Familiar
Familiar. Encuentra docenas de familiar con fotos para copiar y compartir.
Hoy en día el mundo está cabeza abajo y sufre tanto porque hay muy poco amor en los hogares y en la vida familiar.
Madre Teresa De Calcuta
El narcisismo de las pequeñas diferencias, es la obsesión por diferenciarse de aquello que resulta más familiar y parecido.
Sigmund Freud
La televisión ha acabado con el cine, el teatro, las tertulias y la lectura. Ahora tantos canales teminan con la unidad familiar.
Antonio Mingote
El hombre es esencialmente un ser social; con mayor razón, se puede decir que es un ser familiar.
Juan Pablo II
Mi vida es un malestar concentrado, difundido entre todos nosotros por crisis familiar, violencia, falta de trabajo y una ausencia total de dios
Kurt Cobain
(...) No se diferenciaba de los demás hombres en los adornos exteriores, por ser de opinión, que los Príncipes debían exceder mas a los súbditos en la virtud, que no en la gala y pompa de los vestidos. Era airoso y gallardo, cortés y familiar.
Quinto Curcio Rufo
La disciplina personal, cuando se convierte en una forma de vida personal, familiar y de carrera, te permitirá hacer algunas cosas increíbles.
Zig Ziglar
Hoy me seduce la idea de comenzar una vida en un nuevo idioma. Amo el lugar donde vivo más que cualquier otro. Me resulta tan familiar como si hubiese nacido aquí. A fuerza de ser un eterno extranjero, soy el más auténtico de sus habitantes.
Elias Canetti
Creo que ser exitoso significa tener un equilibrio de historias exitosas en varias áreas de tu vida. No puedes ser considerado exitoso en tu vida de negocios si tu vida familiar es una ruina.
Zig Ziglar
En Europa y todos los países llamados civilizados o civilizadores, la família es un trozo de nación. (...) Un niño normal que se haya desarrollado en una família normal, será finalmente un hombre normal. No existe desproporción entre la vida familiar y la nacional.
Frantz Fanon
Los parientes de un suicida siempre toman a mal que éste no decidiera continuar viviendo en atención a la dignidad de familiar.
Friedrich Nietzsche
Para empezar, sobre ese que te resulta más familiar de todos, uno mismo, pero al que no se acaba nunca de comprender del todo.
Elvira Lindo
El vasto catálogo fotográfico de la miseria y la injusticia en el mundo entero le ha dado a cada cual determinada familiaridad con lo atroz, volviendo más ordinario lo horrible, haciéndolo familiar.
Susan Sontag
Lo que hizo la diferencia en mi caso fueron la educación y la base familiar. Por eso Pelé nunca estuvo envuelto en escándalos.
Pelé
encontrar el modo de salvar el laberinto y recordar el precio de la bestia, guardaría el plano en el cofre familiar donde algún día, no albergaba duda ninguna, encontraría al hacedor de laberintos merecedor de tamaño desafío.
Carlos Ruiz Zafón
Abandonar todo lo que nos resulta familiar y conocido en busca de la paz y la armonía es una sabia decisión.
Florencia Bonelli
Los cuerpos desnudos y mojados de las mujeres se empujaban impacientes para ver de cerca la muerte, para verla en una cara familiar, conocida.
Milan Kundera
El Hijo de Mi Amor
El hijo de mi amor, mi único hijo,
lo engendré sin mujer y es hijo mío;
me escribe a la distancia: estoy tan triste;
me faltas tú. Te miro en el esfuerzo
por mí, por ti, por el retorno
del polluelo a su sombra familiar,
no tengo un pan ni un techo que me cubra;
hoy habito en los muros de la mar...
El hijo de mi amor, mi único hijo,
lo engendré sin mujer y es hijo mío;
me escribe a la distancia: estoy tan triste;
me faltas tú. Te miro en el esfuerzo
por mí, por ti, por el retorno
del polluelo a su sombra familiar,
no tengo un pan ni un techo que me cubra;
hoy habito en los muros de la mar...
Porfirio Barba Jacob
Tengo Marcado Un Nombre
Tengo marcado un nombre
no sé por quién, ni donde. Tengo un número
como deben tenerlo las plantas y los pájaros.
Me llaman y respondo.
Me vuelven a llamar desde una cima,
debajo de una roca, en un bosque desierto.
Me vuelvan a llamar desde una iglesia,
desde una sobremesa familiar, desde un amigo.
Me vuelven a llamar desde una tumba.
Sé que pude ser ciervo,
o pude ser encina, o no pasar de tierra.
Para decir: ya voy, tengo una voz concreta
que no me sé escuchar porque no es mía.
Parte de mí y se esconde,
aunque presiento que después de todo
he de volver a verla.
Es fácil responder,
A veces solo basta mirar o ser mirado
o sentirse sabido de memoria.
Puede ser suficiente
abrir los ojos, extender los brazos
y decir: aquí estoy.
Contestar es vivir. Basta gritar: ¡alerta!
