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Frases del destino ( 3 )

Frases del destino. Encuentra docenas de frases del destino con fotos para copiar y compartir.


Bendito sea el elemento irónico de los destinos que concede a los pobres de vida el sueño como pensamiento, así como concedo a los pobres de sueño la vida como pensamiento o el pensamiento como vida.


Fernando Pessoa


El modo esencial de ver a las mujeres, el uso esencial al que se destinaban sus imágenes no ha cambiado. Las mujeres son representadas de un modo completamente distinto a los hombres, y no porque lo femenino sea distinto a lo masculino, sino porque siempre se supone que el espectador ideal es varón y la imagen de la mujer está destina a adularle.


John Berger




Sin duda cada ser tiene, en el universo de lo escrito, una obra que le convertirá en lector, suponiendo que el destino favorezca su encuentro.
Lo que Platón dice de la mitad amorosa, ese otro ser que circula por alguna parte y que conviene encontrar a riesgo de permanecer incompleto hasta el día de tu muerte, es todavía más auténtico en el caso de los libros.


Amélie Nothomb


Miente el destino para hacer que no te vuelva a ver. Miente: si dice no, me miente; si dice sí, me miente; y si calla, también miente.


Roberto Iniesta


En este amor no entré por desvarío, ni lo traté, como otros, con engaños, ni fue por elección de mi albedrío:      desde mis tiernos y primeros años a aquella parte m?enclinó mi estrella y aquel fiero destino de mis daños.


Garcilaso de la Vega


Lo que me llevará al final serán mis pasos, no el camino. ¿No ves que siempre vas detrás cuando persigues al destino?


Fito Cabrales




no ser tramposo, tener nobleza, aguantar los trabajos, despreciar los placeres, no quejarse de tu destino, necesitar poco, la buena disposición, la liberalidad, la sencillez, no ser charlatán, la grandeza. ¿


Marco Aurelio


Que todos los pueblos de España, por diversos que sean, se sientan armonizados en una irrevocable unidad de destino.


José Antonio Primo de Rivera


Soledad es tener sólo destino humano.


Clarice Lispector




El pasado es importante. Y por eso tiene importancia que creemos memoriales de nuestros recuerdos ?símbolos de la vida? para seguir recordando los sucesos de importancia que han formado lo que somos y aquello en lo que nos estamos convirtiendo. Dios nos ayudará a escoger qué debemos recordar, y nos enseñará cómo darles a esas cosas el significado correcto. Nuestros símbolos de vida se convertirán entonces en poderosos medios de conectar nuestra identidad con nuestro destino.


Mark Batterson


Por un lado, nos encontramos con la administración de este hermoso y sutil planeta increíblemente delicado y frágil. Por otro lado, nos enfrentamos a los destinos de nuestros semejantes, a nuestros hermanos. ¿Cómo podemos decir que somos seguidores de Cristo, si esta doble responsabilidad no nos parece a nosotros la esencia y el corazón de nuestra religión?.


Barbara Ward


El camino más facil y más corto hacia la comprensión de Dios es a través del contacto de un Sadguru, lo que significa mantener la compañía de tal maestro, obecediéndolo y sirviéndolo. Este remedio es como un tren expreso especial que te transporta directo a tu destino.


Meher Baba


Cuánto agradezco a las bondades del destino, el que nos haya dado a los mexicanos de verdad, en estos momentos difíciles, un presidente feo, al que le quedan mal los fracs, que no luce bigote, al que la barba no le acaba de salir del todo, que no sabe montar a caballo y a duras penas en mula y al que le gusta el chocolate sopeado. Esta es la patria que me agrada y por la que suspiro.


Paco Ignacio Taibo II




Olía a yerbas y tenía la piel fría. Supo que amarla era su destino inexorable.


Isabel Allende


El surrealismo se ha acercado más cada vez a la respuesta comunista. Lo que significa: pesimismo completo. Desconfianza en el destino de la literatura, desconfianza en el destino de la libertad, desconfianza en el destino de la humanidad europea, pero sobre todo desconfianza, desconfianza y desconfianza en todo entendimiento: entre las clases, pueblos, individuos. Y sólo una confianza ilimitada en la I. G. Farben y en la pacífica modernización de la Luftwaffe.


Walter Benjamin


La América Española como la España entera
fija está en el Oriente de su fatal destino;
yo interrogo a la Esfinge que el porvenir espera
con la interrogación de tu cuello divino.
¿Seremos entregados a los bárbaros fieros?
¿Tantos millones de hombres hablaremos inglés?
¿Ya no hay nobles hidalgos ni bravos caballeros?
¿Callaremos ahora para llorar después?


