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Refran el buen juez por su casa empieza ( 28 )

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Nixon. Era un hombre sin dignidad. Cada vez más gente veía que era un farsante, pero él, lejos de dimitir, se aferraba a la Casa Blanca soltando bravatas, ofuscando, amenazando y mintiendo, mintiendo y mintiendo.


Ken Follett


Todos los seres humanos sufrimos y es lo único que nos une, todos tenemos encima nuestro enorme sufrimiento. Algunos, son muy espectaculares como el que cuenta Mario Conde en su libro, pero, salga ústed a la calle y cada hombre, cada mujer, cada familia, es un drama... A lo mejor algunos cambiarían un tiempo de estancia de cárcel por no verse privados de la casa que se la va a quitar el banco, por ver a sus hijos que tienen 35 años y no encuentran trabajo, por preguntarse cual es el porvenir de sus nietos. Muchos estarían dispuestos a pagar tres meses de prisión antes de seguir con ese sufrimiento.


Mario Conde




Habla Carlos Gardel; queridos amigos de la América Latina, de mi tierra y de mi raza: la Casa Víctor quiere que les anuncie la firma reciente de mi contrato de exclusividad con ella, y yo lo hago muy gustoso porque sé que nuestras grabaciones serán cada vez más perfectas y encontrarán en ustedes oyentes cordiales e interesados.


Carlos Gardel


Los cronopios, en cambio, esos seres desordenados y tibios, dejan los recuerdos sueltos por la casa, entre alegres gritos, y ellos andan por el medio y cuando pasa corriendo uno, lo acarician con suavidad y le dicen: 'No vayas a lastimarte', y también: 'Cuidado con los escalones'.


Julio Cortázar


Las rosas son rojas,
La violetas azul turquesa,
Ven pronto a casa,
Lo conseguiremos, princesa.


Marcia Grad


No tengo miedo de que se me caiga la corona. Si hiciera la vida que llevaba antes, sería peor. Tenemos una mini crisis y nosotros la enfrentamos. Al estar acá, demuestro que soy de la casa.


Diego Maradona




Aunque ser distinta signifique ser maravillosa, de igual manera trae problemas. Quizá la solución es ser distinto a solas, escondido, en tu casa, en tu pieza, a lo más con un amigo al frente, pero nada de actuar fuera de lo normal en la calle, delante de otras personas, y mucho menos en el colegio. Si no, al final uno termina solo.


Roberto Fuentes


El hombre recorre el mundo buscando lo que necesita, y cuando llega a su casa lo encuentra.


Thomas Moore


¿Sabes por qué se llama síndrome premenstrual?

?No te atreverás ?amenazó ella?. Sólo las mujeres pueden hacer chistes de eso.

?Porque la expresión «enfermedad de las vacas locas» ya estaba cogida.

Al diablo la sartén. Miró a su alrededor buscando un cuchillo.

?Sal de esta casa.


Linda Howard




En la nochevieja tu no acabas de comerte la uva número doce, y a tu casa suena siempre el mismo, [... ] en todas las casas está el que llama tras la uva número 12, que un año estamos por decírselo; Braulio, de verdad, cómete las uvas tranquilo. Por que ese hombre está sufriendo con el número marcado diciendo: "Na más den la uva número 12 llamo.


Manuel Sánchez Vázquez


Mi casa está donde yo esté.




Solo después de casarse descubrió Galip que en la vida de aquella persona anónima a la que las estadísticas y los encasillamientos burocráticos llaman "ama de casa" (aquella mujer con detergente e hijos que Galip jamás había podido relacionar con Rüya) existía una región así de secreta, así de misteriosa y así de resbaladiza.


Orhan Pamuk


Si el Everton jugara en el jardín de mi casa, correría las cortinas.


Bill Shankly




La gente sólo se casa cuando no tiene más remedio, por pánico o porque anda desesperada o para no perder a alguien a quien no soporta perder. Siempre hay mucha chaladura en lo que parece más convencional.