La muerte debe ser
la primera llamada incontestable.
Tengo marcado un nombre
no sé por quién, ni donde. Tengo un número
como deben tenerlo las plantas y los pájaros.
Me llaman y respondo.
Me vuelven a llamar desde una cima,
debajo de una roca, en un bosque desierto.
Me vuelvan a llamar desde una iglesia,
desde una sobremesa familiar, desde un amigo.
Me vuelven a llamar desde una tumba.
Sé que pude ser ciervo,
o pude ser encina, o no pasar de tierra.
Para decir: ya voy, tengo una voz concreta
que no me sé escuchar porque no es mía.
Parte de mí y se esconde,
aunque presiento que después de todo
he de volver a verla.
Es fácil responder,
A veces solo basta mirar o ser mirado
o sentirse sabido de memoria.
Puede ser suficiente
abrir los ojos, extender los brazos
y decir: aquí estoy.
Contestar es vivir. Basta gritar: ¡alerta!
La muerte debe ser
la primera llamada incontestable.
Rafael Guillén
La Vuelta
Soy tu hijo. Tu hermano. No es posible.
Sin duda que hay aquí un mal entendido
¿Soy el que quise ser o éste que he sido?
La casa es familiar ciclo increíble.
-Yo soy tu hijo, madre; soy el niño
de ayer.
-Hermana, soy tu hermano.
Aún me cogéis -recuerdo- de la mano
por el jardín remoto del cariño.
No me reconocéis, madre y hermana:
soy el sombrío y trágico viajero
y voy al lado ciego de ese muro.
-No te conozco; cierra la ventana.
-No sé quién eres; mueres porque muero.
(Porque moristeis, todo ya es oscuro).
Soy tu hijo. Tu hermano. No es posible.
Sin duda que hay aquí un mal entendido
¿Soy el que quise ser o éste que he sido?
La casa es familiar ciclo increíble.
-Yo soy tu hijo, madre; soy el niño
de ayer.
-Hermana, soy tu hermano.
Aún me cogéis -recuerdo- de la mano
por el jardín remoto del cariño.
No me reconocéis, madre y hermana:
soy el sombrío y trágico viajero
y voy al lado ciego de ese muro.
-No te conozco; cierra la ventana.
-No sé quién eres; mueres porque muero.
(Porque moristeis, todo ya es oscuro).
Leopoldo de Luis
Una Pobre Conciencia
A Bernardo Ortiz de Montellano
Un anciano consume su tabaco
en la vieja cachimba de nogal.
La tarde es solamente un cielo opaco
y el recuerdo amarillo de un rosal.
El anciano dormita...
Es tan triste la tarde para ver
un reloj descompuesto, y la infinita
crueldad de un calendario con la fecha de ayer.
Y silencio, un silencio propicio
para rememorar cómo canta una boca la lectura
de la antigua conseja familiar.
En el fino paisaje se depura
una tristeza del atardecer,
y el reloj descompuesto parece una dolida
conciencia de caoba en la pared.
Una pobre conciencia, cuya charla
con la vieja cachimba de nogal
es el agrio murmullo de un postigo
y el recuerdo amarillo del rosal.
A Bernardo Ortiz de Montellano
Un anciano consume su tabaco
en la vieja cachimba de nogal.
La tarde es solamente un cielo opaco
y el recuerdo amarillo de un rosal.
El anciano dormita...
Es tan triste la tarde para ver
un reloj descompuesto, y la infinita
crueldad de un calendario con la fecha de ayer.
Y silencio, un silencio propicio
para rememorar cómo canta una boca la lectura
de la antigua conseja familiar.
En el fino paisaje se depura
una tristeza del atardecer,
y el reloj descompuesto parece una dolida
conciencia de caoba en la pared.
Una pobre conciencia, cuya charla
con la vieja cachimba de nogal
es el agrio murmullo de un postigo
y el recuerdo amarillo del rosal.
José Gorostiza
Carta a Ana María Foglia (Mara). 13/01/49 al 22/02/2010
Te fuiste la mañana del 22 de febrero de este año víctima de esa maldita enfermedad (cáncer) a la que peleamos (juntos y terriblemente solos) con la fé de aquellos que independientemente lo duro del presente, no bajan los brazos ante nada.
Nuestra relación fue muy especial debido a que si bién de apariencia distinta, en el fondo, nuestras metas eran las mismas.
Puedo afirmar, sin equivocarme, que el amor que nos teníamos en lo que la vida marcó el final de nuestra relación cotidiana, fue mil veces superior a todos y cada uno de los momentos vividos.
Mara, te quise y te quiero cada día más, y ese amor fue debido a que aprendí a reconocer tus valores, luego surgió el respeto y la admiración hacia el ser que tenía a mi lado.
Te extraño y no puedo entender tu ausencia, porque siempre sentí la necesidad de compartir con vos cada momento. En más de 30 años de nuestra relación, te llamaba montones de veces por día desde el trabajo para hacerte llegar cada pensamiento, cada situación. Si éramos una pareja.
