Palabras de elogio para un hombre ( 13 )
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Soy un hombre corriente, con pensamientos corrientes, que ha llevado una vida corriente. No me dedicarán ningún monumento y mi nombre pronto pasará al olvido, pero he amado a otra persona con toda el alma, y eso, para mí, es más que suficiente.
Nicholas Sparks
Durante toda mi vida, he tenido la impresión de que podía convertirme en una persona distinta. De que, yéndome a otro lugar y empezando una nueva vida, iba a convertirme en otro hombre. He repetido una vez tras otra la misma operación. Para mí representaba, en un sentido, madurar y, en otro sentido, reinventarme a mí mismo. De algún modo, convirtiéndome en otra persona quería liberarme de algo implícito en el yo que había sido hasta entonces. Lo buscaba de verdad, seriamente, y creía que, si me esforzaba, podría conseguirlo algún día. Pero, al final, eso no me conducía a ninguna parte. Por más lejos que fuera, seguía siendo yo. Por más que me alejara, mis carencias seguían siendo las mismas. Por más que el decorado cambiase, por más que el eco de la voz de la gente fuese distinto, yo seguía siendo el mismo ser incompleto. Dentro de mí se hallaban las mismas carencias fatales, y esas carencias me producían un hambre y una sed violentas. Ese hambre y esa sed me han torturado siempre, tal vez sigan torturándome a partir de ahora. En cierto sentido, esas carencias, en sí mismas, son lo que yo soy.
Haruki Murakami
¿Pero se ha de tomar literalmente esta máxima? No, lo mismo que la que dice que nos arranquemos el ojo si nos es ocasión de escándalo. Llevada adelante con todas sus consecuencias, seria condenar toda represión, aun cuando fuese legal, y dejar el campo libre a los malos quitándoles todo miedo; si no se pusiera un freno a sus agresiones, muy pronto serían víctimas suyas todos los buenos. El mismo instinto de conservación, que es una ley de la naturaleza, dice que no debe uno presentar voluntariamente el cuello al asesino. Con estas palabras, pues, Jesús no prohibió la defensa; sino que "condenó la venganza". Diciendo que se presenta una mejilla cuando se ha herido la otra, es decir, bajo otra forma, que no debe volverse nunca mal por mal, que el hombre debe aceptar con humildad todo lo que tiende a rebajar su orgullo; que es más glorioso para él ser herido que herir, sobrellevar con paciencia una injusticia que cometerla él mismo; que vale más ser engañado que engañar y ser arruinado que arruinar a los demás. Es, al mismo tiempo, la condenación del duelo que no es otra cosa que un alarde de orgullo. La fe en la vida futura y en la justicia de Dios, que nunca deja el mal impune, puede sólo dar la fuerza para soportar con paciencia los tiros dirigidos a nuestros intereses y a nuestro amor propio y por esto decimos sin cesar: Dirigid vuestras miradas al porvenir, pues cuanto más os elevéis con el pensamiento sobre la vida material, menos os atormentarán las cosas de la tierra.
Allan Kardec
Puede que sea un inadaptado o quizá un hombre con las ideas demasiadas claras, tanto que resultan incompatibles con aquellos que manejan sus ideologías a su antojo y conveniencia para sacar mejor provecho de ellas
Máximo Gorki
En primer lugar, debemos prender fuego sus sinagogas o escuelas y enterrar y tapar con suciedad todo lo que no prendamos fuego, para que ningún hombre vuelva a ver de ellos piedra o ceniza. Esto ha de hacerse en honor a Nuestro Señor y a la cristiandad, de modo que Dios vea que nosotros somos cristianos y que no aprobamos ni toleramos a sabiendas tales mentiras, maldiciones y blasfemias a Su Hijo y a sus cristianos.
MartÃn Lutero
Sentaos y prestad atención, pues voy a cantar
una historia en tiempos remotos forjada
y ya olvidada. La historia de un hombre.
El orgulloso Lanre, fuerte como la primavera,
como el acero de la espada que empuñaba.