Javier Marías


Relato recibido de Rhonda y Bob Baines De: Rhonda y Bob Baines Para: T. Harv Eker Asunto: ¡Nos sentimos libres! Fuimos al Mente Millonaria Intensivo sin saber realmente lo que podíamos esperar. Quedamos muy impresionados con los resultados. Antes de asistir al seminario estábamos teniendo muchos problemas de dinero. Parecía que nunca progresábamos. Continuamente estábamos endeudados y no sabíamos por qué. Liquidábamos los gastos de nuestras tarjetas de crédito (por lo general, con el dinero de una bonificación grande obtenida en el trabajo) sólo para volver a endeudarnos al cabo de seis meses. No importaba cuánto dinero ganásemos. Estábamos muy frustrados y discutíamos mucho. Entonces asistimos al Mente Millonaria. Mientras te escuchábamos, mi marido y yo no dejábamos de apretarnos mutuamente la pierna y de sonreír y mirarnos. Oímos una gran cantidad de información que nos hacía decir: «No me extraña», «Ah, es por eso», «Ahora todo tiene sentido». Estábamos muy emocionados. Aprendimos lo distinto que pensamos él y yo en lo referente al dinero; él gastaba y yo ahorraba: ¡qué horrible combinación! Después de oír la información, dejamos de culparnos uno al otro, empezamos a comprendernos mutuamente y, a la larga, comenzamos a apreciarnos y amarnos más. Ha pasado casi un año y seguimos sin discutir por el dinero: sólo hablamos de lo que aprendimos. Ya no estamos endeudados; de hecho, tenemos dinero ahorrado, por primera vez en dieciséis años: ¡sí! Ahora no sólo tenemos dinero para nuestro futuro, sino que también tenemos el suficiente para nuestros gastos normales de cada día, para juegos, educación, ahorros a largo plazo para una casa, e incluso para compartir y dar. Es una sensación maravillosa saber que podemos emplear dinero en esas áreas y no sentirnos culpables por haberlo destinado y dedicado a esos fines. Nos sentimos libres. Muchas gracias, Harv.


T. Harv Eker


Nadie mejor para espiar las acciones de los demás que aquellos a quienes nada les importan esas acciones. ¿Por qué este señor nunca viene antes de que oscurezca?; ¿por qué este otro no cuelga la llave en su respectivo clavo de la portería, los jueves?; ¿por qué camina siempre por callejuelas?; ¿por qué la señora desciende siempre del coche de alquiler antes de llegar a su casa?; ¿por qué mandará a comprar un cuadernillo de papel de cartas, cuando tiene repleto de papel su escritorio?, etcétera, etcétera. Hay personas que, con tal de saber el secreto de tales enigmas, que les son por completo indiferentes, gastan más dinero, consumen más tiempo y se toman más trabajo de lo que se necesitaría para ejecutar diez buenas acciones; y lo hacen gratuitamente, por placer, sin que su curiosidad reciba otro premio que la propia curiosidad. Seguirán a éste o aquél durante días enteros, se quedarán como centinelas largas horas en las esquinas, bajo los portales, de noche, con frío y con lluvia, corromperán a los criados, emborracharán a los cocheros y a los lacayos, comprarán a la doncella, sobornarán a un portero... ¿Y todo eso para qué? Para nada. Por el solo afán de ver, de saber y de penetrar en vidas ajenas. Pura comezón de murmurar. Y, con frecuencia, una vez conocidos estos secretos, publicados estos misterios, descifrados estos enigmas, acarrean catástrofes, duelos, quiebras, ruinas de familias, existencias amargadas, con gran placer de aquellos que lo han "descubierto todo", sin interés, por puro instinto. Es algo realmente triste.

Ciertas personas son malas únicamente por necesidad de hablar. Su conversación, charla en el salón, diálogo en la antecámara, es como esas chimeneas que consumen rápidamente la leña, necesitan mucho combustible, y el combustible es el prójimo.


Victor Hugo


Lo último que quiero es entrar a mi casa después de un largo día y ver todos los Grammys y premios. Me haría sentir rara.


Alicia Keys


En el fútbol se rompe un balon y se cambia, en baloncesto igual, en el tenis rompes la raqueta y tienes mas... aqui si se te rompe el motor te vas para casa


Luis Rodríguez Moya


Duermes, imsonme cruzo la casa y te busco intranquilo, porque sueño a tu lado aunque no duermas conmigo.


