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Poemas cortos de federico garcia lorca ( 3 )

Poemas cortos de federico garcia lorca. Encuentra docenas de poemas cortos de federico garcia lorca con fotos para copiar y compartir.


Cuando El Tiempo Ya Es Ido

Cuando el tiempo ya es ido, uno retorna
como a la casa de la infancia, a algunos
días, rostros, sucesos que supieron
recorrer el camino de nuestro corazón.
Vuelven de nuevo los cansados pasos
cada vez más sencillos y más lentos,
al mismo día, el mismo amigo, el mismo
viejo sol. Y queremos contar la maravilla
ciega para los otros, a nuestros ojos clara,
en donde la memoria ha detenido
como un pintor, un gesto de la mano,
una sonrisa, un modo breve de saludar.
Pues poco a poco el mundo se vuelve impenetrable,
los ojos no comprenden, la mano ya no toca
el alimento innombrable, lo real.


Fina García Marruz


Una Especie de Mi Que No Soy Yo

deja perpleja la estela de la tarde
en esos extraños recorridos
donde el labio estanca su decir.


Concha García




Sensación En El Labio

Me da sorpresa bajar
por la ventura de mis emociones
porque para qué haber estado alta
si la fiebre la produce el recorrido.
Tengo un beso junto a la boca
y un tiempo para que dure
la sensación del beso que recibo
y la inscripción de la sinceridad.
Otro tiempo no lloraré sin saberlo
que es como ahora que por encima
de la conciencia está la voluntad
de sentir un beso junto a la boca.
Si ese beso se parte y va al labio
una senda del beso que se fue
se irá sin mí también
y no será simétrico.
Por eso es gran cosa.

1994


Concha García


Soneto de La Nieve Todavía

Mira cómo se quema el Guadarrama
en sus torres azules. Esa loma
tiene un poco de nieve, una paloma
que ha librado sus alas de la llama.

Qué desierta de pájaros la rama
donde a la luz mi corazón se asoma,
como un clavel de invierno sin aroma
como un campo segado de retama.

Crezco de amor bajo este sol tendido,
y crecen las montañas imitando
el hielo que mi ardor no te ha deshecho.

Bajo un ave de nieve estoy vencido
y están sus alas frías coronando
una sierra de sangre por mi pecho.


José García Nieto


Veo A Diario Tu Casa

Veo a diario tu casa que, encendida
con ese sol, ya casi en primavera,
es la rosa del día más primera
por donde tú apareces a la vida.

Así mi corazón, casa dormida,
tiembla bajo tu sol, y no quisiera
más ventanas de amor, ni más espera
que la de hallarse en tu estación florida.

Veo a tu casa en la alta noche ahora,
la nieve de la luna con las hiedras
de la sombra escalando el muro frío,

como mi corazón, también, que añora
tantos días sin sol sobre sus piedras,
tantas noches sin ti en el pecho mío.


José García Nieto


Prólogo

Me haces daño: chispitas
entre las tapas de pescado, me dueles
esquivando la hora del cine, los tejados
lluvia y lluvia, chap-chap, mira
qué triste soy: un tañir lejos, lejano
albergando el daño, el trocito de fuelle
que ayer chirriaba.

1990


Concha García




La Partida

Contigo, mano a mano. Y no retiro
la postura, Señor. Jugamos fuerte.
Empeñada partida en que la muerte
será baza final. Apuesto. Miro

tus cartas, y me ganas siempre. Tiro
las mías. Das de nuevo. Quiero hacerte
trampas. Y no es posible. Clara suerte
tienes, contrario en el que tanto admiro.

Pierdo mucho, Señor. Y apenas queda
tiempo para el desquite. Haz Tú que pueda
igualar todavía. Si mi parte

no basta ya por pobre y mal jugada,
si de tanto caudal no queda nada,
ámame más, Señor, para ganarte.


José García Nieto


Muda Y Hosca...