Hace muchos años cuidaste a mi padre en su enfermedad en sus últimos momentos y en aquel entonces surgió una deuda de gratitud que me comprometió a velar por vos y cuidarte por el resto de tus días. Desde 1985 se convirtió en mí en el compromiso de cada día.
Tu família fue tu debilidad y la preocupación de toda tu vida, como vos te convertiste en la mía. Como hermana mayor fuiste durante más de 40 años el soporte económico de tus padres y tus hermanos y yo lo asumí porque te quería y respetaba tus decisiones y además contribuía a ayudarlos. Hoy, mas friamente, y no lo digo por tus padres, pienso que si tuviste que empujar autos más de 40 años para que arrancaran, “el problema estába en los autos”. Tu amor por los tuyos nunca te permitió asumirlo.
Sabés muy bién que este siglo 21 no fue bueno para mí (para ambos). Tu primer cáncer a fines del 2000 seguido de una operación mutilante y la aplicación de radioterapia que te llevó a preguntarme preocupada: “y ahora como seguimos?”. Mi respuesta fue: “Te prefiero así, a muerta, sigamos”. Sé que siempre este tema fue tu preocupación, como me lo manifestaste en varias oportunidades. Creo que nunca llegaste a entender que mi amor por vos era superior a todos los contratiempos. Nunca estuviste bién. Ni física, ni anímicamente. Desde aquel momento fueron muchos los malestares, pero seguimos adelante (juntos y solos). Al poco tiempo falleció mi madre y este fue un hecho que nunca pude superar. Si yo no tenía tu fortaleza Mara. Luego siguieron años malos. Uno peor que otro. Pérdida de amigos, familiares, compañeros. La enfermedad y fallecimiento en 2006 de nuestra perra Chinita (como la peleé, Dios mío), que te cuidó desde tu enfermedad con un cariño y un celo que supera el entendimiento humano. Llegaste a decir a posteriori de su muerte, que Chinita había cambiado roles con vos y se había ido en tu lugar de tanto que te quería. Yo creo que es cierto. Después siguió la pérdida de mi puesto en el trabajo (me permitía a ayudar a miles de personas y lo amaba) por el mismo problema que te arrancó de la vida, el cigarrillo y la falta de consideración hacia los que no éramos fumadores. El deterioro de mi salud, humillaciones en mi trabajo por personas que no entendieron el respeto hacia el otro y cuando parecía que las cosas se iban a acomodar, surgió tu segundo y definitivo cáncer.
Luchamos sólos como también fuí solo el único que peleó todos los días para sacarte de las garras del cigarrillo. En mi soledad, fracasé. Y me atribuyo el fracaso a tu final, no por no pelear, que lo hicimos y mucho, porque respeté tus decisiones, apoyadas por algunos médicos. Pienso que tal vez podríamos haber tomado otro camino y el resultado hubiera sido distinto. Resumiendo, hoy no estás conmigo. Me adjudico el fracaso y te pido perdón, porque yo no me lo perdono.
Cuantos planes tenía para que juntos vivieramos el resto de nuestras vidas. Toda una vida abocada a construir un mañana que no se pudo concretar.
Te acordás? En casa eramos en el 2006 5 seres vivos, vos, yó y “nuestras tres hijas de 4 patas”. Hoy Mara quedamos 2. A pocos días de tu partida, Vaqui, nuestra perrita "cachorra" de más de 18 años y medio, de improviso quiso irse con vos y no pude impedirlo. Dos pérdidas en la casa en menos de 20 días. Quiero creer que debés estar en alguna parte paseando con "las nenas" y a la noche cuando te vás a descansar, Vaqui seguirá durmiendo como siempre, en la almohada encima de tu cabeza y Chinita aprovechará cada hueco que deje tu cuerpo para hacerse un bollito y pegarse a él. Me muero de extrañarlas.
Hoy me queda solo Rayita y te aseguro Mara que la obligación de cuidarla es la principal por no decir la única motivación para seguir viviendo. Han pasado tantas cosas que no puedo rescatar del pasado un solo momento de felicidad.
Respecto a como quedó la relación con tu família (“tus hermanos, a quienes tanto ayudamos”), te cuento que todo se fue al diablo. Inmediatamente después de tu fallecimiento resurgieron como el Ave Fénix aduciendo que les habías dejado todos los ahorros que teníamos para nuestra vejez y amparándose en un artilugio legal, se los apropiaron y me dejaron después de 53 años de trabajo sin nada. Que importante que esa vitalidad que demostraron después de tu muerte la hubieran utilizado en su momento para contribuir a salvar tu vida. Yo no tuve hermanos. Tal vez sea por eso que no los entiendo ni justifico.
