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Oidos ( 2 )

Oidos. Encuentra docenas de oidos con fotos para copiar y compartir.


Si abrieras realmente los ojos, y vieras, verías tu imagen en todas las imágenes. Y si abrieras tus oídos para oír, oirías tu propia voz en todas las voces.


Khalil Gibran


Son Diurno

Ahora que ya tu calidad es ardiente y dura,
como el órgano que se rodea de un fuego
húmedo y redondo hasta el amanecer
y hasta un ancho volumen de fuego respetado.

Ahora que tu voz no es la importuna caricia
que presume o desordena la fijeza de un estío
reclinado en la hoja breve y difícil
o en un sueño que la memoria feliz
combaba exactamente en sus recuerdos,
en sus últimas, playas desoídas.

¿Dónde está lo que tu mano prevenía
y tu respiración aconsejaba?
Huida en sus desdenes calcinados
son ya otra concha,
otra palabra de difícil sombra.
Una oscuridad suave pervierte
aquella luna prolongada en sesgo
de la gaviota y de la línea errante.

Ya en tus oídos y en sus golpes duros
golpea de nuevo una larga playa
que va a sus recuerdos y a la feliz
cita de Apolo y la memoria mustia.
Una memoria que enconaba el fuego
y respetaba el festón de las hojas al nombrarlas
el discurso del fuego acariciado.


José Lezama Lima




Oigo pegando mis oídos al mapa vivo de tu suelo que llevo aquí, aquí en las manos, repicar todas tus campanas, parpadear todas tus estrellas.


Miguel Ángel Asturias


Gracely Square

Es un hermoso cuerpo ese que viene
hacia mí. Se detiene. Y me sonríe.

Qué bella esa sonrisa roja y húmeda
que se abre, como un sxo a mí ofrecido,
para preguntar algo que no entiendo.

Miro sus ojos claros. Pienso, mientras,
que su maravilloso cuerpo late
junto a mí. Están sus senos cercanísimos
a mi pecho y el vello en su entrepierna.

Se apretará, oprimido por las bragas,
que adivino adorables y minúsculas.
Y como un ruiseñor sonidos dulces
gorjea su garganta a mis oídos.

Ese increíble cuerpo habla conmigo.
Le respondo: «No sé». Se aparta el cuerpo
y veo que se alejan las caderas.

más perfectas de todo el universo.
He aprender inglés. Ahorita mismo.


José María Fonollosa


En Mis Rodillas

Sentada en mis rodillas y a mi cuello abrazada,
se ha detenido el tiempo, la palabra dormita,
el pensamiento inmóvil no se ocupa de nada,
e ignoran los oídos a quien murmura o grita.

Qué lejanas las sombras que las nubes proyectan,
y las dudas qué absurdas y qué insignificantes,
que aún estando en el fondo del alma, no la infectan,
y aún hiriendo sus teclas no suenan discordantes.

Flota la mente ausente en exótico nirvana,
el sentimiento fluye profundo pero lento,
y en la quietud serena ni el sentido se afana,
ni la ansiedad destruye la magia del momento.

La cabeza en el hombro resuelve los dilemas,
evade los conflictos y el horizonte amplía;
susurraré a tu oído uno de mis poemas,
y te amaré esta noche que es joven todavía.


Francisco Alvarez


A Veces Una Hoja Desprendida

A veces una hoja desprendida
de lo alto de los árboles, un lloro
de las ninfas que pasan un sonoro
trino de ruiseñor, turban mi vida.

Vuelven a mí medrosos y lejanos
suaves deliquios, éxtasis supremos;
aquella estrella y yo nos conocemos,
ese árbol, esa flor son mis hermanos.

En el abismo del dolor penetra
mi espíritu, bucea, va hasta el fondo,
y es como un libro misterioso y hondo
en que puedo leer letra por letra.

Un ambiente sutil un aura triste
hacen correr mi silencioso llanto,
y soy como una nota de ese canto
doloroso de todo lo que existe.

Me cercan en bandada los delirios...
¿Es alucinación..., locura acaso?
Me saludan las nubes a su paso
y me besan las almas de los lirios.

