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Palabras para un enfermo grave ( 2 )

Palabras para un enfermo grave. Encuentra docenas de palabras para un enfermo grave con fotos para copiar y compartir.


El Cristo del Evangelio es un demagogo. Por añadidura, padeció un suplicio que desde hace mil novecientos años todos los pueblos cristianos consideran como un grave error judicial.


Anatole France


Está usted equivocado. El Estado y su existencia son esenciales antes de todo lo demás. Toda esta preocupación por la libertad no es grave.


Habib Burguiba




con respecto a las personas crónicamente minadas por males internos, no se consagra a prolongar y amargar su vida con un régimen de paulatinas evacuaciones e infusiones de modo que el enfermo pueda engendrar descendientes que, como es natural, heredarán su constitución


Platón


Y robar a un hombre pobre es delito más grave que robar a uno rico, pues el pobre notará más el daño.


Thomas Hobbes


Tengo el decir enfermo de una niebla lejana, oh Dios, y se me torna de humo la palabra. Yo la deseo límpida... Yo la ambiciono diáfana...


Agustín Acosta


La gracia se da para curar al espíritu enfermo, no para adornar a héroes espirituales


Martín Lutero




Si desea hacer reir, tu rostro debe seguir siendo grave.


Giacomo Casanova


El planeta está enfermo. Es como una fiebre. Tenemos 4 años para sanarlo,si no las consecuencias serán irreparables,es por eso que compongo canciones así... para que el mundo tome conciencia de lo que está pasando


Michael Jackson


El odio es una sombra negra y alargada. En muchos casos, ni siquiera quien lo siente sabe de dónde le viene. Es un arma de doble filo. Al mismo tiempo que herimos al contrincante nos herimos a nosotros mismos. Cuanto más grave es la herida que le infligimos, más grave es la nuestra. El odio es muy peligroso. Y, una vez que ha arraigado en nuestro corazón, extirparlo es una tarea titánica.


Haruki Murakami




La coquetería no excluye la virtud, así como el exterior grave y solemne no excluye el vicio


Ignacio Manuel Altamirano


Equivocarse de destino es también un grave error político.


Gabriel García Márquez


España está en una grave crisis por culpa de tanta ignorancia y pedantería.


Gustavo Bueno


Considero un asunto muy grave el matar a los hombres por creer que están en el error o por algún detalle de interpretación escriturística, cuando sabemos que el más elegido se puede equivocar.


Miguel Servet




Cuando advierto mi inutilidad en el mundo, pienso en aquella tremenda frase de Shakespeare acerca de King Lear, viejo, enfermo y loco: Ya no hacía más que usurpar a la vida


Amado Nervo


Lo grave de que la muerte se acerque no es la propia muerte con lo que traiga o no traiga, sino que ya no se podrá fantasear con lo que ha de venir.


Javier Marías


Las mujeres no quieren escuchar lo que piensas. Las mujeres quieren escuchar lo que ellas piensan -con una voz más grave.


Bill Cosby


Caerá en grave error quien, mirando las cosas superficialmente, piense que nuestro ejército, por llamarse Ejército Rojo, puede prescindir de los representantes del Partido.


Mao Zedong


Es un error grave mirar al pasado con los ojos del presente


Arturo Pérez-Reverte


Los médicos no están para curar, sino para recetar y cobrar; curarse o no es cuenta del enfermo.


Moliere


Si usted amenaza a la gente con que los va a degollar, luego no los degüella, pero los explota, los engancha a un carro, los azota, y dicen bueno por lo menos, se dice eso que es tan grave, de virgencita que me quede como estoy.


José Luis Sampedro


El mejor para el médico, lo mismo que para el enfermo: la certidumbre.


Henrik Ibsen


Administrador que administra y enfermo que enjuaga, algo traga


Pablo Castellano


Cuando una multitud ignorante trata de ver las cosas con sus propios ojos, o por su cuenta y riesgo, corre grave peligro de engañarse.


Nathaniel Hawthorne


Sin un corazón lleno de amor y sin unas manos generosas, es imposible curar a un hombre enfermo de su soledad.


Madre Teresa de Calcuta


No puede ser hermoso lo que es grave.


Anton Pavlovich Chekhov


No queda al enfermo esperanzas cuando el médico aconseja la intemperancia.


Séneca




Tú que eres diferente de todo lo que ha pasado y va a pasar lejos a mi lado, tú las ansias del enfermo: el árbol detrás de la ventana.


Ivan Malinowski


No puede el médico curar bien sin tener presente al enfermo.


Séneca


A enfermo, niño o anciano, hay que tenderles la mano.


Refrán


La tolerancia frente a la intolerancia es el peor de todos los crímenes. Ni siquiera la intolerancia es tan grave.


Arthur Schnitzler


Ninguna situación es tan grave que no sea susceptible de empeorar.


Federico II


Ajedrez

I
En su grave rincón, los jugadores
Rigen las lentas piezas. El tablero
Los demora hasta el alba en su severo
Ambito en que se odian dos colores.

Adentro irradian mágicos rigores
Las formas: torre homérica, ligero
Caballo, armada reina, rey postrero,
Oblicuo alfil y peones agresores.

Cuando los jugadores se hayan ido,
Cuando el tiempo los haya consumido,
Ciertamente no habrá cesado el rito.

En el Oriente se encendió esta guerra
Cuyo anfiteatro es hoy toda la tierra.
Como el otro, este juego es infinito.

II
Tenue rey, sesgo alfil, encarnizada
Reina, torre directa y peón ladino
Sobre lo negro y blanco del camino
Buscan y libran su batalla armada.