Hoy mi vida es como un carrousel en el que las figuras han sido reemplazadas por hechos amargos, pérdidas y luchas en vano. Mi madre, amigos entrañables (el 6 de enero perdí a uno que tenía desde los veinte años), familiares, un trabajo que me dignificaba, mi salud, nuestras hijas de 4 patas (Chinita y Vaqui), el hecho de que vos y yó nos brindamos generosamente durante toda nuestra vida y el reconocimiento llegó en la forma de un despojo. Y principalmente a vos Mara, con quién compartí muchos momentos buenos y también, juntos, afrontamos tantos malos.
Me pregunto Mara si todo esto dá un sentido a nuestras vidas. Tanto esfuerzo. Tanto pelear. Tanto dar. Si yo tendría hoy que estar abocado a llevar adelante mi luto por tu partida y el desconcierto por todo lo sucedido no me permite encontrar el rumbo.
Quisiera que alguién me diga cual es la verdad, porque aparentemente todas las lecciones de vida que me dieron mis mayores estaban equivocadas.
Esta mal ser derecho, generoso, cuidar al prójimo, luchar hasta lo imposible por conservar vivos a quienes queremos, superando nuestras múltiples limitaciones?
Mara. Te amo, te extraño. Siempre te admiré como admiré tu valor, tu lucha y fortaleza para enfrentar tus últimos momentos. No creo llegarte a la altura de tus pies. Te enciendo todos los días una velita para que ilumine tu camino, el de Chinita y el de Vaqui, que estoy seguro te acompañan y para que no sufran el frío terrible de la soledad y dolor que me invade.
Me quedan como consuelo las palabras que dijiste en tu última nochebuena, que quisiste pasar en casa, con quienes realmente te daban su amor y luchaban por tu vida: "mi familia, son ustedes" . Tus perras y tu pareja. También tu último "gracias por cuidarme". Que otra cosa puede hacerse por el ser que uno ama?
Te dejo un poema que amabas y que te daba fuerzas ante la pérdida de tus afectos.
ESTAR JUNTOS
La muerte no es nada, solo me ha deslizado al cuarto contiguo.
Lo que éramos para cada uno, todavía lo somos.
Llámenme por mi viejo nombre familiar,
Háblenme de la misma manera fácil que siempre lo han hecho.
Ríanse como siempre con las pequeñas cosas y momentos que disfrutamos juntos.
Jueguen, ríanse, piensen en mi, recen por mí.
Dejen que mi nombre permanezca en las conversaciones de casa, como siempre ha sido.
Menciónenme sin dificultad: la vida continúa y significa lo que siempre significó
¿Por qué habría de estar yo fuera de sus vidas, solo porque no me pueden ver?
Yo estoy esperando por ustedes a la vuelta de la esquina.
Todo está bien, nada ha pasado, nada se ha perdido, solo unos momentos que pasarán rápido, y todo será como entonces, pero mucho mejor
Y ... PARA SIEMPRE
Jorge
Te fuiste la mañana del 22 de febrero de este año víctima de esa maldita enfermedad (cáncer) a la que peleamos (juntos y terriblemente solos) con la fé de aquellos que independientemente lo duro del presente, no bajan los brazos ante nada.
Nuestra relación fue muy especial debido a que si bién de apariencia distinta, en el fondo, nuestras metas eran las mismas.
Puedo afirmar, sin equivocarme, que el amor que nos teníamos en lo que la vida marcó el final de nuestra relación cotidiana, fue mil veces superior a todos y cada uno de los momentos vividos.
Mara, te quise y te quiero cada día más, y ese amor fue debido a que aprendí a reconocer tus valores, luego surgió el respeto y la admiración hacia el ser que tenía a mi lado.
Te extraño y no puedo entender tu ausencia, porque siempre sentí la necesidad de compartir con vos cada momento. En más de 30 años de nuestra relación, te llamaba montones de veces por día desde el trabajo para hacerte llegar cada pensamiento, cada situación. Si éramos una pareja.
Hace muchos años cuidaste a mi padre en su enfermedad en sus últimos momentos y en aquel entonces surgió una deuda de gratitud que me comprometió a velar por vos y cuidarte por el resto de tus días. Desde 1985 se convirtió en mí en el compromiso de cada día.
Tu família fue tu debilidad y la preocupación de toda tu vida, como vos te convertiste en la mía. Como hermana mayor fuiste durante más de 40 años el soporte económico de tus padres y tus hermanos y yo lo asumí porque te quería y respetaba tus decisiones y además contribuía a ayudarlos. Hoy, mas friamente, y no lo digo por tus padres, pienso que si tuviste que empujar autos más de 40 años para que arrancaran, “el problema estába en los autos”. Tu amor por los tuyos nunca te permitió asumirlo.
