Poemas gustave flaubert ( 3 )
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Cuando miramos a la verdad de soslayo o de perfil, siempre la vemos mal. Son pocos los que saben contemplarla de frente.
Gustave Flaubert
Amo el arte, y no creo en él. Me acusan de egoísmo, y no creo en mí más que en otra cosa. Amo la naturaleza, y con frecuencia el campo me parece estúpido. Amo los viajes y detesto menearme.
Gustave Flaubert
La imbecilidad es una roca inexpugnable: todo el que choca contra ella se despedaza.
Gustave Flaubert
Pero la vida de ella era fría como una buhardilla, con tragaluz al norte y donde el hastío, araña silenciosa, tejía su tela en la penumbra por todos los rincones de su corazón.
Gustave Flaubert
Hay que apoyarse sobre los fuertes y sobre lo eterno, y no sobre nuestras pasiones tornasoladas y cambiantes.
Gustave Flaubert
Inclinó hacia atrás el blanco cuello que se dilataba con un suspiro y desfallecida, deshecha en lágrimas con una largo estremecimiento y tapándose la cara, se entregó.
Gustave Flaubert
Creo que la felicidad solo se encuentra al lado de una buena mujer; todo está en encontrarla.
Gustave Flaubert
Porque un imbécil tenga dos pies como yo, en vez de cuatro como un burro, no me creo obligado a quererlo, o al menos, a decir que lo quiero y que me interesa.
Gustave Flaubert
Esta disposición para planear sobre uno mismo es quizá la fuente de toda virtud. Te arranca de la personalidad, lejos de retenerte en ella.
Gustave Flaubert
El contemplar una vida que una pasión violenta -de la índole que sea- ha vuelto miserable es siempre algo más instructivo y altamente moral. Eso rebaja, con una ironía aullante, tantas pasiones banales y manías vulgares, que uno queda satisfecho al pensar que el instrumento humano puede vibrar hasta ese extremo y subir hasta tonos tan agudos.
Gustave Flaubert
Pero no era feliz, no lo había sido nunca. ¿De dónde venía aquella inconsistencia de la vida, aquella podredumbre fulminante de todas las cosas en las que trataba de apoyarse?
Gustave Flaubert
El amor no es lo primero en la vida, sino lo segundo. Es un lecho en el que acuesta uno su corazón para relajarlo. Y uno no puede pasarse todo el día echado.
Gustave Flaubert
Ella no le confesó que había estado enamorada de otro, ni él le dijo que había llegado a olvidarla.
Gustave Flaubert
Soy el hermano en Dios en todo lo viviente, de la jirafa y del cocodrilo tanto como del hombre, y conciudadano de todos los inquilinos del gran caserón amueblado que es el Universo.
Gustave Flaubert
No se debe pedir a los manzanos para las naranjas, Francia para el sol, las mujeres para el amor, la vida de la felicidad.
Gustave Flaubert
Uno no siempre debe creer que el sentimiento es todo. En las artes, no es nada sin forma.
Gustave Flaubert
Cuando entré en tu casa me pareció volver de nuevo al pasado, a uno de esos hermosos crepúsculos tristes del año 1843, cuando aspiraba el aire desde mi ventana, lleno de tedio y con la muerte en el alma.
Gustave Flaubert
El hombre con todo su genio y todo su arte, no es más que un miserable imitador de algo más elevado.
Gustave Flaubert
La faceta ridícula que veo en el amor siempre me impidió entregarme a él. He deseado, en ocasiones, seducir a una mujer, pero con solo pensar en el aspecto extraño que en esos momentos debía de tener, me entraban ganas de reír. Tanto es así que mi voluntad se derretía al fuego de la ironía interior, y dentro de mí cantaba el himno de la amargura y de la irrisión.
Gustave Flaubert
El lenguaje humano es como una olla vieja sobre la cual marcamos toscos ritmos para que bailen los osos, mientras al mismo tiempo anhelamos producir una música que derrita las estrellas.
Gustave Flaubert
León repuso con viveza que casi nadie es capaz de comprender a los seres que tienden hacia un ideal.
Gustave Flaubert
He vivido fuera de todo movimiento, de toda acción, sin hacer nada por la gloria, el placer, la ciencia o el dinero.
Gustave Flaubert
Ser tonto, egoísta y tener buena salud, son las tres condiciones requeridas para ser feliz.
Gustave Flaubert
Vivimos en un mundo donde los hombres se visten con trajes ya confeccionados. Peor para ti si tienes demasiada talla
Gustave Flaubert
Nuestra ignorancia de la historia nos lleva a calumniar a nuestros propios tiempos.
Gustave Flaubert
Que cada uno se contente con ser honesto, quiero decir con cumplir su deber y no fastidiar al prójimo, y entonces todas las utopías virtuosas se verán rápidamente rebasadas.
Gustave Flaubert
A veces tengo grandes hastíos, grandes vacíos, dudas que se ríen en mi cara, en medio de mis satisfacciones más ingenuas. Pues bien: no cambiaré todo eso por nada, pues me parece, en conciencia, que cumplo con mi deber, que obedezco a una fatalidad superior, que hago el Bien, que estoy en lo Justo.
Gustave Flaubert
Cuando los dioses ya no existían y Cristo no había aparecido aún, hubo un momento único, desde Cicerón hasta Marco Aurelio, en que solo estuvo el hombre.
Gustave Flaubert
No estoy con nadie, en ningún sitio, no soy de mi país y puede que tampoco del mundo. Aunque muchos me rodeen, sigo estando solo; por eso los huecos que dejó la muerte en mi vida no aportaron a mi alma un nuevo estado de ánimo, sino que acentuaron ese estado. Yo estaba solo por dentro y ahora estoy también solo por fuera.
Gustave Flaubert
Lo que constituye la fuerza de una obra es el empalme, como se dice vulgarmente, es decir, una larga energía que corre de un extremo a otro y que no flaquea.
Gustave Flaubert
Me gusta rodearme de recuerdos, de igual modo que no vendo mis trajes viejos. A veces subo a verlos al desván donde los guardo y recuerdo los tiempos en que aún estaban nuevos y en todas las cosas que hice cuando los llevaba.
Gustave Flaubert
No creo en el remordimiento: es una palabra de melodrama que jamás consideré auténtica.
Gustave Flaubert
No soy ruiseñor, sino urraca de grito agrio que se oculta en el fondo de los bosques para no ser oída sino por ella misma.
Gustave Flaubert
¡Camina, venga, no mires hacia atrás ni hacia adelante; pica piedras como un peón, con la cabeza gacha, latiéndote el corazón siempre, siempre!
Gustave Flaubert
Se dejaba ir en el balanceo de las melodías y se sentía vibrar de pies a cabeza, como si los arcos de los violines se pasearan por sus nervios.
Gustave Flaubert
Desde entonces, el recuerdo de León fue como el centro de su hastío; chisporroteaba en él más fuerte que en una estepa de Rusia, un fuego de viajeros abandonado en la nieve.
Gustave Flaubert