Autores

Populares

Recientes

Temáticas


Frases para Facebook

frases de amor

frases romanticas

frases cortas de amor

frases de desamor

te extraño

frases de despedida

poemas de desamor

frases para enamorar

frases tristes

frases de reflexion

frases de agradecimiento

frases lindas

frases de amistad

frases de aliento

frases para pensar

Escrituras biblicas de agradecimiento ( 3 )

Escrituras biblicas de agradecimiento. Encuentra docenas de escrituras biblicas de agradecimiento con fotos para copiar y compartir.


Malvado, no espíes la casa del justo, no perturbes su hogar. Porque el justo, aunque caiga siete veces, se levanta, mientras que los malvados se hunden en su adversidad.


Sagradas Escrituras


Si tu enemigo tiene hambre, dale de comer; si tiene sed, dale de beber; así amontonarás carbones sobre su cabeza y Yavé te lo recompensará. Como el viento norte trae la lluvia, la lengua indiscreta deja rostros irritados.


Sagradas Escrituras




Todo lo que sucede estaba previsto; se sabe lo que es el hombre y que no puede pedir cuentas a Aquel que es más poderoso que él. Muchas palabras, mucho viento; pues, ¿de qué provecho te fueron? ¿Quién sabe cómo debería vivir el hombre durante los contados días de su vida bajo el sol, que no tienen sentido y que pasan como sombra?


Sagradas Escrituras


¿En qué aventaja el sabio al tonto? ¿Qué tiene de más el pobre que sabe comportarse bien ante los demás?
Es mejor ir a un velorio que asistir a un banquete; porque éste es el fin de todo hombre y al que vive le sirve para reflexionar. Más vale la pena que la risa, porque la pena del rostro es remedio para el alma. El corazón sabio está en la casa del duelo, y el de los torpes en la casa alegre.


Sagradas Escrituras


Más vale escuchar la reprensión del sabio que la alabanza de un tonto. Porque la risa del tonto es como el chisporroteo de las espinas en un fogón. La violencia hace del sabio un loco; los regalos corrompen la conciencia.


Sagradas Escrituras


Yavé es bueno; para los que confían, y los salva de las aguas embravecidas. Mas extermina a los que se alzan contra él, a sus enemigos los persigue hasta en la oscuridad. ¿Qué traman contra Yavé? él va a llevar a cabo la ruina. Este desastre no sucederá dos veces, porque ellos, espinos enredados, serán consumidos enteramente como paja seca, hasta que haya salido de en medio de ellos el enemigo de Yavé, el que medita el mal. Así dice Yavé: "Por más potentes y poderosos que sean, serán cortados y desaparecerán. Si te he humillado, no volveré a humillarte más y ahora voy a quebrar de sobre ti su yugo y a romper tus cadenas. Pero sobre ti ha dado orden Yavé: No habrá más descendencia de tu nombre; de la casa de tu Dios extirparé ídolos y estatuas fundidas y haré de tu sepulcro una ignominia.


Sagradas Escrituras




Al verlo las naciones se sentirán derrotadas a pesar de todo su poderío; se taparán la boca con la mano y no querrán oir. Morderán el polvo como la serpiente, como los reptiles que se arrastran por el suelo. Saldrán temblando de su fuertes hacia Yavé nuestro Dios. En su presencia se sentirán despavoridos y asustados. ¿Qué Dios hay como tú que aguanta la falta de respeto y que perdona la desobediencia de su grupo escogido? ¿Quién como tú que no se enoja por mucho tiempo, pues te gusta perdonar?


Sagradas Escrituras


Que escuche esa ciudad, cuyos ricos se enriquecen en base a crímenes, y cuyos habitantes mienten de tal forma que su lengua solo pronuncia mentiras. Yo mismo he empezado a maltratarte, a arruinarte debido a tus pecados. Comerás, pero quedarás con hambre; continuarás sucia por dentro; te reservarás cosas, pero no podrás guardar nada; y si logras salvar algo, se perderá en la guerra. Sembrarás pero no podrás cosechar; molerás las aceitunas pero no aprovecharás el aceite; exprimirás la uva, pero no beberás el vino. Si tú observas los decretos de Omri y todas las normas de la família de Ajab; si tú sigues sus consejos, es para ponerte como un ejemplo terrible, para que se burlen de tus habitantes y para que seas despreciada por todo el mundo.


