Contemplar ( 2 )
Contemplar. Encuentra docenas de contemplar con fotos para copiar y compartir.
AMANTES
He querido recorrerte Bajo la luna, cubrir tu ser y sentir tu piel,
con el simple roce de tus manos, me vienen a la mente expandidos deseos de convertirme en tu camisa, para lucirme en tu pecho, perderme en tu mirada y hacer realidad mis pensamientos.
cercarme a tu lado mientras tomo tus manos y la acerco a mi corazón para que sientas como late ante tu presencia.....
Mientras tomo tu mentón y con mis dedos recorro tus suave mejillas.
Rendida en ti, inhalando tu respiración, sintiendo tu dulce aliento en mi rostro, el cosquilleo en mi piel, para luego con mis labios probar el dulce sabor de tus besos, como lluvia de primavera depositas tus besos en mi, encargándome de q puedas percibir la agradable sensación q estos causan.
Te invito a recostarnos en la dulce tela sobre la arena, para acariciarnos lentamente con nuestras manos, mientras nuestros labios no dejan de sorber el dulce placer de ellos.
cada roce, cada caricia, se hace mas intensa mientras la brisa se encarga de hacernos compañía, siento tus manos tibias deslizándose en cada parte de mí como un baño de olas.
Solo la noche es testigo de nuestro dulce encuentro y las estrellas son nuestros luceros que nos recuerdan que somos únicos en ese instante.
Tú, sintiendo como mis manos te recorren como queriéndose fundir en tu piel
Beso a beso, suspiro a suspiro, siento como lentamente vas despojándome de mi vestido, en aires de deseo y pasión.
Perdidos en llamas de fantasías, y olvidandonos del tiempo, intentamos materializar aquel momento marcado por el amor, solo pensando en despojarnos de nuestras vestimentas para sentirnos mas cerca uno del otro, tanto como para ser un solo latido, un solo corazón.
Con mis labios recorro tus mejillas, para bajar detrás de tus orejas con suavidad y delicadeza, bajar por tu cuello mientras escucho el dulce deseo de tu ser en cada movimiento de mi cuerpo.
Con esa pasión q destella nuestro acto, desempeñamos el más delicado concierto de gemidos de excitación, aferrada a tus músculos como esposada en ti, encuentro allí mi puerto seguro del cual no deseo jamás soltarme.
Tú, con tus manos recorren los contornos de mi figura, sin nada que le cubra tan solo tu cuerpo y la noche calida como nuestro encuentro.
Mientras mis labios consumen cada espacio de tu piel sin dejar un centímetro sin recorrer, es como el mas exquisito perfume que se inpregna a la piel...
Mis labios bajan despacio hacia tus hombros desnudos, regreso mi mirada para contemplar tu hermoso rostro entregado a las sensaciones que producen tus besos,
Como queriendo absorberlos en cada movimiento que realizas en ellos para bajar luego sin perder detalle alguno,
Solo la luna es testigo de lo que pasó en esa noche maravillosa.........
NO ENCUENTRO LAS PALABRAS QUE DESCRIBAN LO QUE ME HACES SENTIR.....ESTO LO ESCRIBO TAL CUAL NACE DESDE EL FONDO DE MI CORAZON........
SOLO PUEDO DECIRTE QUE ME GUSTAS Y QUE TODO LO QUE HE VIVIDO CONTIGO HA SIDO GENIAL Y POR NADA DEL MUNDO LO CAMBIARIA!!!!!!!!!!!
He querido recorrerte Bajo la luna, cubrir tu ser y sentir tu piel,
con el simple roce de tus manos, me vienen a la mente expandidos deseos de convertirme en tu camisa, para lucirme en tu pecho, perderme en tu mirada y hacer realidad mis pensamientos.
cercarme a tu lado mientras tomo tus manos y la acerco a mi corazón para que sientas como late ante tu presencia.....
Mientras tomo tu mentón y con mis dedos recorro tus suave mejillas.
Rendida en ti, inhalando tu respiración, sintiendo tu dulce aliento en mi rostro, el cosquilleo en mi piel, para luego con mis labios probar el dulce sabor de tus besos, como lluvia de primavera depositas tus besos en mi, encargándome de q puedas percibir la agradable sensación q estos causan.
Te invito a recostarnos en la dulce tela sobre la arena, para acariciarnos lentamente con nuestras manos, mientras nuestros labios no dejan de sorber el dulce placer de ellos.
cada roce, cada caricia, se hace mas intensa mientras la brisa se encarga de hacernos compañía, siento tus manos tibias deslizándose en cada parte de mí como un baño de olas.
Solo la noche es testigo de nuestro dulce encuentro y las estrellas son nuestros luceros que nos recuerdan que somos únicos en ese instante.
Tú, sintiendo como mis manos te recorren como queriéndose fundir en tu piel
Beso a beso, suspiro a suspiro, siento como lentamente vas despojándome de mi vestido, en aires de deseo y pasión.
Perdidos en llamas de fantasías, y olvidandonos del tiempo, intentamos materializar aquel momento marcado por el amor, solo pensando en despojarnos de nuestras vestimentas para sentirnos mas cerca uno del otro, tanto como para ser un solo latido, un solo corazón.
Con mis labios recorro tus mejillas, para bajar detrás de tus orejas con suavidad y delicadeza, bajar por tu cuello mientras escucho el dulce deseo de tu ser en cada movimiento de mi cuerpo.
Con esa pasión q destella nuestro acto, desempeñamos el más delicado concierto de gemidos de excitación, aferrada a tus músculos como esposada en ti, encuentro allí mi puerto seguro del cual no deseo jamás soltarme.
Tú, con tus manos recorren los contornos de mi figura, sin nada que le cubra tan solo tu cuerpo y la noche calida como nuestro encuentro.
Mientras mis labios consumen cada espacio de tu piel sin dejar un centímetro sin recorrer, es como el mas exquisito perfume que se inpregna a la piel...
Mis labios bajan despacio hacia tus hombros desnudos, regreso mi mirada para contemplar tu hermoso rostro entregado a las sensaciones que producen tus besos,
Como queriendo absorberlos en cada movimiento que realizas en ellos para bajar luego sin perder detalle alguno,
Solo la luna es testigo de lo que pasó en esa noche maravillosa.........
NO ENCUENTRO LAS PALABRAS QUE DESCRIBAN LO QUE ME HACES SENTIR.....ESTO LO ESCRIBO TAL CUAL NACE DESDE EL FONDO DE MI CORAZON........
SOLO PUEDO DECIRTE QUE ME GUSTAS Y QUE TODO LO QUE HE VIVIDO CONTIGO HA SIDO GENIAL Y POR NADA DEL MUNDO LO CAMBIARIA!!!!!!!!!!!
