Frases de isabel allende sobre la mujer ( 3 )
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¿Por qué me rechazaste, Indi? Me has hecho sufrir, me humillaste. Yo quería ser el hombre de tu vida; en cambio he tenido que resignarme a ser el hombre de tu muerte.
Isabel Allende
Todos tenemos demonios en los rincones oscuros del alma, pero si los sacamos a la luz, los demonios se achican, se debilitan, se callan y al fin nos dejan en paz.
Isabel Allende
Le había costado mucho recuperarse del amor frustrado y temía que si oyera su voz por un instante volvería a naufragar en la misma pasión obstinada de antes.
Isabel Allende
Acuérdate que debes ser como el tigre del Himalaya: escucha la voz de la intuición y del instinto. Confía en las virtudes de tu corazón.
Isabel Allende
Los años transcurren sigilosos, de puntillas, burlándose en susurros, y de pronto nos asustan en el espejo, nos golpean a mansalva las rodillas o nos clavan una daga en la espalda.
Isabel Allende
drama: si ella hubiera nacido mil veces antes y tuviera que nacer mil veces más en el futuro, siempre vendría al mundo con la misión de amar a ese hombre de igual manera.
Isabel Allende
Se le ocurrió que al salir de la oficina de su hermano tendría que valerse solo y aterrizaría de narices en su propio nivel de incompetencia.
Isabel Allende
También sabía que amaría a aquella niña durante toda su existencia, que ese amanecer perduraría en su recuerdo y que sería lo último que vería en el momento de morir. Ese
Isabel Allende
Medía su felicidad con una fórmula elemental: «Un buen día más otro buen día igual a una buena vida».
Isabel Allende
Tenía la idea de que al poner nombre a los problemas, estos se materializan y ya no es posible ignorarlos; en cambio, si se mantienen en el limbo de las palabras no dichas, pueden desaparecer solos, con el transcurso del tiempo
Isabel Allende
Y en ese instante, como si lo supiera todo, ella le dijo que el miedo es más fuerte que el deseo, el amor, el odio, la culpa, la rabia, más fuerte que la lealtad
Isabel Allende
nunca, no pedir nada, esforzarse por ser los primeros en todo y no confiar en nadie. Alma
Isabel Allende
La experiencia de ese año de enfermedad le infundió un ardiente deseo de vivir, como si el premio por el sufrimiento fuera haber descubierto la piedra filosofal, la esquiva sustancia de los alquimistas capaz de transformar el plomo en oro y rejuvenecer.
Isabel Allende
... comprendieron que las incontables almas, así como cuanto hay en el universo, son partículas de un espíritu único, como gotas de agua de un mismo océano. Una sola esencia espiritual anima todo lo existente. No hay separación entre los seres, no hay frontera entre la vida y la muerte.
Isabel Allende
El futuro no existe, (...), sólo contamos con el pasado para extraer experiencia y conocimiento, y el presente, que es apenas un chispazo, puesto que en el mismo instante se convierte en ayer.
Isabel Allende
Estaba en edad de tener una vida sexual activa, pensaba, eso era tan importante para el bienestar y la salud como el ejercicio y una dieta equilibrada, no debía permitir que el cuerpo se le secara.
Isabel Allende
Mis pesadillas son un viaje a ciegas hacia las umbrosas cavernas donde duermen mis recuerdos mas antiguos, bloqueados en los estratos profundos de la conciencia.
Isabel Allende
? con sus ahorros le pagó veinte pesos a un cura para que le enseñara a leer y escribir y con los tres que le sobraron se compró un diccionario. Lo revisó desde la A hasta la Z y luego lo lanzó al mar, porque no era su intención estafar a los clientes con palabras envasadas.
Isabel Allende
Francisco encontró en esos sencillos elementos un profundo sentido estético y decidió que más tarde tomaría algunas fotografías para su colección. Nunca pudo hacerlo
Isabel Allende
el Viejo Pascuero nunca existió, eran los padres quienes compraban los regalos de Navidad.
Isabel Allende
A veces, para exorcizar los demonios de un recuerdo es necesario contarlo como un cuento
Isabel Allende
Casi todas las vidas se parecen y pueden contarse en el tono con que se lee la guía de teléfonos, a menos que uno decida ponerle énfasis y color.
Isabel Allende
Estoy preparado para morir por mi patria, dijo, pero no sabía lo difícil que es matar por ella.
Isabel Allende
La riqueza envilece el alma, complica la existencia y engendra infelicidad, sostenía.
Isabel Allende
La realidad no es solo como se percibe en la superficie, también tiene una dimensión mágica y, si a uno se le antoja, es legítimo exagerarla y ponerle color para que el tránsito por esta vida no resulte tan aburrido.
Isabel Allende
Con estas fotografías y estas páginas mantengo vivos los recuerdos; ellas son mi asidero a una verdad fugitiva, pero verdad de todos modos, ellas prueban que estos eventos sucedieron y estos personajes pasaron por mi destino.
Isabel Allende