Os contaré cómo luchó, cayó y se levantó,
para caer de nuevo. Esta vez en las sombras.
Lo abatió el amor: el amor a su tierra natal
y a su esposa Lyra, cuya llamada dicen algunos que atendió,
traspasando las puertas de la muerte
para pronunciar su nombre con renacido aliento.
una historia en tiempos remotos forjada
y ya olvidada. La historia de un hombre.
El orgulloso Lanre, fuerte como la primavera,
como el acero de la espada que empuñaba.
Os contaré cómo luchó, cayó y se levantó,
para caer de nuevo. Esta vez en las sombras.
Lo abatió el amor: el amor a su tierra natal
y a su esposa Lyra, cuya llamada dicen algunos que atendió,
traspasando las puertas de la muerte
para pronunciar su nombre con renacido aliento.
Patrick Rothfuss
El libio que lleva la bandera monárquica (oficial en Libia hasta 1969 y ahora portada por los rebeldes) no tiene dignidad, ni familia, ni tribu. No tiene religión ni valores. No es un hombre y la muerte es lo mejor para él.
Muamar el Gadafi
Pensó en todas las especies vivientes que adiestran a sus crías en el arte de la supervivencia, en los gatos que enseñan a sus gatitos a cazar, en los pájaros, que desarrollan tan estridente esfuerzo para mostrar cómo se vuela a sus pequeños. Sin embargo, el hombre, cuya herramienta de supervivencia es el cerebro, no sólo fracasa en enseñar al niño a que piense, sino que dedica la educación de éste al próposito de destruir su mente, de convencerle de que el pensamiento es inútil y malo, antes, incluso, de que haya empezado a pensar.
Ayn Rand
El hombre debe ser esclavo de la acción para seguir viviendo, pero nunca de rodillas.
Héctor del Mar
Pero yo te quiero. ¡Si pudieras sólo imaginar cómo te amo! Amo todo lo que hay en ti de particular, lo positivo y lo que no lo es, todos los aspectos comunes de tu persona, tan queridos en su extraordinaria combinación, tu rostro ennoblecido por una luz interior, un rostro que, sin esto, acaso no resultara bello, tu talento y tu inteligencia, que parecen haber ocupado el puesto de toda la voluntad que te falta. Todo lo tuyo es querido para mí y no conozco hombre mejor que tú.
BorÃs Pasternak
La falta de comodidades es fundamental para que el hombre se sienta bien consigo mismo
Willem Frederik Hermans
Suponga que usted se encuentra con un hombre joven, retorcido y atormentado, y trata de entender su comportamiento, y descubre que ha sido criado por un monstruo que odia a la humanidad y que ha trabajado sistemáticamente para paralizar su mente, destruir su auto-confianza, cegar su capacidad de disfrutar y bloquear todo intento de escapatoria. Usted se daría cuenta de que nada podría hacerse con ese hombre o por ese hombre y que nada podría esperarse de él hasta que se le hubiese apartado de la influencia de el monstruo. La civilización occidental está en la posición de ese hombre joven. El monstruo es Immanuel Kant. He mencionado en varios artículos que Kant es el principal destructor del mundo moderno. Mi preocupación primaria, no obstante, no es la de enredarme en polémicas, sino en presentar una aproximación racional a la filosofía, limpia de cualquier influencia kantiana, y también el indicar la conexión con la vida de el hombre aquí, en la tierra- una conexión que Kant ha cortado. Es inútil el estar contra nada, a menos que uno conozca a favor de qué está [... ] Uno no puede empezar con o construir sobre un negativo; solamente estableciendo lo que es bueno uno puede saber lo qué es malvado y por qué [... ] Todos los retorcimientos irracionales de la filosofía contemporánea son kantianos en su origen. El resultado último es el presente estado de el mundo.
