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Cartas de amor que hagan llorar ( 20 )

Cartas de amor que hagan llorar. Encuentra docenas de cartas de amor que hagan llorar con fotos para copiar y compartir.


Amor, piedad, gratitud a la vida, a los libros y al mundo me galvanizaban el nervio azul del alma. No era yo, sino el dios que estaba dentro de mí, un dios hecho pedazos de montaña, de bosques, de cielo y de recuerdo.


Roberto Arlt


Ella no es perfecta. Tú tampoco lo eres, y ustedes dos nunca serán perfectos. Pero si ella puede hacerte reír al menos una vez, te hace pensar dos veces, si admite ser humana y cometer errores, no la dejes ir y dale lo mejor de ti. Ella no va a recitarte poesía, no está pensando en ti en todo momento, pero te dará una parte de ella que sabe que podrías romper. No la lastimes, no la cambies, y no esperes de ella más de lo que puede darte. No analices. Sonríe cuando te haga feliz, grita cuando te haga enojar y extráñala cuando no esté. Ama con todo tu ser cuando recibas su amor. Porque no existen las chicas perfectas, pero siempre habrá una chica que es perfecta para ti.


Bob Marley




Escapando una noche de un bostezo del sol, me pediste que te diera un beso, con lo baratos que salen mi amor que te cuesta callarme con uno de esos; pasaron seis meses y me dijiste adiós: un placer coincidir en esta vida


Amaia Montero


Dios nos había creado, pero no podía crear el amor. Si quería que existiera el amor fuera de Él, tenía que crear seres libres. Si quería que existieran seres libres, tenía que dotarles de inteligencia y voluntad. El amor debía ser nuestra respuesta. Dios no quería esclavos. Aunque hubiera tenido esclavos a su alrededor, el amor hubiera seguido siendo una respuesta libre. El amor requería de libertad. Y así el Creador quiso que hubiera individuos libres, que le amaran como un hijo ama a un Padre.


José Antonio Fortea


En este amor no entré por desvarío, ni lo traté, como otros, con engaños, ni fue por elección de mi albedrío:      desde mis tiernos y primeros años a aquella parte m?enclinó mi estrella y aquel fiero destino de mis daños.


Garcilaso de la Vega


Se esfuerza en sonreírme, pero percibo que su rostro lleva el peso de las terribles impresiones que en él ha grabado la reflexión, constantemente inclinada sobre las esfinges que desconciertan, con sesgada mirada, las
grandes angustias de la inteligencia de los mortales.
Viendo la inutilidad de sus manejos, aparta los ojos, tasca su freno terrestre con la baba de la rabia, y mira el horizonte que huye cuando nos acercamos. A mi vez, me esfuerzo por recordarle su dorada juventud, que sólo pide entrar, como una reina, en los palacios de los placeres, pero advierte que mis palabras brotan con dificultad de mi demacrada boca y que los años de mi propia primavera pasaron, tristes y glaciales, como un sueño implacable que pasea, por las mesas de los banquetes y los lechos de raso, donde dormita la pálida sacerdotisa del amor, pagada con la reverberación del oro, las amargas voluptuosidades del desencanto, las pestilentes arrugas de la vejez, los terrores de la soledad y las antorchas del dolor. Viendo la inutilidad de mis manejos, no me
asombra no poder hacerle feliz; el Todopoderoso se
me aparece revestido con sus instrumentos de tortura,
en toda la resplandeciente aureola de su horror.


Conde de Lautréamont




Era una mañana clara cuando en el mirar del día, comprendí que mi amor era ese cielo y mi alma era su nido, sin querer. Y no entiendo así porque razón los barcos vienen y se van. Y a pesar de aquel vacío donde voy está tu cuerpo y nos ven como las rosas en los jardines entre espinas y perfumes nos amamos bajo el sol. Y así yo penetré tan lleno el misterio de tu amor. Y agarro mis libros y quemo todas mis palabras falsas.


Luis Alberto Spinetta


Los sacerdotes, las monjas, los frailes, cuando quieren dedicar sus vidas a Dios, hacen ayuno, es decir, no comen y no hacen el amor, al contrario de las únicas dos órdenes que ha dado Dios. Cuando los encuentre en el Juicio Universal, se enojará un poco: Sacerdotes, monjas, frailes, vengan acá un segundo. Disculpen, yo había dicho: "Creced y multiplicaos". Y Uds... ayuno y castidad. Posiblemente no han entendido. Tenía que decir: ¡Comed y haced el amor! Yo no quería escribir malas palabras en la Biblia. Pero... levántate ese hábito y a darle...