SONIA RIVERA SUAREZ
Porque la distancia no es suficiente. Ni el dolor, ni las lagrimas, ni siquiera el arrepentimiento de los errores del pasado; nada puede cambiarla historia que se escribe hoy, que se vive día con dia, hora tras hora, minuto tras minuto. Nada puede lograr que un día amanezca y todo sea como siempre soñe, que voltee la mirada y tu estes dormida en mi pecho, que vea la mesita de noche y ahigan fotografias de los dos juntos. Nada puede hacer realidad mi fantasia. Tu no estas, te hecho de menos. El hecho de pensar que te perdi para siempre no me deja respirar tranquilo. Siento que el aire se me escapa, siento que la vida se termina, siento que mi esperanza se desvanece. Sin importar lo que haga, sin importar siquiera el hecho de que estes ahí, a menos de un kilometro de mi vida, de mi cuerpo y de mi alma, no puedo estar contigo, no puedo besarte, no puedo abrazarte, solo me queda verte, admirarte, desearte, contemplar una triste y solitaria fantasia de una inexistente vida juntos. Solo me queda pedirle a Dios con el corazon en la mano que te proteja, que este contigo, que te de la felicidad eterna, que te llene de mi felicidad que debe de andar rondando cerca de algún abismo y que en el momento en el que al fin acepte que debo dejarte ir saltara y nunca volvera a ser parte de mi vida.
Cristian Argueta
Una Estrella
Por un momento pensé que la había alcanzado,
Estaba tan cerca que el reflejo de su luz no me permitía verla, estando a solo unos pasos de distancia, menos podía tocarla!
Estaba tan radiante, tan intensa que solo me limitaba a contemplar su silueta.
Me sentí tan cerca y a la vez tan lejos de ella.
Por fin entendí que era inalcanzable!
Por un momento pensé que la había alcanzado,
Estaba tan cerca que el reflejo de su luz no me permitía verla, estando a solo unos pasos de distancia, menos podía tocarla!
Estaba tan radiante, tan intensa que solo me limitaba a contemplar su silueta.
Me sentí tan cerca y a la vez tan lejos de ella.
Por fin entendí que era inalcanzable!
Israel Marin
VEN A MI.
Ven, aquí, te estoy esperando
con los brazos abiertos solo para ti.
Tus labios y mis labios prestos están para unirse
y plasmarse en un beso de loco frenesí
Ven a mi…….ven a mi……
Tus ojos y mis ojos ansiosos se quieren contemplar
y tus manos, y las mías, en tibia y larga caricia
se quieren extasiar.
Necesito que me quieras, con fuego como yo a ti
que me beses en los labios con loco frenesí.
Ven a mi…….ven a mi, mi voz te llama
y mi alma te reclama.
ven, que quiero ser solo para ti.
Milagros Villegas Orozco.
22 de Noviembre de 1950.
Ven, aquí, te estoy esperando
con los brazos abiertos solo para ti.
Tus labios y mis labios prestos están para unirse
y plasmarse en un beso de loco frenesí
Ven a mi…….ven a mi……
Tus ojos y mis ojos ansiosos se quieren contemplar
y tus manos, y las mías, en tibia y larga caricia
se quieren extasiar.
Necesito que me quieras, con fuego como yo a ti
que me beses en los labios con loco frenesí.
Ven a mi…….ven a mi, mi voz te llama
y mi alma te reclama.
ven, que quiero ser solo para ti.
Milagros Villegas Orozco.
22 de Noviembre de 1950.
Ignacio Rivas Castro
LAGRIMAS DE MAR.
Deja desahogar mi alma de esas gotas del mar que existen en mi
del verde que tu llevaste cuando yo, tus ojos conocí.
Quiero darme ese dicha de derramarlas solo por ti.
Aguas de vida que siempre llevamos
y que tu y yo cultivamos, para que al recorrer el camino
llenos de esa esencia llevemos y nuestra sed la calmemos.
Gotas que de nuestros ojos brotaran
solo para limpiar el momento de dolor y soledad
porque nos darán la visión de ver con mas claridad.
Lagrimas de dicha infinita, porque aún dentro del amor lleváis
Lagrimas de niño que al nacer también llorará.
En la vida nos acompañan para: ver, sentir y Amar.
Lagrimas que se esfuman de unos ojos
que al final del camino tenéis que cerrar.
Lagrimas que ya no brotarán, ¿a dónde se irán?
solo levanto mis ojos al cielo, allí las contemplo, allí están
ya no son de tristeza y desdicha material
porque se han convertido en luz, para siempre iluminar.
Lagrimas en tus ojos, ¿dime de cuales serán?
Lagrimas que llevamos dentro sin poderlas derramar
océanos de mares en nuestro interior
para con unas gotas de dicha poder contemplar.
¿Cuantos ojos tendrán esa dicha
que con unas gotas lleven felicidad?
¿Cuantos corazones sedientos y secos tendrán
la conciencia de sus vidas llenar?
con unas cuantas gotas de lagrimas expresar
y descubrir esos mares
que de nuestro interior pueden brotar.
Que tus ojos ya no miren y contemplen...¡hazlos ver!
para a la vida despertar.
2010/07/28.
El Británico.
Iñaki.
Deja desahogar mi alma de esas gotas del mar que existen en mi
del verde que tu llevaste cuando yo, tus ojos conocí.
Quiero darme ese dicha de derramarlas solo por ti.
Aguas de vida que siempre llevamos
y que tu y yo cultivamos, para que al recorrer el camino
llenos de esa esencia llevemos y nuestra sed la calmemos.
Gotas que de nuestros ojos brotaran
solo para limpiar el momento de dolor y soledad
porque nos darán la visión de ver con mas claridad.
Lagrimas de dicha infinita, porque aún dentro del amor lleváis
Lagrimas de niño que al nacer también llorará.
En la vida nos acompañan para: ver, sentir y Amar.
Lagrimas que se esfuman de unos ojos
que al final del camino tenéis que cerrar.
Lagrimas que ya no brotarán, ¿a dónde se irán?
solo levanto mis ojos al cielo, allí las contemplo, allí están
ya no son de tristeza y desdicha material
porque se han convertido en luz, para siempre iluminar.
Lagrimas en tus ojos, ¿dime de cuales serán?
Lagrimas que llevamos dentro sin poderlas derramar
océanos de mares en nuestro interior
para con unas gotas de dicha poder contemplar.
¿Cuantos ojos tendrán esa dicha
que con unas gotas lleven felicidad?
¿Cuantos corazones sedientos y secos tendrán
la conciencia de sus vidas llenar?
con unas cuantas gotas de lagrimas expresar
y descubrir esos mares
que de nuestro interior pueden brotar.
Que tus ojos ya no miren y contemplen...¡hazlos ver!
para a la vida despertar.
2010/07/28.
El Británico.
Iñaki.
Ignacio Rivas Castro
No piense mal de mí, señor, mi interés por usted es contemplar sus canas de hombre mayor, mirar sus ojos color miel, que conversemos de la vida, escuchar sus discursos y admirar su experiencia, que me cuente del amor vivido y de los que quiere vivir a partir de ahora y que me acerque a lo cotidiano, me de clases de ciencia y también de lo improbable, esperando que aquello ulmito no sea yo….