Ayn Rand
Ahora la salida del mundo de los hombres hay nada que temer, si existen dioses: porque no implicarían ningún daño. Si no existen, o si no tienen cuidado para la humanidad, entonces, ¿qué es la vida para mí en un mundo sin dioses, o carente de la providencia? Pero sí existen, y que se preocupan por la humanidad:. Y se han puesto totalmente en el poder del hombre para no caer en los verdaderos tipos de daño
Marco Aurelio
Pero en un libro de 'Lecturas para
Mujeres,' no todo debía ser comentarios caseros y canciones de cuna. Se cae también en error cuando, por especializar la educación de la joven,
se la empequeñece, eliminando de ella los grandes asuntos humanos,
aquellos que le tocan tanto como al hombre: la justicia social, el trabajo,
la naturaleza.
Mujeres,' no todo debía ser comentarios caseros y canciones de cuna. Se cae también en error cuando, por especializar la educación de la joven,
se la empequeñece, eliminando de ella los grandes asuntos humanos,
aquellos que le tocan tanto como al hombre: la justicia social, el trabajo,
la naturaleza.
Gabriela Mistral
Oye, dice ese chico que por qué no termino el bachillerato- dijo ella de pronto, mirándole en el espejo.
-¿Qué chico?
-Ese profesor.
-¿Y a él que le importa?
-No hombre, yo digo también lo mismo. Es una pena, total un curso que me falta. Estoy a tiempo de matricularme todavía.
Habían echado a andar otra vez, Ángel se puso serio.
-Mira Gertru, eso ya lo hemos discutido muchas veces. No tenemos que volverlo a discutir.
-No sé por qué.
-Pues porque no. Está dicho. Para casarte conmigo, no necesitas saber latín ni geometría; conque sepas ser una mujer de tu casa, basta y sobra. Además, nos vamos a casar enseguida.
-¿Qué chico?
-Ese profesor.
-¿Y a él que le importa?
-No hombre, yo digo también lo mismo. Es una pena, total un curso que me falta. Estoy a tiempo de matricularme todavía.
Habían echado a andar otra vez, Ángel se puso serio.
-Mira Gertru, eso ya lo hemos discutido muchas veces. No tenemos que volverlo a discutir.
-No sé por qué.
-Pues porque no. Está dicho. Para casarte conmigo, no necesitas saber latín ni geometría; conque sepas ser una mujer de tu casa, basta y sobra. Además, nos vamos a casar enseguida.
Carmen MartÃn Gaite
Como joven, como hombre desinteresado y al servicio de los pueblos, entro a la vida política, no para tener la Provincia a mi servicio, ni para explotarla, sino para ponerme al servicio de ella y laborar incansablemente por su pronto resurgimiento.
Javier de Belaúnde Ruiz de Somocurcio
Soy un hombre cerrado, taciturno, poco sociable, descontento, sin que todo ello constituya una infelicidad para mí, ya que es solamente el reflejo de mi meta. De mi modo de vivir en casa se puede sacar alguna deducción. Vivo en familia con personas bonísimas y afectuosas, más extraño que un extraño. Con mi madre no he cambiado en estos últimos años más de veinte palabras de promedio al día; con mi padre, nada más que el saludo. Con mis hermanas casadas y mis cuñados no hablo en absoluto, sin que esto signifique que esté enojado con ellos. El motivo es sencillamente éste: no tengo absolutamente nada que decirles. Todo cuanto no es literatura me hastía y provoca mi odio, porque me molesta o es un obstáculo para mí, por lo menos en mi opinión
Franz Kafka
Sí, ya sé que Gudrun, salvo en los momentos de excitación, sentía un vacío en su interior. Sentíase insegura. Últimamente, sin embargo, había tenido la impresión de que, mediante el amor fuerte y violento de Gerald, vivía con plenitud. Pero cuando se comparaba con Úrsula, el alma de Gudrum se sentía instatisfecha y celosa. Gudrun no estaba satisfecha, jamás lo estaría.
