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Escrituras biblicas de agradecimiento ( 2 )

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Una mujer unge a Jesús. Jesús estaba en Betania, comiendo en casa de Simón el leproso. Llegó una mujer con un frasco de perfume muy caro, de nardo puro. Lo quebró y derramó el perfume sobre la cabeza de Jesús. Algunos, muy enojados, se decían entre sí: "¿A qué se debe este derroche de perfume? Se podía haber vendido en más de trescientas monedas de plata para ayudar a los pobres." Y reclamaban contra ella. Pero Jesús dijo: "Déjenla tranquila. ¿Porqué la molestan? Es una buena obra la que hizo conmigo. En cualquier momento podrán ayudar a los pobres, puesto que siempre los hay entre ustedes, pero a mí no me tendrán siempre. Esta mujer hizo lo que le correspondía, pues con esto se anticipó a preparar mi cuerpo para la sepultura. Yo les aseguro que, en todas partes donde se anuncie el Evangelio, en el mundo entero, se contará también en su honor lo que acaba de hacer."


Sagradas Escrituras


Los guías de ese pueblo lo han extraviado y sus dirigidos se han perdido. Por eso el Señor no tendrá compasión de sus jóvenes, y tratará sin piedad a sus huérfanos y viudas. Todo ese pueblo es impío y perverso, y toda boca repite cosas horribles. Ni con eso se le ha pasado el enojo a Yavé, y su mano sigue levantada. Pues la maldad arde como el fuego, devora zarzas y espinas, y después quema la espesura del bosque, de donde suben en remolino las columnas de humo. El enojo de Yavé de los Ejércitos ha sacudido el país y el pueblo ha sido pasto de las llamas. Nadie se compadece de su hermano, cada uno se come la carne de su vecino. Muerde a derecha, y todavía sigue con hambre. Come a izquierda, y no queda satisfecho. Manasés se como a Efraím, Efraím a Manasés, y ambos se lanzan contra Judá. Pero su enojo todavía le dura, y su mano sigue levantada.


Sagradas Escrituras




¿Quién se levantará por mí contra los malvados? ¿Quién estará a mi lado contra los que obran injusticias? Si el Señor no me hubiera ayudado, seguramente habría caído a la morada del silencio. Pero cuando veía temblar mis pies, Señor, tú me diste fuerza. Cuando se multiplican mis angustias, tus consuelos me alegran el espíritu. ¿Acaso aprobarás un tribunal malvado, que sentencia penas extrañas a la Ley? Atentan a la vida del justo, y condenan a muerte al inocente. El Señor es mi seguro defensor, Dios, mi roca de refugio. Hará caer sobre ellos el mal que tramaron y los perderá su propia maldad. Más bien los perderá el Señor, nuestro Dios.


Sagradas Escrituras


Dios mío, gloria mía, no te calles cuando hablan contra mí y me calumnian. Me han hablado palabras de engaño. Me asedian con palabras de odio y la guerra me han hecho sin motivo. En pago de mi cariño, me han acusado; mientras hacía oración. Me devolvieron mal en vez de bien y con su odio me pagan el amor. Dale, pues, por patrón un hombre malo. Que se levante el Acusador frente a él y diga: "Que del juicio salga condenado, que no sirva su defensa. Que muera antes de tiempo y otro ocupe su puesto.


Sagradas Escrituras


Así pague el Señor a mis acusadores, a los que falsamente me acusan ante él. Pero tú, Señor, trátame bien por amor de tu Nombre y sálvame por la ternura de tu bondad. Porque yo soy un pobre desvalido y llevo dentro traspasado el corazón. Me estoy desvaneciendo como sombra que declina y soy sacudido como langosta. Mis rodillas vacilan por el ayuno, estoy flaco y desganado. Ellos se burlan de mí, los que me miran mueven la cabeza. Señor, Dios mío, ayúdame, sálvame, por tu gran misericordia. Y sepan ellos que es obra de tu mano y que tú, Señor, lo has hecho. Maldigan ellos, pero bendice tú, y mis enemigos fracasarán; mientras se alegrará tu sierva.