No saben que la mano señalada
Del jugador gobierna su destino,
No saben que un rigor adamantino
Sujeta su albedrío y su jornada.

También el jugador es prisionero
(La sentencia es de Omar) de otro tablero
De negras noches y de blancos días.

Dios mueve al jugador, y éste, la pieza.
¿Qué dios detrás de Dios la trama empieza
De polvo y tiempo y sueño y agonías.


Jorge Luis Borges


En Mi Jardín

Sobre el césped los árboles me hablan
del divino poema del silencio.
La noche me sorprende sin sonrisas,
revolviendo en mi alma los recuerdos.

* * *

¡Viento! ¡oye!
¡espera! ¡no te vayas!
¿De parte de quién es? ¿Quién dijo eso?
Besos que yo esperé, tú me has dejado
en el ala dorada de mi pelo.

¡No te vayas! ¡alegra más mis flores!
Y sé, tú, viento amigo mensajero;
contéstale diciendo que me viste,
con el libro de siempre entre los dedos.

Al marcharte, enciende las estrellas,
se han llevado la luz, y apenas veo,
y sé, viento, enfermo de mi alma;
y llévale esta «cita» en raudo vuelo.

...Y el viento me acaricia dulcemente,
y se marcha insensible a mi deseo...


Gloria Fuertes


Toda Tú

Toda tú eres santuario,
toda blanca;
se ha llenado tu cuerpo de designios.
Tienes la santidad de la esperanza
y la paz
generosa
de los lirios.
Toda tú eres milagro,
das tu lecho
de altas arenas
al naciente río;
enciendes en tu sangre
el claro fuego
y con tu carne pueblas el vacío.
Toda tu,
fervorosa,
temerosa,
frente a tu propio territorio vivo,
junto a los ventanales de tu alma,
bajo la blanca sombra de tu espíritu.
Toda tú,
niña,
blanca,
inmaculada,
santificada en el minuto limpio;
más mujer que la tierra,
más fecunda,
innumerable y grave
como un libro.

Cimiento de las horas,
silenciosa;
vértice de mi amor,
toda camino,
toda
inmanchable altura,
toda tiempo,
inflamada de vida,
toda
río.


Manuel José Arce


Cancioncilla de La Esposa

Mariuca, esposica, madre:
Dios te salve
en este día y siempre.
dios te guarde,
y mi corazón de rabia y trigo
y sangre,
esta luz amorosa que en el filo
de las palabras arde.
¡Cuánta pasión, que solo sabe
morder, callar, rugir,
ponerse grave
o niña, desesperarse
porque no puede saltar la carne
y fundirse contigo eternamente,
Mariuca, esposica, madre!

¡Que calle
ese tener que ir a las cosas,
este dejarse
los ojos entre las ideas,
el oleaje
que rompe contra las cuartillas!
¡Hoy es todo Mariuca, esposa, madre!

Reza por mí, Mariuca, esposa.
Yo te rezo a mi modo. Sale
el corazón en ritmo por la boca, me renace
tanto amor que no sé decirte,
y me resuena dentro en los panales
del sentimiento y en los huesos. Dame
la palabra sencilla, la sonrisa
Ingenua de la infancia, madre,
Mariuca, esposica, amor.
Tú me salves.


Ramón de Garcíasol


El Alba Inútil

A los labios del hombre taciturno, la aurora
trajo un ebrio recuerdo de olvidados cantares.
El alba en las pupilas noctámbulas había
sorprendido la angustia de las viejas saudades.
En los círculos hondos de las mustias ojeras
se azulaba un exceso de veladas sensuales.
Vertió el vino de Francia
en la copa vibrante.
-La noche prolongaban
los grises cortinajes-.
Miró la flor marchita
de su frac un instante,
y evocó vagamente:
Casi estaba desnuda
en la fiebre del baile.
El breve seno apenas
velaban los encajes.
Oprimía la espalda
la caricia insinuante
que vagaba furtiva
de deseos. El talle
cedía entre su brazo
como un junco ondulante.
Después... aun más desnuda
la tuvo que en el vals,
y pensó vagamente:
Flor y mujer, vosotras
sólo duráis un baile.
-En la mano brillaba la heráldica sortija
herencia antigua y noble de un tiempo inmemorable.
Trémula entre los dedos fatigados, la copa
despertó una añoranza de mujeres fugaces-.


* * *


Las lámparas habían develado la alcoba.
El alba subrayaba de luz los ventanales.
Las severas efigies de los antepasados
miraban desde el fondo de remotas edades.
Con un grito argentado de dagas, la panoplia
al nieto recordaba las glorias ancestrales.
Dejó la copa exhausta
sobre la mesa grave.
Descorrió silencioso
los grises cortinajes,
y pensó vagamente:
¿Y de todo qué resta
tras el sensual alarde?
Solo una flor marchita
en la seda del traje.
-En las manos del hombre taciturno, la aurora
palideció una huella de victorias cobardes-.


Alberto Angel Montoya


El enfermo quiere su vida, el médico quiere sus honorarios.


Proverbio Africano


El pueblo se inquieta al ver llorar, como si un sollozo fuera más grave que una hemorragia.


Marcel Proust


El viejo es un enfermo sano.


Azorín


Primer Violín

Largamente, hasta tu pie
se azula el mar ya desierto,
y la luna es de oro muerto
en la tarde rosa té.

Al soslayo de la luna
recio el gigante trabaja,
susurrándote en voz baja
los ensueños de la luna.

Y en la lenta palpitación,
más grave ya con la sombra,
viene a tenderte la alfombra
su melena de león.


Leopoldo Lugones