Sabés muy bién que este siglo 21 no fue bueno para mí (para ambos). Tu primer cáncer a fines del 2000 seguido de una operación mutilante y la aplicación de radioterapia que te llevó a preguntarme preocupada: “y ahora como seguimos?”. Mi respuesta fue: “Te prefiero así, a muerta, sigamos”. Sé que siempre este tema fue tu preocupación, como me lo manifestaste en varias oportunidades. Creo que nunca llegaste a entender que mi amor por vos era superior a todos los contratiempos. Nunca estuviste bién. Ni física, ni anímicamente. Desde aquel momento fueron muchos los malestares, pero seguimos adelante (juntos y solos). Al poco tiempo falleció mi madre y este fue un hecho que nunca pude superar. Si yo no tenía tu fortaleza Mara. Luego siguieron años malos. Uno peor que otro. Pérdida de amigos, familiares, compañeros. La enfermedad y fallecimiento en 2006 de nuestra perra Chinita (como la peleé, Dios mío), que te cuidó desde tu enfermedad con un cariño y un celo que supera el entendimiento humano. Llegaste a decir a posteriori de su muerte, que Chinita había cambiado roles con vos y se había ido en tu lugar de tanto que te quería. Yo creo que es cierto. Después siguió la pérdida de mi puesto en el trabajo (me permitía a ayudar a miles de personas y lo amaba) por el mismo problema que te arrancó de la vida, el cigarrillo y la falta de consideración hacia los que no éramos fumadores. El deterioro de mi salud, humillaciones en mi trabajo por personas que no entendieron el respeto hacia el otro y cuando parecía que las cosas se iban a acomodar, surgió tu segundo y definitivo cáncer.
Luchamos sólos como también fuí solo el único que peleó todos los días para sacarte de las garras del cigarrillo. En mi soledad, fracasé. Y me atribuyo el fracaso a tu final, no por no pelear, que lo hicimos y mucho, porque respeté tus decisiones, apoyadas por algunos médicos. Pienso que tal vez podríamos haber tomado otro camino y el resultado hubiera sido distinto. Resumiendo, hoy no estás conmigo. Me adjudico el fracaso y te pido perdón, porque yo no me lo perdono.
Cuantos planes tenía para que juntos vivieramos el resto de nuestras vidas. Toda una vida abocada a construir un mañana que no se pudo concretar.
Te acordás? En casa eramos en el 2006 5 seres vivos, vos, yó y “nuestras tres hijas de 4 patas”. Hoy Mara quedamos 2. A pocos días de tu partida, Vaqui, nuestra perrita "cachorra" de más de 18 años y medio, de improviso quiso irse con vos y no pude impedirlo. Dos pérdidas en la casa en menos de 20 días. Quiero creer que debés estar en alguna parte paseando con "las nenas" y a la noche cuando te vás a descansar, Vaqui seguirá durmiendo como siempre, en la almohada encima de tu cabeza y Chinita aprovechará cada hueco que deje tu cuerpo para hacerse un bollito y pegarse a él. Me muero de extrañarlas.
Hoy me queda solo Rayita y te aseguro Mara que la obligación de cuidarla es la principal por no decir la única motivación para seguir viviendo. Han pasado tantas cosas que no puedo rescatar del pasado un solo momento de felicidad.
Respecto a como quedó la relación con tu família (“tus hermanos, a quienes tanto ayudamos”), te cuento que todo se fue al diablo. Inmediatamente después de tu fallecimiento resurgieron como el Ave Fénix aduciendo que les habías dejado todos los ahorros que teníamos para nuestra vejez y amparándose en un artilugio legal, se los apropiaron y me dejaron después de 53 años de trabajo sin nada. Que importante que esa vitalidad que demostraron después de tu muerte la hubieran utilizado en su momento para contribuir a salvar tu vida. Yo no tuve hermanos. Tal vez sea por eso que no los entiendo ni justifico.
Hoy mi vida es como un carrousel en el que las figuras han sido reemplazadas por hechos amargos, pérdidas y luchas en vano. Mi madre, amigos entrañables (el 6 de enero perdí a uno que tenía desde los veinte años), familiares, un trabajo que me dignificaba, mi salud, nuestras hijas de 4 patas (Chinita y Vaqui), el hecho de que vos y yó nos brindamos generosamente durante toda nuestra vida y el reconocimiento llegó en la forma de un despojo. Y principalmente a vos Mara, con quién compartí muchos momentos buenos y también, juntos, afrontamos tantos malos.
Me pregunto Mara si todo esto dá un sentido a nuestras vidas. Tanto esfuerzo. Tanto pelear. Tanto dar. Si yo tendría hoy que estar abocado a llevar adelante mi luto por tu partida y el desconcierto por todo lo sucedido no me permite encontrar el rumbo.
Quisiera que alguién me diga cual es la verdad, porque aparentemente todas las lecciones de vida que me dieron mis mayores estaban equivocadas.
Esta mal ser derecho, generoso, cuidar al prójimo, luchar hasta lo imposible por conservar vivos a quienes queremos, superando nuestras múltiples limitaciones?
Mara. Te amo, te extraño. Siempre te admiré como admiré tu valor, tu lucha y fortaleza para enfrentar tus últimos momentos. No creo llegarte a la altura de tus pies. Te enciendo todos los días una velita para que ilumine tu camino, el de Chinita y el de Vaqui, que estoy seguro te acompañan y para que no sufran el frío terrible de la soledad y dolor que me invade.
