormiriamos eternamente. Para el que ha sabido vivir hasta la muerte es hermosa.
El tiempo es el mejor amigo del hombre por que sin el tal vez la verdad nunca llegaria a nosotros, las tristezas las viviriamos eternamente, la vida no se veria pasar, las personas no estariamos donde nos corresponde, nunca tendriamos la diligencia de vivir en poz de la sabiduria, la vida nunca llegaria a su fin y jamas dormiriamos eternamente. Para el que ha sabido vivir hasta la muerte es hermosa.
Angela Gonzalez Saavedra
El vivir con miedos de pasados fracasos amorosos es como sentarse a besar a un fantasma en lugar de la persona que nos besa. Es como otorgarle mucho poder sobre tu presente a personas que son solo parte del pasado
Angela gonzalez saavedra
A veces las mujeres debemos estar con el que mas nos quiere que con el que mas queremos
angela gonzalez saavedra
Nunca pienses que si te enamoras pierdes, por que mas pierde el que no te ama, tu solo perederas a quien nunca te ha amado.
Angela Gonzalez Saavedra
Nuestra genialidad mental puede con todo menos con lo que siente nuestro corazon
angela gonzalez saavedra
Amar sanamente es saber primero amarnos nosoros mismos para que ese amor sea reciproco en los demas
angela gonzalez saavedra
Una mujer interesante no es la de escotes pronunciados, ni de perfumes caros mucho menos la de un maquillaje estrafalario, sino la que piensa antes de hablar, la que no se deja governar por lo que piensen los demas si no que posee sus propias ideas, es la que ama de verdad y con la verdad, la que crece en la adversidad, la que demuestra con naturalidad una sola personalidad frente a los demas, la que mujer capaz, la que prefiere demostrar su inteligencia en lugar de sus curvas.
Angela Gonzalez Saavedra
Lo que realmente vale la pena recuperar después de haber perdido, es el amor de quien amamos
Angela Gonzalez Saavedra
Lo único malo de el tiempo es que a veces se nos hace demasiado tarde.Entonces nos preguntamos por que a veces la vida nos ofrece las cosas cuando ya para que
Angela Gonzalez Saavedra
Una mujer puede perder todo por amor, la compostura, la certeza de su futuro, la capacidad de reconocer lo bueno de lo malo, los estribos y hasta su tiempo pero Lo único que una mujer no debe perder por amor es su dignidad
Angela Gonzalez Saavedra
Es mas sabio el que se atiene de antemano a las propias consecuencias de sus malas acciones, el que se lamenta cuando las sufre.
Angela Gonzalez Saavedra
Ignorar a nuestros sentimientos por quien amamos debido a un tonto orgullo es la manera mas estupida de perder el tiempo y el primer paso para tener que arrepenirnos en un futuro
Angela Gonzalez Saavedra
Se puede ser amigo y después amantes, pero después de ser amantes no se puede ser amigo
Angela Gonzalez Saavedra
Lo único que se puede hacer al admitir que nos equivocamos no solo es asegurarnos que no lo vamos a volver a hacer, si no que nos demos cuenta de ello a tiempo
Angela Gonzalez Saavedra
La manera mas segura de saber si hemos perdido a alguien para siempre, es cuando nos hemos dado cuenta que esa persona ha estado constantemente ahí por nosotros y nunca nos importo enterarnos.
Angela Gonzalez Saavedra
Durar
Yo pasaré y apenas habré sido,
-frágil destino de mi pobre arcilla-.
Hijo, cuando yo no exista,
tú serás mi carne, viva.
Verso, cuando yo no hable,
tú, mi palabra inextinta.
Yo pasaré y apenas habré sido,
-frágil destino de mi pobre arcilla-.
Hijo, cuando yo no exista,
tú serás mi carne, viva.
Verso, cuando yo no hable,
tú, mi palabra inextinta.
Ãngela Figuera Aymerich
Desamor
Las razones
que tuve para amarte
se borraron anoche
en la tormenta
Quedé limpia
Tu olor a huésped
voluptuoso en mis entrañas
se enredó con la lluvia
y se marchó
De "Pulso interno"
Las razones
que tuve para amarte
se borraron anoche
en la tormenta
Quedé limpia
Tu olor a huésped
voluptuoso en mis entrañas
se enredó con la lluvia
y se marchó
De "Pulso interno"
MarÃa Clara González
Pacto
Por si acaso llovizna por tu calle
y quieres secar tu cuerpo
entre mis brazos
Por si el silencio te acomete
y recuerdas el lenguaje extraño
que aprendiste a mi lado
Por si regresas
a humedecer de lunas los recuerdos
Por si el trópico te reclama impaciente
entre sus verdes
O por si acaso es de noche en tu morada
dejaré la puerta abierta
De "Pasajeros del viento"
Por si acaso llovizna por tu calle
y quieres secar tu cuerpo
entre mis brazos
Por si el silencio te acomete
y recuerdas el lenguaje extraño
que aprendiste a mi lado
Por si regresas
a humedecer de lunas los recuerdos
Por si el trópico te reclama impaciente
entre sus verdes
O por si acaso es de noche en tu morada
dejaré la puerta abierta
De "Pasajeros del viento"
MarÃa Clara González
Busca En Todas Las Cosas...