¡Divina comunión!... Por un instante
son mis sentidos de agudeza rara...
Ya sé lo que murmuras, fuente clara;
ya sé lo que me dices, brisa errante.

De todo me liberto y me desligo
a vivir nueva vida, de tal modo,
que yo no sé si me difundo en todo
o todo me penetra y va conmigo.

Mas todo huye de mí y el alma vuela
con torpes alas por un aura fría,
en una inconsolable lejanía,
por una soledad que espanta y hiela.

Por eso en mis ahogos de tristeza,
mientras duermen en calma mis sentidos,
tendiendo a tus palabras mis oídos
tiemblo a cada rumor, naturaleza;

y a veces una hoja desprendida
de lo alto de los árboles, un lloro
de las linfas que pasan, un sonoro
trino de ruiseñor, turban mi vida.


Enrique González Martínez




Angustia

Yo me lleno de angustia mirándote la frente
porque estás más lejana cuando estás más presente.

Para que yo no pueda llegar hasta tu alma
tú me miras a veces con esa misma calma

con que miran los lagos una noche estrellada:
la miran hasta el alba y no le dicen nada.

Espadas de silencio guardan tu pensamiento
y yo me estoy muriendo de sentir lo que siento:

angustia de no verte los labios apretados
cuando nombro la historia de los besos robados,

angustia de mirarte las pestañas caídas
indiferentemente, como flores vencidas,

cuando me entrego y hablo de la virtud del trigo
y te pido amoroso que te vengas conmigo.

Nada te transparenta, hasta tu misma risa
relieva tus perfiles de mujer imprecisa.

Todos tus actos tienen profundidad de arcano,
hasta el acto sencillo de levantar la mano.

Me nombras y te salen despacio los sonidos,
como si no quisieran llegar a mis oídos.

En ti misma te escondes, yo te busco y el llanto
muchas veces me inunda y es de buscarte tanto.

Te fugas hacia adentro de ti misma obstinada
y yo sufro mirándote con la boca cerrada.

Tus dos labios sin música de palabras ardidas
se me antojan dos flautas por ti misma vencidas.

Vives en mi tan honda, desde hace tantos meses,
que si ahora muriera moriría dos veces.

Angustia de mis manos buscando en el vacío
tu corazón que ignora la soledad del mío.

Angustia de tus trenzas, que recortaste un día
y que tenían la forma de la tristeza mía.


Carlos Castro Saavedra


Buscamos un hombro en el que llorar, unos oidos que nos escuchen, una mirada que nos comprenda, un amigo que nos acompañe. Y olvidamos al mejor amigo, nuestro interior.
Crece con él y desarrolla su amistad. Qué bien te sentirás con él! Después compártelo con los demas.
Siempre te lo agradecerá.


Francis Aragón


Quién escucha la voz del anciano es como un árbol fuerte; quién tapa los oidos es como una rama al viento.


Proverbio Africano




Buscad el consejo de los ancianos, pues sus ojos han visto el rostro de los años y sus oídos escuchado las voces de la vida. No obstante sus consejos os desagraden, escuchadlos.


Khalil Gibran


Safo

Ese hombre es igual a los dioses
frente a frente sentado escuchando
tu dulce voz y tu encantadora risa.

Eso es lo que provoca un tumulto
en mi pecho. De solo mirarte
mi voz tiembla, mi lengua desfallece.

De inmediato, un ligero fuego corre
por mis miembros; mis ojos
enceguecen y mis oídos retumban.

Brota el sudor: un temblor
me acosa. Empalidezco más
que la hierba y a punto estoy de morir.

De "W.C.W. :Doce versiones"


Alberto Girri


Xxxviii

Volverán las oscuras golondrinas
en tu balcón sus nidos a colgar,
y otra vez con el ala a sus cristales
jugando llamarán.

Pero aquéllas que el vuelo refrenaban
tu hermosura y mi dicha a contemplar,
aquéllas que aprendieron nuestros nombres...
ésas... ¡no volverán!

Volverán las tupidas madreselvas
de tu jardín las tapias a escalar
y otra vez a la tarde aún más hermosas
sus flores se abrirán.