VANESA VELARDE
Cuando El Cansancio Es Grande Y Tiene Forma Oblicua,
se sienta en el rincón más tibio de la casa
y reconstruye el mapa completo de la isla:
El reborde de espuma rizado de gaviotas.
Los volcanes al sur,
al norte los barrancos.
La palma de su mano abierta bajo el cielo
en forma de caldera.
Las nubes esmaltadas,
el viento,
los muros de la casa,
y la abuela sentada en el sillón de mimbre
viendo morir los barcos encima del estanque.
En ese itinerario de océano amargos,
el llanto se repliega de nuevo en lo más hondo
a contemplar, sin ruido, el paso de las aves.
1985
se sienta en el rincón más tibio de la casa
y reconstruye el mapa completo de la isla:
El reborde de espuma rizado de gaviotas.
Los volcanes al sur,
al norte los barrancos.
La palma de su mano abierta bajo el cielo
en forma de caldera.
Las nubes esmaltadas,
el viento,
los muros de la casa,
y la abuela sentada en el sillón de mimbre
viendo morir los barcos encima del estanque.
En ese itinerario de océano amargos,
el llanto se repliega de nuevo en lo más hondo
a contemplar, sin ruido, el paso de las aves.
1985
Elsa López
q esd llevar la vida q es vivir la vida no es solo ver cada día q se a pasado bien o q simplemente se vivio no es sentir q se llena el corazon q se alegra el alma no es llevar una vida con rutina con carreras es sentirse vivo q se va a donde se quiere q no hay limites q no se mira atras y desir q he hecho no he aprovechado en nada la vida porq en unos años cuando ya el relog de la vida se este deteniendo ya no habra disculpas para desir no fue q no fue q si o simplemente no mire en q momento se me paso el tiempo y no aproveche por ver la vida por sentir un poco de mi libertad no es porq se este casado o porq se tengan hijos se desperdicio la vida salir y ver con otros ojos el mundo q nos rodea ir a donde en algún momento se era imposible y desir siento q soy feliz q no la he vivido en vano q por mas problemas por mas pensamientos negativos se tenga los he superado ahogarse en vaso con agua al saber q siempre frente a las narises se ha tenido la sulucion es no tener el valor de afrontar esa vida no es como se viva es como se vivira porq si en algún momento ya cuando el termino este a un paso no se podra desir q hise y no llegue lejos porq no pense en mi no pense en q mi vida al pasar el tiempo me cerre mucho y me dedique solo a existir pero no a vivir soñar y realisar lo q con tanto anelo desee viajar ir de un lugar a otro aunqsea contemplar una noche llena de estrellas y desir q hermosas sentir q el alma se salia del cuerpo y q vijava para asi llegar nuevamente y darme mas fuerza para seguir no dejar q el tiempo pase es imposible pero dejar q la vida pase y solo seguir una rutina es imperdonable para ti porq sera el día en q ya no tengas como vivirla q veras q el tiempo q perdiste fue mas del q havias pensado
¡Bendita suerte la de la tierra...! Que está condenada a contemplar la luna cada noche desde el principio de todo sin poder tocarla, condenada fortuna la mía que consumo mis horas recordando tu delicadeza sin el deleite de tus labios…
Infame distancia esta que separa la realidad de los sueños o como la palpable lejanía que yace entre la luna y la tierra... de la misma manera es el trecho que hay entre nosotros, impidiéndome tomar tu amor…. alivia mis manos con el rose de tu piel, salva mi pasión con el aroma de tu cabello aclara mis noches eh irradia tu luz sobre mis temores acalla mis dudas como la luna ilumina a la tierra….
Nadie lograr apartarte de mí…. al igual que ni el mismo sol logra que la luna deje de aclare la tierra en los eclipse… ni en aquellos días tu luz se apartara de mi vida
Infame distancia esta que separa la realidad de los sueños o como la palpable lejanía que yace entre la luna y la tierra... de la misma manera es el trecho que hay entre nosotros, impidiéndome tomar tu amor…. alivia mis manos con el rose de tu piel, salva mi pasión con el aroma de tu cabello aclara mis noches eh irradia tu luz sobre mis temores acalla mis dudas como la luna ilumina a la tierra….
Nadie lograr apartarte de mí…. al igual que ni el mismo sol logra que la luna deje de aclare la tierra en los eclipse… ni en aquellos días tu luz se apartara de mi vida
denisse
Contemplar por la rendija de una puerta, es ventajoso para las mujeres. Se pueden apreciar muchas cosas desde un mismo punto de vista; pero el hombre que aspira mucho debe tener perspectivas más amplias.
I CHING
No será erróneo que el Hombre Superior contemple su propia vida. Examinándose a conciencia, ha liberado todo interés egoísta, por lo que es capaz de contemplar las maneras trascendentales de los cielos. Como el sabio santo hace de esos temas la materia de sus enseñanzas, todo lo que hay bajo el cielo acepta su dominio. Por ello, los antiguos gobernantes visitaban todas las regiones de su reino para observar a su pueblo y transmitirle sus instrucciones.
I CHING
La buena fortuna del Hombre Superior surge porque sus deseos de enseñar y su preocupación por sus discípulos no tienen límites y se muestra inagotable en su deseo de enseñar. Nada lo aparta de su pueblo; y para él, no hay motivo de reproche.
Sí para progresar se escuchan los impulsos, el avance será en vano. Si se considera las fallas propias se evitan los fracasos. La contemplación representa al devoto que se ha lavado las manos, más aún, no ha exhibido sus ofrendas. Por ello, los antiguos gobernantes visitaban todas las regiones de su reino para observar a su pueblo y transmitirle sus instrucciones.
El Hombre Superior examinará su influencia sobre otros y, si ésta es positiva, gozará con satisfacción y buena fortuna. Examinándose a conciencia, ha liberado todo interés egoísta, por lo que es capaz de contemplar las maneras trascendentales de los cielos.
Sí para progresar se escuchan los impulsos, el avance será en vano. Si se considera las fallas propias se evitan los fracasos. La contemplación representa al devoto que se ha lavado las manos, más aún, no ha exhibido sus ofrendas. Por ello, los antiguos gobernantes visitaban todas las regiones de su reino para observar a su pueblo y transmitirle sus instrucciones.
El Hombre Superior examinará su influencia sobre otros y, si ésta es positiva, gozará con satisfacción y buena fortuna. Examinándose a conciencia, ha liberado todo interés egoísta, por lo que es capaz de contemplar las maneras trascendentales de los cielos.
I CHING
Quien se exige para decir algo bello, debe exigir que sus sentidos se agudicen al contemplar la obra de DIOS para poder entender que apenas aprende a ver lo bello
Edgar Murillo Sana
LOS MAS BONITO DE CADA MAÑANA ES DESPERTAR Y PODER CONTEMPLAR TU ROSTRO RESPLANDECIENTE LLENO DE TERNURA Y AMOR,QUE AL VERME EN TUS OJOS ME SIENTO LA MAS DICHOSA Y BENDECIDA MUJER POR DIOS AL TENERTE A TI ISAAC DAVID COMO MI HIJO....