Sagradas Escrituras


Los creyentes han desaparecido del país, y entre sus habitantes no se encuentra ni siquiera un hombre justo. Sus manos son buenas para hacer el mal; el príncipe es exigente; el juez se deja comprar; el poderoso decide lo que le conviene. Su bondad es como cardo, su honradez peor que una hilera de espinos. Tu castigo ha llegado el mismo día que te lo anunció tu centinela y ahora no sabes qué hacer.


Sagradas Escrituras




"Roben la plata y saqueen el oro", pues son innumerables los tesoros, verdaderos montones de objetos preciosos. ¡Destrozo, saqueo, devastación! Los corazones desfallecen, tiemblas las rodillas, se estremecen los cuerpos y palidecen los rostros. ¿Dónde está la cueva de los leones, guarida de sus cachorros, donde iban a llevar sus crías sin que nadie los molestara? Yo pondré fin a tus robos, y no se oirá más el grito de tus mensajeros.


Sagradas Escrituras


Sí, yo daré a los pueblos labios puros para todos puedan invocar el Nombre de Yavé y servirlo también con un mismo celo. De más allá de los ríos de Etiopía, mis fieles me traerán ofrendas junto con los dispersos de mi pueblo. Apartará ese mal que te amenaza, la vergüenza que pesa sobre ti. Ahora pues, me enfrento con todos tus opresores; ese día, salvaré a la oveja coja y llevaré al corral a la perdida, a ustedes les daré fama y honores en todos los países donde la humillación era su herencia.


Sagradas Escrituras


Dormidos están tus pastores, ¡Oh rey de Asur! Duermen también tus capitanes, tu pueblo está disperso por los montes, y no hay quien los reúna. ¡No hay remedio para tu herida, tu llaga es incurable! Todos los que oyen aplaudan por tu ruina; pues, ¿sobre quién no pesó, constantemente tu crueldad?


Sagradas Escrituras


Este fue el encargo que recibió en una visión el profeta Habacuq: ¿Hasta cuándo, Yavé, te pediré socorro sin que tú me hagas caso, y te denunciaré que hay violencia sin que tú me liberes? ¿Por qué me obligas a ver la injusticia y te quedas mirando la opresión? Solo observo robos y atropello y no hay más que querellas y altercados. La Ley está sin fuerza y ya no salen decretos justos. Como los malvados mandan a los buenos, no se ve más que derecho torcido.


Sagradas Escrituras




¿Cómo echaría yo los demonios sino con el dedo de Dios? Sepan, pues, que el Reino de Dios ha llegado a ustedes. Cuando un hombre fuerte y bien armado guarda su casa, todas sus cosas están seguras, pero si llega uno más fuerte y lo vence, le quita la armadura en que confiaba y distribuye todo lo que tenía. Quien no está conmigo, está contra mí, y quien no junta conmigo, desparrama.


Sagradas Escrituras


Mientras Jesús estaba hablando, una mujer levantó la voz en medio de la multitud y le dijo: "¡Feliz la que te dio a luz y te amamantó!" Pero él declaró: "¡Felices, pues, los que escuchan la palabra de Dios y la observan!" Como la gente se juntaba en mayor número, Jesús empezó a decir: "Los hombres de hoy son una gente mala; piden una señal, pero señal no tendrán. Solamente se les dará la señal de Jonás. Porque, así como Jonás fue una señal para los habitantes de Nínive, así lo será el Hijo del Hombre para esta generación.


