Frases para Cuidar el Suelo ( 3 )
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Tú me echabas una mirada con un gris signo de interrogación en tus ojos. "Oh, no, no empecemos de nuevo" (incredulidad, exasperación). Pues nunca te dignabas a creer que yo pudiera sentir el deseo -sin intenciones específicas- de hundir mi cara en tu falda tableada, amor mío. La fragilidad de tus brazos desnudos... Cómo anhelaba envolver esos brazos, y tus cuatro miembros límpidos, encantadores -un potrillo acurrucado-, y tomar tu cabeza entre mis manos indignas y estirar hacia atrás la piel de tus sienes y besar tus ojos achinados y... "Por favor, déjame en paz, ¿quieres?", decías. "Dios mío, déjame tranquila". Y yo me levantaba del suelo, mientras tú me mirabas crispando el rostro en una imitación deliberada de mi tic nerveux. Pero no importa, no importa, soy un miserable, no importa, sigamos con mi desgraciada historia.
Vladimir Nabokov
Salidos aquéllos del adoratorio, tiraron las imágenes al suelo, las cubrieron con tierra y orinaron encima?;
Tzvetan Todorov
¿Tienes esperanzas? ?preguntó Lazuli.
?Como no las tenía desde hacía muchísimo tiempo ?dijo Wolf?. Pero no me inspira mucha confianza. Ocurrirá como las otras veces.
?¿Qué pasó las otras veces? ?dijo Lazuli.
?Nada ?respondió Wolf?. Una vez terminado, no quedaba nada. Sólo decepción. En fin.... no se puede permanecer siempre a ras de suelo.
?Como no las tenía desde hacía muchísimo tiempo ?dijo Wolf?. Pero no me inspira mucha confianza. Ocurrirá como las otras veces.
?¿Qué pasó las otras veces? ?dijo Lazuli.
?Nada ?respondió Wolf?. Una vez terminado, no quedaba nada. Sólo decepción. En fin.... no se puede permanecer siempre a ras de suelo.
Boris Vian
Porque la verdadera tradición no emana del pasado, ni está en el presente, ni en el porvenir; no és sirvierte del tiempo. La tradición es el alma eterna de Galicia, que vive en el instinto popular y en las entrañas granítica de nuestro suelo. La tradición no es la historia. La tradición es la eternidad.
Alfonso Daniel RodrÃguez Castelao
Si la genealogía plantea por su parte la cuestión del suelo que nos ha visto nacer, de la lengua que hablamos o de las leyes que nos gobiernan, es para resaltar los sistemas heterogéneos, que, bajo la máscara de nuestro yo, nos prohiben toda identidad.
Michel Foucault
Conozco la sensación [... ] Tienes la impresión de que puedes rodar por el suelo, cortarte las venas con una hoja de afeitar o masturbarte en el metro sin que nadie te preste atención, sin que nadie mueva una ceja. Como si una película transparente, inviolable y perfecta te protegiera del mundo.
Michel Houellebecq
El lenguaje es inútil cuando se trata de decir la verdad, de comunicar cosas, sólo permite al que escribe la aproximación, siempre, únicamente, una aproximación desesperada y, por ello, dudosa al objeto, el lenguaje sólo reproduce una autenticidad falsificada, una deformación espantosa, por mucho que el que escribe se esfuerce, las palabras lo aplastan todo contra el suelo y lo dislocan todo y convierten la verdad total en mentira sobre el papel.
Thomas Bernhard
En Madrid, jamás llegué a pisar la calle, porque cada vez que aparecía en la puerta del Hotel Ritz, una legión de caballeros arrojaban sus capas al suelo para que caminara sobre ellas, poniendo ante mí una alfombra que nunca se acababa.
Mata Hari
He llegado al límite de mi resistencia física. Descanso apoyando ambas rodillas en el suelo y doblando la pierna izquierda hacia atrás y la pierna derecha hacia delante. Al verme en esta postura, una señora me da una moneda de pesetas veinticinco, que ingiero de inmediato para no parecer descortés.
Eduardo Mendoza
No sabes la emoción indescriptible con que te escribo... Emoción de pisar suelo europeo, de estar en la patria de Velásquez, Calderón, Cervantes, Tirso, Franco y tantos otros
Jaime Guzmán
A los pueblos muchas veces les hablan de democracia los mismos que la están negando en su propio suelo; a los pueblos les hablan de democracia los mismos que la escarnecen, los mismos que se la niegan y los pueblos no ven más que contradicciones por todas partes. Y por eso nuestros pueblos han perdido, desgraciadamente, la fe. Han perdido la fe, que se hace tan necesaria en instantes como este para salvar al continente para el ideal democrático, mas no para una democracia teórica, no para una democracia de hambre y miseria, no para una democracia bajo el terror y bajo la opresión, sino para una democracia verdadera, con absoluto respeto a la dignidad del hombre, donde prevalezcan todas las libertades humanas bajo un régimen de justicia social, porque los pueblos de América no quieren ni libertad sin pan ni pan sin libertad
Fidel Castro
[... ] Ocurre que el tiempo se me huye entre los dedos, no porque lo este perdiendo sino todo lo contrario, porque le pongo tantas cosas adentro que al final se me rompe como la red de Naylon cuando la sobrecargo de naranjas, y me quedo con un monton de piolincitos en la mano y docenas de planetas corriendo por el suelo.