Roberto Benigni


En tus manos hay palabras que acarician hasta el alma, y tus ojos un blues que me llena de luz casi como un karma. En tus labios hay indicios de que existe el paraíso y en tu piel hay un mar que quiero navegar sin un rumbo fijo. Mi filosofía y mi religión es buscar, vivir en tu corazón. Mi filosofía y mi religión es la teoría de lograr tu amor.


RBD (band)




Me hizo ver que el ardiente deseo que tenía de ser amado de los hombres y de apartarlos del camino de perdición, a donde Satanás los precipita en tropel, le había hecho formar el designio de manifestar su Corazón a los hombres con todos los tesoros de amor, misericordia, de gracia, de santificación y de salvación que contiene. A todos aquellos que quisieren tributarle y procurarle todo el amor, honor y gloria que esté en su poder, los enriquecerá con abundancia y profusión con esos divinos tesoros del Corazón de Dios que es la fuente de ellos. Pero es preciso honrarle bajo la figura de ese Corazón de carne, cuya imagen quería que se expusiera y que llevara yo sobre mi corazón, para grabar en él su amor, llenarlo de todos los dones de que Él estaba lleno y destruir todos sus movimientos desarreglados. Me aseguró que tiene singular placer en el ser honrado bajo la figura de ese Corazón de carne, cuya imagen quería se expusiera en público a fin de mover, añadió, por este medio el corazón insensible de los hombres. Me prometió que derramaría en abundancia todos los dones de que está lleno sobre el corazón de todos los que le honren. Y dondequiera que esta imagen fuere expuesta para ser honrada, derramaría sus gracias y bendiciones.


Mária Margita Alacoque


Lo que hay que hacer es aprender a amar como Dios nos ama, y esto significa amar a todo el mundo, todo el tiempo. No quiere decir que nos deba gustar todo el mundo, ni que tengamos que salir con todo el que nos invite, ni casarnos con todos los que nos propongan matrimonio, ni invitar a todo el mundo a almorzar. Tampoco quiere decir que debamos confiar en todo el mundo, a nivel de personalidad. El amor que nos salvará es impersonal, no personal?un amor incondicional porque no se basa en lo que hacen las personas sino en lo que en esencia son.


Marianne Williamson


Nadie tiene más mal corazón que las viejas devotas. Y es que con rezar, creen que desquitan todo el mal que hacen. Miradlas: destrozan una reputación, odian a la juventud, [y a la belleza, dudan de la virtud] arrastran a las mujeres a la prostitución por sólo el placer de manchar la pureza y tras de cada exclamación religiosa lanzan una blasfemia o una calumnia. En su corazón no se anida más que el fanatismo. La caridad, la indulgencia y el amor son sentimientos desconocidos para ellas.


Ignacio Manuel Altamirano


Aquel pueblo avanzaba con una decisión que arrastraba consigo todas las simpatías del mundo civilizado. La joven Israel se alzaba como un faro para la humanidad, demostrando cuánto se podía conseguir con fuerza de voluntad y amor.


Leon Uris




Durante toda mi vida he entendido el amor como una especie de esclavitud consentida.
Pero esto no es así: la libertad sólo existe cuando existe el amor. Quien se entrega totalmente, quien se siente libre, ama al máximo.
Y quien ama al máximo, se siente libre. Pero en el amor, cada uno de nosotros es responsable por lo que siente, y no puede culpar al otro por eso.
Nadie pierde a nadie porque nadie posee a nadie.
Y esta es la verdadera experiencia de la libertad: Tener lo más importante del mundo sin poseerlo.


Paulo Coelho


¡Hurra!, alegres danzantes que perdisteis la panza,
trenzad vuestras cabriolas pues el tablao es amplio,
¡Que no sepan, por Dios, si es danza o es batalla!
¡Furioso, Belzebú rasga sus violines!

¡Rudos talones; nunca su sandalia se gasta!
Todos se han despojado de su sayo de piel:
lo que queda no asusta y se ve sin escándalo.
En sus cráneos, la nieve ha puesto un blanco gorro.

El cuervo es la cimera de estas cabezas rotas;
cuelga un jirón de carne de su flaca barbilla:
parecen, cuando giran en sombrías refriegas,
rígidos paladines, con bardas de cartón.

¡Hurra!, ¡que el cierzo azuza en el vals de los huesos!
¡y la horca negra muge cual órgano de hierro!
y responden los lobos desde bosques morados:
rojo, en el horizonte, el cielo es un infierno?