GEIDY TORRES
Con la mirada perdida en el horizonte, trato de verte llegar, no espero que vengas feliz, ni mucho menos que corras a mis brazos, lo único que quiero es verte pasar y contemplar tu imagen, respirar tu aroma, sentir tu prescencia, Aunque deba contener mi aliento y retraer mis deseos de decirte cuanto te quiero...
Jose Mazariegos
PARA ARISTÓTELES la amistad era "lo más necesario para la vida", y nosotros, cuando oímos decir que "un amigo es un tesoro" o que "donde está tu amigo está tu tesoro", nos damos cuenta de que esas palabras resuenan como un aldabonazo en nuestro interior. No nos dejan indiferentes, porque todos sabemos o intuimos qué clase de tesoro puede llegar a ser una amistad.
A las personas nos gusta tener amigos: gente con la que compartir vida, experiencias, tiempo, conversación... Nos gustan los amigos y nos parecen muy importantes, incluso imprescindibles. La amistad es una relación humana con un valor muy especial. Junto con la família y el trabajo, es algo que nos parece que merece la pena y a lo cual dedicamos tiempo y esfuerzo. Queremos tener amigos en la vida: para no estar solos -a veces se siente la soledad incluso estando rodeados de gente-, para vivir la vida más a fondo y para disfrutarla de verdad. Como escribió Aristóteles, "sin amigos nadie querría vivir, aun cuando poseyera todos los demás bienes".
Quizá por eso escribo esto. Escribir sobre la amistad me ayuda a saber qué espero yo de ella, qué doy yo a mis amigos, si mi amistad con ellos es plena o solo algo "satisfactorio". Reflexionar sobre las cosas ayuda a vivirlas mejor. Reflexionar es un modo de vivir.
LA AMISTAD COMO REGALO
Decía más arriba que dedicamos esfuerzo a hacer amigos. Y el esfuerzo es necesario porque las cosas no salen solas. Sin embargo, la amistad no se puede forzar. Por eso también puede decirse que la amistad surge siempre como un regalo, como un don que se recibe. En un momento dado, aparece entre dos personas un deseo de compartir, de comunicarse, de contar lo que se lleva dentro y de contrastarlo, de ser conocido muy a fondo. De hecho, cuando uno vislumbra en el horizonte la posibilidad de hacer una nueva amistad, de esas profundas y verdaderas, que aportan y llenan tanto por dentro, parece que su espíritu se hincha y crece. Es como ver nacer un día radiante. La vida se ve de otro color porque los amigos hacen cobrar sentido a nuestras vivencias: estas no van a ser solo para nosotros. Las cosas son distintas porque las vivimos pensando en compartirlas, en transmitirlas, en discutirlas, en compararlas. De nuestros amigos nos interesa todo: lo que piensan, lo que hacen, cómo viven las cosas. Lo importante no es solo lo que cuentan ni lo que les pasa; lo importante es que eso "es tuyo", "eres tú".
Desde mi adolescencia he experimentado disgusto ante los momentos meramente descriptivos de los acontecimientos, o las que eran como una reseña informativa de lo que había ocurrido en el verano. Los momentos verdaderos son aquellos en las que los acontecimientos del lunes o del viernes se describen como cosas que me pasan y no solo como cosas que van pasando a mi lado. Lo interesante y lo que me hace disfrutar era ver cómo esas cosas se viven desde dentro de mis amigos.
El grado de amistad con los amigos puede distinguirse precisamente por eso. Por si los momentos estaban llenos de preguntas convencionales y frases que se repetían del mismo modo en todas los demás momentos o si e ellos te dejas llevar, trayendo a colación esto o aquello, y acabando en lugares desconocidos para ti mismo, pero bonitos y en los que habías disfrutado. Escribir para los amigos es descubrir el mundo con unos ojos nuevos para dárselo a ellos.
La amistad es un regalo porque es vivir otra vida además de la propia. Es poder vivir dos veces. Y es también reafirmar tu propia existencia porque hay alguien que la quiere así: incondicionalmente. En el amigo encontramos aceptación plena.
La amistad es un don porque, en cierto modo, llega cuando y como quiere; no es programable; simplemente, surge y es como un regalo, un don que uno recibe.
Esa comunión del espíritu que hay entre los amigos, ese compartir denso e intenso, ese vivir y ser sin dar explicaciones porque estas no son necesarias para nuestro mutuo entendimiento, ese encontrar las puertas del alma siempre abiertas y acogedoras para ti porque eres tú, es el tesoro incalculable. No es extraño que los griegos la calificaran como regalo de los dioses.
Regalo es también en el sentido de que nunca es verdaderamente merecida. Si se puede hablar así, algunos podrían merecer más que otros el tener amigos. Pero, en el fondo, la amistad de una persona difícilmente es algo que uno llegue a "merecer". Se pueden tener de modo habitual disposiciones personales adecuadas para la amistad, para tener amigos (no todo el mundo las tiene).
Pero no se puede decidir en qué momento aparecerá el amigo o de quién seré amigo. Por ejemplo, todos contamos con momentos imborrables de la vida en los que comprendes repentinamente que tienes delante a alguien que puede leer dentro de ti como si fueras tú quien lo hiciera; que puede pasearse por tu alma sin explicaciones de tu parte; sin necesidad de mapas, brújulas o palabras clave que le hagan entender lo que se va a encontrar. Es la empatía, una sintonía especialísima que se establece con muy pocas personas a lo largo de la existencia, y que es un descenso y un ascenso vertiginoso por las entrañas de la verdadera vida.
MIRAR A LAS PERSONAS
Cuando nos sentimos así, vistos con unos ojos ajenos que al mismo tiempo son como los nuestros propios, es como si todo nuestro ser despertara. Querríamos saberlo todo acerca de aquella persona y que ella conociera nuestro yo hasta el final. Las conversaciones se convierten en un continuo maravillarse y aportarse mutuo. Sentimos el mundo como un pequeño globo terráqueo que gira entre nuestras manos y el motor de ese movimiento es la corriente que entre nosotros se ha creado.
Es un encuentro con otro yo, sin que ese yo se refiera a un yo idéntico, a un "alma gemela"; pues puede serlo o no. Es otro yo porque se pone en nuestra piel como si fuéramos nosotros mismos; pero al tiempo que mantiene su mismidad y su alteridad. Y por eso hay mucha riqueza en el trato con el amigo, porque lo distinto siempre nos enriquece.
Mirarnos en un amigo es mirarnos en un espejo. En un espejo que devuelve algo más que una simple reproducción de la propia imagen. Mirarnos en un amigo es encontrarnos a nosotros mismos vistos desde fuera y con mayor perspectiva, pero con el cuidado con que nosotros mismos pondríamos al mirarnos: "A través de él, los amigos se enriquecen y perfeccionan, se descubren e interpretan.
