Frases de árbol ( 2 )
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Ir y quedarse, y con quedar partirse,
partir sin alma, y ir con alma ajena,
oír la dulce voz de una sirena
y no poder del árbol desasirse;
arder como la vela y consumirse,
haciendo torres sobre tierna arena;
caer de un cielo, y ser demonio en pena,
y de serlo jamás arrepentirse;
hablar entre las mudas soledades,
pedir prestada sobre fe paciencia,
y lo que es temporal llamar eterno;
creer sospechas y negar verdades,
es lo que llaman en el mundo ausencia,
fuego en el alma, y en la vida infierno.
partir sin alma, y ir con alma ajena,
oír la dulce voz de una sirena
y no poder del árbol desasirse;
arder como la vela y consumirse,
haciendo torres sobre tierna arena;
caer de un cielo, y ser demonio en pena,
y de serlo jamás arrepentirse;
hablar entre las mudas soledades,
pedir prestada sobre fe paciencia,
y lo que es temporal llamar eterno;
creer sospechas y negar verdades,
es lo que llaman en el mundo ausencia,
fuego en el alma, y en la vida infierno.
Félix Lope de Vega y Carpio
Ayer volví, después de tantos años, al río.
El agua, las piedras, los árboles, el viento, son los mismos.
Yo ya no soy el mismo.
Ya no me pregunto cómo será mis destino.
Le debo a Ezequiel el haberme enseñado que la vida no es más que eso: asomar la cabeza, para ver qué pasa afuera, aunque haya tormenta. Y una
Suite de Bach.
El agua, las piedras, los árboles, el viento, son los mismos.
Yo ya no soy el mismo.
Ya no me pregunto cómo será mis destino.
Le debo a Ezequiel el haberme enseñado que la vida no es más que eso: asomar la cabeza, para ver qué pasa afuera, aunque haya tormenta. Y una
Suite de Bach.
Antonio Santa Ana
No se trata de ser o no culpable ?razonó Manet?. Un árbol no provoca una tormenta, pero cualquier idiota sabe dónde va a caer el rayo.
Wilem asintió con gesto grave.
?En mi tierra decimos: el clavo más alto es el que primero recibe el martillazo. ?Arrugó el entrecejo?. En siaru suena mejor.
Wilem asintió con gesto grave.
?En mi tierra decimos: el clavo más alto es el que primero recibe el martillazo. ?Arrugó el entrecejo?. En siaru suena mejor.
Patrick Rothfuss
Los naranjos, cubiertos desde el tronco a la cima de las blacas florecillas con la nitidez del marfil, parecían árboles de cristal hilado; <...>. Los crujidos secos de las ramas sonaban en el profundo silencio como besos; el murmullo del río le parecía a Rafael el eco lejano de una de esas conversaciones con voz desfallecida susurrando junto al oído palabras temblorosas de pasión.
Vicente Blasco Ibáñez
Ted: [... ]Por eso he dado esa charla a los niños. [... ] Y me parece que me ha salido muy bien, ¿no le parece?
- Jennifer: Razonablemente bien, dadas las circunstancias.
- Ted: ¿Qué circunstancias?
- Jennifer: Que era todo una sarta de gilipolleces. [... ]
- Ted: No sé bien a qué se refiere.
- Jennifer: Me refiero a todo, Ted. El discurso completo. ¿Las secuoyas son centinelas y guardianas del planeta? ¿Tienen un mensaje para nosotros?
- Ted: Bueno, son...
- Jennifer: Son árboles, Ted. Árboles grandes. Tienen el mismo mensaje para el género humano que una berenjena.
- Jennifer: Razonablemente bien, dadas las circunstancias.
- Ted: ¿Qué circunstancias?
- Jennifer: Que era todo una sarta de gilipolleces. [... ]
- Ted: No sé bien a qué se refiere.
- Jennifer: Me refiero a todo, Ted. El discurso completo. ¿Las secuoyas son centinelas y guardianas del planeta? ¿Tienen un mensaje para nosotros?