Busca en todas las cosas un alma y un sentido
oculto; no te ciñas a la apariencia vana;
husmea, sigue el rastro de la verdad arcana,
escudriñante el ojo y aguzado el oído.
No seas como el necio, que al mirar la virgínea
imperfección del mármol que la arcilla aprisiona,
queda sordo a la entraña de la piedra, que entona
en recóndito ritmo la canción de la línea.
Ama todo lo grácil de la vida, la calma
de la flor que se mece, el color, el paisaje.
Ya sabrás poco a poco descifrar su lenguaje...
¡Oh divino coloquio de las cosas y el alma!
Hay en todos los seres una blanda sonrisa,
un dolor inefable o un misterio sombrío.
¿Sabes tú si son lágrimas las gotas de rocío?
¿Sabes tú qué secreto va contando la brisa?
Atan hebras sutiles a las cosas distantes;
al acento lejano corresponde otro acento.
¿Sabes tú donde lleva los suspiros el viento?
¿Sabes tú si son almas las estrellas errantes?
No desdeñes al pájaro de argentina garganta
que se queja en la tarde, que salmodia a la aurora.
Es un alma que canta y es un alma que llora...
¡Y sabrá por qué llora, y sabrá por qué canta!
Busca en todas las cosas el oculto sentido;
lo hallarás cuando logres comprender su lenguaje;
cuando sientas el alma colosal del paisaje
y los ayes lanzados por el árbol herido...
Busca en todas las cosas un alma y un sentido
oculto; no te ciñas a la apariencia vana;
husmea, sigue el rastro de la verdad arcana,
escudriñante el ojo y aguzado el oído.
No seas como el necio, que al mirar la virgínea
imperfección del mármol que la arcilla aprisiona,
queda sordo a la entraña de la piedra, que entona
en recóndito ritmo la canción de la línea.
Ama todo lo grácil de la vida, la calma
de la flor que se mece, el color, el paisaje.
Ya sabrás poco a poco descifrar su lenguaje...
¡Oh divino coloquio de las cosas y el alma!
Hay en todos los seres una blanda sonrisa,
un dolor inefable o un misterio sombrío.
¿Sabes tú si son lágrimas las gotas de rocío?
¿Sabes tú qué secreto va contando la brisa?
Atan hebras sutiles a las cosas distantes;
al acento lejano corresponde otro acento.
¿Sabes tú donde lleva los suspiros el viento?
¿Sabes tú si son almas las estrellas errantes?
No desdeñes al pájaro de argentina garganta
que se queja en la tarde, que salmodia a la aurora.
Es un alma que canta y es un alma que llora...
¡Y sabrá por qué llora, y sabrá por qué canta!
Busca en todas las cosas el oculto sentido;
lo hallarás cuando logres comprender su lenguaje;
cuando sientas el alma colosal del paisaje
y los ayes lanzados por el árbol herido...
Enrique González MartÃnez
El Baño
Ya dejas el plumón. Las presurosas
manos desatan el discreto nudo,
y queda el cuerpo escultural desnudo
volcán de nieve en explosión de rosas.
El baño espera. De estrecharte ansiosas
están las aguas, y en el mármol mudo,
un esculpido sátiro membrudo
te contempla con ansias amorosas.
Entras al fin y el agua se estremece,
en tanto, allá en el orto ya parece
el claro sol de refulgente rastro.
Y cuando ufana de las fuentes sales,
de tu alcoba a los diáfanos cristales,
por mirarte salir, se asoma el astro.
Ya dejas el plumón. Las presurosas
manos desatan el discreto nudo,
y queda el cuerpo escultural desnudo
volcán de nieve en explosión de rosas.
El baño espera. De estrecharte ansiosas
están las aguas, y en el mármol mudo,
un esculpido sátiro membrudo
te contempla con ansias amorosas.
Entras al fin y el agua se estremece,
en tanto, allá en el orto ya parece
el claro sol de refulgente rastro.
Y cuando ufana de las fuentes sales,
de tu alcoba a los diáfanos cristales,
por mirarte salir, se asoma el astro.
Enrique González MartÃnez
Palabra
Pronunciada palabra
tán sola
tán desnuda:
regrésate a vestirte de indecible.