Muda y hosca, se niega
a entrar en casa, a pesar
de la noche, a pesar del buen sentido.
Él le habla
con paciencia o la empuja y golpea
con el puño. La insensata materia
que el alma es, su obstinación eficaz
o, contigua y exenta,
esta vibración azul del azul
luminoso y oscuro. Sólo
me m interesa e vacío.
Ocurrió el mismo año
en que frascos y líquidos
se arrojaban contra la pared,
a oscuras, en aquella alcoba
italiana. Eran innumerables
los huesos del cuerpo, incomprensibles
sus nombres. Sincronizado
estrictamente, rápido
y melancólico, con este azul,
aquel salto, olor de carbonilla,
adherido a la piel.

De "Caza nocturna" 1997


Olvido García Valdés


Al Salir A La Calle...

Al salir a la calle, sobre los plátanos,
muy por encima y por detrás de sus hojas
doradas y crujientes, el cielo, muy por encima
azul, intenso y transparente de la helada.
A cuatro bajo cero se respira
el aire como si fuera el cielo
que es el aire lo que se respirara.
Corta y se expande y un instante
rebrota antes de herir. Ritmos
de la respiración y el cielo, uno
lugar del otro, volumen
que quien respira retrajera, puro
estar del mundo en el frío,
de un color azul que nadie viera, intenso,
que nadie desde ningún lugar mirara,
aire o cielo no para respirar.

De "Del ojo al hueso" 2001


Olvido García Valdés




El Lugar Del Crimen

Másalládelasombra
tedelatantusojos,
yteadivinotersa,
comounmapaextendido
deasombroydedeseo.
Datepormuerta
amor,
esunatraco.
Tuslabiosolavida.


Luis García Montero


Heladas Por El Presente

Soy una mujer que se alejó del mar.
El pequeño fin, como dije.
Ponerse la toalla, el pequeño
trozo de pared, pon la mano
y échate sobre mí, un poco lejos,
el pecho es piedra. Sobre mí
deja la cal un rastro de tres dedos,
debió apretar más con el pulgar
que con el índice. Luego esa porquería
de libro y la camarera que nos trajo
la bandeja oxidada el amor
no cabe en fuente alguna tumbas
tierra adentro ondulaciones
de tierra raíces secas brotes
de ramas retorcida hiedra
tierra adentro la mano, la cal,
la bandeja, la camarera,
el mar.

1994


Concha García


Un Conato de Tristeza

Hora de ti bajando la escalera. No puede ser
que un labio sienta tanto desdén cuando mira
lo prieto que está sin quererlo. Me
abruma el rápido desliz con el que bajo
sintiendo la subida.

1988


Concha García


Universos

Narciso

Me gusto en el espejo de tus ojos.

*

Coimbra

Jadeantes callejas en tu busca, amor mío.

*

Barca con tres personajes

En el río del tiempo sonríen y se alejan.

*

El día después

Vuelve el sol. No sabe que te has ido.

*

Otoño

Un solitario fuma en el pretil de un puente.

*

Espejo de una casa de antiguedades

Solo reflejo días olvidados.

*
Desnudo de espaldas

Tu rostro es el del tiempo que nos huye.

*

Domingo junto al mar

Todo lo manchan de ceniza mis ojos.

*

Vaso con rosas

Quien las cortó ya ha muerto.

*
Otra definición del amor

Solo no estaba solo cuando estaba contigo.

*

El foro con lluvia. Roma.

Un murmullo de hexámetros.

De "El pasajero" 1992


José Luis García Martín




1. El Reposo

Es suficiente. Acaso se baste a sí misma
para luego parpadear. No la auguréis
de leve y poco mordaz, es una isla
de altivez escondida, un lloro breve.
La sabiduría del cabizbajo la tiene, empieza
tratados esculpiendo la letra y no ama
con destino, su amor es una sucesión
de sensaciones acunadas en un sueño
que preconiza.

1990


Concha García


Se Oye Levísima La Voz

Se oye levísima la voz
del viento. Suena entre los árboles
quizá como nunca sonó.
La noche nace como un río
de las manos mismas de Dios.

Yo miro desde mi ventana.
Yo no rezo ni lloro. Yo
no pregunto ni espero. Miro.
Te sé mirándome, Señor.
Desorbitadamente quieta
está la noche entre los dos.