Sagradas Escrituras


Yavé, ¡mi Dios, mi Santo! ¿No eres tú Yavé desde tiempos lejanos? Tú no puedes morir, oh Yavé. ¿Tú has puesto a ese pueblo para que haga cumplir tus leyes, o lo has afirmado como una roca para que sirva de castigo? Tienes tus ojos tan puros que no soportas el mal y no puedes ver la opresión. ¿Por qué, entonces, miras a los traidores y observas en silencio cómo el malvado se traga a otro más puro que él? Tu tratas a los hombres como a los peces del mar, como a los reptiles que no pertenecen a nadie. Aquel los pesca a todos con su anzuelo, los saca con su red y los va amontonando con su malla. Feliz y contento por su pesca, le ofrece sacrificios a su red, quema incienso a sus mallas, pues ellas les debe que haya pescado tanto y tenga que comer en abundancia. ¿Seguirá, pues, vaciando constantemente su red, masacrando sin piedad a las naciones?


Sagradas Escrituras


¡Ay de aquel que amontona sin parar cosas que son de otros y se llena de prendas empeñadas! Vendrán, de pronto, los que te han prestado, se despertarán tus cobradores y te quitarán todas tus cosas. Porque tú les has robado a un sinnúmero de pueblos, asesinado a su gente, arrasado el territorio, sus ciudades y habitantes, todos los demás países te despojarán a ti. ¡Ay del que levanta su casa con ganancias injustas y coloca su nido tan arriba que así piensa escapar de la desgracia! Tú has causado la deshonra de tu casa, pues al vencer a pueblos numerosos te has echado encima el mal que les hiciste. Contra ti grita una piedra de tu muro y las vigas desde el techo le responden. ¡Ay del que construye una ciudad en base de sangre y funda un pueblo con medios injustos! ¿No lo ha dispuesto así Yavé de los Ejércitos, que los pueblos trabajen para el fuego y la gente se canse para nada?


Sagradas Escrituras


Miren, traidores y contemplen, asómbrense y quédense alelados, porque yo voy a realizar en su época una hazaña tan extraordinaria, que si no se la hubieran contado no la creerían. Pues yo soy quien empuja a los caldeos, pueblo terrible y arrollador, que recorre enormes distancias para apoderarse de países ajenos. Sus caballos son más rápidos que las panteras, más veloces que los lobos de la estepa; sus jinetes galopan y vienen desde lejos, vuelan como el águila que se precipita sobre su presa. Cuando se lanzan todos al asalto, sus caras están ardientes como el viento del desierto, amontonan los cautivos como arena. Ese pueblo se burla de los reyes, se ríe de los soberanos; no le importan las ciudades fortificadas, pues levanta terraplenes y se apodera de ellas. ¡Y así pasa y se va como el viento...! ¡Su fuerza es su Dios!


Sagradas Escrituras


Estos también son Proverbios de Salomón que copiaron los hombres del tiempo de Ezequías, rey de Judá: Es gloria de Dios dejar cosas ocultas, y gloria de los reyes descubrirlas. Como son altos los cielos, y la tierra profunda, así también el corazón de los reyes. Si quitas las impurezas de la plata, saldrá un vaso para el platero. Quita a los malvados de la presencia del rey, y se dedicará a realizar la justicia. No te des importancia ante el rey ni te pongas en el puesto de los grandes. Porque preferible que te digan: Sube acá, que ser humillado después de haber visto al príncipe. No te precipites para demandar a tu prójimo, porque ¿qué harás después si él te confunde? Defiende tu causa contra tu prójimo, pero no des a conocer el secreto de otro.


Sagradas Escrituras


Oh Dios, oye mi voz cuando me lamento, defiéndeme del temor de mi enemigo. Protégeme del complot de los malvados y de las maniobras de gentes criminales. Que afilan sus lenguas como espadas y lanzan como flechas palabras venenosas. Para herir a traición al inocente, de improviso y a lo seguro. Se animan unos a otros para hacer maldades, se cuentan cómo tendieron lazos ocultos, diciendo ¿quién nos va a ver? Urden planes perversos, y cada uno secretamente guarda alguna trampa en su corazón. Pero Dios les lanza sus flechas, de repente se ven heridos: sus calumnias los perdieron, y todos al verlos menean la cabeza. Los hombres entonces tendrán miedo, reconocerán la mano de Dios y comprenderán su proceder. El justo se alegrará en el Señor y en él confiará; y se felicitarán los de alma recta.