Rubén Darío


Suicidarse es perder la noción de la fatalidad y del destino. No tener más miedo de lo que todavía puede venir a hacerme doler y sufrir. Suicidarse es reconocer que lo peor está ocurriendo ahora. El suicidio es el rechazo rotundo del presente. Por eso pocos neuróticos ansiosos se suicidan, están siempre a la espera de un mal mayor. Suicidarse implica la máxima atención y lucidez, decirse «esta soy yo, ahora, aquí». Y saber, también, que no se debe esperar más. Suicidarse es cerrar una puerta, la de la sala de espera.


Alejandra Pizarnik


Y ahora estás aquí, queriendo ser feliz, cuando no te importó un pepino tu destino


Shakira


Lo más grande que ha hecho el hombre se debe al doloroso sentimiento de lo incompleto de su destino. En general, los espíritus mediocres están bastante satisfechos con la vida corriente; redondean, por decirlo de algún modo, su existencia supliendo lo que les pueda faltar con ilusiones vanidosas; pero lo sublime del espíritu, de los sentimientos y de las acciones debe su esplendor a la necesidad de sobrepasar los límites que circunscriben la imaginación.


Germaine de Staël


una persona con una inteligencia media, pero con una voluntad férrea, ordenada y constante, con disciplina y autoexigencia, llega al destino trazado, aunque sea con poca brillantez. Un


Enrique Rojas


Rebeldía. Pero la rebeldía no es un gesto altisonante. No es un grito, no es un insulto, no es una pedrada, no es una mala contestación, es mucho más profundo. La rebeldia es un grito de la inteligencia y de la voluntad que dice, y lo voy a decir en román paladino: ¡no me da la gana de decirle que sí a esta actual situación! -¿Por qué? - ¡Porque no quiero y me niego a decirle que sí! Porque entiendo que puede haber otra situación y por tanto yo no asumo esta podredumbre y no participo en ella y lucho contra ella. Y esta actitud es una actitud intelectual, y cuando digo intelectual no quiero hablar de universitario, [hablo] de la mente de cualquier ser humano. Es un posicionamiento que nace de la mente y del corazón, del fuego del querer cambiar. Esta es la rebeldía fundamental. Lo otro son voces, son chillidos, son insultos, son graznidos. - ¡Dale caña! - Circo romano. ¡No, no! La rebeldía no es ni más ni menos que el posicionamiento con otros valores y la decisión de hacerles frente. Rebeldía para decir que no aceptamos que la 'Competitvidad y el Mercado' sean los que rijan los destinos de las sociedades. Que entendemos que hay una declaración universal de derechos humanos que tiene que cumplirse y que eso significa sociedad de pleno empleo, donde el hombre y la mujer sean exactamente iguales, donde no haya marginados y que costará mucho tiempo y mucho sacrificio, pero es hermoso luchar. ¡Incluso morir por eso! Porque morir tenemos que morir, muramos por lo menos luchando por un ideal noble y no consumiéndonos como un brasero.


Julio Anguita


Considera que, durante 3.800 millones de años, un período de tiempo que nos lleva más allá del nacimiento de las montañas, los ríos y los mares de la Tierra, cada uno de tus antepasados por ambas ramas ha sido lo suficientemente sano para reproducirse y le han bendecido el destino y las circunstancias lo suficiente para vivir el tiempo necesario para hacerlo. Ninguno de tus respectivos antepasados pereció aplastado, devorado, ahogado, de hambre, atascado, ni fue herido prematuramente ni desviado de otro modo de su objetivo vital: entregar una pequeña carga de material genético a la pareja adecuada en el momento oportuno para perpetuar la única secuencia posible de combinaciones hereditarias, que pudiese desembocar casual, asombrosa y demasiado brevemente en ti.