Sagradas Escrituras


Yavé de los Ejércitos, tú que pronuncias sentencias justas porque conoces el corazón y las intenciones de los hombres, sabes que te he entregado mi causa. Permíteme que esté presente cuando tú te harás justicia."
Yavé, tu tienes siempre la razón cuando yo hablo contigo, y, sin embargo, hay un punto que quiero discutir: ¿Porqué tienen suerte los malos y son felices los traidores? Las plantas en esa tierra enseguida echan raíces, crecen y dan frutos, a pesar de que te honran con puras palabras y estás lejos de sus corazones. En cambio, a mí me conoces, Yavé; me has visto y has comprobado que mi corazón está contigo. Llévatelos como ovejas al matadero y señálalos para el día de la matanza. ¿Hasta cuándo estará de luto el país? ¿Permanecerá seco el pasto de los campos? Aves y bestias ya han perecido por causa de la maldad de los hombres, pues ellos dicen: "Dios no ve nuestra conducta." "Si te cansa correr con los de a pie, ¿cómo competirás con lo de a caballo? Si en país tranquilo no te sientes seguro, ¿qué harás en los bosques de Jordán?"


Sagradas Escrituras




Señor, líbrame del hombre malvado, guárdame del hombre violento. De los que inventan maldades y todo el día promueven peleas. Que afilan sus lenguas como víboras, con veneno escondido en sus palabras. Señor, sálvame del hombre perverso, guárdame de los violentos que quieren hacerme tropezar. Los soberbios me esconden sus lazos, y tienden sus trampas como redes; junto al camino me ponen tropiezos. Dije al Señor: Tú eres mi Dios, Señor, oye la voz de mi súplica. Señor Dios, mi fuerte salvador, tú proteges mi cabeza en el día del combate. No consientas en los deseos del malvado, no permitas que se realicen sus planes. No levanten cabeza los que me rodean, que se ahoguen en su propia maldad. Lluevan sobre ellos brasas encendidas; precipítalos en abismos de los que no salgan. El hombre de mala lengua no durará en la tierra, y al violento lo herirá de repente la desgracia. Yo sé que al desvalido, Dios le hará justicia, y dará la razón a los pobres. Los justos darán gracias a tu Nombre, los de corazón recto vivirán en tu presencia.


Sagradas Escrituras


Ustedes son luz para el mundo. No se puede esconder una ciudad edificada sobre un cerro. No se enciende una lámpara para esconderla en un tiesto, sino para ponerla en un candelero a fin de que alumbre a todos los de la casa. Así, pues, debe brillar su luz ante los hombres, para que vean sus buenas obras y glorifiquen al Padre de ustedes que está en los Cielos.


Sagradas Escrituras


Luego, Jesús estuvo en una comida en casa de Mateo. Se presentaron buen número de cobradores de impuestos y otra gente pecadora, y se sentaron a la mesa con Jesús y sus discípulos: "¿Por qué su Maestro come con publicanos y pecadores? Pero Jesús los oyó y dijo: "Los sanos no necesitan médico, sino los enfermos. Aprendan lo que significa esta palabra de Dios: Yo no les pido ofrendas, sino que tengan compasión. Pues no vine a llamar a hombres perfectos sino a pecadores.


Sagradas Escrituras




Le traían todos los enfermos, los aquejados por males y dolencias diversas, los endemoniados, lunáticos y paralíticos, y a todos los sanaba. Lo seguía un gentío inmenso de Galilea, Decápolis, Jerusalén, Judea y del otro lado del Jordán. Jesús al ver a toda esa muchedumbre, subió al monte. Allí se sentó y sus discípulos se le acercaron. Comenzó a hablar, y les enseñaba así: "Felices los que tienen espíritu de pobre, porque de ellos es el Reino de los Cielos. Felices los que lloran, porque recibirán la tierra en herencia. Felices los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados. Felices los compasivos, porque obtendrán misericordia. Felices los de corazón limpio, porque ellos verán a Dios. Felices los que trabajan por la paz, porque serán reconocidos como hijos de Dios. Felices los que son perseguidos por causa del bien, porque de ellos es el Reino de los Cielos. Dichosos ustedes cuando por causa mía los maldigan, los persigan y les levanten toda clase de calumnias. Alégrense y muéstrense contentos, porque será grande la recompensa que recibirán en el Cielo. Pues bien saben que así trataron a los profetas que hubo antes.