Zarandéame a estos fúnebres capitanes
que desgranan, ladinos, con largos dedos rotos,
un rosario de amor por sus pálidas vértebras:
¡difuntos, que no estamos aquí en un monesterio!


Arthur Rimbaud


¡Oh poder de las lágrimas, sin duda el más poderoso de todos los rasgos del amor! Mis desconfianzas, mis resoluciones, mis juramentos, todo queda olvidado. Queriendo secar el manantial de aquel precioso rocío, me había acercado demasiado a aquella boca donde la frescura se unía al dulce perfume de la rosa; y, aunque quiero alejarme, dos brazos, cuya blancura, suavidad y forma no sabría describir, actúan como lazos de los que no me puedo desprender.


Jacques Cazotte


Pobrecita June, ¡es tan vulnerable! No tengo otra cosa que darle salvo mi amor, que necesita.
Invento mi amor por ella, como un regalo. La mantengo viva fingiendo mi amor, que no es sino
lástima. Escucho su charla rudimentaria, busco pacientemente relámpagos de verdad, esperando
ANAÏS NIN
Incesto, Diario Amoroso
Escaneado por PRETENDER ? Corregido por Juani Página 21
que se encuentre a sí misma, que en mí encuentre fuerzas, aunque, al hacer esto, siento que soy la
mayor traidora sobre la Tierra. Confía en mí y soy quien la deja sin Henry.


Anaïs Nin


La relación de amor no es la misma que la de la adoración. Se adora a un dios. Solo los seres humanos pueden ser amados. Cuando adoramos a una mujer no podemos amarla. Luego, cuando descubrimos que no es un dios, la odiamos. Eso es triste. ?Nunca


Ken Follett


Lo que llamamos amor es en realidad jugar a arrancarnos mutuamente las máscaras; y, con tal fin, es imprescindible esforzarse en llevar tal máscara, por el bien de la persona amada. Se sigue de ahí que si no hay máscara, tampoco existe el placer de arrancarla


Kóbó Abe


Tú me echabas una mirada con un gris signo de interrogación en tus ojos. "Oh, no, no empecemos de nuevo" (incredulidad, exasperación). Pues nunca te dignabas a creer que yo pudiera sentir el deseo -sin intenciones específicas- de hundir mi cara en tu falda tableada, amor mío. La fragilidad de tus brazos desnudos... Cómo anhelaba envolver esos brazos, y tus cuatro miembros límpidos, encantadores -un potrillo acurrucado-, y tomar tu cabeza entre mis manos indignas y estirar hacia atrás la piel de tus sienes y besar tus ojos achinados y... "Por favor, déjame en paz, ¿quieres?", decías. "Dios mío, déjame tranquila". Y yo me levantaba del suelo, mientras tú me mirabas crispando el rostro en una imitación deliberada de mi tic nerveux. Pero no importa, no importa, soy un miserable, no importa, sigamos con mi desgraciada historia.


Vladimir Nabokov


La primera conversación telefónica, la que hizo Pelletier, empezó de manera difícil, aunque Espinoza esperaba esa llamada, como si a ambos les costara decirse lo que tarde o temprano iban a tener que decirse. Los veinte minutos iniciales tuvieron un tono trágico en donde la palabra destino se empleó diez veces y la palabra amistad veinticuatro. El nombre de Liz Norton se pronunció cincuenta veces, nueve de ellas en vano. La palabra París se dijo en siete ocasiones. Madrid, en ocho. La palabra amor se pronunció dos veces, una cada uno. La palabra horror se pronunció en seis ocasiones y la palabra felicidad en una (la empleó Espinoza). La palabra resolución se dijo en doce ocasiones. La palabra solipsismo en siete. La palabra eufemismo en diez. La palabra categoría, en singular y en plural, en nueve. La palabra estructuralismo en una (Pelletier). El término literatura norteamericana en tres. Las palabras cena y cenamos y desayuno y sándwich en diecinueve. La palabra ojos y manos y cabellera en catorce.


Roberto Bolaño


No tienes nada, no puedes tener ni retener nada, y he aquí lo que necesitas amar y saber. He aquí lo que corresponde a un saber de amor. Ama lo que se te escapa, ama a aquel que se va. Ama que se vaya


Jean-Luc Nancy


Mientras que una gota de sangre humana se derrame en la tierra por la mano de los hombres, el verdadero reino de Dios aún no habrá llegado, reino de paz y de amor que debe para siempre jamás desterrar de vuestro globo la animosidad, la discordia y la guerra.