¿Qué mandato el de tu palabra?
qué música la de tu voz?
No hay nadie. No, Señor; no hay nadie.
Solo con mi silencio estoy.
Solo contigo. Me das miedo.
¿Y a Ti no te doy miedo yo?

La noche es una espada fría
que amenaza con su fulgor.
Luchamos denodadamente
para ganarnos. ¡Cuánto amor
nos dejamos en la batalla!
Los caballos de mi pasión
piafan inquietos en la sangre,
pero tu ejército es peor.


José García Nieto


Federico Mayor Zaragoza Todo lo que escribe me parece una cursilada con inclinaciones totalitarias. Es como Ramonet y toda esa banda. Dicen que fue el ministro más tonto de la derecha democrática y antes el rector más joven del franquismo. Ahora es un hombre muy adecuado para que le guste a Gallardón.


Federico Jiménez Losantos


Susana Gimenez: "Ay, Charly, ¡qué bueno que saliste de la clínica! ¡Estás más gordito!"

Charly Garcia: "Vos también.


Charly García


La memoria del corazón elimina los malos recuerdos y magnifica los buenos, y gracias a ese artificio, logramos sobrellevar el pasado.


Gabriel García Márquez


Si supiera que hoy fuera la última vez que te voy a ver dormir, te abrazaría fuertemente y rezaría al señor para poder ser el guardián de tu alma.


Gabriel García Márquez


Un hombre solo tiene derecho a mirar a otro hacia abajo, cuando ha de ayudarle a levantarse.


Gabriel García Márquez


Si yo tuviera un corazón, escribiría mi odio sobre el hielo, y esperaría a que saliera el sol.


Gabriel García Márquez


Si supiera que esta fuera la última vez que te vea salir por la puerta, te daría un abrazo, un beso y te llamaría de nuevo para darte más.


Gabriel García Márquez


He aprendido que cuando un recién nacido aprieta con su pequeño puño, por primera vez, el dedo de su padre, lo tiene atrapado por siempre.


Gabriel García Márquez


Una Cara, Un Rumor, Un Fiel Instante...

Una cara, un rumor, un fiel instante
ensordecen de pronto lo que miro
y por primera vez entonces vivo
el tiempo que ha quedado ya distante.

Es como un lento y perezoso amante
que siempre llega tarde el tiempo mío,
y por lluvia o dorado y suave hastío
suma nocturnos lilas deslumbrantes.

Y me devuelve una mansión callada,
parejas de suavísimos danzantes,
los dedos artesanos del abismo.

Y me contemplo ciega y extasiada
a la mágica luz interrogante
de un sonido que es otro y que es el mismo.


Fina García Marruz


"Si Muriera la Poesía"

Si muriera la poesía
seríamos solo carne y huesos,
el alma no se expondría
la razón estallaría.

Sepultados estarían los poetas,
incluyendo las letras,
las musas y los musos,
cenizas serían las canciones.

El corazón sufriría desnutrición,
nos ahogaríamos de pena,
perderíamos la oportunidad de enamorar,
de soñar o llorar
de creer,
de crear.

Dios
se extinguiría
y con él su poesía de los siete días,
yo cada treinta días.


Claudia Lorena García Lara


"Sentires"

Siento; todo.
Bocanadas extasiantes de vida
fulgurantes emociones,
pasiones, enojos,
amor, desamor.
Deleite
a través de mis ojos,
mi boca,
mis manos,
mi cuerpo,
mi olfato
y oído.

Disfruto de la música el movimiento,
somos producto de una bella danza de amor
donde se llaman fuerzas que no se comprenden
de mañana,
de tarde,
o de noche.

Y en esta vida terrena
me escurro por las calles
ganando el pan con el sudor de mi frente,
observando,
pensando en quién sabe cuánta cosa
pero comiendo amor.

Son solo sentires
para que la vida me robe suspiros,
para que mi alma sueñe,
y mi espíritu arda.


Claudia Lorena García Lara




¡Pavonéate al sol si quieres
que en tus sombras te retuerces,
si osas de la virtud la palabra en tu boca,
será fétido aliento pronunciado!