Se podría decir que, al ver al otro, cada uno de ellos aprende a conocerse" (Marias). La acción de mirar que tanto aparece entre los amigos, es algo que me parece esencial para que pueda surgir amistad entre dos personas para tener amigos hay que saber mirar.
En una carta que recibí hace unos meses me decía una amiga que "había encontrado el camino para trascender lo inmediato. El despertador para mirar (...) era el del pensamiento filosófico y la contemplación de las cosas bellas". En mi respuesta, le reafirmé en su descubrimiento porque me parecía realmente valioso: la filosofía y la contemplación estética son dos medios muy buenos para acceder a lo más hondo de la realidad.
La belleza es un camino hacia la verdad especialmente bueno. Porque la belleza no produce únicamente la mera delectación estética; posee una cualidad inestimable, y es que exige por nuestra parte contemplación. Ante las cosas bellas no basta pasear la vista. Para disfrutarlas verdaderamente hay que mirarlas con detenimiento, con miramiento. Con ellas hay que andarse con contemplaciones. Y contemplar es importante porque hace que nos detengamos y miremos las cosas tal como son, "dejando" que sean así.
La contemplación es un camino abierto hacia la verdad. Hacia la verdad personal, la de los demás y la del universo entero. Eso lo expresa muy bien de otro modo Lorenzo Silva en una de sus novelas. Escribía que "el mundo está lleno de tesoros sin descubrir porque no hay quien se pare a mirarlos. Pero en cuanto hay alguien que se detiene ante ellos, se abren ante esa persona como una maravillosa realidad llena de riqueza y significado ofreciéndole nuevos horizontes". Yo he pensado muchas veces que eso exactamente pasa con las personas.
Por eso, para tener amigos hay que saber mirar. Mirar es ver con atención, es contemplar, es concentrar nuestro ser entero en los ojos deseando captar lo que hay frente a ellos. Mirar presupone una vista limpia, sin prejuicios ni cargas anteriores, para captar lo que hay y no lo que yo he puesto o quiero poner. Mirar no es ver lo que yo quiero ver sino percibir cómo son las cosas o las personas en sí. Y además de limpieza interior, la mirada requiere también aceptación, renuncia a dominar. Cuando miramos de verdad, estamos dispuestos a dejar ser a las cosas y a las personas tal y como son. Esto es especialmente importante con las personas.
A las personas hay que dejarlas ser, hay que aceptarlas como son. Sin esa condición nunca sabremos lo que es una verdadera amistad; nunca llegaremos a saborear el gozo inmenso que produce esa identificación con el otro, ese compartir la vida, los sueños, los deseos, los fracasos. Habrá siempre en el amigo una zona de acceso prohibido o de "reservado".
Para mirar de verdad hay que aprender a hacerlo. Los hay que conocen ese arte de modo natural o han sido educados en él. Pero también puede aprenderse. Para mirar hay que pararse, parar la rueda de la actividad exterior y parar también nuestro ruido interior (qué tengo que hacer luego, cómo resolveré la cena en casa de mi hermano, qué ropa necesito, a ver cómo queda el Madrid, a ver si consigo cerrar un buen trato con este cliente...). Para mirar hay que perder el miedo a "pasar tiempo" sin haber sido ""eficaces"".
Todos hemos conocido a personas que provocan que los que están a su lado den lo mejor de sí mismos. Son personas que logran que los demás quieran -parafraseando a Salinas- "sacar de sí su mejor yo". Es así porque son personas que saben mirar, y que por eso han sabido encontrar la llave interior de las personas. Esa llave de la confianza que uno entrega solo cuando va a saberse visto, aceptado y querido por sí mismo.
LA MORADA DEL YO
Llegar a la intimidad del alma, al centro de la persona o solo rozar su periferia, exige rodeos: rodeos que son esencialmente contemplación, escucha atenta y activa, mirada abierta y receptiva. Solo cuando una persona percibe ese clima de confianza a su alrededor es capaz de empezar a abrir las rendijas de su yo. Y a través de esas rendijas pueden empezar a filtrarse los rayos de la luz que toda persona esconde. La intimidad, la interioridad, es siempre luminosa en el sentido de iluminadora. Porque muestra siempre algo desconocido para quien no está allí dentro. No siempre será lo original y nuevo el qué diga esa persona pero sí el cómo ella lo vive. Esta es la llave que entregamos a nuestros amigos y que hace que quedemos totalmente al descubierto: vulnerables, también.
Algunas veces, tras haber desnudado la intimidad del alma en conversación con la persona que nos ha inspirado esa confianza, uno siente el vértigo del miedo a romperse, a que le rompan, a que se burlen, a que no comprendan, al silencio indiferente o superficial.
Hasta ahora, esos pensamientos, deseos, aspiraciones, miedos y preguntas más íntimas habían quedado dentro de nuestra alma. A veces nos angustiaban, otras nos elevaban, otras nos desbordaban por dentro de tal forma, que había que expresarlos de algún modo (quién no ha cantado, llenado de piruetas su salón, compuesto una melodía o garabateado un poema, historia o carta, por puro desbordamiento. Tanto no cabía dentro; fuera crecía, pero tenía más apoyos para ser sostenido, para ser vivido).
Sin embargo, no dejaban de ser nuestros: los demás solo poseían de ellos su cara externa, lo que era fruto de la superabundancia. Por lo demás, no habían sido escuchados por nadie hasta el final y solo de vez en cuando abríamos a alguien una pequeña ventanita de nuestro interior, observando con atención la reacción del interlocutor ante aquello. Pero, de repente, hemos encontrado a alguien que ha provocado que primero quisiéramos abrir una ventanita y después otra, y otra... Luego le hemos pasado al interior de la casa y -poco a poco- le hemos encendido todas las luces que había en ella, iluminando incluso rincones sucios, destartalados, rincones sin ordenar o habitaciones llenas de trastos que no sabemos en dónde colocar. Le hemos enseñado el sillón de los sueños, frente a la ventana, y le hemos invitado a sentarse allí porque desde él puede conocerlos mejor. Le hemos presentado el rincón de los miedos, ese sí, está a oscuras porque nos parece que la luz acabará por hacerlos crecer. Es un rincón siempre difícil de enseñar; se supone que de esos no tenemos, y nos cuidamos mucho de dejarlos salir. También le hemos pasado al cuarto de las preguntas; esa habitación está llena de frases sueltas, de pensamientos, de párrafos incluso, y hasta de alguna página escrita. Pero sobre todo está lleno de interrogantes; es una habitación poblada de signos de interrogación que hemos ido recogiendo a lo largo de nuestra vida: por qué las relaciones humanas son tan complicadas, por qué hay personas que no miran hacia adentro, por qué las focas son más importantes que los países del Sur... Hay también un cuarto sin techo que mira directamente al sol, o al firmamento, si es de noche. Ese es el cuarto de las aspiraciones grandes, el cuarto en el que respiro hondo, el cuarto al que hay que acudir siempre que hemos pasado un día entre mucho polvo, o mucho tiempo en el sillón. También ha conocido la buhardilla; allí no vamos demasiadas veces porque es donde están los pedazos rotos de nuestra vida y todavía nos cuesta mirarlos sin sentir dolor o pena.