Sagradas Escrituras


Cuando los juzguen, no se preocupen por lo que van a decir ni cómo tendrán que hacerlo; en esa misma hora se les dará lo que van a decir. Pues no van a ser ustedes los que hablarán, sino el Espíritu de su Padre el que hablará por ustedes.


Sagradas Escrituras


No teman a los que solo pueden matar el cuerpo, pero no el alma; teman más bien al que puede echar el alma y el cuerpo al infierno. ¿Cuánto valen dos pajaritos? Algunos centavos, ¿no es cierto? Y, sin embargo, no cae a tierra ni uno solo, si no lo permite su Padre. Entonces no teman, pues hasta los cabellos de sus cabezas están contados: con todo, ustedes valen más que los pajaritos.


Sagradas Escrituras


Al que me reconozca delante de los hombres, yo lo reconoceré delante de mi Padre que está en los Cielos. Y al que me niegue delante de los hombres, yo también lo negaré delante de mi Padre que está en los Cielos.


Sagradas Escrituras




No es digno de mí el que ama a su padre o a su madre más que a mi; no es digno de mí el que ama a su hijo o su hija más que a mi. No es digno de mí el que no toma su cruz para seguirme. El que procure salvar su vida la perderá, y el que sacrifique su vida por mí, la hallará.


Sagradas Escrituras


El que los recibe a ustedes, a mí me recibe, y el que me recibe a mí, recibe al que me envió. El que recibe a un profeta porque es profeta, recibirá recompensa digna de un profeta. El que recibe a un hombre bueno por ser bueno, recibirá la recompensa que corresponde a un hombre bueno. Lo mismo, el que dé un vaso de agua fresca a uno de los míos, porque es discípulo mío, yo les aseguro que no quedará sin recompensa.


Sagradas Escrituras


Si yo hablara todas las lenguas de los hombres y de los ángeles, y me faltara el amor, no sería más que bronce que resuena y campana que toca. Si yo tuviera el don de profecía, conociendo las cosas secretas con toda clase de conocimientos, y tuviera tanta fe como para trasladar los montes, pero me faltara el amor, nada soy. Si reparto todo lo que poseo a los pobres y si entrego hasta mi propio cuerpo, pero no por amor, sino para recibir alabanzas, de nada me sirve.


Sagradas Escrituras


Procuren el amor y aspiren a los dones espirituales, especialmente al don de profecía. El que habla en lenguas, no habla a los hombres, sino a Dios, pues nadie le entiende: un espíritu le hace decir cosas incomprensibles. En cambio, el profeta se dirige a las personas para darles firmeza, aliento y consuelo. El que ha hablado en lenguas se siente confortado; el profeta, en cambio, fortalece la Iglesia.


Sagradas Escrituras


No piensen que vine a traer la paz a la tierra; no vine a traer la paz, sino la espada. Vine a poner al hijo en contra de su padre; a la hija, en contra de su madre, y a la nuera, en contra de su suegra. Cada cual encontrará enemigos en propia familia.


Sagradas Escrituras


Yavé me dio un aviso que pude comprobar. Tú, Yavé, me abriste los ojos para que viera sus maniobras. "Cuídate, me dijiste, pues hasta tus hermanos y tus familiares te traicionan y te critican abiertamente por detrás tuyo. No confíes en ellos cuando vienen a ti amistosamente." Y yo que no tenía más sospecha que el cordero al que llevan tranquilo para matarlo. No sabía lo que estaban tramando para perderme. "Destruyamos el árbol verde, decían, arranquémoslo de entre los vivos, y nadie se acordará más de su nombre."


Sagradas Escrituras


Ese día, humillará Yavé de los Ejércitos a todo el que se crea o que se eleve o que presume ser más que los otros. Pedirá cuentas a los altos cedros del Líbano y a las encinas de Basán, a los cerros altos y las lomas orgullosas, a las torres altas y las murallas fortificadas, a las naves mercantes y sus mercaderías preciosas.