Sagradas Escrituras


Te doy gracias, Señor, con toda mi alma, porque cuando te hablaba me escuchaste; delante de los ángeles te canto y ante tu templo santo me arrodillo. Te agradezco tu amor y lealtad, pues mayor que tu fama es tu promesa. El día en que clamé, tú me escuchaste y le infundiste a mi alma más valor. Te alabarán, Señor, todos los reyes cuando oigan las promesas de tu boca; cantarán tus designios y dirán: "Es muy grande la gloria del Señor." Desde arriba el Señor mira al humilde, y de lejos distingue al orgulloso. Si me encuentro en peligro, me conservas la vida; estirándome el brazo, me tomo de tu mano y así me salvas de mis enemigos. Completará el Señor lo hecho por mí. Señor, tu amor perdura para siempre, no abandones la obra de tus manos.


Sagradas Escrituras


Los apóstoles conocían a Dios: desde niños recibido las enseñanzas de la Biblia. Pero tal vez no lo descubrían presente en su propia vida, y rezaban como dirigiéndose a una persona lejana. Desde el momento que conviven con Jesús, entienden que hay algo excepcional en su persona. Especialmente los asombra la intimidad que existe entre él y Dios. Todo lo extraordinario que notan en la actuación de Jesús, parece que se debe a su unión estrecha y constante con su Padre. Al vivir con Jesús, desearán más conocer al Padre, un poco como él lo conoce.


Sagradas Escrituras


La Buena Nueva no se queda en palabras, sino que trae un cambio: en adelante, no habrá más personas marginadas.
Para entrar en la família de Dios, hay que emplear unos medios que tal vez cuesten, pero que están fácilmente a nuestro alcance. El primero es liberarnos de los prejuicios de clase. Dejemos de dividir a los hombres entre buenos y malos; entre los que se puede saludar, y los que no; entre los que se debe amar y ayudar, y los que no. Aprendamos que Dios no odia ni a los ricos, ni a los mal educados, ni a los de izquierda, ni a los de derecha, y que su plan misericordioso contempla la salvación de todos.


Sagradas Escrituras


Nadie enciende una lámpara para esconderla o taparla con un envase, sino que la pone en el candelero, para que los que entren vean la claridad. Tu ojo es tu lámpara. Si tu ojo es limpio, toda tu persona aprovecha su luz. Pero si es borroso, toda tu persona está también en la confusión. Cuida, pues, que la luz que hay en ti no se vuelva confusión. Si toda tu persona se abre a la luz y no queda en ella nada oscuro, llegarás a ser pura luz, como cuando la lámpara te ilumina.


Sagradas Escrituras


Los hombres de la ciudad, al oír su voz, se apuraron en bajar hasta la puerta de la ciudad y llamaron a los Ancianos. Del más pequeño hasta el más grande, todos acudieron, porque ya no esperaban su regreso. Abrieron las puertas, acogieron a las dos mujeres, encendieron luces para verlas y las rodearon. Con fuerte voz, Judit les dijo: "¡Alaben a Dios" ¡Alábenlo!, porque no ha apartado su bondad del pueblo de Israel. ¡Esta noche, por mi mano, ha aplastado a nuestros enemigos!" Entonces sacó de la bolsa la cabeza de Holofernes y la mostró: "Aquí tienen la cabeza de Holofernes, general en jefe del ejército asirio, y éstas son las cortinas de su cama. El Señor lo mató por la mano de una mujer.


