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Palabras en caso de muerte

Palabras en caso de muerte. Encuentra docenas de palabras en caso de muerte con fotos para copiar y compartir.


Qué nueva identidad me dio tu muerte, qué nuevo amor con el que hablo contigo, me dio un lenguaje libre de palabras y un infinito amigo.


Beatriz Villacañas


Cuando muere es un día triste. De primavera, creo, de abril. La muerte llevaba ventaja sobre el final de su historia. En vida ya estaba acabado, era demasiado tarde para que muriera, era un hecho desde la muerte del pequeño hermano. Las palabras subyugantes: Todo está consumado


Marguerite Duras




Últimas palabras del doctor Juvenal Urbino, quien deja a la muerte aguardando, hasta ver al motivo de su último aliento y le dice:...Solo Dios sabe cuánto te quise.


Gabriel García Márquez


Sin duda cada ser tiene, en el universo de lo escrito, una obra que le convertirá en lector, suponiendo que el destino favorezca su encuentro.
Lo que Platón dice de la mitad amorosa, ese otro ser que circula por alguna parte y que conviene encontrar a riesgo de permanecer incompleto hasta el día de tu muerte, es todavía más auténtico en el caso de los libros.


Amélie Nothomb


Carta a Ana María Foglia (Mara). 13/01/49 al 22/02/2010
Te fuiste la mañana del 22 de febrero de este año víctima de esa maldita enfermedad (cáncer) a la que peleamos (juntos y terriblemente solos) con la fé de aquellos que independientemente lo duro del presente, no bajan los brazos ante nada.
Nuestra relación fue muy especial debido a que si bién de apariencia distinta, en el fondo, nuestras metas eran las mismas.
Puedo afirmar, sin equivocarme, que el amor que nos teníamos en lo que la vida marcó el final de nuestra relación cotidiana, fue mil veces superior a todos y cada uno de los momentos vividos.
Mara, te quise y te quiero cada día más, y ese amor fue debido a que aprendí a reconocer tus valores, luego surgió el respeto y la admiración hacia el ser que tenía a mi lado.
Te extraño y no puedo entender tu ausencia, porque siempre sentí la necesidad de compartir con vos cada momento. En más de 30 años de nuestra relación, te llamaba montones de veces por día desde el trabajo para hacerte llegar cada pensamiento, cada situación. Si éramos una pareja.
Hace muchos años cuidaste a mi padre en su enfermedad en sus últimos momentos y en aquel entonces surgió una deuda de gratitud que me comprometió a velar por vos y cuidarte por el resto de tus días. Desde 1985 se convirtió en mí en el compromiso de cada día.
Tu família fue tu debilidad y la preocupación de toda tu vida, como vos te convertiste en la mía. Como hermana mayor fuiste durante más de 40 años el soporte económico de tus padres y tus hermanos y yo lo asumí porque te quería y respetaba tus decisiones y además contribuía a ayudarlos. Hoy, mas friamente, y no lo digo por tus padres, pienso que si tuviste que empujar autos más de 40 años para que arrancaran, “el problema estába en los autos”. Tu amor por los tuyos nunca te permitió asumirlo.
Sabés muy bién que este siglo 21 no fue bueno para mí (para ambos). Tu primer cáncer a fines del 2000 seguido de una operación mutilante y la aplicación de radioterapia que te llevó a preguntarme preocupada: “y ahora como seguimos?”. Mi respuesta fue: “Te prefiero así, a muerta, sigamos”. Sé que siempre este tema fue tu preocupación, como me lo manifestaste en varias oportunidades. Creo que nunca llegaste a entender que mi amor por vos era superior a todos los contratiempos. Nunca estuviste bién. Ni física, ni anímicamente. Desde aquel momento fueron muchos los malestares, pero seguimos adelante (juntos y solos). Al poco tiempo falleció mi madre y este fue un hecho que nunca pude superar. Si yo no tenía tu fortaleza Mara. Luego siguieron años malos. Uno peor que otro. Pérdida de amigos, familiares, compañeros. La enfermedad y fallecimiento en 2006 de nuestra perra Chinita (como la peleé, Dios mío), que te cuidó desde tu enfermedad con un cariño y un celo que supera el entendimiento humano. Llegaste a decir a posteriori de su muerte, que Chinita había cambiado roles con vos y se había ido en tu lugar de tanto que te quería. Yo creo que es cierto. Después siguió la pérdida de mi puesto en el trabajo (me permitía a ayudar a miles de personas y lo amaba) por el mismo problema que te arrancó de la vida, el cigarrillo y la falta de consideración hacia los que no éramos fumadores. El deterioro de mi salud, humillaciones en mi trabajo por personas que no entendieron el respeto hacia el otro y cuando parecía que las cosas se iban a acomodar, surgió tu segundo y definitivo cáncer.