Sagradas Escrituras


El orgullo del hombre será dobleglado, y la soberbia humana, humillada. Solo Yavé será exaltado aquel día, y todos los oídos desaparecerán; mientras ellos se meterán entre las rocas, en los huecos de la tierra, para no ver la cara de Yavé, por miedo a lo que brilla majestuosa, cuando él aparezca para hacer temblar la tierra.


Sagradas Escrituras


Y oí la voz del Señor que decía: "¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros?" Y respondí: "Aquí me tienes, mándame a mí." El me dijo: "Ve y dile a ese pueblo: Pongan mucha atención, pero no entenderán, miren bien, pero no distinguirán. Trata de que se ponga pesado el corazón de ese pueblo, que se vuelvan sordos sus oídos y que se les peguen sus ojos; no sea que vean sus ojos, oigan sus oídos, comprenda su corazón, y pueda convertirse y recuperar la salud."


Sagradas Escrituras


El burlón no gusta que lo reprendan, por eso no va con los sabios. Un corazón contento alegra el rostro, uno triste deprime el espíritu. Un corazón sensato busca la ciencia, la boca de los tontos se sacia de necedad. Para el afligido todos los días son malos, el corazón alegre está siempre de fiesta. Más vale poco con el temor de Yavé que un tesoro con inquietud. Más vale legumbres con cariño que un buey gordo con odio. El hombre arrebatado arma peleas, el hombre tardo para enojarse calma las disputas. El camino del flojo está sembrado de espinas, el sendero de los diligentes es un camino amplio. El hijo prudente alegra a su padre, el hombre insensato desprecia a su madre. Las locuras entretienen al hombre insensato, el hombre inteligente sigue derecho su camino. Por falta de deliberación fracasan los planes; gracias a numerosos consejeros toman cuerpo. El que sabe contestar causa alegría, ¡qué agradable es una palabra oportuna!


Sagradas Escrituras


El apetito trabaja para el obrero; la necesidad de comer lo estimula. El hombre pérfido fomenta discordias; el criticón divide a los amigos. El hombre violento engaña a su prójimo y lo conduce por un camino que no es bueno. El que cierra los ojos para maquinar engaños y frunce los labios, ya cometió el mal.


Sagradas Escrituras


Esto también dicen los sabios: No es bueno en los juicios hacer distinción de las personas. El que dice al malvado: "Eres justo", los pueblos lo maldicen, las naciones lo odian. Pero los que castigan al malvado se alabarán, sobre ellos vendrán bendición y felicidad. Contestar con franqueza es como besar los labios.


Sagradas Escrituras


Con la paciencia se persuade al juez; la lengua blanda tiene poder para quebrantar los huesos.
Escucha, hijo mío, hazte sabio, y tu corazón irá derecho en su camino. No te cuentes entre los que se emborrachan con vino ni con los que se llenan de carne, porque el bebedor y el glotón se empobrecen, y la flojera se vestirá de harapos. Escucha a tu padre, al que te engendró, no desprecies a tu madre cuando llegue a vieja. Adquiere la verdad, no la vendas; adquiere sabiduría, disciplina, inteligencia.


Sagradas Escrituras




¡Cómo se siente feliz el padre de un hombre justo! ¡Cómo se alegra el que ha dado la vida al sabio! Que tu padre y tu madre se regocijen y que se alegre la que te dio a luz. Hijo mío, préstame atención, que tus ojos se deleiten en mis caminos. Debes saber que la prostituta es un abismo profundo, y la mujer desconocida un pozo estrecho. Como un ladrón está al acecho, y multiplica los hombres pecadores.


Sagradas Escrituras


El hombre justo, aunque muera antes de tiempo, goza del reposo. La vejez respetable no consiste en tener una larga vida, ni se mide por el número de años. La verdadera ancianidad para el hombre es la prudencia, y la edad madura, una vida sin mancha. El justo supo agradar a Dios, que los amó, y, porque vivía entre los pecadores, Dios lo llevó.


Sagradas Escrituras


El justo alcanzó la perfección realizando larga carrera en poco tiempo. Su alma era del agrado del Señor, por eso lo sacó pronto de su ambiente corrompido. La gente al ver todo esto no comprendió, ni se fijó que la gracia y la misericordia de Dios acompañan al justo y que él viene a visitar a sus santos. El justo muerto condena a los impíos que todavía viven; y la juventud, que se acaba prontamente, condena la vejez interminable del malvado.