Sagradas Escrituras


Consejos de prudencia. No discutas con el hombre poderoso, no sea que caigas en sus manos. No tengas pleito con el hombre rico, no sea que te oponga su peso. Pues el oro eliminó a muchos y corrompió hasta la conciencia de los reyes. No disputes con el hombre hablador, sería echar leña a su fuego. No bromees con el hombre grosero, no sea que ofenda a tus padres. No humilles al pecador arrepentido, ¡recuerda que todos somos pecadores! No desprecies la doctrina de los sabios; aplícate más bien a sus preceptos. Con ellos aprenderás a vivir, y también a servir a los grandes. No deseches las lecciones de los ancianos, que ellos las aprendieron de sus padres. Ellas te abrirán el entendimiento y podrás responder en el momento preciso. No te justifiques ante un hombre sobrado; se valdría contra ti de tus propias palabras. No prestes al más fuerte que tú; si le has prestado, dalo por perdido. No te comprometas más allá de lo que puedes, que si lo haces tendrás que pagar. No entres en pleito con un juez, que por su calidad de tal ganará el pleito. No camines junto al temerario no sea que te resulte pesado, pues él obrará según su antojo y perecerás también por su locura. No disputes con el hombre violento ni te alejes con él por lugares solitarios; para él la sangre no importa nada y, en cuanto te vea indefenso, se echará sobre ti. No tengas consejo con el necio, porque no podrá callar lo que hayas dicho. No hagas nada secreto ante un extraño, porque no sabes cómo reaccionará. No descubras a cualquiera tus pensamientos; no sabría agradecértelo.


Sagradas Escrituras




Ozías, por su parte, dijo a Judit: "Hija mía, que Dios Altísimo te bendiga más que a todas las mujeres de la tierra. Y ¡bendito sea el Señor Dios, Creador del cielo y de la tierra, que te condujo para que cortaras la cabeza del jefe de nuestros enemigos! Jamás los hombres olvidarán la confianza que has demostrado, y siempre recordarán las hazañas de Dios. Haga Dios que siempre lo celebren, y que nunca te falten sus dones, porque no vacilaste en exponer tu vida por tu pueblo oprimido, y, para salvarnos del desastre, tomaste ante Dios la decisión más eficaz." Todo el pueblo respondió: Amén, Amén. Judit les dijo: "Escuchen, hermanos; tomen esta cabeza y cuélguenla en las murallas. Al amanecer, los más valientes con un jefe a la cabeza, tomen sus armas y salgan de la ciudad como si intentaran bajar a la llanura contra los asirios. Pero no bajen. Ellos tomarán sus armas e irán a despertar a los jefes de su ejército. Se presentarán a la tienda de Holofernes, y al no encontrarlo, quedarán aterrorizados y huirán ante ustedes. Entonces ustedes y todos los habitantes de Israel los perseguirán para matarlos.


Sagradas Escrituras


El Evangelio habla de los publicanos, o sea, cobradores de impuestos al servicio del poder extranjero. Pues el país de Jesús estaba dominado por el Imperio Romano, y los publicanos eran judíos que trabajaban para el extranjero. Los patriotas los consideraban traidores, el pueblo se daba cuenta de que se llenaban el bolsillo; hasta los mendigos se negaban a recibir sus limosnas. Y Jesús...Jesús los alabó, pero escogió a uno de ellos, a Leví-Mateo, para incorporarlo al equipo de sus apóstoles, cuya mayoría eran patriotas decididos. Los Maestros de la Ley eran algo así como catequistas y profesores de religión. Eran muy entendidos en cosas religiosas y admiraban la doctrina de Jesús, pero no se atrevían a considerar como hermanos suyos a los publicanos y a otros pecadores (o sea, gente que no tomaba en cuenta los preceptos de la religión).


Sagradas Escrituras


Acudían asiduamente a la enseñanza de los apóstoles, a la convivencia, a la fracción del pan y a las oraciones. Toda la gente estaba asombrada, ya que se multiplicaban los prodigios y milagros hechos por los apóstoles en Jerusalén. Todos los creyentes vivían unidos y compartían todo cuanto tenían. Vendían sus bienes y propiedades y se repartían de acuerdo a lo que cada uno de ellos necesitaba. Acudían diariamente al Templo con mucho entusiasmo y con un mismo espíritu y "compartían el pan" en sus casas, comiendo con alegría y sencillez. Alababan a Dios y gozaban de la simpatía de todo el pueblo; y el Señor hacía que los salvados cada día se integraran a la iglesia en mayor número.