Julio Cortázar
Desde el momento en que pisaban el suelo de Israel, aquellos que habían vivido despreciados, pisoteados, disfrutaban de una libertad y una consideración humana que la mayoría jamás habían conocido, y verse iguales a sus semejantes les infundía un valor y una decisión que no tenían equivalente en toda la historia de la humanidad.
Leon Uris
Nadie controla la música, señor Rastrero, ya lo sabe. Aparece cuando la gente se harta, sin más. Nadie sabe dónde empieza. La gente mira a su alrededor y cruza la mirada con alguien, y los demás se dan cuenta. Otra gente cruza la mirada con ellos y así, muy despacio, empieza la música cuando alguien coge una cuchara y hace sonar un plato, y entonces otro da golpes en la mesa con su jarra, y las botas empiezan a aporrear el suelo, cada vez más fuerte. Es el sonido de la ira, el sonido de personas que no aguantan más. ¿Quiere enfrentarse a la música?
Terry Pratchett
Vivimos a ras de suelo, en lo llano, y sin embargo aspiramos a elevarnos [... ] Algunos se elevan por medio del arte, otros con la religión; la mayoría, con el amor. Pero al elevarnos también podemos caer en picado [... ] Cada historia de amor es en potencia una historia de aflicción. Si no al principio, más tarde. Si no para uno, para el otro. A veces para ambos
Julian Barnes
?Habla de Compromisos, de Responsabilidades, de Valentías, de Desafíos, del Buen Sentido, de la Integridad, de la Grandeza, es decir, de cosas de las que en la Sociedad Mediática Actual no se habla en forma alguna porque intentar elevar constantemente el nivel de exigencia del ser humano se ha convertido en una ofensa grave a la condición humana.
Hay demasiada gente que coloca el nivel de exigencia a ras de suelo ?; pag. 12.
Hay demasiada gente que coloca el nivel de exigencia a ras de suelo ?; pag. 12.
Mario Alonso Puig
Es fastidiosa la forma como líderes de opinión, políticos, académicos y especialmente una élite cómplice con toda la hecatombe, movilizan al país con vacías frases de cajón tales como, ?hay que rodear a las instituciones?, ?cómo es posible que vayamos a permitir que se vengan las instituciones al suelo?, ?toquemos todo menos a las instituciones?, ?la crisis es de los políticos no de las instituciones, éstas son sagradas?. Repito, frases vacías, frases que ocultan una responsabilidad que conocen y quieren ocultar. Sí hay una grave crisis institucional, algunos siendo testigos mudos, otros auspiciadores y otros amigos en la causa, para que la mafia se tomara por completo el Estado.
Piedad Córdoba
Tampoco entendían que los extranjeros plantaran una bandera en el suelo, marcaran líneas imaginarias, lo declararan de su propiedad y se ofendieran si alguien entraba persiguiendo a un venado. La idea de poseer la tierra les resultaba tan inverosímil como la de repartirse el mar.
Isabel Allende
Quiero tener ese hijo tuyo, amor. Dárteme desde dentro de mi vientre en una nueva prolongación de tu inmortalidad. Mostrarte hasta dónde puede crecer mi vida, como un árbol, si tú la riegas; hasta dónde puedo llegar a dárteme en todas las formas, en todos los momentos conscientes e inconscientes, llegar a ser tu río, tu sombra, la almohada suave donde apoyar tu cabeza, el viento, el mar, la risa, la mañana, tu cama, tu suelo, tu mujer.
Gioconda Belli
El peor de todos los pasos es el primero. Cuando estamos listos para una decisión importante, todas las fuerzas se concentran para evitar que sigamos adelante. Ya estamos acostumbrados a esto. Es una vieja ley de la física: romper la inercia es difícil. Como no podemos cambiar la física, concentremos la energía extra y a si conseguiremos dar el primer paso. Después el camino mismo ayuda.
Paulo Coelho
Bendito el día que llegaste a mi vida para llenarla de felicidad y amor, gracias por ser un gigante entre pequeños y gracias por ser fuerte en los momentos en que te sentias mal...nadie te va a amar como yo te amo a ti, "nadie" te va a cuidar como yo...eso ni dudarlo y sobre todo nadie pero nadie dedicara cada segundo a ...ser tu amigo, tu confidente y te dare alas para que puedas volar en tus sueños del mañana!!!
Paulo Bascuñan
Déjame volar aunque tropiece con el cielo, hay noches estrelladas y días que se estrellan contra el suelo.
Rosana
El verdadero amigo está en tu caída antes de que tu toques el suelo: siempre.