Pero aquellas cuajadas de rocío
cuyas gotas mirábamos temblar
y caer como lágrimas del día...
ésas... ¡no volverán!

Volverán del amor en tus oídos
las palabras ardientes a sonar,
tu corazón de su profundo sueño
tal vez despertará.

Pero mudo y absorto y de rodillas
como se adora a Dios ante su altar,
como yo te he querido... desengáñate,
nadie así te amará.


Gustavo Adolfo Becquer


A Tu Orilla

A tu orilla he venido. Tengo un otoño, un pájaro
y una voz desusada. Tú me esperas: un río,
una pasión y un fruto. Y tiene nuestro encuentro
el vuelo, la corriente, seguros, proclamados.

He venido a tu orilla con los brazos tendidos
y ahora ya soy la hierba que no termina nunca,
el barro donde el agua sujeta sus mensajes
y la cuna del cauce para mecer tu sueño.

Dime si estoy pendiente de mi diario trabajo,
si basta a tus oídos mi tristísimo verso
o si a mi sombra vive mejor mayo tu carne.

De tu orilla me iría si ahora me dijeras
que te amo solamente como los hombres aman
o que mi voz te suena como todas las voces.


José García Nieto




Cuando tenía quince años, estaba empeñado en aprender; a los treinta, contaba con una base firme; a los cuarenta, ya no tenía dudas de nada; a los cincuenta, conocía la ley del cielo; a los sesenta, tenía los oídos bien abiertos; a los setenta, era capaz de satisfacer los deseos de mi corazón sin excederme.


Confucio


No me entienden; yo no soy la boca que sepa llegar a esos oídos.


Friedrich Nietzsche


Para oidos impuros, por sermones, el cuco.


Shiki Masaoka


Si el ser humano estuviera destinado a pensar, no tendria oídos.


Arthur Schopenhauer


A La Penumbra Auricular No Viene Nunca El Sonido Del

amanecer. Muge el silencio en las ocultas bóvedas y se desliza en tus
membranas. Silban los pájaros y tu pasión es sorda.

Tú no estás ya en tus oídos.

* * *

Va a amanecer. Hay noche aún sobre tus llagas.

Ya vienen los cuchillos del día. No

te desnudes en la luz, cierra los ojos.

Quédate en tu cama sangrienta.

* * *

Ardes bajo las túnicas carnales.

Ha sido inútil la sutura negra:

no hay agua en ti. todas las fuentes manan en otra edad

y se enloquece la pureza de la copa vacía.

* * *

Entra en tu cuerpo y tu cansancio se llena de pétalos. Laten en
ti bestias felices: música al borde del abismo.

Es la agonía y la serenidad. Aún sientes como un perfume la
existencia.

Este placer sin esperanza, ¿qué significa finalmente en ti?

¿Es que va a cesar también la música?


Antonio Gamoneda


A palabras de borrachos oídos de cantinero.


Refrán


A lo que no tiene remedio, oídos sordos.


Refrán


Bien está dos veces encerrada la lengua y dos veces abiertos los oídos, porque el oir ha de ser el doble que el hablar.


Baltasar Gracián


Llora Conmigo, Hermano

Llora conmigo, hermano.
Era mujer y bella. No tenía
nieve sobre los años.

De ella, de mí, de todo
te separaron. Pero el tiempo
te ha devuelto a su abrazo.

A ella y a ti os pregunto
si es posible que todo lo que amé
sea solo un engaño.

¿Sabéis que espero, a veces,
vuestra voz, y que tengo
los oídos tapados?
¿Sabéis
que niego el pie de vuestros pasos?

Pero no importa. vivo
sobre las ruinas. Amo.

Decidme, sí, decidme,
-aunque no pueda oírlo,
aunque nunca lo crea -
que nada ha terminado.


José Agustín Goytisolo


Esperar La Ausencia

Estar en la noche
esperando una visita,
o no esperando nada
y ver cómo el sillón lentamente
va avanzando hasta alejarse de la lámpara.

Sentirse más adherido a la madera
mientras el movimiento del sillón
va inquietando los huesos escondidos,
como si quisiéramos que no fueran vistos
por aquellos que van a llegar.