Sagradas Escrituras


Pronto se convertirán en cadáveres despreciables, objetos repugnantes; estarán entre los muertos para siempre. El Señor los lanzará al suelo, mudos, los arrancará de sus bases. Se marchitarán para siempre y no les quedará sino dolor: su misma memoria se perderá. Cuando se haga la cuenta de sus pecados, se presentarán acobardados; sus crímenes se alzarán contra ellos para acusarlos.


Sagradas Escrituras


¿Quién es como el sabio, y quién como él aclara las cosas? La sabiduría de un hombre hace resplandecer su rostro y suaviza la seriedad de su cara. Obedece la orden del rey, ya que juraste fidelidad ante Dios. No te apresures en apartarte de él, no te metas en asuntos incorrectos, porque él hará todo lo que quiere. La palabra del rey es soberana, y quién le preguntará: ¿Qué haces? "El que cumple el mandato no se meterá en situaciones difíciles; el sabio reconoce los tiempos y los criterios." Es verdad que hay para cada cosa un tiempo y un criterio. Pero el hombre tiene una falla muy grande: Nadie sabe lo que sobrevendrá.


Sagradas Escrituras


Presta oídos, escucha las palabras de los sabios, y luego aplícate en entenderlas. Porque te será un placer conservarlas dentro de ti, tenerlas en cualquier momento para decirlas. Para que pongas tu confianza en Yavé, quiero hoy enseñarte también a ti. ¿No escribí para ti treinta capítulos de consejos y ciencia, para que des a conocer la verdad y puedas contestar en forma acertada al que te pregunte? No despojes al pobre porque es pobre, ni hagas condenar al desdichado. Porque Yavé abogará por ellos y arrebatará la vida a sus opresores. No te hagas amigo del colérico, ni frecuentes al rabioso, que no sea que adoptes sus caminos y encuentres en ellos el lazo que te perderá. No seas de los adquieren compromisos y salen por fiadores de deudas; si no tienes con qué pagar, te quitarán la cama en que duermas. No cambies los antiguos límites que tus padres establecieron. ¿Ves a un hombre listo para el trabajo? Entrará al servicio de los reyes; no quedará a servicio de gentes oscuras.


Sagradas Escrituras


Yo, Eclesiastés, he sido rey de Israel en Jerusalén. Me dediqué a investigar y a someter a un estudio crítico todo lo que se hace bajo el sol. Pues bien, es una ocupación bastante ingrata que Dios dio a los hombres. Contemplé todo lo que pasa bajo el sol, y hallé que todo es vano y un correr tras el aire. Lo torcido no se puede enderezar, ni se puede reemplazar todo lo deficiente. Y pensé para mí: Hice progresar la sabiduría más que cualquiera de mis antecesores en Jerusalén; probé largamente la sabiduría y la ciencia. He reflexionado sobre la sabiduría y el saber, la estupidez y la locura, y comprendo que estudiar eso es también correr tras el viento. Mucha sabiduría acarrea muchos problemas: mientras más se sabe, más se sufre.


Sagradas Escrituras


Pensé para mí: "Probaré la alegría y gozaré de la felicidad." Pero advertí que esto también es vanidad. La risa me pareció locura, y el placer, cosa que no sirve. Decidí satisfacer todos mis deseos mientras seguiría en mi reflexión crítica; y los hombres durante los días contados de su vida bajo el sol, para ver si esto es bueno para ellos o no. Entonces saqué la cuenta de todo lo que había hecho y de todas las fatigas que esto me había ocasionado, y vi que todo era esfuerzo vano y correr tras el viento; no se saca provecho de nada bajo el sol. Luego quise comparar la sabiduría con la locura y la tontería, pensando en el caso de mi sucesor en el trono: "¿Qué hará este hombre?" (Todos saben lo que éste ha hecho). Advertí que la sabiduría aventaja a la locura, como la luz a las tinieblas, según el dicho: "El sabio tiene los ojos en la frente, mientras que el necio camina en las tinieblas."