Luchamos sólos como también fuí solo el único que peleó todos los días para sacarte de las garras del cigarrillo. En mi soledad, fracasé. Y me atribuyo el fracaso a tu final, no por no pelear, que lo hicimos y mucho, porque respeté tus decisiones, apoyadas por algunos médicos. Pienso que tal vez podríamos haber tomado otro camino y el resultado hubiera sido distinto. Resumiendo, hoy no estás conmigo. Me adjudico el fracaso y te pido perdón, porque yo no me lo perdono.
Cuantos planes tenía para que juntos vivieramos el resto de nuestras vidas. Toda una vida abocada a construir un mañana que no se pudo concretar.
Te acordás? En casa eramos en el 2006 5 seres vivos, vos, yó y “nuestras tres hijas de 4 patas”. Hoy Mara quedamos 2. A pocos días de tu partida, Vaqui, nuestra perrita "cachorra" de más de 18 años y medio, de improviso quiso irse con vos y no pude impedirlo. Dos pérdidas en la casa en menos de 20 días. Quiero creer que debés estar en alguna parte paseando con "las nenas" y a la noche cuando te vás a descansar, Vaqui seguirá durmiendo como siempre, en la almohada encima de tu cabeza y Chinita aprovechará cada hueco que deje tu cuerpo para hacerse un bollito y pegarse a él. Me muero de extrañarlas.
Hoy me queda solo Rayita y te aseguro Mara que la obligación de cuidarla es la principal por no decir la única motivación para seguir viviendo. Han pasado tantas cosas que no puedo rescatar del pasado un solo momento de felicidad.
Respecto a como quedó la relación con tu família (“tus hermanos, a quienes tanto ayudamos”), te cuento que todo se fue al diablo. Inmediatamente después de tu fallecimiento resurgieron como el Ave Fénix aduciendo que les habías dejado todos los ahorros que teníamos para nuestra vejez y amparándose en un artilugio legal, se los apropiaron y me dejaron después de 53 años de trabajo sin nada. Que importante que esa vitalidad que demostraron después de tu muerte la hubieran utilizado en su momento para contribuir a salvar tu vida. Yo no tuve hermanos. Tal vez sea por eso que no los entiendo ni justifico.
Hoy mi vida es como un carrousel en el que las figuras han sido reemplazadas por hechos amargos, pérdidas y luchas en vano. Mi madre, amigos entrañables (el 6 de enero perdí a uno que tenía desde los veinte años), familiares, un trabajo que me dignificaba, mi salud, nuestras hijas de 4 patas (Chinita y Vaqui), el hecho de que vos y yó nos brindamos generosamente durante toda nuestra vida y el reconocimiento llegó en la forma de un despojo. Y principalmente a vos Mara, con quién compartí muchos momentos buenos y también, juntos, afrontamos tantos malos.
Me pregunto Mara si todo esto dá un sentido a nuestras vidas. Tanto esfuerzo. Tanto pelear. Tanto dar. Si yo tendría hoy que estar abocado a llevar adelante mi luto por tu partida y el desconcierto por todo lo sucedido no me permite encontrar el rumbo.
Quisiera que alguién me diga cual es la verdad, porque aparentemente todas las lecciones de vida que me dieron mis mayores estaban equivocadas.
Esta mal ser derecho, generoso, cuidar al prójimo, luchar hasta lo imposible por conservar vivos a quienes queremos, superando nuestras múltiples limitaciones?
Mara. Te amo, te extraño. Siempre te admiré como admiré tu valor, tu lucha y fortaleza para enfrentar tus últimos momentos. No creo llegarte a la altura de tus pies. Te enciendo todos los días una velita para que ilumine tu camino, el de Chinita y el de Vaqui, que estoy seguro te acompañan y para que no sufran el frío terrible de la soledad y dolor que me invade.
Me quedan como consuelo las palabras que dijiste en tu última nochebuena, que quisiste pasar en casa, con quienes realmente te daban su amor y luchaban por tu vida: "mi familia, son ustedes" . Tus perras y tu pareja. También tu último "gracias por cuidarme". Que otra cosa puede hacerse por el ser que uno ama?
Te dejo un poema que amabas y que te daba fuerzas ante la pérdida de tus afectos.
ESTAR JUNTOS
La muerte no es nada, solo me ha deslizado al cuarto contiguo.
Lo que éramos para cada uno, todavía lo somos.
Llámenme por mi viejo nombre familiar,
Háblenme de la misma manera fácil que siempre lo han hecho.
Ríanse como siempre con las pequeñas cosas y momentos que disfrutamos juntos.
Jueguen, ríanse, piensen en mi, recen por mí.
Dejen que mi nombre permanezca en las conversaciones de casa, como siempre ha sido.
Menciónenme sin dificultad: la vida continúa y significa lo que siempre significó
¿Por qué habría de estar yo fuera de sus vidas, solo porque no me pueden ver?
Yo estoy esperando por ustedes a la vuelta de la esquina.
Todo está bien, nada ha pasado, nada se ha perdido, solo unos momentos que pasarán rápido, y todo será como entonces, pero mucho mejor
Y ... PARA SIEMPRE
Jorge