- Ted: Bueno, son...
- Jennifer: Son árboles, Ted. Árboles grandes. Tienen el mismo mensaje para el género humano que una berenjena.
Michael Crichton
Todos deben dejar algo al morir, decía mi abuelo. Un niño o un libro o un cuadro o una casa o una pared o un par de zapatos. O un jardín. Algo que las manos de uno han tocado de algún modo. El alma tendrá entonces adonde ir el día de la muerte, y cuando la gente mire ese árbol, o esa flor, allí estará uno. No
Ray Bradbury
En la situación de crisis que atraviesa Europa, lo que Europa necesita es un líder, algo lejos de la personalidad de Barroso. Mi apelación no tiene nada que ver con que estemos hablando de un conservador, sino de que no es un líder. Hay un libro norteamericano que explica la diferencia entre el líder y el burócrata. Cuenta que un grupo de hombres van por la selva y van abriendo camino, y están los que van con el agua, los que abren con los machetes el camino, los que llevan medicamentos, los que limpian el sudor a los demás... todos esos son los burócratas. De repente hay un hombre que se sube a un árbol, al árbol más alto y otea el horizonte, y dice: "Selva equivocada". Ese es el líder, el que tiene la capacidad de otear el horizonte y decirles a los demás que por ese camino no vamos por buen camino.
Rosa DÃez
¿Cuánto tiempo? - me preguntó Sohrab.
-No lo sé. Un poco.
Sohrab se encogió de hombros y sonrió, una sonrisa más ancha aquella vez.
-No me importa. Puedo esperar. Es como las manzanas verdes.
-¿Las manzanas verdes?
-Una vez, cuando era muy pequeño, trepé a un árbol y comí unas manzanas que aún estaban verdes. Se me hinchó el estómago y se me puso duro como un tambor. Mi madre me dijo que si hubiese esperado a que madurasen, no me habrían sentado mal. Así que ahora, cuando quiero algo de verdad, intento recordar lo que ella me dijo sobre las manzanas.
-No lo sé. Un poco.
Sohrab se encogió de hombros y sonrió, una sonrisa más ancha aquella vez.
-No me importa. Puedo esperar. Es como las manzanas verdes.
-¿Las manzanas verdes?
-Una vez, cuando era muy pequeño, trepé a un árbol y comí unas manzanas que aún estaban verdes. Se me hinchó el estómago y se me puso duro como un tambor. Mi madre me dijo que si hubiese esperado a que madurasen, no me habrían sentado mal. Así que ahora, cuando quiero algo de verdad, intento recordar lo que ella me dijo sobre las manzanas.
Khaled Hosseini
Piénsalo bien y reconoce
que no hay amigo como el árbol,
adonde quiera que te vuelvas
siempre lo encuentras a tu lado,
vayas pisando tierra firme
o móvil mar alborotado,
estés meciéndote en la cuna
o bien un día agonizando,
más fiel que el vidrio del espejo
y más sumiso que un esclavo.
que no hay amigo como el árbol,
adonde quiera que te vuelvas
siempre lo encuentras a tu lado,
vayas pisando tierra firme
o móvil mar alborotado,
estés meciéndote en la cuna
o bien un día agonizando,
más fiel que el vidrio del espejo
y más sumiso que un esclavo.
Nicanor Parra
Pienso que reducir y además reciclar todos los motores que consumen electricidad y combustible es una necesidad elemental y urgente de toda la humanidad. La tragedia no consiste en reducir esos gastos de energía, sino en la idea de convertir los alimentos en combustible. [... ] Aplíquese esta receta a los países del Tercer Mundo y verán cuántas personas dejarán de consumir maíz entre las masas hambrientas de nuestro planeta. O algo peor: présteseles financiamiento a los países pobres para producir etanol del maíz o de cualquier otro tipo de alimento y no quedará un árbol para defender la humanidad del cambio climático.
Fidel Castro
Entre el día y el sueño estoy en casa
donde duermen los niños, tibios de correrías
y los viejos se sientan por la tarde,
y arden hogares y su espacio alumbran.