Pedro Pantoja Santiago
Todo lo que hay de bueno en nuestra civilización es resultado del comercio, el clima, el suelo, la situación geográfica, la industria, la inventiva, el descubrimiento, el arte y la ciencia.
Robert Ingersoll
Cual si en suelo extranjero me hallase, tímida y hosca, contemplo desde lejos los bosques y alturas y los floridos senderos donde en cada rincón me aguardaba la esperanza sonriendo.
RosalÃa De Castro
Un hombre demasiado ocupado para cuidar de su salud es como un mecánico demasiado ocupado como para cuidar sus herramientas.
Proverbio Español
Pañuelos
En un golpe de aire los papeles
han salido volando, y esparcen por el suelo
su forma de blancura.
Campo seco, sembrado
de rectángulos tersos,
limpias lenguas de sombra.
-Mis pañuelos son otros. De batista y de lino,
descansan sobre el pasto -sus vainicas aladas-
y a mis manos reciben
su perfección de agua.
Escritura caída.
Pañuelos
y pañuelos,
vida mía, palabra.
De Del color de los ríos, Esquío, El Ferrol 2000
En un golpe de aire los papeles
han salido volando, y esparcen por el suelo
su forma de blancura.
Campo seco, sembrado
de rectángulos tersos,
limpias lenguas de sombra.
-Mis pañuelos son otros. De batista y de lino,
descansan sobre el pasto -sus vainicas aladas-
y a mis manos reciben
su perfección de agua.
Escritura caída.
Pañuelos
y pañuelos,
vida mía, palabra.
De Del color de los ríos, Esquío, El Ferrol 2000
Juana Castro
Oigo pegando mis oídos al mapa vivo de tu suelo que llevo aquí, aquí en las manos, repicar todas tus campanas, parpadear todas tus estrellas.
Miguel Ãngel Asturias
Sueño
Imagen alta y tierna del consuelo,
aurora de mis mares de tristeza,
lis de paz con olores de pureza,
¡premio divino de mi largo duelo!
Igual que el tallo de la flor del cielo,
tu alteza se perdía en su belleza...
Cuando hacia mí volviste la cabeza,
creí que me elevaban de este suelo.
Ahora, en el alba casta de tus brazos,
acogido a tu pecho transparente,
¡cuán claras a mí toman mis prisiones!
¡Cómo mi corazón hecho pedazos
agradece el dolor, al beso ardiente
con que tú, sonriendo, lo compones!
Imagen alta y tierna del consuelo,
aurora de mis mares de tristeza,
lis de paz con olores de pureza,
¡premio divino de mi largo duelo!
Igual que el tallo de la flor del cielo,
tu alteza se perdía en su belleza...
Cuando hacia mí volviste la cabeza,
creí que me elevaban de este suelo.
Ahora, en el alba casta de tus brazos,
acogido a tu pecho transparente,
¡cuán claras a mí toman mis prisiones!
¡Cómo mi corazón hecho pedazos
agradece el dolor, al beso ardiente
con que tú, sonriendo, lo compones!
Juan Ramón Jiménez
¿Cómo se puede decir a un hombre que tiene una patria cuando no tiene derecho a una pulgada de su suelo?.
Henry George
Mitla
Señoras del presente y del olvido
las hormigas recorren
los espacios del silencio
arrastrando grumos de vida
hacia el mundo de las sombras
Como vampiros con las alas abiertas
en el horizonte borroso
los escuálidos señores de la muerte
sin proyectar sombra sobre el suelo arenoso
sin ser tocados por el viento o la hora
Entre peñascos rotos que un día acabarán
sobre el sabino antiguo que un día caerá
sin la memoria mínima de los dioses extintos
ni del Bigaña estricto que se volvió humedad
miro el sol que se muere
Bajan las sombras lentas
por los caminos ralos de Monte Albán
y dirigiéndose al otro mundo
atraviesan cuerpos y muros
con su temblor y frío
En el patio ruinosos al borde de una tumba
un sacerdote enjuto con camisas de grecas
arroja su espectro sobre el polvo
y traza con dedo descarnado
la forma de las constelaciones deshechas
Señoras del presente y del olvido
las hormigas recorren
los espacios del silencio
arrastrando grumos de vida
hacia el mundo de las sombras
Como vampiros con las alas abiertas
en el horizonte borroso
los escuálidos señores de la muerte
sin proyectar sombra sobre el suelo arenoso
sin ser tocados por el viento o la hora
Entre peñascos rotos que un día acabarán
sobre el sabino antiguo que un día caerá
sin la memoria mínima de los dioses extintos
ni del Bigaña estricto que se volvió humedad
miro el sol que se muere
Bajan las sombras lentas
por los caminos ralos de Monte Albán
y dirigiéndose al otro mundo
atraviesan cuerpos y muros
con su temblor y frío
En el patio ruinosos al borde de una tumba
un sacerdote enjuto con camisas de grecas
arroja su espectro sobre el polvo
y traza con dedo descarnado
la forma de las constelaciones deshechas
Homero Aridjis