Sagradas Escrituras


Entonces Pedro, lleno de espíritu santo, les dijo: "Jefes del pueblo y Ancianos de Israel, hoy debemos responder por la curación de un enfermo. Por quién ha sido sanado? Sépanlo todos ustedes y que lo sepa todo el pueblo de Israel: Por el Nombre de Jesucristo de Nazaret, a quien ustedes crucificaron y a quien Dios resucitó de entre los muertos; gracias a él, este hombre está de pie y sano ante ustedes. "Jesús es la piedra que despreciaron los constructores (ésos son ustedes) pero se convirtió en piedra fundamental, y para los hombres de toda la tierra no hay otro Nombre por el que podamos ser salvados."


Sagradas Escrituras


Acuérdate de Cristo Jesús, descendiente de David y resucitado de entre los muertos, según la Buena Nueva que proclamo. Por él sufro hasta cargar cadenas como un malhechor. Pero la Palabra de Dios no está encadenada. Por eso lo sufro todo por el bien de los elegidos, para que también ellos alcancen la salvación que se nos dio en Cristo Jesús, y participen de la Gloria eterna.


Sagradas Escrituras


A este propósito tendríamos muchas cosas que decir, pero nos cuesta exponerlas porque se han vuelto lentos para comprender. Ustedes deberían ser maestros después de tanto tiempo. Pero, todo lo contrario, necesitan que se les vuelvan a enseñar los primeros elementos de las enseñanzas de Dios. Ustedes necesitan leche y no alimento sólido. El que necesita leche es el que todavía no ha probado el camino de la santidad: no es más que un niño pequeño. A los adultos, en cambio, se les da el alimento sólido, pues ellos han adquirido la sensibilidad interior y saben distinguir lo bueno de lo malo.


Sagradas Escrituras


El hombre que había sanado no se apartaba de Pedro ni de Juan, de manera que todo el pueblo, asombrado, corrió a ellos al pórtico llamado de Salomón. Pedro, al ver la gente reunida, les dijo: "Israelitas, por qué nos miran así? Creen ustedes que le hicimos andar por nuestro propio poder o por nuestra santidad? Sepan que el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, el Dios de nuestros padres, ha glorificado a su siervo Jesús, a quien ustedes entregaron y a quien negaron ante Pilato cuando éste quería ponerlo en libertad. Ustedes renegaron del Santo y del Justo y pidieron como una gracia la libertad de un asesino, mientras que al Señor de la Vida, lo hicieron morir. Pero Dios lo resucitó de entre los muertos, y nosotros somos testigos de ello. Y por la fe en el Nombre de Jesús, este Nombre ha sanado al tullido que ustedes ven y conocen. Es, pues, la fe en Cristo la que lo ha restablecido totalmente delante de todos ustedes. Yo sé, hermanos, que actuaron así por ignorancia al igual que sus jefes. Pero Dios cumplió de esta manera lo que había anunciado por intermedio de todos los profetas: que su Mesías padecería. Arrepiéntanse entonces y conviértanse, para que todos sus pecados sean borrados. Y así el Señor hará venir los tiempos de alivio enviando al Mesías que les ha sido destinado. Este Mesías es Jesús, que ha de permanecer en el cielo, hasta que llegue el momento de la restauración del mundo, de la cual Dios habló por boca de los santos profetas de tiempos pasados.