Entre el día y el sueño estoy en casa
donde suenan campanas de oración
y muchachas, cohibidas por ecos que se extinguen,
se apoyan fatigadas en el brocal del pozo.
Y hay un tilo, que es mi árbol predilecto:
y todos los veranos que en él callan
se vuelven a mover en las mil ramas
y entre el día y el sueño vuelven a despertar.
donde duermen los niños, tibios de correrías
y los viejos se sientan por la tarde,
y arden hogares y su espacio alumbran.
Entre el día y el sueño estoy en casa
donde suenan campanas de oración
y muchachas, cohibidas por ecos que se extinguen,
se apoyan fatigadas en el brocal del pozo.
Y hay un tilo, que es mi árbol predilecto:
y todos los veranos que en él callan
se vuelven a mover en las mil ramas
y entre el día y el sueño vuelven a despertar.
Rainer Maria Rilke
Dicho con cierta libertad metafórica: el árbol siente sus raíces más de lo que podría verlas; y este sentimiento se mide por el tamaño y la fuerza de las ramas visibles.
Friedrich Nietzsche
Pues cuando Él quiere que una cosa se mueva, bien que la hace alargada, sean caminos o caballos o carros; pero cuando Él quiere que una cosa se esté quieta, la hace para arriba, como los árboles y los hombres.
William Faulkner
Mi abuelo siempre decía que el otoño es la estación idónea para arrancar de raíz cualquier cosa que no quieras que vuelva a molestarte. -Kote imitó la temblorosa voz de un anciano-. En los meses de primavera todo está demasiado lleno de vida. En verano, está demasiado fuerte y no hay manera de soltarlo. El otoño... -Miró alrededor; las hojas de los árboles estaban cambiando de color-. El otoño es el momento idóneo. En otoño todo está cansado y más dispuesto a morir.
Patrick Rothfuss
Por entonces había muchas serpientes en la aldea. Desde el bosque atravesaban el río hasta los campos, de los campos pasaban a los huertos, de los huertos a los patios y de los patios a las casas. Allí se ovillaban de día tras las escaleras, y de noche se bebían la leche fría de los cubos.
Las mujeres llevaban consigo a sus hijos pequeños cuando salían a trabajar al patio o al huerto. Los metían en canastas de mimbre, entre mantas, y dejaban las canastas a la sombra de los árboles. Arrancaban manojos de hierba de los bancales con raíz y terrón incluidos. Tomaban aliento, volvían a escardar y sudaban.
Ella vivía a la orilla del pueblo. Aquel día estaba en el huerto y había dejado al niño en la canasta de mimbre, bajo el árbol. Junto a la canasta había una botella de leche. Estaba escardando la hierba del bancal de patatas. Olía a sudor. De pronto miró hacia el sol, puso a un lado el azadón y se dirigió al árbol.
La mirada se le vació, la ropa se le pegó a la piel. Se quedó paralizada. Levantó bruscamente al niño, sollozó y gritó, y mientras se tambaleaba sobre la hierba, la serpiente salió de la canasta arrastrándose lenta y perezosa por el suelo, y la mujer encaneció en cuestión de segundos.
En el huerto se quedaron el azadón y la canasta de mimbre bajo el árbol. La serpiente se había bebido la leche de la botella.
El pelo le quedó blanco a la mujer y la gente del pueblo tuvo por fin la prueba de que era una bruja.
Las mujeres llevaban consigo a sus hijos pequeños cuando salían a trabajar al patio o al huerto. Los metían en canastas de mimbre, entre mantas, y dejaban las canastas a la sombra de los árboles. Arrancaban manojos de hierba de los bancales con raíz y terrón incluidos. Tomaban aliento, volvían a escardar y sudaban.
Ella vivía a la orilla del pueblo. Aquel día estaba en el huerto y había dejado al niño en la canasta de mimbre, bajo el árbol. Junto a la canasta había una botella de leche. Estaba escardando la hierba del bancal de patatas. Olía a sudor. De pronto miró hacia el sol, puso a un lado el azadón y se dirigió al árbol.