Los cigarros van reemplazando
los ojos de los que no van a llegar.

Colocamos el pañuelo
sobre el cenicero para que no se vea
el fondo de su cristal,
los dientes de sus bordes,
los colores que imitan sus dedos
sacudiendo la ausencia y la presencia
en las entrañas que van a ser sopladas.

La visita o la nada
cubiertas por el pañuelo,
como el llegar de la lluvia
para oídos lejanos,
saltan del cenicero,
preparando la eternidad
de sus pisadas o se organizan
inclinándose sobre un montón de hojas
que chisporrotean sobre el jarrón
de la abuela,
huyendo del cenicero.


José Lezama Lima


La Inquietud Fugaz

He mordido manzanas y he besado tus labios.
Me he abrazado a los pinos olorosos y negros.
Hundí, inquieta, mis manos en el agua que corre.
He huroneado en la selva milenaria de cedros
que cruza la pradera como una serpie grave,
y he corrido por todos los pedrosos caminos
que ciñen como fajas la ventruda montaña.

¡Oh amado, no te irrites por mi inquietud sin tregua!
¡Oh amado, no me riñas porque cante y me ría!
Ha de llegar un día en que he de estarme quieta,
¡ay, por siempre, por siempre!
con las manos cruzadas y apagados los ojos;
con los oídos sordos y con la boca muda,
y los pies andariegos en reposo perpetuo
sobre la tierra negra.
¡Y estará roto el vaso de cristal de mi risa
En la grieta obstinada de mis labios cerrados!

Entonces, aunque digas: -¡Anda!, ya no andaré.
Y aunque me digas: -¡Canta!, no volveré a cantar.
Me iré desmenuzando en quietud y en silencio
bajo la tierra negra,
mientras encima mío se oirá zumbar la vida
como una abeja ebria.

¡Oh, déjame que guste el dulzor del momento
fugitivo e inquieto!

¡Oh, deja que la rosa desnuda de mi boca
se te oprima a los labios!

Después será ceniza sobre la tierra negra.


Juana de Ibarbourou


Los Ángeles Sonámbulos

1
Pensad en aquella hora:
cuando se rebelaron contra un rey en tinieblas
los ojos invisibles de las alcobas.
Lo sabéis, lo sabéis. ¡Dejadme!
Si a lo largo de mí se abren grietas de nieve,
tumbas de aguas paradas
nebulosas de sueños oxidados,
echad la llave para siempre a vuestros párpados.
¿Qué queréis?
Ojos invisibles, grandes, atacan.
Púas incandescentes se hunden en los tabiques.
Ruedan pupilas muertas,
sábanas.
Un rey es un erizo de pestañas.

2
También,
también los oídos invisibles de las alcobas,
contra un rey en tinieblas.
Ya sabéis que mi boca es un pozo de nombres
de números y letras difuntos.
Que los ecos se hastían sin mis palabras
y lo que jamás dije desprecia y odia al viento.
Nada tenéis que oír.
¡Dejadme!
Pero oídos se agrandan contra el pecho.
De escayola, fríos,
bajan a la garganta,
a los sótanos lentos de la sangre,
a los tubos de los huesos.
Un rey es un erizo sin secreto.
Como yo, como todos.
Y nadie espera ya la llegada del expreso,
la visita oficial de la luz a los mares necesitados,
la resurrección de las voces en los ecos que se calcinan.


Rafael Alberti


Aqui estoy.
Esas dos palabras son las que más pronuncias, las mias son yo te amo. El tiempo ha pasado y mis ojos no veían y mis oidos eran sordos a tu grito desgarrador de soledad, hoy que se lo que es, me siento miserable y todo yo, esta sufriendo por dentro, mi cuerpo abatido y mi mente sin paz necesitan buscar el refugio de tus brazos para sentir alivio, Amor es buscar día a día la felicidad, se que le dí prioridad a otras cosas, sabía que podía perderte, y al final perdí todo, mi prestigio que alguna vez admiraste, ahora lo ves que no soy lo que pensaste que era, que nunca estuve a la altura de tus espectativas, que tenias que ser responsable de todo, y yo donde estuve tantos años atras, ser leal era tu cuestionamiento hace mucho tiempo, el pasado no lo puedo arreglar, lo se porque he tratado de arreglar el pasado salvando el prestigio de mucha gente y al final solo el mío fue sacrificado, es mucho tiempo el que decidiste alejarte de mi, Estoy aqui, son palabras que me alientan a seguir, pero que son frias, la luz de la luna me acompaño en la noche, y mi la cama estaba vacía, solo Estoy aqui.