Me quedan como consuelo las palabras que dijiste en tu última nochebuena, que quisiste pasar en casa, con quienes realmente te daban su amor y luchaban por tu vida: "mi familia, son ustedes" . Tus perras y tu pareja. También tu último "gracias por cuidarme". Que otra cosa puede hacerse por el ser que uno ama?
Te dejo un poema que amabas y que te daba fuerzas ante la pérdida de tus afectos.
ESTAR JUNTOS
La muerte no es nada, solo me ha deslizado al cuarto contiguo.
Lo que éramos para cada uno, todavía lo somos.
Llámenme por mi viejo nombre familiar,
Háblenme de la misma manera fácil que siempre lo han hecho.
Ríanse como siempre con las pequeñas cosas y momentos que disfrutamos juntos.
Jueguen, ríanse, piensen en mi, recen por mí.
Dejen que mi nombre permanezca en las conversaciones de casa, como siempre ha sido.
Menciónenme sin dificultad: la vida continúa y significa lo que siempre significó
¿Por qué habría de estar yo fuera de sus vidas, solo porque no me pueden ver?
Yo estoy esperando por ustedes a la vuelta de la esquina.
Todo está bien, nada ha pasado, nada se ha perdido, solo unos momentos que pasarán rápido, y todo será como entonces, pero mucho mejor
Y ... PARA SIEMPRE
Jorge
robert ryan
Mi sentimiento es que las naciones no pueden ser realmente una y que sus actividades no podrían llevar al bien común de la humanidad entera, a menos que se reconociera la ley familiar (de amor) en los asuntos nacionales e internacionales. Es decir, en el orden pacífico. Las naciones no pueden llamarse civilizadas sino en la medida que obedezcan a esta ley.
Mahatma Gandhi
Has Vuelto
Has vuelto, organillo. En la acera
hay risas. Has vuelto llorón y cansado
como antes.
El ciego te espera
las más de las noches sentado
a la puerta. Calla y escucha. Borrosas
memorias de cosas lejanas
evoca en silencio, de cosas
de cuando sus ojos tenían mañanas,
de cuando era joven... la novia... ¡quién sabe
Alegrías, penas,
vividas en horas distantes. ¡Qué suave
se le pone el rostro cada vez que suenas
algún aire antiguo! ¡Recuerda y suspiro!
Has vuelto, organillo. La gente
modesta te mira
pasar, melancólicamente.
Pianito que cruzas la calle cansado
moliendo el eterno
familiar motivo que el año pasado
gemía a la luna de invierno:
con tu voz gangosa dirás en la esquina
la canción ingenua, la de siempre, acaso
esa preferida de nuestra vecina
la costurerita que dio aquel mal paso.
Y luego de un valse te irás como una
tristeza que cruza la calle desierta,
y habrá quien se quede mirando la luna
desde alguna puerta.
¡Adiós, alma nuestra! parece
que dicen las gentes en cuanto te alejas.
¡Pianito del dulce motivo que mece
memorias queridas y viejas!
Anoche, después que te fuiste,
cuando todo el barrio volvía al sosiego
-qué triste-
lloraban los ojos del ciego.
Has vuelto, organillo. En la acera
hay risas. Has vuelto llorón y cansado
como antes.
El ciego te espera
las más de las noches sentado
a la puerta. Calla y escucha. Borrosas
memorias de cosas lejanas
evoca en silencio, de cosas
de cuando sus ojos tenían mañanas,
de cuando era joven... la novia... ¡quién sabe
Alegrías, penas,
vividas en horas distantes. ¡Qué suave
se le pone el rostro cada vez que suenas
algún aire antiguo! ¡Recuerda y suspiro!
Has vuelto, organillo. La gente
modesta te mira
pasar, melancólicamente.
Pianito que cruzas la calle cansado
moliendo el eterno
familiar motivo que el año pasado
gemía a la luna de invierno:
con tu voz gangosa dirás en la esquina
la canción ingenua, la de siempre, acaso
esa preferida de nuestra vecina
la costurerita que dio aquel mal paso.
Y luego de un valse te irás como una
tristeza que cruza la calle desierta,
y habrá quien se quede mirando la luna
desde alguna puerta.
¡Adiós, alma nuestra! parece
que dicen las gentes en cuanto te alejas.
¡Pianito del dulce motivo que mece
memorias queridas y viejas!
Anoche, después que te fuiste,
cuando todo el barrio volvía al sosiego
-qué triste-
lloraban los ojos del ciego.
Evaristo Carriego
En ninguna otra situación como en el duelo, el dolor producido es total: es un dolor biológico (duele el cuerpo), psicológico (duele la personalidad), social (duele la sociedad y su forma de ser), familiar (nos duele el dolor de otros) y espiritual (duele el alma). En la pérdida de un ser querido duele el pasado, el presente y especialmente el futuro. Toda la vida, en su conjunto, duele.