La mirada se le vació, la ropa se le pegó a la piel. Se quedó paralizada. Levantó bruscamente al niño, sollozó y gritó, y mientras se tambaleaba sobre la hierba, la serpiente salió de la canasta arrastrándose lenta y perezosa por el suelo, y la mujer encaneció en cuestión de segundos.
En el huerto se quedaron el azadón y la canasta de mimbre bajo el árbol. La serpiente se había bebido la leche de la botella.
El pelo le quedó blanco a la mujer y la gente del pueblo tuvo por fin la prueba de que era una bruja.
Herta Müller
¿Usted conoce México? Pues Gabriel es como México, lleno de montañas y de valles inmensos? Siempre hay sol y los árboles no cambian de hojas sino de verdes?
Elena Garro
Yo sigo tocando, pero la gente ya no toca. Por ejemplo está la banda Árbol, que es como Liliana Herrero pero en versión masculina. Yo escucho eso y digo, no puede ser...
Pappo
Solo a través de la mujer llegó el hombre a gustar del árbol del conocimiento ? ¿Qué había ocurrido? Al viejo Dios lo invadió una angustia infernal. El hombre mismo había sido su máximo fallo.
Friedrich Nietzsche
Los árboles que cantan se tronchan y se secan. Y se tornan llanuras las montañas serenas. Mas la canción del agua es una cosa eterna
Federico GarcÃa Lorca
No dejes que le dé sed al árbol que tanto te ama, que atesoró tu semilla, que cristalizó tu vida a las seis de la mañana. No dejes que le dé sed al árbol del que eres sol
Frida Kahlo
La raíz zamorana, la raíz bolivariana y la raíz robinsoniana: tres raíces de un mismo tronco y un árbol enraizado en el pensamiento nacional; ideología que impulsa el nuevo y verdadero bolivarianismo.
Hugo Chávez
Se pasa de inocente a culpable en un segundo. El tiempo es así, torcazas que cantan en un árbol cansado.
Juan Gelman
Si no hubiéramos armado este grupo, supongo que estaríamos haciendo lo que el resto de la gente hace en el sitio donde crecimos; talar árboles, beber, tener sexo, hablar de sexo y beber un poco más
Kurt Cobain
En cuestión de árboles genealógicos es más seguro andarse por las ramas que atenerse a las raíces
Jacinto Benavente
Silencio. Se oye el pulso del mundo como nunca pálido. La tierra acaba de alumbrar un árbol.
Vicente Huidobro
El primero de la estirpe está amarrado en un árbol y al último se lo están comiendo las hormigas.
Gabriel GarcÃa Márquez
Para echar abajo a un león basta herirlo con una bala o con un dardo; pero una vez que un reptil se ha enredado a la punta de una roca o al tronco de un árbol, hay que arrancarlo a pedazos. En la política es lo mismo; los ministros orgullosos caen al primer tiro; culebras se pegan mucho
Ignacio Manuel Altamirano
Nosotros jamás conocimos juguetes comprados, juguetes de plástico. Pero conocimos la naturaleza. Nuestra vida fue diferente a la de niños de otras sociedades. Jugamos con la naturaleza. Nuestros abuelos tenían un respeto profundo a la tierra, a los árboles, a los animales.
Rigoberta Menchú
Las caricias son tan necesarias para la vida de los sentimientos como las hojas para los árboles. Sin ellas, el amor muere por la raíz.
Nathaniel Hawthorne
Debajo del árbol canta el pájaro cuando llueve; también de dolor se canta cuando llorar no se puede.
Cuando ciertos salvajes quieren coger el fruto, cortan el árbol por el pie y arrancan el fruto. He aquí la imagen del gobierno despótico
Montesquieu
Si haces planes para un año, siembra arroz. Si los haces para dos lustros, planta árboles. Si los haces para toda la vida, educa a una persona.
Proverbio Chino