¿Qué le faltaba? El matrimonio, la maravillosa estabilidad del matrimonio. Dijera lo que dijese, quería esa estabilidad. Había mentido. La vieja idea del matrimonio era correcta. El matrimonio y el hogar. Sin embargo, en sus labios se formaba una mueca cuando pronunciaba estas dos palabras. Pensó en Gerald y en Shortlands, en el matrimonio y en el hogar. Bueno, más valía dejarlo. Gerald significaba mucho para Gudrun, pero... Quizá no fuera mujer apta para el matrimonio. Quizá fuera uno de esos seres exiliados de la vida, una de esas vidas errabundas y sin raíces. No, no, eso no podía ser verdad. De repente, Gudrun imaginó una estancia de color de rosa, en la que un hombre apuesto, vestido de etiqueta, la tomaba en sus brazos, yendo ella con un hermoso vestido de noche, y la besaba a la luz del fuego del hogar. Dio el título «Hogar» a ese cuadro. La factura del cuadro era académica".
¿Qué le faltaba? El matrimonio, la maravillosa estabilidad del matrimonio. Dijera lo que dijese, quería esa estabilidad. Había mentido. La vieja idea del matrimonio era correcta. El matrimonio y el hogar. Sin embargo, en sus labios se formaba una mueca cuando pronunciaba estas dos palabras. Pensó en Gerald y en Shortlands, en el matrimonio y en el hogar. Bueno, más valía dejarlo. Gerald significaba mucho para Gudrun, pero... Quizá no fuera mujer apta para el matrimonio. Quizá fuera uno de esos seres exiliados de la vida, una de esas vidas errabundas y sin raíces. No, no, eso no podía ser verdad. De repente, Gudrun imaginó una estancia de color de rosa, en la que un hombre apuesto, vestido de etiqueta, la tomaba en sus brazos, yendo ella con un hermoso vestido de noche, y la besaba a la luz del fuego del hogar. Dio el título «Hogar» a ese cuadro. La factura del cuadro era académica".
David Herbert Lawrence
Y yo sabía que a pesar de todas las rosas y besos y cenas en restaurantes que un hombre hacía llover sobre una mujer antes de casarse con ella, lo que secretamente deseaba para cuando la ceremonia de boda terminase era aplastarla bajo sus pies como la alfombra de la señora Willard.
Sylvia Plath
Creo que para envejecer, lo mismo que para convertirse en hombre cuando se es un chiquillo, se necesita tener muy buena voluntad. Yo soy un poco distraído y me había olvidado de envejecer. Eso es todo.
Cary Grant
«Abrid los ojos ?concluye el hombre? y observad todo lo que podáis antes de cerrarlos para siempre».
Anthony Doerr
Si hay cosas que pueden existir o no existir, es necesario que esté determinado un tiempo máximo para su existencia y su inexistencia; quiero decir un tiempo durante el cual es posible que la cosa exista con arreglo a cualquier forma de predicación, verbigracia: hombre, blanco, de tres codos u otra cualquiera de las cosas de este tipo.
Aristoteles
No pueden invocarse los problemas que se le presentan a toda teoría moral en situaciones extremas para invalidar las reglas de las situaciones normales. En cualquier esfera de teoría moral, intentamos articular una ética para el hombre basada en su naturaleza y en la naturaleza del mundo, y esto es cabalmente lo que se entiende por naturaleza normal, por el modo usual de fluir la vida, y no por las situaciones raras o anómalas.
Murray Rothbard
Como un cristiano ateo que lucha, tengo mis preguntas y dudas sobre Dios, pero estoy agradecido de que como el hombre ciego que fue sanado, no me hace falta entenderlo todo para creer.