Hay personas a las que paseamos por nuestra morada interior sin miedo alguno; es más: deseamos desde lo más íntimo de nuestro ser hacerlo. Sentimos desde muy hondo que apreciará, entenderá y comprenderá cada objeto que encuentre en ella. No le importarán los cacharros rotos, aunque tengamos la estantería llena de ellos; no querrá reírse de nuestras inquietudes: se le iluminará la mirada al conocerlas porque . también ella las había sentido latir más de una vez. Le encantará que tengamos un sillón de sueños y un cuarto sin techo, y querrá saber qué nos dicen los astros por la noche y cómo es el vuelo de los pájaros que vemos pasar. Son personas que hacen que sintamos la necesidad de hacer crecer todo eso, de mostrárselo, de hacerlo vivir para ellas.
Esas personas son los amigos, el amigo aquel con quien me atrevo a ser yo misma; sin restricciones y sin temores. Esa persona con la que puedo decir todo porque todo lo va a entender en su contexto; esa persona con la que puedo hablar en borrador: sin orden, sin hilazón, sin sentido algunas veces. Con rabia o ira, con desesperación, con alegría exultante, desvariando. Descubriendo todas las raíces de mi alma y sabiendo que en ningún momento se aprovechará de ello para arrancarme de mi lugar. Y sabiendo que -como escribió alguien- "comprende esas contradicciones en mi naturaleza que llevarían a otros a juzgarme mal". Eso es un amigo.
A las personas nos gusta tener amigos: gente con la que compartir vida, experiencias, tiempo, conversación... Nos gustan los amigos y nos parecen muy importantes, incluso imprescindibles. La amistad es una relación humana con un valor muy especial. Junto con la família y el trabajo, es algo que nos parece que merece la pena y a lo cual dedicamos tiempo y esfuerzo. Queremos tener amigos en la vida: para no estar solos -a veces se siente la soledad incluso estando rodeados de gente-, para vivir la vida más a fondo y para disfrutarla de verdad. Como escribió Aristóteles, "sin amigos nadie querría vivir, aun cuando poseyera todos los demás bienes".
Quizá por eso escribo esto. Escribir sobre la amistad me ayuda a saber qué espero yo de ella, qué doy yo a mis amigos, si mi amistad con ellos es plena o solo algo "satisfactorio". Reflexionar sobre las cosas ayuda a vivirlas mejor. Reflexionar es un modo de vivir.
LA AMISTAD COMO REGALO
Decía más arriba que dedicamos esfuerzo a hacer amigos. Y el esfuerzo es necesario porque las cosas no salen solas. Sin embargo, la amistad no se puede forzar. Por eso también puede decirse que la amistad surge siempre como un regalo, como un don que se recibe. En un momento dado, aparece entre dos personas un deseo de compartir, de comunicarse, de contar lo que se lleva dentro y de contrastarlo, de ser conocido muy a fondo. De hecho, cuando uno vislumbra en el horizonte la posibilidad de hacer una nueva amistad, de esas profundas y verdaderas, que aportan y llenan tanto por dentro, parece que su espíritu se hincha y crece. Es como ver nacer un día radiante. La vida se ve de otro color porque los amigos hacen cobrar sentido a nuestras vivencias: estas no van a ser solo para nosotros. Las cosas son distintas porque las vivimos pensando en compartirlas, en transmitirlas, en discutirlas, en compararlas. De nuestros amigos nos interesa todo: lo que piensan, lo que hacen, cómo viven las cosas. Lo importante no es solo lo que cuentan ni lo que les pasa; lo importante es que eso "es tuyo", "eres tú".
Desde mi adolescencia he experimentado disgusto ante los momentos meramente descriptivos de los acontecimientos, o las que eran como una reseña informativa de lo que había ocurrido en el verano. Los momentos verdaderos son aquellos en las que los acontecimientos del lunes o del viernes se describen como cosas que me pasan y no solo como cosas que van pasando a mi lado. Lo interesante y lo que me hace disfrutar era ver cómo esas cosas se viven desde dentro de mis amigos.
El grado de amistad con los amigos puede distinguirse precisamente por eso. Por si los momentos estaban llenos de preguntas convencionales y frases que se repetían del mismo modo en todas los demás momentos o si e ellos te dejas llevar, trayendo a colación esto o aquello, y acabando en lugares desconocidos para ti mismo, pero bonitos y en los que habías disfrutado. Escribir para los amigos es descubrir el mundo con unos ojos nuevos para dárselo a ellos.
La amistad es un regalo porque es vivir otra vida además de la propia. Es poder vivir dos veces. Y es también reafirmar tu propia existencia porque hay alguien que la quiere así: incondicionalmente. En el amigo encontramos aceptación plena.
La amistad es un don porque, en cierto modo, llega cuando y como quiere; no es programable; simplemente, surge y es como un regalo, un don que uno recibe.
Esa comunión del espíritu que hay entre los amigos, ese compartir denso e intenso, ese vivir y ser sin dar explicaciones porque estas no son necesarias para nuestro mutuo entendimiento, ese encontrar las puertas del alma siempre abiertas y acogedoras para ti porque eres tú, es el tesoro incalculable. No es extraño que los griegos la calificaran como regalo de los dioses.
Regalo es también en el sentido de que nunca es verdaderamente merecida. Si se puede hablar así, algunos podrían merecer más que otros el tener amigos. Pero, en el fondo, la amistad de una persona difícilmente es algo que uno llegue a "merecer". Se pueden tener de modo habitual disposiciones personales adecuadas para la amistad, para tener amigos (no todo el mundo las tiene).
Pero no se puede decidir en qué momento aparecerá el amigo o de quién seré amigo. Por ejemplo, todos contamos con momentos imborrables de la vida en los que comprendes repentinamente que tienes delante a alguien que puede leer dentro de ti como si fueras tú quien lo hiciera; que puede pasearse por tu alma sin explicaciones de tu parte; sin necesidad de mapas, brújulas o palabras clave que le hagan entender lo que se va a encontrar. Es la empatía, una sintonía especialísima que se establece con muy pocas personas a lo largo de la existencia, y que es un descenso y un ascenso vertiginoso por las entrañas de la verdadera vida.
MIRAR A LAS PERSONAS
Cuando nos sentimos así, vistos con unos ojos ajenos que al mismo tiempo son como los nuestros propios, es como si todo nuestro ser despertara. Querríamos saberlo todo acerca de aquella persona y que ella conociera nuestro yo hasta el final. Las conversaciones se convierten en un continuo maravillarse y aportarse mutuo. Sentimos el mundo como un pequeño globo terráqueo que gira entre nuestras manos y el motor de ese movimiento es la corriente que entre nosotros se ha creado.
Es un encuentro con otro yo, sin que ese yo se refiera a un yo idéntico, a un "alma gemela"; pues puede serlo o no. Es otro yo porque se pone en nuestra piel como si fuéramos nosotros mismos; pero al tiempo que mantiene su mismidad y su alteridad. Y por eso hay mucha riqueza en el trato con el amigo, porque lo distinto siempre nos enriquece.