Allan Kardec


La libertad es la posibilidad del aislamiento. Eres libre si puedes alejarte de los hombres, sin que te obligue a buscarlos la necesidad de dinero, o la necesidad gregaria, o el amor, o la gloria, o la curiosidad, que no puede encontrar alimento en el silencio y la soledad. Si te resulta imposible vivir solo, has nacido esclavo. Puedes tener toda la grandeza de espíritu, toda la grandeza del alma: eres un esclavo noble o un siervo inteligente: no eres libre. Y la tragedia no es cosa tuya, porque la tragedia de haber nacido así no es cosa tuya, sino solamente del Destino. Ay de ti, no obstante, si la opresión de la vida, ella misma te obliga a ser esclavo. Ay de ti si, habiendo nacido libre, capaz de bastarte y aislarte, la penuria te obliga a convivir. Ésa sí es tu tragedia y la que llevas contigo.


Fernando Pessoa


piensa que el hecho de que no existan luchas, odio ni deseos significa que tampoco existen las cosas opuestas. Es decir, la alegría, la paz de espíritu, el amor. Porque es de la desesperanza, del desengaño y de la tristeza de donde nace la alegría y, sin ellas, ésta no podría existir. Es imposible encontrar una paz de espíritu sin desesperación


Haruki Murakami


Otro aspecto del amor en los seres de conocimiento profundo, es el de su proyección en el tiempo. La animalidad se sacia demasiado pronto; al espíritu toca vencer esa propensión de nuestra bestia, porque es rebajarse ante sí propio descender de la categoría casi divina en que el amor nos coloca.


Juan Bosch




Los libros son como las mariposas. Habitualmente tienen las alas plegadas, como cuando las mariposas descansan dobre una hoja y desenrrollan su trompa filiforme para sorber el agua de una gota de rocío. Cuando abres un libro este echa a volar. Y tú con él, como si volaras en el cuello de plumón de una mariposa gigante. Pero el libro no tiene un único par de alas, sino cientos, clara señal de que te puede llevar no solo de flor en flor por este mundo glorioso, sino a centenares de mundos habitados. Algunos guardan gran parecido con el mundo en que vivimos, otros están habitados por seres que solo se muestran en sueños."
El ojo castaño de nuestro amor


Mircea Cartarescu


Se lo había pedido. Le había suplicado que le dejara retenerme con él contra su cuerpo, le había dicho que debía comprenderle, que también él debía haber vivido al menos una vez una pasión como ésa en el transcurso de su larga vida, que era imposible que hubiera sido de otro
modo, le había rogado que le permitiera vivir, a su vez, una vez, una pasión semejante, esa locura, ese amor loco de la chiquilla blanca, le había pedido que le dejara el tiempo de seguir amándola antes de volver a mandarlo a Francia, de dejársela aún, aún un año quizá,
porque no le era posible dejar ya ese amor, era demasiado nuevo, demasiado fuerte todavía, todavía demasiado en su violencia naciente, que todavía era demasiado terrible separarse de
su cuerpo, y más teniendo en cuenta, el padre lo sabía perfectamente, que eso nunca más volvería a producirse


Marguerite Duras


Lanzarme con otro libro es tan grave como enamorarme, un impulso alocado que exige dedicación fanática. Con cada uno, como ante un nuevo amor, me pregunto si me alcanzarán las fuerzas para escribirlo y si acaso semejante proyecto vale la pena: hay demasiadas páginas inútiles y demasiados amoríos frustrados.


Isabel Allende


En la escuela desportillada donde experimentó por primera vez la seguridad del poder, a pocos metros del cuarto donde conoció la incertidumbre del amor, Arcadio encontró ridículo el formalismo de la muerte. En realidad no le importaba la muerte sino la vida, y por eso la sensación que experimentó cuando pronunciaron la sentencia no fue una sensación de miedo sino de nostalgia.


Gabriel García Márquez


No decía palabras,
acercaba tan sólo un cuerpo interrogante
porque ignoraba que el deseo es una pregunta
cuya respuesta no existe,
una hoja cuya rama no existe,
un mundo cuyo cielo no existe.

La angustia se abre paso entre los huesos,
remonta por las venas
hasta abrirse en la piel,
surtidores de sueño
hechos carne en interrogación vuelta a las nubes.

Un roce al paso,
una mirada fugaz entre las sombras,
bastan para que el cuerpo se abra en dos,
ávido de recibir en sí mismo
otro cuerpo que sueñe;
mitad y mitad, sueño y sueño, carne y carne,
iguales en figura, iguales en amor, iguales en deseo.