Rozeti




Al Cielo

El puro azul ennoblece
mi corazón. Solo tú, ámbito altísimo
inaccesible a mis labios, das paz y calma plenas
al agitado corazón con que estos años vivo.
Reciente la historia de mi juventud, alegre todavía
y dolorosa ya, mi sangre se agita, recorre su cárcel
y, roja de oscura hermosura, asalta el muro
débil del pecho, pidiendo tu vista,
cielo feliz que en la mañana rutilas,
que asciendes entero y majestuoso presides
mi frente clara, donde mis ojos te besan.
Luego declinas, ¡oh sereno, oh puro don de la altura!,
cielo intocable que siempre me pides, sin cansancio, mis besos,
como de cada mortal, virginal, solicitas.
Solo por ti mi frente pervive al sucio embate de la sangre.
Interiormente combatido de la presencia dolorida y feroz,
recuerdo impío de tanto amor y de tanta belleza,
una larga espada tendida como sangre recorre
mis venas, y solo tú, cielo agreste, intocado,
das calma a este acero sin tregua que me yergue en el mundo.
Baja, baja dulce para mí y da paz a mi vida.
Hazte blando a mi frente como una mano tangible
y oiga yo como un trueno que sea dulce una voz
que, azul, sin celajes, clame largamente en mi cabellera.
Hundido en ti, besado del azul poderoso y materno,
mis labios sumidos en tu celeste luz apurada
sientan tu roce meridiano, y mis ojos
ebrios de tu estelar pensamiento te amen,
mientras así peinado suavemente por el soplo de los astros,
mis oídos escuchan al único amor que no muere.


Vicente Aleixandre


Música de Fondo

Llega el momento de decir la palabra
y se la deja fluir, se la ayuda
a resbalar entre los labios,
anclada ya en sus límites de tiempo.
La palabra se funda a ella misma, suena
allá en el corazón del que la habla
y trepa poco a poco hasta nacer
y antes es nada y solo una verdad
la hace constancia de algo irrepetible.

Súbitamente esa palabra aumenta
el hallazgo caudal de la memoria,
boga sobre los hombres que la escuchan,
gira anhelante entre vislumbres
y se alza más y más y se perfila, pule
sus bordes balbucidos, se nivela entre sueños.

Después inicia su holocausto.
Función de amor o de vileza,
la palabra se gasta en los oídos,
puebla sus márgenes de brozas,
se torna vana, amago de un aliento,
oscuridad final y sin sentido.
Está cayendo ya hecha pedazos.
Rescoldos sumergidos, restos
de rescates sin fondo, flota y flota
sobre las intenciones proferidas,
entre el silencio de las conjeturas.

Es nada la palabra que se dijo
(no importa que se escriba para
querer salvarla), es nada y lo fue todo:
la música del mundo y su apariencia.