J Montoya Carrasquilla
El pequeño mundo de la niñez con su entorno familiar es un modelo del mundo. Cuanto más intensamente le forma el carácter la familia, el niño se adaptará mejor al mundo.
Carl Jung
Los Ojos de La Corza
Viajo desde los ojos de la corza
a su interior. Un mundo de cristales
ternísimos y velos ligerísimos
acoge al primer paso de mis ojos.
Avanzo sin temor; sobrecogido,
no obstante, por lo fácil del camino
que, de ojos adelante, ya discurre
por pasadizos y pasillos suaves
al tacto de los pies que me imagino,
y porque a su través se transparentan
leves arquitecturas sinuosas,
edificios de flor carnal y ramas
que, aunque no mueve el viento, se cimbrean
al borde de arroyuelos escarlatas,
y suaves y pulidas piedras puestas
en orden de descanso y sobresalto.
Lejos quedan los ojos de la corza
en tan corto trayecto transcendidos
y, cuando vuelvo hacia ellos la mirada
-ya huésped familiar de lo aludido-,
no encuentro su salida luminosa
y me pierdo en un prado de mil prados,
hechos de tiempos idos y presentes,
vigilados por vuelos agresivos
y por olfatos que el marfil afilan.
Sigo los vericuetos de la corza,
que se han hecho mi propio laberinto,
y hallo en su centro de lucientes ojos
los suyos y los míos junto a un pozo
del que desborda el agua suya y mía.
Viajo desde los ojos de la corza
a su interior. Un mundo de cristales
ternísimos y velos ligerísimos
acoge al primer paso de mis ojos.
Avanzo sin temor; sobrecogido,
no obstante, por lo fácil del camino
que, de ojos adelante, ya discurre
por pasadizos y pasillos suaves
al tacto de los pies que me imagino,
y porque a su través se transparentan
leves arquitecturas sinuosas,
edificios de flor carnal y ramas
que, aunque no mueve el viento, se cimbrean
al borde de arroyuelos escarlatas,
y suaves y pulidas piedras puestas
en orden de descanso y sobresalto.
Lejos quedan los ojos de la corza
en tan corto trayecto transcendidos
y, cuando vuelvo hacia ellos la mirada
-ya huésped familiar de lo aludido-,
no encuentro su salida luminosa
y me pierdo en un prado de mil prados,
hechos de tiempos idos y presentes,
vigilados por vuelos agresivos
y por olfatos que el marfil afilan.
Sigo los vericuetos de la corza,
que se han hecho mi propio laberinto,
y hallo en su centro de lucientes ojos
los suyos y los míos junto a un pozo
del que desborda el agua suya y mía.
Ãngel Crespo
Otros Poemas:
Del mar brota entonces lo desconocido
familiar, el abandono celeste,
la perseverancia del desorden.
Héctor, sediento de éxtasis,
busca
el apóstrofe de la luz,
el desamparo de la certeza,
la seguridad de los cobardes,
el fulgor en los escombros.
El veneno de un puñal,
amante y esperado,
cañamazo de desdichas.
En el principio Perséfone era un árbol
la mujer fue incluso un bosque,
el estupor y el silencio
*
Por ti todo lo he olvidado,
mi niñez y mi patria.
Bebí tu vino. A tu mesa
me senté.
Con pies de medianoche
recibí los abrazos del viento.
Intriga, astucia, tiempo.
Una marea infinita del mundo
hacía alto el terror de tu éxito.
*
Inventaré palabras nuevas
Para hablar con tus silencios.
Un enjambre de verbos incide en la dulce luz
Que robo ilesa de tus ojos.
Una infancia llena de oscuros secretos,
De palabras afrutadas,
De verbos ensimismados en el tiempo.
-El miedo también es un camino,
un corredor de sombras
que apura el opio perfumado del olvido-.
Tus uñas obscenas,
Ácidas de noches lentas,
Descienden por mi cuerpo,
Arañan
La transparencia súbita de enero,
Una carne de luna
Alegre en la derrota,
- nunca es para siempre -
Con la complicidad de las fronteras.
Al norte del futuro hay una palabra
Que espera ser escrita,
Tal vez pueda sobrevivir a tanto olvido hacia dentro.
Del mar brota entonces lo desconocido
familiar, el abandono celeste,
la perseverancia del desorden.
Héctor, sediento de éxtasis,
busca
el apóstrofe de la luz,
el desamparo de la certeza,
la seguridad de los cobardes,
el fulgor en los escombros.
El veneno de un puñal,
amante y esperado,
cañamazo de desdichas.
En el principio Perséfone era un árbol
la mujer fue incluso un bosque,
el estupor y el silencio
*
Por ti todo lo he olvidado,
mi niñez y mi patria.
Bebí tu vino. A tu mesa
me senté.
Con pies de medianoche
recibí los abrazos del viento.
Intriga, astucia, tiempo.
Una marea infinita del mundo
hacía alto el terror de tu éxito.