Claudia Lorena García Lara


" Te diré "

Te diré que no hay distancias,
te diré que mi alma en las noches
escapa del espacio y del tiempo para encontrarte,
la Luna es mi cómplice eterna
su brillo está en tus ojos,
tienes ese encanto al que mi corazón accede.

Celoso estará el mar
por saber la forma en que te quiero,
y el aire mi fiel compañero
toma mi mano para llevarme hacia tí,
para hablar a tu oído mientras duermes,
para cuidar tus sueños.

Sueña,
sueña dulce tierno mío
mientras acaricio tu cabello
con la suave brisa del viento,
y con un beso de fuego eterno
besaré tus anhelos.

¡Y de nuevo te diré que te quiero!


Claudia Lorena García Lara


Sonar con el hombre perfecto es como sonar con algo imposible, es que realmente no somos perfectos, solo tenemos cualidades que nos hacen brillar como personas. Si me pidieran describir al hombre perfecto te diria que alguien responsable, alagador, sabio, un hombre que actuar es sumejor idioma, que su obra es algo que se termina. El hombre perfecto sonrie ante la vida, no le teme a nada , es seguro de si mismo, le huye a la mediocridad, es companero, amigo, es esposo, es padre, es hijo.
Pero si me preguntasen cual es tu hombre ideal, te contestaria "Aquel con quien pueda tener infinitas horas de conversacion, ese es mi hombre perfecto"


Liliana Garcia


El amor entre mas lejos lo tengas. ,seguira siendo amor.
El amor entre mas cerca lo tengas. ,seguira siendo distancia....


ISMAEL GONZALEZ GARCIA


yo queria darte mi vida, pero eso es imposible
porque mi vida es prestada, lo único que yo puedo darte es ,el tiempo que me la presten.........


ISMAEL GONZALEZ GARCIA


Calles

Calles de una ciudad que desconozco
con poca gente y viento y lluvia gris.
Espero a quien no llega mientras altas
se encienden luces en ventanas solas
y una mujer pasea en una esquina.
Hay ojos que me miran un instante
y no saben leer palabras que no digo:
"Dame otro nombre, cambia mi destino".

De "Autorretrato de desconocido" 1979


José Luis García Martín


Canción Amarga

En la cara lleva
tres años perdidos
y el frío de las seis de la mañana.

Van a partirte el corazón.
De pronto
la luz apagada,
los pasillos turbios,
la puerta que clava su ruido en la espalda.

Van a partirle el corazón.
Y arrastra
una cadena oscura
de pasiones heladas,
ese frío que cabe solamente
detrás de una palabra.

Y yo la veo caminar,
despacio,
perderse en lo que anda,
fugitiva tristeza que va y viene
de la sombra a la puerta de mi casa.

La luz artificial deja en la calle
el temblor silencioso
de tres barcas ancladas.

cuando ella cruza por mi lado siento
como un golpe de remos
y un murmullo de agua.


Luis García Montero


Reminiscencias

Amor que no devasta no es
amor. Lees a Omar Jayyam en esta
plaza de bronce y de palomas
aún con olor a oriente y desventura.
(Una vez amé, creí que me amarían,
y no fue así; eso es todo. )
Acepta su patética
invitación a la vida, aférrate
al instante que huye, sacude
tanta apagada y vil tristeza,
la ceniza que mancha tus ropas
todavía inocentes, deja
que el amor y el azar levanten fortalezas
de viento y las deshaga el viento
una y otra vez...
Pero tú
no me oyes. Mientras
un duro terrón de tedio
se deshace en la taza de café
(Hoy no hay nadie a quien no envidie
solo por no ser yo), en un rincón paciente
de A Brasileira esperas
que la vida se siente en la silla vacía.

De "Tinta y papel" 1985


José Luis García Martín


A Tu Orilla

A tu orilla he venido. Tengo un otoño, un pájaro
y una voz desusada. Tú me esperas: un río,
una pasión y un fruto. Y tiene nuestro encuentro
el vuelo, la corriente, seguros, proclamados.

He venido a tu orilla con los brazos tendidos
y ahora ya soy la hierba que no termina nunca,
el barro donde el agua sujeta sus mensajes
y la cuna del cauce para mecer tu sueño.