"Memorias de poco tiempo" 1954


José Manuel Caballero Bonald


HABLAME COMO ME HABLAS, QUE TU ACENTO PENETRE CARIÑOSAMENTE AMIS OIDOS, Y QUE ABRASE EN SU LLAMA EL PENSAMIENTO Y QUE EMBRIAGUE DE AMOR AMIS SENTIDOS.
MIRAME COMO MIRAS CON DULZURA, CON LA DULZURA DE TUS LINDOS OJOS, MIENTRAS RIEN ARDIENDO DE VENTURA PALPITANTE DE AMOR TUS LABIOS ROJOS.
MESIENTO TODO TUYO; NO TE ASOMBRE ¿QUÉ HAY EN MI SER QUE PARA TI NO SEA? DESDE MI DEBIL CORAZON DE HOMBRE HASTA MI SANTA Y POSTRIMER IDEA, TE SOY TODA ESPERANZA, LUZ, CONSUELO, DICHA Y AFAN DE UN ALMA ENAMORADA; MI ALMA PARA VIVIR BUSCABA EL CIELO, Y TU LEDAS UN CIELO EN TU MIRADA.
VIVO PRARA ADORARTE, MI EXISTENCIA MIS ILUSIONES TODAS, MIS DELICIAS BUSCAN EN EL ALTAR DE TU INOCENCIA LA GLOTRIA Y EL CALOR DE TUS CARICIAS.
EN SUEÑO VEO TU IMAGEN Y TEMBLANDO HE LLEGADO A SENTIR QUE TU ME MIRAS, QUE TE ESTOY HABLANDO QUE ME ARRODILLO Y QUE ME DAS UN BESO.


arley


El Amor nace como los bebés, sus ojos dispuestos a ver lo bello, sus oídos aptos a escuchar la mejor melodía y sentir el arrullo, sus extremidades anhelan abrazar la felicidad y tocar lo puro, conquistan con los sentidos y el latir del corazón,aman sin condiciones...


Winyc.


Si hoy presto oídos, escucho música que viene de muy lejos, del pasado también, de cuanto ha muerto, de horas y signos distintos de los de hoy, y de otras vidas. Quizás la nuestra –y nosotros mismos no somos otra cosa que ella- no sea más que tal música. Porque todos fuimos alguna vez mejores y más dignos. No obstante, toda música cesa. Hasta en nuestro recuerdo toda música cesa.


Boabdil


Apenas has de llegar y ya te quieres ir,
Interrogas y luego no encuentras respuestas
Apiádate de tu ser, ya has de estar en el crepúsculo de tu misma garra
escapándote y evadiéndote de tus propios ideales
Has probado satisfacer en distintos cuerpos y no puedes convencerte quien te quiere
necesitas a esa persona quien no bebe de tu cuerpo
ya has encontrado cuentos para sentir que estas tocando el cielo con tu efusiva mirada
nada es tierno para ti
te asusta el entusiasmo
te aterra la compañía
te deteriora el pasado
y el futuro esta por debajo de tus pies
Vagabundas por las noches buscando respuestas
en tu incesante vida,
quieres calor pero escapas de las manos de ese regazo fresco que te circunda por la vida,
entristeces por no encontrar paz en tu alma
enloqueces por tanta soledad en tu vida
te angustias por las verdades que te rodean y te sorprenden las sorpresas.
Apenas has de llegar y ya te quieres ir,
Interrogas y te contestas a ti mismo las respuestas,
Que final tan ardiente, te vas y vuelves,
No sabes lo que quieres y nunca estas seguro de nada,
Te sorprenden las pupilas dilatadas,
Ecos en tus oídos,
Y azules llantos por las noches tienes,
nunca lograste lo que tanto querías,
Ser feliz con lo único que tienes y valorar poco y nada aquello que te empuja hacia la terrible agonia que de a poco te va consumiendo.
Interrogas y luego te escapas…


Paloma Fernandez


ESTOY AQUI DONDE SOLO SE ESCUCHA LAS VOCES DEL CORAZON
AQUI DONDE EL TIEMPO ES EL UNICO REMEDIO
DONDE LOS OIDOS SOLO ESCHUCHAN LO QUE NO QUIEREN ESCUCHAR
DONDE LOS OJOS VEN LAS LAGRIMAS SALIR
DONDE EL DOLOR ES EL UNICO ALIMENTO
DONDE LA SOLEDAD ES TU UNICA COMPANIA
DONDE EL SILENCIO ES LA MUSICA QUE SUNA MAS FUERTE
ESTOY AQUI MUY DENTRO DE MI


LAICO


Agonizo frente a ti, y aun por mas q grito, tus oídos vivaces se niegan a escuchar el estruendo que emite mi alma,! si!, por q es el alma quien habla, quien te dice que existe


psiceve


Quisiera ser poeta y decir con palabras lo que siento, pero lo único que se me ocurre es decirte que lo siento, siento no poder ser una estrella y llenar de luces tu camino, siento no poder ser la luna, y alumbrar tus noches obscuras, siento no ser un hada y llenar de magia tu vida, siento no ser una genio y poder cumplir tus deseos, siento no ser una diosa, para poder cambiar tu corazón, cambiar tus ideas, tus sentimientos y tus pensamientos, lamento no ser sonido y llenarte de dulzuras los oídos, lamento no ser el viento y acariciar tu cuerpo con desenfado, lamento no ser el tiempo y tenerte por siempre eterno, pero sobre todo lamento que no puedas amarme como yo deseo.