Sagradas Escrituras


Cuando lo oyeron, todos a una voz se dirigieron a Dios, diciendo: "Señor, tú hiciste el cielo, la tierra, el mar y todo lo que hay en ellos. Tú, por el Espíritu Santo, pusiste en boca de David, tu siervo, estas palabras: ¿Por qué se agitan las naciones y los pueblos traman planes vanos? Los reyes de la tierra se reúnen y los jefes pactan una alianza contra el Señor y contra su Mesías. Así sucedió en esta ciudad: se unieron Herodes y Poncio Pilato, así como los paganos y el pueblo de Israel contra Jesús, tu santo siervo, a quien ungiste, y llevaron a efecto tus propios planes, que tú dispusiste según tu poder y sabiduría. Y ahora, Señor, mira sus amenazas y concede a tus siervos anunciar tu palabra con toda seguridad. Manifiesta tu poder, realizando curaciones, señales y prodigios por el Nombre de tu santo siervo Jesús." Cuando terminaron su oración, tembló el lugar donde estaban reunidos y todos quedaron llenos del espíritu santo, y se pusieron a anunciar con seguridad la palabra de Dios.


Sagradas Escrituras


Esto es lo que debes enseñar e inculcar. Si alguien enseña en otra forma, en vez de conformarse a estas reglas que son las de Cristo Jesús nuestro Señor, y respetar las enseñanzas auténticas de la fe, ese hombre seguramente es un orgulloso y no entiende nada: tiene la enfermedad de ocasionar discusiones y cuestiones inútiles. De ahí provienen envidias, discordias, insultos, desconfianzas, discusiones propias de los que tienen la mente pervertida y andan lejos de la verdad; para ellos la religión es un puro negocio.
Pero en otro sentido la religión es una riqueza para quien se conforma con lo que tiene, pues al llegar al mundo no trajimos nada, ni tampoco nos llevaremos nada. Quedémonos entonces satisfechos con tener alimento y ropa. En cambio, los que quieren ser ricos caen en tentaciones y trampas, una multitud de ambiciones locas y dañinas los hunden en la ruina hasta perderlos. Está comprobado que la raíz de todos los males es el amor al dinero. Por entregarse a él, algunos se han extraviado lejos de la fe y se han torturado a sí mismos con un sinnúmero de tormentos.


Sagradas Escrituras


Doy gracias a Dios que sirvo con limpia conciencia como mis antepasados, mientras te recuerdo sin cesar, noche y día, en mis oraciones. Al acordarme de tus lágrimas, siento un gran deseo de verte y así llenarme de alegría. Recuerdo tu fe sincera. Por eso te invito a que reavives el don de Dios que recibiste por la imposición de mis manos. Porque Dios no nos dio un espíritu de timidez, sino un espíritu de fortaleza, de amor y de buen juicio. Por eso no te avegüences del testimonio que tienes que dar de nuestro Señor, ni de mí al verme preso. Al contrario, lucha conmigo por el Evangelio, sostenido por la fuerza de Dios. El nos salvó y nos llamó para ser santos, no como premiando méritos nuestros, sino gratuitamente y por iniciativa propia.


Sagradas Escrituras


El Sumo Sacerdote y todos los suyos que formaban el partido de los saduceos, se pusieron muy envidiosos y, tomando presos a los apóstoles los metieron en la cárcel pública. Pero, durante la noche, el Angel del Señor abrió las puertas de la cárcel y los sacó fuera, diciéndoles: "Preséntense en el Templo y anuncien al pueblo todo el Mensaje de Vida." Obedecieron y, entrando en el Templo al amanecer, se pusieron a enseñar. Mientras tanto, llegó el Sumo Sacerdote con sus partidarios, reunieron al Sanedrín, o sea, a todo el Senado Israelita, y mandaron a buscarlos a la cárcel. Cuando los guardias llegaron allá, no los encontraron. Volvieron y contaron: "Encontramos la cárcel cuidadosamente cerrada y los centinelas montando guardia en las puertas, pero cuando abrimos, no encontramos a nadie dentro."
El jefe de la guardia y los jefes de los sacerdotes, al oír esto, quedaron desconcertados, preguntándose qué podría haber sucedido. En esto llegó uno que les dijo: "Los hombres que encarcelaron están en el Templo enseñando al pueblo." Entonces el jefe de la guardia fue con sus ayudantes y los trajeron, pero sin violencia, porque tenían miedo de ser apedreados por el pueblo. Una vez traídos, los presentaron ante el Sanedrín. El Sumo Sacerdote los interrogó y declaró: "¿No les prohibimos estrictamente enseñar en ese Nombre? Pero ahora ustedes han difundido por toda Jerusalén su doctrina y quieren cargarnos con la sangre de este hombre."
Pedro y los apóstoles respondieron: "Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres. El Dios de nuestros padres resucitó a Jesús, a quien ustedes dieron muerte colgándolo de un madero. Dios lo ha puesto en el cielo a su derecha, haciéndolo Jefe y Salvador para dar a Israel la conversión y el perdón de los pecados. De esto nosotros somos testigos y también es testigo el Espíritu Santo que Dios ha dado a los que le obedecen." Cuando oyeron esto, se indignaron y querían matarlos.