robert ryan


Cuando el hombre se halla cerca de la muerte, sus palabras son sinceras y veraces.


Confucio




En caso de vida o muerte se debe estar con el más prójimo.


Antonio Machado


Los hechos son marionetas de ventrílocuo. Sentados en las rodillas de un hombre sabio emitirán palabras sabias; en caso contrario no dirán nada o dirán tonterías.


Aldous Huxley


Pero algo hay que me siento incapaz de amar: las palabras. He aquí por qué no hago caso de las doctrinas. Carecen de consistencia, de blancura, de color, de perfume, de gusto; solo una cosa tienen: palabras.


Hermann Hesse




Un juego de palabras no justifica habitualmente un golpe a cambio. Pero si el golpe se da por dicha causa, y la muerte se produjo, el jurado sería jueces, tanto de los hechos y el juego de palabras, y podría, si estos últimos eran de carácter agravado, un veredicto de homicidio justificado.


Oliver Wendell Holmes


Quiero decir, en el caso de Sudáfrica, muchos de los que formaban parte de escuadrones de la muerte habría sido miembros respetables de la comunidad blanca, las personas que fueron a la iglesia los domingos, todos los domingos.


Desmond Tutu


Aquellos que nunca han tenido un padre puede, en todo caso nunca se sabe los dulces de perder a uno. Para la mayoría de los hombres de la muerte de su padre es una nueva oportunidad de vida.


Samuel Butler


La fidelidad al pasado puede ser una especie de muerte por encima del suelo. Al escribir sobre el pasado es una resurrección, el pasado, entonces vive en sus palabras y usted es libre.


Jessamyn West




Nuestras palabras o bien traer vida y la victoria o la muerte y la destrucción. Si queremos ser felices, tenemos que tomar en serio las palabras que hablan de la vida que se alinean con la Palabra de Dios.