Aunque sólo sea una esperanza,
porque el deseo es una pregunta cuya respuesta nadie sabe.


Luis Cernuda


Lo contrario del amor no es odio, es la indiferencia. Lo contrario de la belleza no es la fealdad, es la indiferencia. Lo contrario de la fe no es herejía, es la indiferencia. Y lo contrario de la vida no es la muerte, sino la indiferencia entre la vida y la muerte?.


Elie Wiesel


Y los gestos del amor, ese dulce museo, esa galería de figuras de humo. Consuélese tu vanidad: la mano de Antonio buscó lo que busca tu mano, y ni aquélla ni la tuya buscaban nada que ya no hubiera sido encontrado desde la eternidad. Pero las cosas invisibles necesitan encarnarse, las ideas caen a la tierra como palomas muertas.


Julio Cortázar


El que se encoleriza ente la posibilidad de no ser amado es un tirano. Si te arriesgas a hacer el mal para conseguir un placer, renuncia a ese placer. Si te arriesgas a ser un tirano por un amor, renuncia a ese amor.


Silvio Pellico


Por los tenebrosos rincones de mi cerebro acurrucados y desnudos duermen los extravagantes hijos de mi fantasía esperando en silencio que el Arte los vista de la palabra para poder presentarse decentes en la escena del mundo.
Fecunda, como el lecho de amor de la Miseria y parecida a esos padres que engendran más hijos de los que pueden alimentar, mi Musa concibe y pare en el misterioso santuario de la cabeza, poblándola de creaciones sin número a las cuales ni mi actividad ni todos los años que me restan de vida serían suficientes a dar forma.
Y aquí dentro, desnudos y deformes, revueltos y barajados en indescriptible confusión, los siento a veces agitarse y vivir con una vida oscura y extraña, semejante a la de esas miríadas de gérmenes que hierven y se estremecen en una eterna incubación dentro de las entrañas de la tierra, sin encontrar fuerzas bastantes para salir a la superficie y convertirse al beso del sol en flores y frutos.


Gustavo Adolfo Bécquer


En primer lugar, no dejéis que nadie gobierne vuestra mente ni vuestro cuerpo y emplead especial atención para no poner límites a vuestras ideas porque se puede ser un hombre libre a pesar de sufrir ataduras más fuertes que las de un esclavo. Escuchad a los hombres, pero no os entreguéis a ellos en cuerpo y alma. Sed respetuosos con los que ostentan el poder, pero no los sigáis ciegamente. Juzgad con lógica y con razón, pero no hagáis comentarios. »No consideréis a nadie superior a vosotros, al margen del rango o de la posición que ocupen en la vida. Tratad a todos con justicia, porque si no intentarán vengarse de vosotros. Cuidad vuestro dinero. Aferraos con fuerza a vuestras creencias, y los demás os escucharán ?y añadió más despacio?: en cuanto a las cuestiones de amor... mi único consejo es que seáis sinceros, pues es el arma más poderosa para abrir el corazón o ganar el perdón. Es todo lo que tengo que decir.


Christopher Paolini


Para esto nos manifiesta la devoción de su Sagrado Corazón, que contiene tesoros incomprensibles y quiere se derramen en todos los corazones de buena voluntad, porque es el último esfuerzo del amor del Señor a los pecadores para atraerlos a penitencia y comunicarles abundantemente sus gracias eficaces y santificantes para obrar su salvación. Muchos de ellos saldrán por este medio del abismo de perdición; pero desgraciados de aquellos que no se aprovecharen de ellas.


Mária Margita Alacoque


El amor que se profesaban era tan verdadero que no había ninguna necesidad de ponerlo a prueba. El destino los había unido con un lazo tan fuerte que solo es posible encontrar uno igual entre un millón


Haruki Murakami


Cuando la ley de amor y de caridad sea la ley de la humanidad, ya no habrá egoísmo: el débil y el pacífico ya no serán explotados ni pisoteados por el fuerte y el violento. Tal será el estado de la Tierra cuando, según la ley del progreso y la promesa de Jesús, venga a ser un mundo feliz por la expulsión de los malos.


Allan Kardec


Cuando supe que Adolf Eichmann murió con la palabra "Argentina" en su boca, cuando me enteré del mensaje de "amor eterno" que, en el umbral del más allá, había enviado a mi país, confieso que sentí vergüenza.


Álvaro Abós