Sagradas Escrituras


Y entonces, ¿qué? Lo que buscaba Israel, no lo alcanzó, pero sí lo alcanzó el resto que Dios eligió, los demás se endurecieron. Como ya dice la Escritura: Dios les ha vuelto el espíritu insensible; les ha dado ojos para no ver y oídos para no oir hasta el día de hoy. Un salmo de David dice también: Que sus banquetes sean trampas y lazos donde caigan ellos mismos, y que ahí encuentren su castigo. Que sus ojos se debiliten y ya no vean. Que anden siempre con la espalda encorvada.


Sagradas Escrituras


Entonces un fariseo llamado Gamaliel, doctor de la Ley, estimado por todo el pueblo, se levantó en el Sanedrín y mandó que hicieran salir un momento a aquellos hombres. Luego les dijo: "Colegas Israelitas, fíjense bien en lo que van a hacer con estos hombres. Porque, no hace mucho, apareció Teudas, que se hacía pasar por un gran personaje, a quien se unieron unos cuatrocientos hombres. Pero lo mataron y todos los que los seguían se dispersaron o desaparecieron. Después, en tiempos del censo, surgió Judas el Galileo, que arrastró al pueblo en pos de sí; también éste pereció y todos sus seguidores se dispersaron. Por eso, les aconsejo ahora: olvídense de estos hombres y déjenlos en paz. Porque, si esta idea o esta obra es de los hombres, se destruíra por sí sola; pero, si viene de Dios, no podrán destruirla. No sea que estén luchando contra Dios." Y siguieron su consejo. Entonces llamaron a los apóstoles y, después de azotarlos, les prohibieron hablar de Jesús Salvador. Luego los dejaron ir. Ellos salieron del Sanedrín muy gozosos por haber sido considerados dignos de sufrir por el Nombre de Jesús. Y todos los días enseñaban y anunciaban en el Templo y en las casas la Buena Nueva de Cristo Jesús.


Sagradas Escrituras


Por aquellos días, habiendo aumentado el número de los discípulos, los helenistas se quejaron contra los hebreos, porque sus viudas eran desatendidas en el servicio diario. Los Doce reunieron la Asamblea de los discípulos y les dijeron: "No es conveniente que descuidemos la Palabra de Dios por el servicio de las mesas: ¿qué les parece? Busquen, pues, de entre ustedes a siete hombres de buena fama, llenos de sabiduría y Espíritu para confiarles este oficio. Nosotros nos dedicaremos a la oración y al ministerio de la palabra." Toda la asamblea estuvo de acuerdo y eligieron a Esteban, hombre lleno de fe y Espíritu Santo, a Felipe, Prócoro, Nicanor, Timón, Parmenas y a Nicolás, prosélito de Antioquía; los presentaron a los apóstoles, quienes, después de orar, les impusieron las manos. La Palabra de Dios se difundía y el número de los discípulos en Jerusalén aumentaba considerablemente. Incluso un gran número de sacerdotes aceptaron la fe.


Sagradas Escrituras