Joyce Meyer


Vivimos en el dolor por haber dejado el vientre, por haber dejado el pezón, y luego la escuela, luego a casa. En mi caso, se iba matrimonios, y la muerte de mi esposa.


William Shatner


Usted puede cambiar su mundo cambiando sus palabras... Recuerde, la muerte y la vida están en poder de la lengua.


Joel Osteen


De ello se sigue que de las afirmaciones absurdas y falsas - caso de que fueran universales- no puede haber entendimiento, aunque muchos piensen que las entienden, cuando en realidad se limitan a repetir palabras en voz baja o a aprendérselas de memoria.


Thomas Hobbes


Aunque la pornografía es gravemente peligrosa, también es cierto que no se conoce ni un solo caso de muerte provocada por la pornografía.


Jaume Perich


No quiero entrar en el 'que es un secuestrador' discusión aquí, pero lo que es el impuesto sobre el patrimonio? Se trata de una doble imposición en caso de muerte. Los economistas dirán que en realidad no es un impuesto que absorbe los ricos, pero es un impuesto sobre el patrimonio que priva a la inversión empresarial y por lo tanto la creación de empleo.


Paul Ryan


A veces la poesía es el vértigo de los cuerpos y el vértigo de la dicha y el vértigo de la muerte;
el paseo con los ojos cerrados al borde del despeñadero y la verbena en los jardines submarinos;
la risa que incendia los preceptos y los santos mandamientos;
el descenso de las palabras paracaidas sobre los arenales de la página;
la desesperación que se embarca en un barco de papel y atraviesa,
durante cuarenta noches y cuarenta días, el mar de la angustia nocturna
y el pedregal de la angustia diurna;
la idolatría al yo y la disipación del yo;
la degollación de los epítetos, el entierro de los espejos;
la recolección de los pronombres acabados de cortar en el jardín de Epicuro y en el de Netzahualcoyotl;
el solo de flauta en la terraza de la memoria y el baile de llamas en la cueva del pensamiento;
las migraciones de miríadas de verbos, alas y garras, semillas y manos;
los substantivos óseos y llenos de raíces, plantados en las ondulaciones del lenguaje;
el amor a lo nunca visto y el amor a lo nunca oído y el amor a lo nunca dicho:
el amor al amor.


Octavio Paz


La gente a menudo se queja de que la música es demasiado ambigua, que ellos deben pensar cuando escuchan que es tan poco clara, mientras que todo el mundo entiende las palabras. En mi caso, es exactamente lo contrario, y no sólo respecto a un discurso entero, sino también con las palabras individuales. Estas, también, me parece tan ambiguas, tan imprecisas, tan fácilmente malinterpretadas en comparación con la auténtica música, que llena el alma de mil cosas mejores que las palabras. Los pensamientos que me expresan por la música que me gusta no son demasiado indefinidos para expresarse con palabras, sino por el contrario, demasiados definidos.