Dime si estoy pendiente de mi diario trabajo,
si basta a tus oídos mi tristísimo verso
o si a mi sombra vive mejor mayo tu carne.

De tu orilla me iría si ahora me dijeras
que te amo solamente como los hombres aman
o que mi voz te suena como todas las voces.


José García Nieto


Secreto

Nos pusimos de acuerdo.

Yo esperaba sin prisa por la esquina,
me hacía el despistado,
hablaba con el niño y los borrachos,
encendía un cigarro o compraba el periódico.

Aparenté no verte
llegar casi sin prisa,
arreglarte un momento en el descapotable,
abrir la puerta,
subir hasta el segundo.

Yo despisté al portero de las barbas rojizas,
y allí,
sin los silencios
del joven que se enfrenta,
sin tu arbolado anillo de goleta
que surca el matrimonio,
a pesar de tus pieles y mi piel,
nos pusimos de acuerdo.


Luis García Montero


El Baile

Porque tu pie no es árbol, sino vuelo,
paloma desmandada, extenso ramo,
la nota más viajera a tu reclamo
solucionó lo grávido del suelo.

Porque tu pie volaba por el cielo
con peso de sonoro miligramo,
la nota más viajera, como un gamo,
buscó lo forestal del violoncelo.

Y, entonces, fue la música. El Danubio
sonaba por un vals, y un gnomo rubio
danzaba entre los vuelos del vestido.

Tu pie giró al impulso de la orquesta,
y en los bosques de Viena una ballesta
fue preparada para herir lo herido.


Ángel García López


Se Descalzan Los Días

Se descalzan los días
para pasar de largo sin que nos demos cuenta.
Son casi despedidas, casi encuentros
-felices pero incómodos-
de cuerpos que se miran
y que aplazan la cita.
Aunque detrás,
suelen quedarnos huellas que no son los recuerdos.

De aquel jardín inculto yo conservo
el hombre que venía a desearte,
a caminar sin ti,
silvestre y solo.
Porque de ti le hablaban las adelfas,
con sus ramas difíciles como muchachas jóvenes,
y las palmeras altas igual que tu desnudo,
y aquel cielo corrido
que buscaba
la luz con que el amor te distingue los ojos.

No envejecemos nunca. Tal vez no envejecemos.

Y ahora puedo decírtelo,
cuando tú me recuerdas las adelfas,
y tu desnudo en arco dibuja una palmera,
y los ojos se nublan
sobre el jardín silvestre de los enamorados.

Tal vez no envejecemos. O es acaso que el tiempo
se quitó los tacones para no molestarnos.
O es acaso el deseo
que camina en los labios todavía descalzo.


Luis García Montero


Jardín

La sonrisa apagada y el jardín en la sombra.
Un mundo entre los labios que se aprietan en lucha.
Bajo mi boca seca que la tuya aprisiona
siento los dientes fuertes de tu fiel calavera.

Hay un rumor de alas por el jardín. Ya lejos,
canta el cuco y otoño oscurece la tarde.
En el cielo, una luna menos blanca que el seno
adolescente y frágil que cautivo en mis brazos.

Mis manos, que no saben, moldean asombradas
el mármol desmayado de tu cintura esquiva;
donde naufraga el lirio, y las suaves plumas
tiemblan estremecidas a la amante caricia.

Sopla un viento amoroso el agua de la fuente...
Balbuceo palabras y rozo con mis labios
el caracol marino de tu pequeño oído,
húmedo como rosa que la aurora regase.

Cerca ya de la reja donde el jardín acaba
me vuelvo para verte última y silenciosa,
y de nuevo mi boca adivina en la niebla
el panal de tus labios que enamora sin verlo,
mientras tus manos buscan amapolas de mayo
en el prado enlutado de mi corbata negra.


Pablo García Baena


Anomalía

No paseo. Ni ando. Voy a casa.
Cayó del monedero el bono-bus
y tengo cinco duros. Ni para
cerveza me queda. Te amé
escrupulosamente. Iba
a charcuterías y te invitaba
a cenar. Eso era una muestra
evidente de mi ternura. No
tengo nada. Nada.

1993


Concha García