Suzet


Olas

En el mar con cuerpo y alma,
olas que vienen y van
con su infinita belleza,
y con magistral destreza
vienen, y luego se van....

Niños que rien y van
jugueteando con la arena,
con alegria serena
olas que vienen y van...

Olas que se desplazan,
danza y misticos sonidos
que deleitan los oidos
olas que vienen y van…


Rodolfo Alfonso


silencio bajo el sollozo un jardin no mojado. Oh pajaros,los cantos, los plumajes.Esta lirica mano azul sin sueño.del tamaño de un ave unos labios. No escucho.El paisaje es risa. Dos cinturas amandose. Los arboles en sombra segregan voz.Silencio. Asi repaso niebla o plata dura,beso en la frente lirica agua sola,agua de nieve,corazon o urna,vaticinio de besos,¡oh cabida! donde ye mis oidos no escucharon los pasos en la arena,o luz o sombra.


Vicente Aleixandre


SENTIDOS
En la letárgica de un sueño incompleto, mis pensamientos corrieron como un rio desbordado buscando tu presencia, y encontré que tus recuerdos están sembrados en cada respiro, en cada poro de mi piel, un suspiro desganado me abrazo y me llevo consigo al pasado, te encontramos… sonriente… en la letra de una canción, en el recodo de una ilusión.. presurosos mis sentidos se abocaron a ti… cada uno a su manera.. mi vista contempló la belleza de tus ojos negros y la gracia de tus movimientos… mis oídos escucharon alegres tu sonrisa tus gemidos y tu voz… mi gusto saboreó la miel de tus labios…mi tacto acarició la lozanía de tu piel.. y mi olfato disfrutó el olor de tu amor…
No busques en mis acciones respuestas, no indagues mis pensamientos… no pidas que de ello hable… Que hablen las flores por mi…!que murmuren las brumas del mar de mis sentimientos..! Pregúntale a las aves acerca de mis pensamientos…indaga con la luna de mis lamentos… escucha el aire pregonar… cuanto te extraño…


Daniel Navarro


Deja que me acerque a ti.

Nunca pensé perderte,
Nunca pensé que te tendría que dejar,
Porque de tanto buscarte, pensé que te había encontrado.
Y sin saberlo te abandoné y deje solos tus brazos.
Y ahora te grito y te llamo, pero
Tus oídos no sienten mi llamado.
Nunca pensé que eras tú, pero después de irme,
me he quedado sin tú luz.
Claridad que iluminaba todos mis sentidos,
tu mirar que acariciaba a mi cuerpo y aceleraba mis latidos.
Y solo nuestras almas se entendían,
Y cada vez que se encontraban en una sola se fundían,
Y nosotros rechazando este sentimiento,
que me ahoga en este gran tormento y
Te perdí, creyendo haberte encontrado.
Y ahora solo en mis sueños sigues vivo y deambulando.


cisne


Esta noche las estrellas no se ven brillar,
pues brilla en la Tierra una estrella con mas intensidad,
mas que aquellas que llevan en el cuelo una eternidad.

Este día no cantan las a ves al despertar,
pues se escucha en el planeta un canto espectacular,
con la voz de esa princesa a la que yo puedo amar.

La asombrosa armonía del universo
a dejado de ser espectacular
en el preciso momento que te vi llegar.

Tu eres mi estrella fugaz,
la que por mi cabeza no deja de viajar;
Tu eres el canto que siempre quiero escuchar,
pues mi oidos ya no quieren oir nada mas.

Tu eres mi princesa y siempre te voy amar.


Tovléz