Felix Mendelssohn


En griego, «regreso» se dice nostos. Algos significa ?sufrimiento?. La nostalgia es, pues, el sufrimiento causado por el deseo incumplido de regresar. La mayoría de los europeos puede emplear para esta noción fundamental una palabra de origen griego (nostalgia) y, además, otras palabras con raíces en la lengua nacional: en español decimos ?añoranza?; en portugués, saudade. En cada lengua estas palabras poseen un matiz semántico distinto. Con frecuencia tan sólo significan la tristeza causada por la imposibilidad de regresar a la propia tierra. Morriña del terruño. Morriña del hogar. En inglés sería homesickness, o en alemán Heimweh, o en holandés heimwee. Pero es una reducción espacial de esa gran noción. El islandés, una de las lenguas europeas más antiguas, distingue claramente dos términos: söknudur: nostalgia en su sentido general; y heimfra: morriña del terruño. Los checos, al lado de la palabra ?nostalgia? tomada del griego, tienen para la misma noción su propio sustantivo: stesk, y su propio verbo; una de las frases de amor checas más conmovedoras es styska se mi po tobe: ?te añoro; ya no puedo soportar el dolor de tu ausencia?. En español, ?añoranza? proviene del verbo ?añorar?, que proviene a su vez del catalán enyorar, derivado del verbo latino ignorare (ignorar, no saber de algo). A la luz de esta etimología, la nostalgia se nos revela como el dolor de la ignorancia. Estás lejos, y no sé qué es de ti. Mi país queda lejos, y no sé qué ocurre en él. Algunas lenguas tienen alguna dificultad con la añoranza: los franceses sólo pueden expresarla mediante la palabra de origen griego (nostalgie) y no tienen verbo; pueden decir: je m? ennuie de toi (equivalente a «te echo de menos» o ?en falta?), pero esta expresión es endeble, fría, en todo caso demasiado leve para un sentimiento tan grave. Los alemanes emplean pocas veces la palabra ?nostalgia? en su forma griega y prefieren decir Sehnsucht: deseo de lo que está ausente; pero Sehnsucht puede aludir tanto a lo que fue como a lo que nunca ha sido (una nueva aventura), por lo que no implica necesariamente la idea de un nostos; para incluir en la Sehnsucht la obsesión del regreso, habría que añadir un complemento: Senhsucht nach der Vergangenheit, nach der verlorenen Kindheit, o nach der ersten Liebe (deseo del pasado, de la infancia perdida o del primer amor).


Milan Kundera


La muerte era? Trató de encontrar la palabra. Insolente. La muerte era una pinche insolencia. Un descaro. Él era simplemente terco. Palabras sueltas. Ideas sencillas.


Paco Ignacio Taibo II


Como ve, todos tenemos en nuestro interior los elementos necesarios para producir fósforo. Es más, déjeme decirle algo que a nadie le he confiado. Mi abuela tenía una teoría muy interesante, decía que si bien todos nacemos con una caja de cerillos en nuestro interior, no los podemos encender solos, necesitamos como en el experimento, oxígeno y la ayuda de una vela. Sólo que en este caso el oxígeno tiene que provenir, por ejemplo, del aliento de la persona amada; la vela puede ser cualquier tipo de alimento, música, caricia, palabra o sonido que haga disparar el detonador y así encender uno de los cerillos. Por un momento nos sentiremos deslumbrados por una intensa emoción. Se producirá en nuestro interior un agradable calor que irá desapareciendo poco a poco conforme pase el tiempo, hasta que venga una nueva explosión a reavivarlo. Cada persona tiene que descubrir cuáles son sus detonadores para poder vivir, pues la combustión que se produce al encenderse uno de ellos es lo que nutre la energía al alma. En otras palabras, esta combustión es su alimento. Si uno no descubre a tiempo cuáles son sus propios detonadores, la caja de cerillos se humedece y ya nunca podremos encender un solo fósforo


Laura Esquivel


Verdaderamente es maravilloso cómo nos dejamos sorprender por palabras y frases que ponen de relieve un aspecto de las cosas, dejando en la oscuridad el aspecto opuesto. Buen ejemplo de esto tenemos y es muy pertinente a la cuestión el recordatorio, en el empleo de las palabras PROTECCIÓN y PROTECCIONISTA en contra del libre cambio, y en la aceptación tácita, por parte de los librecambistas, de la propiedad con que se usan estas voces. Uno de los partidos ha ignorado y el otro no se ha cuidado de patentizar que esa pretendida protección envuelve una agresión, y que el nombre de proteccionista debería cambiarse por el de AGRESIONISTA. Y, no obstante, si para mantener los beneficios de A. se prohíbe a B. que compre a C., o si se impone a B. una multa bajo la forma de derechos de entrada en caso de que compre a C., es evidente que se comete una «agresión» contra B. para proteger a A. El título de AGRESIONISTA es, además, mucho más adecuado a los adversarios del libre-cambio que el bien sonante de PROTECCIONISTA, puesto que para proteger a un productor perjudican a diez consumidores.