Mirarnos en un amigo es mirarnos en un espejo. En un espejo que devuelve algo más que una simple reproducción de la propia imagen. Mirarnos en un amigo es encontrarnos a nosotros mismos vistos desde fuera y con mayor perspectiva, pero con el cuidado con que nosotros mismos pondríamos al mirarnos: "A través de él, los amigos se enriquecen y perfeccionan, se descubren e interpretan.
Se podría decir que, al ver al otro, cada uno de ellos aprende a conocerse" (Marias). La acción de mirar que tanto aparece entre los amigos, es algo que me parece esencial para que pueda surgir amistad entre dos personas para tener amigos hay que saber mirar.
En una carta que recibí hace unos meses me decía una amiga que "había encontrado el camino para trascender lo inmediato. El despertador para mirar (...) era el del pensamiento filosófico y la contemplación de las cosas bellas". En mi respuesta, le reafirmé en su descubrimiento porque me parecía realmente valioso: la filosofía y la contemplación estética son dos medios muy buenos para acceder a lo más hondo de la realidad.
La belleza es un camino hacia la verdad especialmente bueno. Porque la belleza no produce únicamente la mera delectación estética; posee una cualidad inestimable, y es que exige por nuestra parte contemplación. Ante las cosas bellas no basta pasear la vista. Para disfrutarlas verdaderamente hay que mirarlas con detenimiento, con miramiento. Con ellas hay que andarse con contemplaciones. Y contemplar es importante porque hace que nos detengamos y miremos las cosas tal como son, "dejando" que sean así.
La contemplación es un camino abierto hacia la verdad. Hacia la verdad personal, la de los demás y la del universo entero. Eso lo expresa muy bien de otro modo Lorenzo Silva en una de sus novelas. Escribía que "el mundo está lleno de tesoros sin descubrir porque no hay quien se pare a mirarlos. Pero en cuanto hay alguien que se detiene ante ellos, se abren ante esa persona como una maravillosa realidad llena de riqueza y significado ofreciéndole nuevos horizontes". Yo he pensado muchas veces que eso exactamente pasa con las personas.
Por eso, para tener amigos hay que saber mirar. Mirar es ver con atención, es contemplar, es concentrar nuestro ser entero en los ojos deseando captar lo que hay frente a ellos. Mirar presupone una vista limpia, sin prejuicios ni cargas anteriores, para captar lo que hay y no lo que yo he puesto o quiero poner. Mirar no es ver lo que yo quiero ver sino percibir cómo son las cosas o las personas en sí. Y además de limpieza interior, la mirada requiere también aceptación, renuncia a dominar. Cuando miramos de verdad, estamos dispuestos a dejar ser a las cosas y a las personas tal y como son. Esto es especialmente importante con las personas.
A las personas hay que dejarlas ser, hay que aceptarlas como son. Sin esa condición nunca sabremos lo que es una verdadera amistad; nunca llegaremos a saborear el gozo inmenso que produce esa identificación con el otro, ese compartir la vida, los sueños, los deseos, los fracasos. Habrá siempre en el amigo una zona de acceso prohibido o de "reservado".
Para mirar de verdad hay que aprender a hacerlo. Los hay que conocen ese arte de modo natural o han sido educados en él. Pero también puede aprenderse. Para mirar hay que pararse, parar la rueda de la actividad exterior y parar también nuestro ruido interior (qué tengo que hacer luego, cómo resolveré la cena en casa de mi hermano, qué ropa necesito, a ver cómo queda el Madrid, a ver si consigo cerrar un buen trato con este cliente...). Para mirar hay que perder el miedo a "pasar tiempo" sin haber sido ""eficaces"".
Todos hemos conocido a personas que provocan que los que están a su lado den lo mejor de sí mismos. Son personas que logran que los demás quieran -parafraseando a Salinas- "sacar de sí su mejor yo". Es así porque son personas que saben mirar, y que por eso han sabido encontrar la llave interior de las personas. Esa llave de la confianza que uno entrega solo cuando va a saberse visto, aceptado y querido por sí mismo.
LA MORADA DEL YO
Llegar a la intimidad del alma, al centro de la persona o solo rozar su periferia, exige rodeos: rodeos que son esencialmente contemplación, escucha atenta y activa, mirada abierta y receptiva. Solo cuando una persona percibe ese clima de confianza a su alrededor es capaz de empezar a abrir las rendijas de su yo. Y a través de esas rendijas pueden empezar a filtrarse los rayos de la luz que toda persona esconde. La intimidad, la interioridad, es siempre luminosa en el sentido de iluminadora. Porque muestra siempre algo desconocido para quien no está allí dentro. No siempre será lo original y nuevo el qué diga esa persona pero sí el cómo ella lo vive. Esta es la llave que entregamos a nuestros amigos y que hace que quedemos totalmente al descubierto: vulnerables, también.
Algunas veces, tras haber desnudado la intimidad del alma en conversación con la persona que nos ha inspirado esa confianza, uno siente el vértigo del miedo a romperse, a que le rompan, a que se burlen, a que no comprendan, al silencio indiferente o superficial.
Hasta ahora, esos pensamientos, deseos, aspiraciones, miedos y preguntas más íntimas habían quedado dentro de nuestra alma. A veces nos angustiaban, otras nos elevaban, otras nos desbordaban por dentro de tal forma, que había que expresarlos de algún modo (quién no ha cantado, llenado de piruetas su salón, compuesto una melodía o garabateado un poema, historia o carta, por puro desbordamiento. Tanto no cabía dentro; fuera crecía, pero tenía más apoyos para ser sostenido, para ser vivido).
Sin embargo, no dejaban de ser nuestros: los demás solo poseían de ellos su cara externa, lo que era fruto de la superabundancia. Por lo demás, no habían sido escuchados por nadie hasta el final y solo de vez en cuando abríamos a alguien una pequeña ventanita de nuestro interior, observando con atención la reacción del interlocutor ante aquello. Pero, de repente, hemos encontrado a alguien que ha provocado que primero quisiéramos abrir una ventanita y después otra, y otra... Luego le hemos pasado al interior de la casa y -poco a poco- le hemos encendido todas las luces que había en ella, iluminando incluso rincones sucios, destartalados, rincones sin ordenar o habitaciones llenas de trastos que no sabemos en dónde colocar. Le hemos enseñado el sillón de los sueños, frente a la ventana, y le hemos invitado a sentarse allí porque desde él puede conocerlos mejor. Le hemos presentado el rincón de los miedos, ese sí, está a oscuras porque nos parece que la luz acabará por hacerlos crecer. Es un rincón siempre difícil de enseñar; se supone que de esos no tenemos, y nos cuidamos mucho de dejarlos salir. También le hemos pasado al cuarto de las preguntas; esa habitación está llena de frases sueltas, de pensamientos, de párrafos incluso, y hasta de alguna página escrita. Pero sobre todo está lleno de interrogantes; es una habitación poblada de signos de interrogación que hemos ido recogiendo a lo largo de nuestra vida: por qué las relaciones humanas son tan complicadas, por qué hay personas que no miran hacia adentro, por qué las focas son más importantes que los países del Sur... Hay también un cuarto sin techo que mira directamente al sol, o al firmamento, si es de noche. Ese es el cuarto de las aspiraciones grandes, el cuarto en el que respiro hondo, el cuarto al que hay que acudir siempre que hemos pasado un día entre mucho polvo, o mucho tiempo en el sillón. También ha conocido la buhardilla; allí no vamos demasiadas veces porque es donde están los pedazos rotos de nuestra vida y todavía nos cuesta mirarlos sin sentir dolor o pena.