*
Inventaré palabras nuevas
Para hablar con tus silencios.
Un enjambre de verbos incide en la dulce luz
Que robo ilesa de tus ojos.
Una infancia llena de oscuros secretos,
De palabras afrutadas,
De verbos ensimismados en el tiempo.
-El miedo también es un camino,
un corredor de sombras
que apura el opio perfumado del olvido-.
Tus uñas obscenas,
Ácidas de noches lentas,
Descienden por mi cuerpo,
Arañan
La transparencia súbita de enero,
Una carne de luna
Alegre en la derrota,
- nunca es para siempre -
Con la complicidad de las fronteras.
Al norte del futuro hay una palabra
Que espera ser escrita,
Tal vez pueda sobrevivir a tanto olvido hacia dentro.
Beatriz Hernanz
Visité a mi amigo.
Hoy visité un amigo,
Un amigo que partió hace algún tiempo,
Una amistad sincera,
Amistad forjada al calor de controversias, de efímeros debates de la vida diaria,
del presente y del futuro, de lo terrenal y lo celestial,
de celos de padre,
Unas veces con lágrimas de orgullo y corazón quebrantado,
otras de alegres momentos y tristes momentos, de concejos invaluables, inolvidables,
Un amigo de convicciones firmes, de carácter recio, celoso de los suyos,
Compositor y poeta, alegre, con declamaciones y cantos que emulaban al Gabán,
Al Gabán de las llanuras de Oriente……
Ese era mi amigo….! Don Camilo Galindo…
Al pasar el umbral de su lugar de reposo,
Un nudo en mi garganta detenía emociones mezcladas con el recuerdo de uno de sus concejos, de un compromiso sellado en la confidencialidad de su aposento poco antes de partir…
Ya, sentado en el frio mármol del banco frente a su tumba, observando la lapida que aun no lleva su nombre….
Un ensordecedor silencio llenó el lugar, interrumpido a veces por el trinar de una paraulata, que revoloteaba en un Guayacán cercano, como queriendo erguir con su canto un monumento intangible al otrora cantador de Galerones… el aire fresco golpeaba mi rostro esparciendo una lagrima que rodaba por mi mejilla, mientras contemplaba el presuroso pasar de las blancas nubes que huían a esconderse para no ser testigos de las palabras que no se pronunciaban, el color de las flores que algún familiar ofrendó en honor al cariño de mi amigo,
Empañaban mis ojos…
Flores colocadas en dos inmóviles jarrones, mudos testigos de mi presencia…….
Una vez más…. Adiós amigo….
Hoy visité un amigo,
Un amigo que partió hace algún tiempo,
Una amistad sincera,
Amistad forjada al calor de controversias, de efímeros debates de la vida diaria,
del presente y del futuro, de lo terrenal y lo celestial,
de celos de padre,
Unas veces con lágrimas de orgullo y corazón quebrantado,
otras de alegres momentos y tristes momentos, de concejos invaluables, inolvidables,
Un amigo de convicciones firmes, de carácter recio, celoso de los suyos,
Compositor y poeta, alegre, con declamaciones y cantos que emulaban al Gabán,
Al Gabán de las llanuras de Oriente……
Ese era mi amigo….! Don Camilo Galindo…
Al pasar el umbral de su lugar de reposo,
Un nudo en mi garganta detenía emociones mezcladas con el recuerdo de uno de sus concejos, de un compromiso sellado en la confidencialidad de su aposento poco antes de partir…
Ya, sentado en el frio mármol del banco frente a su tumba, observando la lapida que aun no lleva su nombre….
Un ensordecedor silencio llenó el lugar, interrumpido a veces por el trinar de una paraulata, que revoloteaba en un Guayacán cercano, como queriendo erguir con su canto un monumento intangible al otrora cantador de Galerones… el aire fresco golpeaba mi rostro esparciendo una lagrima que rodaba por mi mejilla, mientras contemplaba el presuroso pasar de las blancas nubes que huían a esconderse para no ser testigos de las palabras que no se pronunciaban, el color de las flores que algún familiar ofrendó en honor al cariño de mi amigo,
Empañaban mis ojos…
Flores colocadas en dos inmóviles jarrones, mudos testigos de mi presencia…….
Una vez más…. Adiós amigo….
Daniel Navarro
Mi madre, a quien yo quiero mucho, ha revisado continuamente mi historia de vida en el contexto de una historia familiar complicada que incluye más de la proporción habitual de divorcio, hijastros, la disfunción, y la ofuscación. He pasado la mayor parte de mi vida adulta tratando de deconstruir esa historia y separar los hechos de la ficción.
Melissa Gilbert
Con frecuencia he sido cuestionada, especialmente por las mujeres, sobre cómo podía conciliar la vida familiar con una carrera científica. Bueno, no ha sido fácil.
Marie Curie
Entretenimiento familiar es realmente muy necesario en nuestra cultura. Mira lo rentable que son. Casi no es discrecional. Es necesario llevar a su família al cine.
Gary Ross