Sagradas Escrituras


Camina con cuidado cuando entres en la Casa de Dios. Acércate para escuchar; esto vale más que el sacrificio ofrecido por los tontos, pues no se dan cuenta que hacen mal. No seas precipitado en el hablar, ni te comprometas con Dios a la ligera, porque Dios está en el cielo y tú en la tierra. Por eso, sé hombre de pocas palabras. Porque de las muchas preocupaciones nacen los sueños, y del hablar sin parar, las palabras alocadas. Si haces una promesa a Dios, no te demores en cumplirla, porque a Dios no le gustan los alocados; cumple la promesa que hiciste. Más vale no hacer votos que hacerlos y no cumplirlos. No dejes que tu boca te haga pecar ni vayas a decir después al representante de Dios que no lo hiciste adrede. ¿Para qué harías enojarse a Dios con una palabra tuya, para que él, después, haga fracasar tus empresas? Pues en los largos sueños hay muchas ilusiones, y lo mismo en las muchas palabras. Por eso, teme a Dios.


Sagradas Escrituras


Me hizo burla de todo mi pueblo, la cantinela todo el día. Me colmó de amargura, me dio de beber ajenjo. Quebró mis dientes con una piedra, me revolcó en la ceniza. Mi alma está desterrada de la paz y ha olvidado la dicha. Dije: Mis esperanzas se perdieron igual que mi confianza en Yavé. Acuérdate de mi miseria y vida errante, mi ajenjo y amargor. Mi alma recuerda, sí, y se me hunde. Esto reflexiono en mi corazón, y por ello esperaré. El amor de Yavé no se ha acabado, ni se han agotado sus misericordias; se renuevan cada mañana. Sí, tu fidelidad es grande. Dice mi alma: "Yavé es mi parte, por eso en él esperaré." Bueno es Yavé para los que esperan en él, para el alma que lo busca. Bueno es esperar en silencio la salvación de Yavé. Bueno es para el hombre soportar su yugo desde su juventud. Que se siente solitario y silencioso cuando Dios se lo impone; que ponga su boca en el polvo; quizá tenga esperanza, que tienda la mejilla al que lo hiere, que se llene de humillaciones.


Sagradas Escrituras


Si te sientas a la mesa de un grande, cuídate de lo que hay frente de tí; si sientes demasiado apetito, pones un cuchillo a tu garganta. No codicies sus guisos delicados: es un alimento engañoso. No te fatigues por tener riqueza, no pienses en ella. Si fijas en ella los ojos, ya no existe. Porque sabe ponerse alas y, como el águila, vuela al cielo. No comas el pan del hombre malo, ni codicies sus delicados manjares. Todo es apariencia, menos lo que medita en sí mismo. Te dice: "Come y bebe",pero no es sincero. Vomitarás el bocado apenas tragado y perderás tus palabras aduladoras. No hables a oídos necios: no sabrán apreciar tus discursos.


Sagradas Escrituras


Echa al burlón y cesará la disputa, y se acabarán las peleas y el deshonor. El que ama la limpieza del corazón y que habla con sensatez, elrey será su amigo. La mirada de Yavé protege al sabio, pero desacredita las palabras del mentiroso. Dice el flojo: Afuera hay un león, me matarán en la calle. Oprimir a un pobre es enriquecerlo, dar al rico es perder su dinero.


Sagradas Escrituras


No envidies a los malvados, ni desees su compañía. Porque su corazón no sueña sino con la violencia, y sus labios no expresan sino maldades. Con la sabiduría se edifica una casa, con la prudencia se afirman sus bases. Si posees la ciencia, llenarás tus graneros de todos los bienes preciosos y deseables. El hombre sabio tiene potencia; el hombre de ciencia aumenta su fuerza. Por eso conduce la guerra con sabias combinaciones, ya que el éxito depende del número de los consejeros.


Sagradas Escrituras


El insensato no sueña sino en pecar, el burlón es odiado de los hombres. Si te dejas abatir en el día de la miseria, miserable es tu fuerza. Libra a los que son llevados a la muerte, salva a los que van titubeando al suplicio. Después tú dirás: "No lo sabíamos", pero el que pesa los corazones, ¿acaso no comprende? El que vigila tu alma, ¿no se entera? El dará a cada cual según sus obras.


Sagradas Escrituras