Hay personas a las que paseamos por nuestra morada interior sin miedo alguno; es más: deseamos desde lo más íntimo de nuestro ser hacerlo. Sentimos desde muy hondo que apreciará, entenderá y comprenderá cada objeto que encuentre en ella. No le importarán los cacharros rotos, aunque tengamos la estantería llena de ellos; no querrá reírse de nuestras inquietudes: se le iluminará la mirada al conocerlas porque . también ella las había sentido latir más de una vez. Le encantará que tengamos un sillón de sueños y un cuarto sin techo, y querrá saber qué nos dicen los astros por la noche y cómo es el vuelo de los pájaros que vemos pasar. Son personas que hacen que sintamos la necesidad de hacer crecer todo eso, de mostrárselo, de hacerlo vivir para ellas.
Esas personas son los amigos, el amigo aquel con quien me atrevo a ser yo misma; sin restricciones y sin temores. Esa persona con la que puedo decir todo porque todo lo va a entender en su contexto; esa persona con la que puedo hablar en borrador: sin orden, sin hilazón, sin sentido algunas veces. Con rabia o ira, con desesperación, con alegría exultante, desvariando. Descubriendo todas las raíces de mi alma y sabiendo que en ningún momento se aprovechará de ello para arrancarme de mi lugar. Y sabiendo que -como escribió alguien- "comprende esas contradicciones en mi naturaleza que llevarían a otros a juzgarme mal". Eso es un amigo.
Diego Torrente
A quien en la ciudad estuvo largo tiempo confinado, le es dulce contemplar la serena y abierta faz del cielo, exhalar su plegaria hacia la gran sonrisa del azul.
John Keats
Ahora soy capaz de contemplar lo que ocurre en mi interior, llena de veneración ante el fenómeno pero, sin embargo, enteramente consciente de que no es más que una ilusión pasajera que podría resultar mortal.
Peter Hoeg
Días y noches para comprenderse, para contemplar en tus ojos todo lo que pienso de ti y de un mundo hecho a tu imagen. Y las noches y los días gobernados por tus párpados.
Paul Eluard
En occidente tendemos a considerar que nuestra solución es superior a la de los samoanos, acostumbrados como estamos a encauzar los impulsos sexuales por sendas muy estrechas y aprobadas socialmente (...) pero con la luz que nos da contemplar las soluciones de la sociedad samoana, podemos considerar que el precio que tenemos que pagar por ello es demasiado caro.
Margaret Mead
Una vibración profunda conmueve todas mis fibras patrióticas al contemplar la resurrección del espíritu cívico en la heroica ciudad de Buenos Aires.
Leandro Alem
Ella renunció a la belleza en su tierna juventud, dio toda su esperanza y la alegría y maneras agradables, se cubrió los ojos para que no se deben contemplar la vanidad, y optó por la amarga verdad.
Christina Rossetti
Podemos llegar a contemplar la muerte de nuestros enemigos con tanto lamento lo que sentimos por los de nuestros amigos, es decir, cuando nos perdemos su existencia como testigos de nuestro éxito.
Arthur Schopenhauer
Mira hacia el universo y contemplar la gloria de Dios. Observar las estrellas, millones de ellas, brillando en el cielo de la noche, todos con un mensaje de unidad, que forma parte de la naturaleza misma de Dios.
Sathya Sai Baba
Jeremy Lin es el único americano asiático en la NBA hoy en día y uno de los pocos en EE.UU. que cualquier profesional del deporte. Su llegada es, sin duda conduce a otros atletas estadounidenses de origen asiático con talento esta semana para contemplar una carrera profesional.
Eric Liu
Así que bien y sinceramente estamos obligados a vivir, reverenciando nuestra vida y negando la posibilidad de cambio. Esta es la única manera, decimos, pero hay tantas maneras como se pueden extraer los radios de un centro. Todo cambio es un milagro de contemplar, pero es un milagro que se celebra cada instante.
Henry David Thoreau
La muerte es una noche sin fin tan horrible de contemplar que puede hacernos amar la vida y el valor que con tanta pasión que puede ser la causa última de toda alegría y todo el arte.
Paul Theroux
El juicio es muy fácil, pero creo que, en general, los críticos profesionales tal vez ver demasiado, y comparar demasiado, y olvidar la alegría de tener que mirar y contemplar por sí mismo.
Antony Gormley
Quiero que esta noche sueñes que tengo alas para salir de mi habitación e ir volando a la tuya a contemplar la belleza de tu ser cuando está durmiendo
Uno no es ociosa, porque uno está absorto. Hay tanto trabajo visible e invisible. Contemplar es trabajo, pensar es hacer. El trabajo de brazos cruzados, el acto manos juntas. Los ojos levantados al cielo son un acto de creación.
Victor Hugo
Me gustaría ver un futuro donde los artistas piensan que tienen derecho a contemplar las cosas como el calentamiento global.
Brian Eno
La mía es la primera generación capaz de contemplar la posibilidad de que podamos vivir nuestras vidas sin tener que ir a la guerra o enviar a nuestros hijos a la guerra.
Tony Blair
¿Qué ha pasado con la arquitectura desde la segunda guerra mundial que la única transeúntes que puede contemplar sin dolor son los que cuentan con un palo blanco y un perro?
Bernard Levin
¿Cuánto tiempo aún podrá contemplar ese rostro invulnerable que siempre le inspiró seguridad? La vida les ha distanciado, llevándoles a mundos diferentes y, sin embargo, ¡Cómo echará de menos la sombra protectora del viejo roble!
José Luis Sampedro
El teatro está sumamente ajustado a decir: '¡He aquí! Estas son las cosas. ' Sin embargo, la mayoría de los dramaturgos emplean para decir: '. Esta verdad moral se puede aprender de contemplar esta acción'
Thornton Wilder
Había nacido para ser feliz. Durante mi juventud nunca me había afligido la tristeza, y si en algún momento me sentía abatido, contemplar las maravillas de la naturaleza o estudiar lo que de sublime y excelente ha hecho el hombre siempre conseguía interesarme y animarme.
Mary Shelley
La belleza de la mujer se halla iluminada por una luz que nos lleva y convida a contemplar el alma que tal cuerpo habita, y si aquélla es tan bella como ésta, es imposible no amarla.
Sócrates