Bill Bryson


Véase la preocupación de uno de esos salteadores políticos en obtener a ruegos el asentimiento de la mayoría para, en cualquier momento, poder alienar la responsabilidad. Pues ésta una de las principales razones por las que esa especie de actividad política es despreciable y odiosa a todo hombre de sentimientos decentes y, por tanto, también de valor, al tiempo que atrae a todos los caracteres miserables - aquellos que no quieren asumir la responsabilidad de sus acciones, sino que antes procuran huir, no pasando de cobardes villanos. Las consecuencias se dejarán sentir tan pronto como tales mediocres formen el gobierno de una Nación. Faltará entereza para obrar y se preferirá aceptar las más vergonzosas humillaciones antes de erguirse para adoptar una actitud resuelta, pues nadie habrá allí que por sí solo esté personalmente dispuesto a arriesgarlo todo en pro de la ejecución de una medida radical. Existe una verdad que no debe ni puede olvidarse: es la de que tampoco en este caso una mayoría estará capacitada para sustituir a la personalidad en el gobierno. La mayoría no sólo representa siempre la estupidez, sino también la cobardía. Y del mismo modo que de cien cabezas huecas no se hace un sabio, de cien cabezas no surge nunca una decisión heroica. Cuanto menos grave sea la responsabilidad que pese sobre el Jefe, mayor será el número de aquellos que, dotados de ínfima capacidad, se crean igualmente llamados a poner al servicio de la Nación sus "imponderables fuerzas". Con impaciencia esperan que les llegue el turno; forman una larga fila y cuentan, con doloridos lamentos, el número de los que esperan delante de ellos y casi calculan la hora sobre cuándo, posiblemente, alcanzarán su deseo. De ahí que sea para ellos motivo de regocijo el cambio frecuente de funcionarios en los cargos que ellos apetecen y que celebren todo escándalo que reduzca la fila de los que por delante esperan. En el caso de que uno de ellos no quiera dejar la posición alcanzada, casi se considera eso como una quiebra de una combinación sagrada de solidaridad común. Entonces es cuando ellos se vuelven intrigantes y no descansan hasta que el desvergonzado, al final vencido, pone su lugar nuevamente a disposición de todos. Por eso mismo, no alcanzará él tan pronto esa posición. Cuando una de estas criaturas es forzada a desistir de su puesto, procurará inmediatamente entrometerse de nuevo en la hilera de los que están a la expectativa, a no ser que lo impidan, entonces, los gritos y las injurias de los demás. La consecuencia de todo esto es la espeluznante rapidez con que se producen modificaciones en las más importantes jefaturas y oficinas públicas de un organismo estatal semejante, con un resultado que siempre tiene influencia negativa y que muchas veces llega a ser hasta catastrófico, porque no sólo el estúpido y el incapaz son lesionados por esos métodos de proceder, sino incluso los verdaderos jefes, si algún día el Destino los sitúa en esas posiciones de mando. Después que se verifica la aparición de un hombre excepcional, inmediatamente se forma un frente cerrado de defensa, sobre todo si una cabeza tal, no saliendo de las propias filas, osara penetrar en esa sublime sociedad. Lo que ellos quieren fundamentalmente es permanecer entre sí, y es considerado enemigo común todo aquél que pueda sobresalir en medio de tales nulidades. En este sentido, el instinto es tanto más agudo cuanto es inoperante en otros aspectos. El resultado será siempre un creciente empobrecimiento espiritual de las clases dirigentes. Cualquiera, desde el momento que no pertenece a ese clan de `jefes", puede juzgar cuáles serán las consecuencias para la Nación y para el Estado.


Adolf Hitler


¿Preguntaréis cuál mi homenaje a Bolivia? Mi esperanza en sus destinos.


Óscar Únzaga


Ay, las casualidades -dijo Quim respirando a pleno pulmón, como el titán de la calle Revillagigedo-, valen verga las casualidades. A la hora de la verdad todo esta escrito. A eso los pinches griegos lo llamaban destino.


Roberto Bolaño


De todos modos el destino había empezado a armar su trama, a tejer su intriga, a anudar en un punto los hilos sueltos de aquello que los antiguos griegos han llamado el muthos.


Ricardo Piglia




La cuarta dimensión, decía, contiene a las tres dimensiones y les adjudica, de paso, su valor real, es dicer anula la dictadura de las tres dimensiones, y anula, por lo tanto, el mundo tridimensional que conocemos y en el que vivimos. La cuarta dimensión, decía, es la riqueza absoluta de los sentidos y del Espíritu (com mayúscula), es el ojo (com mayúscula), es decir el Ojo, que se abre y anula los ojos, que comparados con el Ojo son apenas unos pobres orificios de fango, fijos en la contemplación o en la equación nacimiento-aprendizaje-trabajo-muerte, mientras el Ojo se remonta por el río de la filosofía, por el río dela existencia, por el río (rápido) del destino.
La cuarta dimensión, decía, sólo era expresable mediante la música. Bach, Mozart, Beethoven.