Craig Groeschel
¿Me parece casi inconcebible que incluso individuos inteligentes puedan aún, en contra de toda evidencia, creer en el hombre y en la mayoría, chocando una y otra vez con el mismo obstáculo. ¿Cómo puede uno negar incluso en la actual situación que el ser humano es posible sólo cuando otros seres humanos con más visión le imponen disciplina y prohibiciones, le oprimen para impedir que satisfaga sus impulsos destructivos, que se suicide? ¿Cómo puede uno justificar la democracia? No está suficientemente claro que a no ser que el hombre, el mundo occidental, gane en humildad y prudencia, arrasará y rapiñará con seguridad el globo hasta dejarlo en sus huesos, sin importar que pueda reutilizar los productos químicos o cambiar los métodos de producción de energía? ¿Cómo se puede ignorar que si nos aferramos al dominio del hombre sobre la naturaleza y mantenemos el valor que la vida humana tiene en el mundo occidental, esto nos llevará de cabeza al agujero negro de la extinción? ¿Cómo puede alguien estar tan enfermo como para afirmar que toda vida humana tiene el mismo valor y que la humanidad debe regirse por esta moral, sin tomar en consideración los números? Para mí está claro que cada vez que un niño nace, el valor de la vida decrece ligeramente. Me resulta obvio que la moral que rige en estos tiempos de explosión demográfica es completamente diferente a la que se aplicaba cuando el hombre era una especie escasa y noble, en sus comienzos.
Kaarlo Pentti Linkola
Que la divinidad que está en ti sea guía de un ser varonil, respetable, social, romano, de un jefe que se coloca en su puesto como alguien que, liberado, esperara el toque de retreta para escapar de la vida, sin necesidad de un juramento ni de ningún hombre como testigo[213]. Por dentro, radiante[214] sin necesidad de servidumbre o tranquilidad exteriores. Hay que ser recto, no corregido.
Marco Aurelio
dos factores que hacen difícil que las empresas sean éticas: el primero es que no se plantean la pregunta por el ser humano, por la condición humana, sino que simplemente ven al hombre bajo la categoría de recurso humano; el segundo, y retomando su definición del papel del empresario en la sociedad ?aquel que satisface las necesidades humanas?, es que para expandir su capital y sus espacios de trabajo, el empresario ha creado necesidades ficticias, irreales, que en lugar de beneficiar a la sociedad le aumentan sus niveles de insatisfacción.
Fernando Savater
Te lo entrego no para que recuerdes el tiempo, sino para que de vez en cuando lo olvides durante un instante y no agotes tus fuerzas intentando someterlo. Porque nunca se gana una batalla dijo. Ni siquiera se libran. El campo de batalla solamente revela al hombre su propia estupidez y desesperación, y la victoria es una ilusión de filósofos e imbéciles.
William Faulkner
No quiero ser esa persona, así que paso la mayor parte de mi tiempo en la escuela fingiendo y mintiendo. Se necesita un gran esfuerzo para fingir algo que no eres. No pienso en la música que me gusta, pienso en la música que debería gustarme. Cuando tuve una novia, traté de convencerla de que era el hombre que ella quería que fuera. Cuando estoy en una multitud, me quedo en la retaguardia hasta que pueda encontrar la manera de hacerlos reír. Por suerte, si hay una cosa que se me da bien, es fingir y mentir.
Holly Black
Atreverse; el progreso se obtiene a este precio.
Todas las conquistas sublimes son, más o menos, premios al atrevimiento. Para que la Revolución exista, no basta con que Montesquieu la presienta, ni con que Diderot la predique, ni con que Beaumarchais la anuncie, ni con que Condorcet la calcule, ni con que Arouet la prepare, ni con que Rousseau la premedite; es preciso que Danton se atreva.
El grito «¡Audacia!» es un fiat lux. Para la marcha hacia delante del género humano es preciso que encuentre en las cumbres de la sociedad ejemplos permanentes y altivos de valor. La temeridad deslumbra a la historia, y es una gran luz para el hombre. La aurora es audaz cuando se eleva sobre el horizonte. Intentar, desafiar, persistir, perseverar, ser fiel a sí mismo, hacer frente al destino, asombrar a la catástrofe por el poco miedo que nos infunde, ya sea enfrentándose a los poderes injustos o insultando a la victoria ebria, resistir y persistir; he aquí el ejemplo que necesitan los pueblos y la luz que los electriza. El mismo formidable relámpago va de la antorcha de Prometeo al botafuego de Cambronne.
Todas las conquistas sublimes son, más o menos, premios al atrevimiento. Para que la Revolución exista, no basta con que Montesquieu la presienta, ni con que Diderot la predique, ni con que Beaumarchais la anuncie, ni con que Condorcet la calcule, ni con que Arouet la prepare, ni con que Rousseau la premedite; es preciso que Danton se atreva.
