Frases de casa
Frases de casa. Encuentra docenas de frases de casa con fotos para copiar y compartir.
Amistad es una palabra muy amplia, que abarca todo amigo.
Es algo que no se consigue muy a menudo, cuando la encontra-mos es muy difícil de mantenerla, yo encontre a una persona maravillosa que esta cerca de mi corazon para siempre y cumple todos los requisitos que hay que tener con la AMISTAD.
Es algo que no se consigue muy a menudo, cuando la encontra-mos es muy difícil de mantenerla, yo encontre a una persona maravillosa que esta cerca de mi corazon para siempre y cumple todos los requisitos que hay que tener con la AMISTAD.
Monica
Una casa será fuerte e indestructible cuando esté sostenida por estas cuatro columnas: padre valiente, madre prudente, hijo obediente, hemano complaciente.
Confucio
El hambre espía en la casa de los pobres, pero si la habitan personas trabajadoras, no se atreve a entrar.
Benjamin Franklin
Yo encuentro la televisión bastante educativa. Cuando alguien la enciende en casa, me marcho a otra habitación y leo un buen libro.
Groucho Marx
Cásate; si por casualidad das con una buena mujer, serás feliz; si no, te volverás filósofo, lo que siempre es útil para un hombre
Sófocles
Luchar, fracasar, volver a luchar, fracasar de nuevo, volver otra vez a la luchar, y así hasta la victoria: ésta es la lógica del pueblo, y él tampoco marchará jamás en contra de ella.
Mao Zedong
Cuando salgas de tu casa, procura ir como si fueras a encontrarte con una persona importante.
Confucio
Los curas se consuelan de no haberse casado cuando oyen las confesiones de las mujeres.
Armand Salacrou
Las personas no son recordadas por el número de veces que fracasan, sino por el número de veces que tienen éxito.
Thomas Edison
Lo malo del amor es que muchos lo confunden con la gastritis y, cuando se han curado de la indisposición, se encuentran con que se han casado.
Groucho Marx
A menudo pienso que ganarse la vida como artista es como pasarse todas las vacaciones escribiendo postales a casa
Patrick Woodroffe
Dentro de aquella casa con las persianas cerradas, sentí un odio profundo hacia la primavera. Odié todo lo que me había traído, odié el dolor sordo que sentía en mi interior. Era la primera vez en mi vida que odiaba algo con tanta intensidad.
Haruki Murakami
Constitucionalmente, caballeros, tienen al presidente, al vicepresidente y al secretario de estado, en ese orden, y si el presidente decidiera que quiere transferir el mando al vicepresidente, así lo hará. Por el momento, yo estoy al control aquí, en la Casa Blanca, pendiente del regreso del vicepresidente y en estrecho contacto con él. Si algo sucediera, lo comprobaría con él, por supuesto.
Alexander Haig
«Creo que hay un elemento claramente narcisista. Es decir, si uno pertenece a este grupo va a ser parte de una élite muy selecta, donde están los mejores y los líderes; y esto bien vale un cierto sacrificio. Pero eso no se anuncia desde un inicio. Al principio, los invitan a conversar o a visitar casas donde les brindan un trato muy ameno y grato. Imagino que antes de ir a [... ] la casa de San Bartolo debe haber un previo periodo largo de persuasión».
Pedro Salinas
?"Yo voy a continuar como un ciudadano tranquilo, si me dejan en paz, en mi casa y jugando al trompo y al emboque.
José Toribio Merino
Empiezo a recuperar la concentración cuando Caesar le pregunta si tiene una novia en casa.
Peeta vacila y después sacude la cabeza, aunque no muy convencido.
?¿Un chico guapo como tú? Tiene que haber una chica especial. Venga, ¿cómo se llama?
?Bueno, hay una chica ?responde él, suspirando?. Llevo enamorado de ella desde que tengo uso de razón, pero estoy seguro de que ella no sabía nada de mí hasta la cosecha.
La multitud expresa su simpatía: comprenden lo que es un amor no correspondido.
?¿Tiene otro?
?No lo sé, aunque les gusta a muchos chicos.
?Entonces te diré lo que tienes que hacer: gana y vuelve a casa. Así no podrá rechazarte, ¿eh? ?lo anima Caesar.
?Creo que no funcionaría. Ganar? no ayudará en mi caso.
?¿Por qué no? ?pregunta Caesar, perplejo.
?Porque? ?empieza a balbucear Peeta, ruborizándose?. Porque? ella esta aquí conmigo.
Peeta vacila y después sacude la cabeza, aunque no muy convencido.
?¿Un chico guapo como tú? Tiene que haber una chica especial. Venga, ¿cómo se llama?
?Bueno, hay una chica ?responde él, suspirando?. Llevo enamorado de ella desde que tengo uso de razón, pero estoy seguro de que ella no sabía nada de mí hasta la cosecha.
La multitud expresa su simpatía: comprenden lo que es un amor no correspondido.
?¿Tiene otro?
?No lo sé, aunque les gusta a muchos chicos.