Pronunciada palabra
tán sola
tán desnuda:
regrésate a vestirte de indecible.
Ulalume González de León
Dijo Pavese
La primera vez
para nunca fue.
La primera vez
sera
para siempre
la segunda vez.
Después,
corregida,
aumentada,
la primera vez
será nada.
Después:
siempre en vez de
siempre en vez de
siempre en vez.
La primera vez
para nunca fue.
La primera vez
sera
para siempre
la segunda vez.
Después,
corregida,
aumentada,
la primera vez
será nada.
Después:
siempre en vez de
siempre en vez de
siempre en vez.
Ulalume González de León
Domingo
Domingo, flor de luz, casi increíble
día. Bajas sobre la tierra
como un ángel inútil y dorado.
Besas
a las muchachas
de turbia cabellera,
vistes de azul marino
a los hombres que te aman, y dejas
en las manos del niño
un aro de madera
o una simple esperanza. Repartes
golondrinas, globos de primavera,
te subes a las torres
y giras las veletas
oxidadas. Tu viento agita faldas
de colores, estremece banderas,
lleva lejos canciones
y sonrisas, llena
las estancias de polvo plateado.
Los árboles esperan
tu llegada
para cubrirse de gorriones. Sabe más fresca
el agua de las fuentes.
Las campanas dispersan
palomas imprevistas
que vuelan
de otro modo.
No hay nadie que no sepa
que es domingo,
domingo.
Tu presencia
de espuma lava,
eleva,
hace flotar las cosas y los seres
en un nítido cielo que no era
-el lunes- de verdad:
apenas desteñido papel, vidrio olvidado,
polvo tedioso sobre las aceras.
Domingo, flor de luz, casi increíble
día. Bajas sobre la tierra
como un ángel inútil y dorado.
Besas
a las muchachas
de turbia cabellera,
vistes de azul marino
a los hombres que te aman, y dejas
en las manos del niño
un aro de madera
o una simple esperanza. Repartes
golondrinas, globos de primavera,
te subes a las torres
y giras las veletas
oxidadas. Tu viento agita faldas
de colores, estremece banderas,
lleva lejos canciones
y sonrisas, llena
las estancias de polvo plateado.
Los árboles esperan
tu llegada
para cubrirse de gorriones. Sabe más fresca
el agua de las fuentes.
Las campanas dispersan
palomas imprevistas
que vuelan
de otro modo.
No hay nadie que no sepa
que es domingo,
domingo.
Tu presencia
de espuma lava,
eleva,
hace flotar las cosas y los seres
en un nítido cielo que no era
-el lunes- de verdad:
apenas desteñido papel, vidrio olvidado,
polvo tedioso sobre las aceras.
Ãngel González
La Muchacha Que No Ha Visto El Mar
Rosa, la pobre Rosa, no ha visto nunca el mar.
Echa a volar su sueño en el campo vecino,
a la alondra demanda el secreto del trino
cuando lanza a los vientos su canción matinal;
sabe de dónde nace la fuente rumorosa,
distingue con su nombre a cada mariposa
y oye correr el agua y se pone a soñar...
Yo le pregunto: Rosa,
¿no has visto nunca el mar?
En infantil asombro menea dulcemente
la cabecita rubia ; sobre la blanca frente
cruza por vez primera una sombra fugaz,
y se sacian sus ojos en el breve horizonte
que a dos pasos limitan la verdura del monte,
el arroyo de plata y el tupido juncal.
Oye hablar a la selva, cuya voz escondida
guarda aun su misterio... ¡Es tan corta la vida
para saberlo todo...! Siente la inmensidad
de lo breve y humilde en el ritmo diverso
que palpita en el alma de su pobre universo,
y ante lo ignoto siente un ansia de llorar.
Del instante que pasa, la virtud milagrosa
le revela el espíritu que vive en cada cosa
y su blanca inocencia pugna por alcanzar
un recóndito enigma...
Y yo pienso que Rosa
no ha visto nunca el mar...
Rosa, la pobre Rosa, no ha visto nunca el mar.
Echa a volar su sueño en el campo vecino,
a la alondra demanda el secreto del trino
cuando lanza a los vientos su canción matinal;
sabe de dónde nace la fuente rumorosa,
distingue con su nombre a cada mariposa
y oye correr el agua y se pone a soñar...
Yo le pregunto: Rosa,
¿no has visto nunca el mar?
En infantil asombro menea dulcemente
la cabecita rubia ; sobre la blanca frente
cruza por vez primera una sombra fugaz,
y se sacian sus ojos en el breve horizonte
que a dos pasos limitan la verdura del monte,
el arroyo de plata y el tupido juncal.