Herbert Spencer


Sucede que a veces en el matrimonio las palabras se gastan, que a fuerza de repetirlas van vaciándose lentamente, perdiendo su sentido. No hay caso en volver a emplearlas, el significado de ellas ya no dice lo que semánticamente debiera decir. La pareja puede ser una instancia involuntaria de pérdida de lenguaje.


Marcela Serrano




Y por esto conviene que las almas nobles estén siempre asociadas a sus semejantes: porque ¿quién hay tan firme que no pueda ser seducido?" (Casio)

"Ni las torres de piedra, ni los muros de bronce forjado, ni la presión subterránea, ni los fuertes anillos de hierro, pueden reprimir las fuerzas del alma; Porque la vida cansada de estas barreras del mundo, jamás pierde el poder de libertarse a sí misma. Y pues se esto, sepa además todo el mundo, que de la parte de tiranía que sufro me puedo sustraer cuando quiera." (Casio)

"El abuso de la grandeza existe cuando ésta separa del poder el remordimiento; y a decir verdad de César, nunca ha sabido que sus afectos hayan vacilado más que su razón. "(Bruto)

"Pero es prueba ordinaria que la humildad es para la joven ambición una escala, desde la cual el trepador vuelve el rostro; pero una vez en el más alto peldaño, da la espalda a la escala, alza la vista a las nubes y desdeña los bajos escalones por los cuales ascendió." (Bruto)

"No te lisonjees con la idea lleva en sí una sangre que pueda cambiar de su verdadera calidad, por lo que hace bullir la sangre de ls necios: quiero decir por las palabras almibaradas, las reverencias humillantes y las lisonjas bajas y rastreras "(Cesar)

"Hay lágrimas para su afecto, alegría para su fortuna, honra para su valor, y muerte para su ambición." (Bruto)


William Shakespeare


Mi abuela tenía una teoría muy interesante, decía que si bien todos nacemos con una caja de cerillos en nuestro interior, no los podemos encender solos, necesitamos, como en el experimento, oxígeno y la ayuda de una vela. Sólo que en este caso el oxígeno tiene que provenir, por ejemplo, del aliento de la persona amada; la vela puede ser cualquier tipo de alimento, música, caricia, palabra o sonido que haga disparar el detonador y así encender uno de los cerillos. Por un momento nos sentiremos deslumbrados por una intensa emoción. Se producirá en nuestro interior un agradable calor que irá desapareciendo poco a poco conforme pase el tiempo, hasta que venga una nueva explosión a reavivarlo. Cada persona tiene que descubrir cuáles son sus detonadores para poder vivir, pues la combustión que se produce al encenderse uno de ellos es lo que nutre de energía el alma. En otras palabras, esta combustión es su alimento. Si uno no descubre a tiempo cuáles son sus propios detonadores, la caja de cerillos se humedece y ya nunca podremos encender un solo fósforo. Claro que también hay que poner mucho cuidado en ir encendiendo los cerillos uno a uno. Porque si por una emoción muy fuerte se llegan a encender todos de un solo golpe producen un resplandor tan fuerte que ilumina más allá de lo que podemos ver normalmente y entonces ante nuestros ojos aparece un túnel esplendoroso que nos muestra el camino que olvidamos al momento de nacer y que nos llama a reencontrar nuestro perdido origen divino. El alma desea reintegrarse al lugar de donde proviene, dejando al cuerpo inerte...