?Entonces te diré lo que tienes que hacer: gana y vuelve a casa. Así no podrá rechazarte, ¿eh? ?lo anima Caesar.
?Creo que no funcionaría. Ganar? no ayudará en mi caso.
?¿Por qué no? ?pregunta Caesar, perplejo.
?Porque? ?empieza a balbucear Peeta, ruborizándose?. Porque? ella esta aquí conmigo.
Suzanne Collins
Quizá contestes a esta postal, quizá encuentre una carta tuya cuando vuelva a casa, quizá vengas a buscarme. Me parece que estoy harto de tanto "quizá".
Marc Levy
La mosca que debía estar muerta y el perro que debía estar muerto en la casa que debía estar muerta y la novia que moriría pronto.
Guillermo del Toro
Llegué a la conclusión de que no había tenido conciencia (...), que sólo sabía que cuando regresara a casa (...) habría cambios importantes que él mismo se encargaría de provocar. Y dichos cambios afectarían a toda criatura viviente de la casa. Mató a los animales para demostrar que lo que hacía era importante. Que era capaz de hacer algo irreparable.
Philip K. Dick
Baje a la orilla y me senté en la arena, donde años atrás había esparcido las cenizas de Marina. La misma luz de aquel día encendió el cielo y sentí su presencia, intensa. Comprendí que ya no podía ni quería huir más. Había vuelto a casa.
Carlos Ruiz Zafón
Si en esta casa hubiera hierbas, ya te encargarías de traer a pastar las ovejas del vecindario.
Federico GarcÃa Lorca
Lo recuerdo (yo no tengo derecho a pronunciar ese verbo sagrado, sólo un hombre en la tierra tuvo derecho y ese hombre ha muerto) con una oscura pasionaria en la mano, viéndola como nadie la ha visto, aunque la mirara desde el crepúsculo del día hasta el de la noche, toda una vida entera. Lo recuerdo, la cara taciturna y aindiada y singularmente remota, detrás del cigarrillo. Recuerdo (creo) sus manos afiladas de trenzador. Recuerdo cerca de esas manos un mate, con las armas de la Banda Oriental; recuerdo en la ventana de la casa una estera amarilla, con un vago paisaje lacustre. Recuerdo claramente su voz; la voz pausada, resentida y nasal del orillero antiguo, sin los silbidos italianos de ahora.
Jorge Luis Borges
Aquélla sería su casa. Aunque para Julián aquel mundo mágico de Sivana era una absoluta novedad, tenía sin embargo la sensación de que era un poco como volver a casa, un regreso a un paraíso que hubiera conocido mucho tiempo atrás. Aquella aldea de rosas no le resultaba
Robin S. Sharma
Alberto caminaba de vuelta a su casa, ensimismado, aturdido. El invierno moribundo se despedía de Miraflores con una súbita neblina que se había instalado a media altura, entre la tierra y la cresta de los árboles de la avenida Larco: al atravesarla, las luces de los faroles se debilitaban, la neblina estaba en todas partes ahora, envolviendo y disolviendo objetos, personas, recuerdos: los rostros de Arana y el Jaguar, las cuadras, las consignas, perdían actualidad y, en cambio, un olvidado grupo de muchachos y muchachas volvía a su memoria, él conversaba con esas imágenes de sueño en el pequeño cuadrilátero de hierba de la esquina de Diego Ferré y nada parecía haber cambiado, el lenguaje y los gestos le eran familiares, la vida parecía tan armoniosa y tolerable, el tiempo avanzaba sin sobresaltos, dulce y excitante como los ojos oscuros de esa muchacha desconocida que bromeaba con él cordialmente, una muchacha pequeña y suave, de voz clara y cabellos negros
Mario Vargas Llosa
quiero decir otra cosa, casi inasible: que el "alma" (mi yo-no-uñas) es el alma de un cuerpo que no existe. El alma empujó quizá al hombre en su evolución corporal, pero está cansada de tironear y sigue sola adelante. Apenas da dos pasos
se rompe el alma ay porque su verdadero cuerpo no existe y la deja caer plaf.
La pobre se vuelve a casa, etc., pero esto no es lo que yo. En fin.
se rompe el alma ay porque su verdadero cuerpo no existe y la deja caer plaf.
La pobre se vuelve a casa, etc., pero esto no es lo que yo. En fin.
Julio Cortázar
Que los refugiados palestinos son víctimas pobres, no hay duda. Pero son de estados árabes, no de Israel. En cuanto a sus derechos sobre las casas de los padres, no tienen ninguno porque sus padres no tenían hogar. El techo pertenecía solo a una pequeña categoría de jeques, que lo vendían alegremente y de su propia elección. Hoy, ebrio por una propaganda racista y nacionalsocialista, los infelices fedain descargan en Israel el odio de volverse contra aquellos que lo enviaron a la fuga. Y su caso lamentable, de una manera u otra, también tendrá que ser resuelto. Pero no vengas a decir que los responsables de su miserable condición son los "usurpadores" judíos. Esto es histórico, político y jurídicamente falso.
Indro Montanelli