Oye hablar a la selva, cuya voz escondida
guarda aun su misterio... ¡Es tan corta la vida
para saberlo todo...! Siente la inmensidad
de lo breve y humilde en el ritmo diverso
que palpita en el alma de su pobre universo,
y ante lo ignoto siente un ansia de llorar.
Del instante que pasa, la virtud milagrosa
le revela el espíritu que vive en cada cosa
y su blanca inocencia pugna por alcanzar
un recóndito enigma...
Y yo pienso que Rosa
no ha visto nunca el mar...
Enrique González MartÃnez
Cuento
Se enamoró de Aquiles la Tortuga
y fingió huir de él para atraerlo.
Cuenta el cruel Zenón que esa tortuga
no perdió nunca la virginidad.
Pero Cantor,
Bolzano,
Weierstrass,
rehabilitaron para siempre al héroe.
Otra versión (no menos conocida)
asegura que éste no alcanzó a la Tortuga
porque el tendón de Aquiles se torció en la carrera.
Se enamoró de Aquiles la Tortuga
y fingió huir de él para atraerlo.
Cuenta el cruel Zenón que esa tortuga
no perdió nunca la virginidad.
Pero Cantor,
Bolzano,
Weierstrass,
rehabilitaron para siempre al héroe.
Otra versión (no menos conocida)
asegura que éste no alcanzó a la Tortuga
porque el tendón de Aquiles se torció en la carrera.
Ulalume González de León
Quise
A Susana Rivera
Quise mirar el mundo con tus ojos
ilusionados, nuevos,
verdes en su fondo
como la primavera.
Entré en tu cuerpo lleno de esperanza
para admirar tanto prodigio desde
el claro mirador de tus pupilas.
Y fuiste tú la que acabaste viendo
el fracaso del mundo con las mías.
A Susana Rivera
Quise mirar el mundo con tus ojos
ilusionados, nuevos,
verdes en su fondo
como la primavera.
Entré en tu cuerpo lleno de esperanza
para admirar tanto prodigio desde
el claro mirador de tus pupilas.
Y fuiste tú la que acabaste viendo
el fracaso del mundo con las mías.
Ãngel González
Explora Mis Panales, Mi Recinto...
Explora mis panales, mi recinto
secreto donde oculta miel destila.
El tiempo su madeja fiel deshila
confiado a los fervores del instinto.
Bebe el beso que el dulce labio afila,
devora la epidermis del jacinto:
el deseo saciado, nunca extinto,
desde tu tersa torre me vigila.
Tus manos, tu mirada, tu dulzura
desbordan en el vértigo del fuego
donde en olvido la razón se quema.
Coróneme el rocío y su luz pura
en el instante eterno en que me entrego
doblando su fervor en su diadema.
Explora mis panales, mi recinto
secreto donde oculta miel destila.
El tiempo su madeja fiel deshila
confiado a los fervores del instinto.
Bebe el beso que el dulce labio afila,
devora la epidermis del jacinto:
el deseo saciado, nunca extinto,
desde tu tersa torre me vigila.
Tus manos, tu mirada, tu dulzura
desbordan en el vértigo del fuego
donde en olvido la razón se quema.
Coróneme el rocío y su luz pura
en el instante eterno en que me entrego
doblando su fervor en su diadema.
Carmen González Huguet
¿quién Arde En Ti, Chiltota, Quién Te Hiere?
¿Quién arde en ti, chiltota, quién te hiere?
¿Quién tuerce el derrotero de tu vuelo?
¿Quién te regala el llanto y el consuelo?
¿Quién hay que de tu canto se apodere?
¿Quién abandona el trino, quién lo quiere?
¿Quién alimenta su tenaz desvelo?
¿Quién eleva sus alas hasta el cielo
y salva a la ilusión que desespere?
Encuentras el desdén, gesto vencido,
rota la fe, sin fuerza el ala inerte,
en el páramo frío del olvido,
Y vas, confiada al rumbo de la suerte,
sin mí, que doy tu cielo por perdido,
y consumí la luz por comprenderte.
¿Quién arde en ti, chiltota, quién te hiere?
¿Quién tuerce el derrotero de tu vuelo?
¿Quién te regala el llanto y el consuelo?
¿Quién hay que de tu canto se apodere?
¿Quién abandona el trino, quién lo quiere?
¿Quién alimenta su tenaz desvelo?
¿Quién eleva sus alas hasta el cielo
y salva a la ilusión que desespere?
Encuentras el desdén, gesto vencido,
rota la fe, sin fuerza el ala inerte,
en el páramo frío del olvido,
Y vas, confiada al rumbo de la suerte,
sin mí, que doy tu cielo por perdido,
y consumí la luz por comprenderte.
Carmen González Huguet