Roberto Bolaño


A esta reflexión sobre sí, de la que venimos hablando, propende sobre todo el hombre que se siente solitario y él es también el más capacitado para ejercerla, el hombre, por tanto, que, por su carácter o por su destino, o por ambas cosas a la ves, se halla a solas y con su problematismo, y que en esta soledad que le queda logra topar consigo mismo y descubrir en su propio yo al hombre y en sus propios problemas los del hombre. Las épocas de la historia del espíritu en que le fue dado a la meditación antropológica moverse por las honduras de su experiencia fueron tiempos en que le sobrecogió al hombre el sentimiento de una soledad rigurosa, irremisible; y fue en los más solitarios donde el pensamiento se hizo fecundo. En el hielo de la soledad es cuando el hombre, implacablemente, se siente como problema, se hace cuestión de sí mismo, y como la cuestión se dirige y hace entrar en juego a lo más recóndito de sí, el hombre llega a cobrar experiencia de sí mismo. Podemos distinguir en la historia del espíritu humano épocas en que el hombre tiene aposento y épocas en que está en la intemperie, sin hogar. En aquéllas, el hombre vive en el mundo como en su casa, en las otras el mundo es la intemperie, y hasta le faltan a veces cuatro estacas para levantar una tienda de campaña.


Martin Buber


En cierta forma, la religión es una función universal del hombre en la sociedad, el órgano para tratar sobre los problemas del destino.


Julian Huxley


Tu manera de hablar siempre me irrita ?se enfadó de veras la tortuga?. ¿Qué es eso de vamos a probar a montarnos? ¿Probar a montarse y montarse no es, en la práctica, hacer lo mismo? Girar a la derecha mientras se duda y girar a la derecha con confianza y decisión llevan a un mismo destino. Tanto en un caso como en otro, ya no se puede uno echar atrás. Desde el momento en que pruebas llevar algo a la práctica, ya se decide tu destino. En la vida no existen las pruebas. Probar a hacerlo es lo mismo que hacerlo.


Osamu Dazai


Tanto los golpes como los besos del destino ilustran la impotencia básica del individuo con respecto a los eventos realmente significativos de su vida; es decir, casi nada de lo que le sucede se debe a que él lo haya fraguado o previsto. El destino no te llama al busca; el destino siempre sale de golpe de un callejón vestido con gabardina y te suelta un "Psst" al que normalmente uno no presta atención porque se tiene demasiada prisa en llegar o venir de algún sitio donde se ha tratado de fraguar algo importante para uno.
La Broma Infinita / D. F. Wallace


Simone Weil


Es difícil creer que el destino de un hombre sea tan bajo que le lleve a nacer solo para morir.


Mary Shelley


Yo quiero unir mi destino al de los pobres del mundo


José Martí


No era importante, después de todo. El no era más que un hombre. El destino de un hombre no tiene importancia.


Ursula K. Le Guin


La muerte es el destino que todos compartimos


Steve Jobs


Lo único que debemos hacer es adquirir plena conciencia del poder que poseemos y no olvidarnos de que nadie puede hacer nada sin el pueblo, que nadie puede hacer tampoco nada que no quiera el pueblo. ¡Solo basta que los pueblos nos decidamos a ser dueños de nuestros propios destinos! Todo lo demás es cuestión de enfrentar al destino.


Eva Perón


¡Trabajadores de mi Patria!: Tengo fe en Chile y en su destino. Superarán otros hombres este momento gris y amargo donde la traición pretende imponerse. Sigan ustedes sabiendo que, mucho más temprano que tarde, se abrirán de nuevo las grandes alamedas por donde pase el hombre libre, para construir una sociedad mejor. ¡Viva Chile!, ¡viva el pueblo!, ¡vivan los trabajadores!


Salvador Allende


Para comprender toda religión es imprescindible saber que a los Dioses les divierte ver a las niñas saltando a la comba con alambres de púas, juegan a cosas que no son el ajedrez con los destinos de los mortales y los tronos de los Reyes.


Terry Pratchett


El destino de quienes han delinquido es inexorable. Ya no podrán nunca ocultar su pasado: Toda la tierra les es de vidrio


Ralph Waldo Emerson


No soy prisionero de la Historia. No tengo que buscar en ella el sentido de mi destino. Tengo que recordarme en todo momento que el verdadero salto consiste en introducir la invención en la existencia


Frantz Fanon