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La inteligencia se mide de la cabeza al cielo ( 2 )

La inteligencia se mide de la cabeza al cielo. Encuentra docenas de la inteligencia se mide de la cabeza al cielo con fotos para copiar y compartir.


El ajedrez procura una suerte de inteligencia que sirve únicamente para jugar al ajedrez.


Miguel De Unamuno


No debemos pretender comprender el mundo solo por el intelecto. El fallo de la inteligencia es solo una parte de la verdad.


Carl Jung




Al fin todo se hundió... y tu mirada se torció y se deshizo en un cielo turbio y revuelto... Y ya no vi más que mis lágrimas.


León Felipe


El cielo de la fama no es muy grande, y cuántos más en él entren a menos tocan cada uno de ellos.


Miguel De Unamuno


He realizado observaciones y experimentos en el espacioso laboratorio del mundo con una maravillosa máquina portátil perfectamente ajustada en mi cabeza.


George Bernard Shaw


Ninguna orden de inteligencia divina une a las especies. Los lazos naturales son genealógicos junto a caminos contigentes en la historia.


Stephen Jay Gould




El mejor predicador es el tiempo, que nos hace llegar a tener aquellos mismos pensamientos que las personas de más edad trataron ante en vano de meternos en la cabeza.


Jonathan Swift


Quien conserva su cabeza de niño, conserva su cabeza.


Antonio Porchia


No es blando el camino del cielo.


Séneca




Tantos hombres en la cabeza y todo lo que han dicho. Y, sin embargo, uno mismo tiene que encontrarlo otra vez y decirlo.


Elias Canetti


Y ya no sé si a ti te estoy mirando, o si contemplo el cielo.


Vicente Gaos


Más vale ser cabeza de ratón que cola de león.


Refrán


Escucha con la cabeza, pero deja hablar al corazón.


Marguerite Yourcenar




Los republicanos desean que el Reich alemán tenga una sola testa coronada, igual que Nerón deseaba que la humanidad tuviese una sola cabeza: para poder decapitarla de un solo tajo.


Arthur Schopenhauer


El mejor destino que hay es el de supervisor de nubes, acostado en una hamaca mirando al cielo.


Ramón Gómez de la Serna


La iglesia nos pide que al entrar en ella nos quitemos el sombrero, no la cabeza.


Gilbert Keith Chesterton


La inteligencia nos fue concedida para dudar.


Emile Verhaeren


Inteligencia es lo que usas cuando no sabes qué hacer.


Jean Piaget


Todas las guerras son santas, os desafío a que encontréis un beligerante que no crea tener el cielo de su parte.


Jean Anouilh


El hombre es un ser social cuya inteligencia exige para excitarse el rumor de la colmena.


Santiago Ramón y Cajal


El cielo cura y el médico cobra la minuta.


Benjamin Franklin


No guardes nunca en la cabeza aquello que te quepa en un bolsillo.


Albert Einstein


La inteligencia conoce todas las cosas y ordenó todas las cosas que van a ser y las que fueron y las que son ahora y las que no son.


Anaxágoras


La ostra enferma porque lleva la perla, y tu da gracias al cielo que te ennoblece con el dolor.


Friedrich Ruckert


La tontería es infinitamente mas fascinante que la inteligencia. La inteligencia tiene un límite, la tontería no.


Claude Chabrol


El atacar por la espalda no es un signo de cobardía, sino un signo de inteligencia.


Ares




Hay un palacio en tu cabeza. Aprende a vivir siempre en él.


Grant Morrison


El que busca el cielo en la tierra se ha dormido en clase de geografía.


Stanislaw Jerzy Lec


Ser pobre y parecerlo es el método más seguro para nunca levantar cabeza.




Mientras admiramos y exaltamos las facultades de la inteligencia humana, nos olvidamos de buscar sus verdaderos colaboradores.


Sir Francis Bacon


Si Sócrates levantara la cabeza y viera filósofos que se niegan a opinar del terrorismo, de la clonación... se volvería a morir.


Sabuco


Al que al cielo escupe, en la cara le cae.


Refrán


El fracaso es una gran oportunidad para empezar otra vez con más inteligencia.


Henry Ford


Por una mirada, un mundo; / por una sonrisa, un cielo; / por un beso... yo no sé /qué te diera por un beso.