El grito «¡Audacia!» es un fiat lux. Para la marcha hacia delante del género humano es preciso que encuentre en las cumbres de la sociedad ejemplos permanentes y altivos de valor. La temeridad deslumbra a la historia, y es una gran luz para el hombre. La aurora es audaz cuando se eleva sobre el horizonte. Intentar, desafiar, persistir, perseverar, ser fiel a sí mismo, hacer frente al destino, asombrar a la catástrofe por el poco miedo que nos infunde, ya sea enfrentándose a los poderes injustos o insultando a la victoria ebria, resistir y persistir; he aquí el ejemplo que necesitan los pueblos y la luz que los electriza. El mismo formidable relámpago va de la antorcha de Prometeo al botafuego de Cambronne.
Victor Hugo
¡Oh noche! ¡Oh refrescantes tinieblas! ¡Sois para mí señal de fiesta interior, sois liberación de una angustia! ¡En la soledad de las llanuras, en los laberintos pedregosos de una capital, centelleo de estrellas, explosión de linternas, sois el fuego de artificio de la diosa Libertad!
¡Crepúsculo, cuán dulce y tierno eres! Los resplandores sonrosados que se arrastran aún por el horizonte, como agonizar del día bajo la opresión victoriosa de su noche, las almas de los candelabros que ponen manchas de un rojo opaco en las últimas glorias del Poniente, los pesados cortinajes que corro una mano invisible de las profundidades del Oriente, inician todos los sentimientos complicados que luchan dentro del corazón del hombre en las horas solemnes de la vida.
¡Crepúsculo, cuán dulce y tierno eres! Los resplandores sonrosados que se arrastran aún por el horizonte, como agonizar del día bajo la opresión victoriosa de su noche, las almas de los candelabros que ponen manchas de un rojo opaco en las últimas glorias del Poniente, los pesados cortinajes que corro una mano invisible de las profundidades del Oriente, inician todos los sentimientos complicados que luchan dentro del corazón del hombre en las horas solemnes de la vida.
Charles Baudelaire
Dese cuenta de cómo ellos [los que viven de prestado] aceptan cualquier cosa, excepto a el hombre que permanene sólo. Lo reconocen al instante... Hay un odio especial, insidioso, reservado para él. Ellos perdonan a criminales. Ellos admiran a dictadores. El crimen y la violencia son un lazo. Ellos necesitan lazos. Ellos tienen que forzar sus miserables pequeñas personalidades sobre todas las personas con que se encuentren. El hombre independiente los mata.
Ayn Rand
El verdadero artista es el que tiene el poder de crear. Ese poder de hacer algo nuevo, algo jamás oído ni visto, eso es lo más enigmático y misterioso que existe. Ese hombre capaz de crear algo nuevo y grande y verdaderamente original es para mí un "pequeño dios." Y digo hombres "verdaderamente originales y grandes", porque de esos hombres hay pocos. Niño Ricardo fue uno de esos grandes hombres-creadores.
Niño Ricardo
En aquellas horas de amargura en que su vida se quebraba comprendió el valor del amor de una mujer. ¡Una mujer! sólo ella puede querer a un hombre pisoteado por botas de hierro. Allí está él, cubierto de escupitajos, y ella le lava los pies, le desenreda el pelo, acaricia sus ojos que se han vuelto apáticos. Cuanto más le han destruido el alma, cuanto más repugnante se ha convertido y más despreciable para el mundo, más querido es para ella. [... ] No todas las mujeres con las que te acuestas pueden ser tu mujer.
Vasili Grossman
Lo que me gusta del hombre es la inteligencia, el sentido del humor y un cuerpo fantástico. Pero si tiene un cuerpo fantástico puedo olvidar lo demás.
Madelaine de Souvre
Aquél que obtiene una victoria sobre otro hombre es fuerte, pero quien obtiene una victoria sobre sí mismo es poderoso.
Lao-Tsé