Laura Esquivel


Mi abuela tenía una teoría muy interesante, decía que si bien todos nacemos con una caja de cerillos en nuestro interior, no los podemos encender solos, necesitamos oxígeno y la ayuda de una vela. Sólo que en este caso el oxígeno tiene que provenir, por ejemplo, del aliento de la persona amada; la vela puede ser cualquier tipo de alimento, música, caricia, palabra o sonido que haga disparar el detonador y así encender uno de los cerillos. Por un momento nos sentiremos deslumbrados por una intensa emoción. Se producirá en nuestro interior un agradable calor que irá desapareciendo poco a poco conforme pase el tiempo, hasta que venga una nueva explosión a reavivarlo. Cada persona tiene que descubrir cuáles son sus detonadores para poder vivir, pues la combustión que se produce al encenderse uno de ellos es lo que nutre de energía al alma. En otras palabras, esta combustión es su alimento. Si uno no descubre a tiempo cuáles son sus propios detonadores, la caja de cerillos se humedece y ya nunca podremos encender un solo fósforo.
Si eso llega a pasar el alma huye de nuestro cuerpo, camina errante por las tinieblas más profundas tratando vanamente de encontrar alimento por sí misma, ignorante de que sólo el cuerpo que ha dejado inerme, lleno de frío, es el único que podría dárselo.
Por eso hay que permanecer alejados de personas que tengan un aliento gélido. Su sola presencia podría apagar el fuego más intenso, con los resultados que ya conocemos. Mientras más distancia tomemos de estas personas, será más fácil protegernos de su soplo. Hay muchas maneras de poner a secar una caja de cerillos húmeda, pero puede estar segura de que tiene remedio.
Claro que también hay que poner mucho cuidado en ir encendiendo los cerillos uno por uno. Porque si por una emoción muy fuerte se llegan a encender todos de un solo golpe producen un resplandor tan fuerte que ilumina más allá de lo que podemos ver normalmente y entonces ante nuestros ojos aparece un túnel esplendoroso que nos muestra el camino que olvidamos al momento de nacer y que nos llama a reencontrar nuestro perdido origen divino. El alma desea reintegrarse al lugar de donde proviene, dejando al cuerpo inerte...


Laura Esquivel


Amor de mis entrañas, viva muerte,
en vano espero tu palabra escrita
y pienso, con la flor que se marchita,
que si vivo sin mí quiero perderte.

El aire es inmortal. La piedra inerte
ni conoce la sombra ni la evita.
Corazón interior no necesita
la miel helada que la luna vierte.

Pero yo te sufrí. Rasgué mis venas,
tigre y paloma, sobre tu cintura
en duelo de mordiscos y azucenas.

Llena pues de palabras mi locura
o déjame vivir en mi serena
noche del alma para siempre oscura.


Federico García Lorca


El nacimiento de la ciencia fue la muerte de la superstición.


Thomas Henry Huxley


¿De qué otra forma se puede amenazar que no sea de muerte? lo interesante, lo original, sería que alguien lo amenace a uno con la inmortalidad.


Jorge Luis Borges


Nuestra naturaleza está en la acción. El reposo presagia la muerte.


Séneca


Las palabras de un hombre muerto se modifican en las entrañas de los vivientes.


Wystan Hugh Auden


La uniformidad es la muerte; la diversidad es la vida.


Mijail Bakunin


Que si ha de dar un desengaño muerte, mejor es un engaño que da vida.


Lope de Vega


Si la fama solo llega después de la muerte, no tengo prisa en conseguirla.


Marco Aurelio


Siempre te ríes cuando no debes; te consideran cruel y despiadado, cuando, en realidad, eres simplemente resistente y duradero. Pero, si te ríes cuando los otros ríen y lloras cuando los otros lloran, en ese caso tienes que prepararte para morir como ellos mueren y para vivir como ellos viven. Eso significa estar en lo cierto y llevar la peor parte al mismo tiempo. Significa estar muerto, cuando estás vivo, y estar vivo solo cuando estás muerto.


Henry Miller


Para qué mil palabras. Toma solo dos: te quiero.


Janilyz feliciano


Para las mujeres el mejor afrodisiaco son las palabras, el punto g está en los oídos, el que busque más abajo está perdiendo el tiempo.


Isabel Allende