Gustavo Adolfo Bécquer


Serás mi amor por siempre, no importa que el tiempo vaya en contra, que los días terminen en la ansiada espera, que tu boca desconozca el sendero de mi cuerpo, que tu calor no abrigue mi frío.
¡Si nos amamos que importa que nos separe el mismo cielo!
Caerán despacio las hojas del calendario, diciembre trae en sus pasos la melancolía que se abraza a la nostalgia, y querré tenerte entre mis brazos, besarte el alma con ternura, disipar aquella extraña soledad que envuelve tu figura, recorrerte con mi risa, llenarte la mirada con los detalles hermosos, mientras te llevo de la mano al mismo cielo.
Y no entenderás mis miedos, romperás entonces el encanto, cayendo aquel crudo llanto del mismo cielo.
La tristeza volverá conmigo, callaré y diré que ese es mi destino.
Se irá tu nombre escondido entre el sabor dulce de mis labios, se irán conmigo los tantos sueños que escribí por ti a diario, pasos lentos, mirada extraviada, disimulo obligado que solamente el corazón entenderá.
No he de negarte lo mucho que te amo, ¿acaso serviría a mi corazón la hipocresía? ¿Mitigaría el dolor? – sería una blasfemia a este amor.
Serás mi amor por siempre, el destino tejió nuestros caminos en un encuentro, mientras en mi bolsa de retazos una agenda escrita, cargada de años, hace tan lento mí andar hasta tus brazos.
Diré que te amo, lloraré lo mucho que te extraño, esperaré paciente y si te marchas y el olvido lo haces tuyo, escribiré poemas de amor en mi gastado calendario.


pacoyo


Y ese miedo idiota de verte viejo y sin pareja; te hace escoger con la cabeza lo que es del corazón.


Ricardo Arjona


Ser feliz en la contemplación serena, con la voluntad extinguida, sin la codicia y el afán del egoísmo, frío y gris de pies a cabeza, pero con ojos ebrios de luna.


Friedrich Nietzsche


El amor es la más fuerte de las pasiones, porque ataca al mismo tiempo a la cabeza, al corazón y al cuerpo.


Voltaire


A Un Arroyo

A mi hermano Juan de Dios Peza

Cuando todo era flores tu camino,
cuando todo era pájaros tu ambiente,
cediendo de tu curso a la pendiente
todo era en tí fugaz y repentino.

Vino el invierno con sus nieblas vino
el hielo que hoy estanca tu corriente,
y en situación tan triste y diferente
ni aún un pálido sol te da el destino.

Y así en la vida el incesante vuelo
mientras que todo es ilusión, avanza
en solo una hora cuanto mide un cielo;

Y cuando el duelo asoma en lontananza
entonces como tú cambiada en hielo
no puede reflejar ni la esperanza.


Manuel Acuña


Séptimo

Tus nobles manos buenas.
Tus manos dulces sobre mi veneno.
Qué llamas tibias, compañera,
entre agujas de invierno.
Qué dos brasas serenas.
En ellas el milagro que solo mi alma y yo sabemos.
El cielo limpio en ellas.
Pósalas, compañera, como dos alas médicas
sobre el turbio hemisferio
de mi cabeza.
Sobre el dolor que tengo
de no ser Dios y sobre mis tormentas,
posa tus manos dulces de silencio,
quietas de amor, grávidas y eternas.
Siembra la fe en mi frente igual que un trigo bueno
con tus manos morenas.
Puerto de paz tus manos en mi pecho.
Como dos puertos son, como dos puertas
luminosas al cielo
que siempre están abiertas.

Soy el marino loco, ebrio de viento.
Vengo del mar oscuro, compañera.
a sal me sabe el sueño.
Traigo las manos viejas.
Soy tu marino amargo que vuelvo de los mares de los muertos
con la proa encendida y encendidas las velas
tras apagar los fuegos de San Telmo.
Vengo a tus manos plenas,
a tu profundo pecho
terrestre y generosa, compañera.
Vengo
al puerto de tus manos que es la tierra
firme en que tengo
hijo y cosecha,
amor, fuego
de hogar, semilla plena,
jubiloso arado, pecho tranquilo y fuerte, raíz, suelo,
agua clara y noble sal para mi mesa.
Y limpio, casto don para mi lecho.

¡Qué llamas tibias, qué brasas serenas,
qué dulces alas de sereno vuelo
tus manos en mi alma, compañera!

Queda mi arboladura en este suelo.
Mi ancla en esta tierra.


Manuel José Arce