Ismael Serrano


La oposición dice que me vaya a mi casa: ¿A cual?, tengo veinte


Silvio Berlusconi


¡Qué vidrios se me clavan en la lengua!
Porque yo quise olvidar
y puse un muro de piedra
entre tu casa y la mía.
Es verdad. ¿No lo recuerdas?
Y cuando te vi de lejos
me eché en los ojos arena.
Pero montaba a caballo
y el caballo iba a tu puerta.
Con alfileres de plata
mi sangre se puso negra,
y el sueño me fue llenando
las carnes de mala hierba.
Que yo no tengo la culpa,
que la culpa es de la tierra
y de ese olor que te sale
de los pechos y las trenzas.


Federico García Lorca


Están destruyendo a esta familia porque creen que se merecen la casa más bonita


E. Lockhart


Algunos dicen que soy cruel, algunos dicen que estoy triste. Desde que un hermano rompe tu casa y te roba...


Big L


Y así, de feuille en aiguille, pienso en esos estados excepcionales en que por un instante se adivinan las hojas y las lámparas invisibles, se las siente en un aire que está fuera del espacio. Es muy simple, toda exaltación o depresión me empuja a un estado propicio a
lo llamaré paravisiones
es decir (lo malo es eso, decirlo)
una aptitud instantánea para salirme, para de pronto desde fuera aprehenderme, o de dentro pero en otro plano,
como si fuera alguien que me está mirando
(mejor todavía ?porque en realidad, no me veo? : como alguien que me está viviendo).
No dura nada, dos pasos a la calle, el tiempo de respirar profundamente (a veces al despertarse dura un poco más, pero entonces es fabuloso)
y en ese instante sé lo que soy porque estoy exactamente sabiendo lo que no soy (eso que ignoraré luego astutamente). Pero no hay palabras para una materia palabra y visión pura, como un bloque de evidencia. Imposible objetivar, precisar ese defectividad que aprehendí en el instante y que era clara ausencia o claro error o clara insuficencia pero
sin saber de qué, qué.
Otra manera de tratar de decirlo: Cuando es eso, ya no estoy mirando hacia el mundo, de mí a lo otro, sino que por un segundo soy el mundo, el plano de fuera, lo demás mirándome. Me veo como pueden verme los otros. Es inapreciable: por eso dura apenas. Mido mi defectividad, advierto todo lo que por ausencia o defecto no nos vemos nunca. Veo lo que no soy. Por ejemplo (esto lo armo de vuelta, pero sale de ahí): hay enormes zonas a las que no he llegado nunca, y lo que no se ha conocido es lo que se es. Ansiedad por echar a correr, entrar en una casa, en esa tienda, saltar a un tren, devorar todo Jouhandeau, saber alemán, conocer Aurangabad... Ejemplos localizados y lamentables pero que pueden dar una idea. (¿una idea?)
Otra manera de querer decirlo: Lo defectivo se siente más como una pobreza intuitiva que como una mera falta de experiencia.


Julio Cortázar


No debes tirar piedras si vives en una casa de cristal, y si tienes una mandíbula de cristal, debes ver tu boca: porque yo te rompo la cara.


50 Cent


Por lo tanto, un enemigo es tan deseable como un tesoro que, sin ningún esfuerzo de mi parte apareciera en mi propia casa, porque un enemigo es mi ayudante en el camino que conduce al despertar.


Shantideva




No he venido a dejar mis convicciones en la puerta de la Casa Rosada


Néstor Kirchner


Al menos de que seas un desnutrido e iletrado asiático con exactamente 1.04 vaginas y.96 testículos, viviendo en una casa precaria, no calificas como normal, sino como anormal, subnormal, supernormal, paranormal, o cualquier otra variedad de normal.


Robert Anton Wilson


19/abril/1943 16:20h. Tomo por vía oral 0,5 cc de solución mitad acuosa mitad promil de tartrato de dietilamida = 0,25 mg de tartrato. Tomada diluida con aproximadamente 10 cc de agua. Tiene mal gusto.
17:00h. Comienzan los mareos, sensación de ansiedad, distorsiones visuales, síntomas de parálisis, deseo de reír.
Suplemento 21/abril: Viajo a casa en bicicleta.
De 18:00 - 20:00h aprox. Crisis más severa. (Véase el informe especial).
Aquí terminan las notas en mi cuaderno de laboratorio. Fui capaz de escribir las últimas palabras pero con un gran esfuerzo. A estas alturas ya estaba claro para mí que el LSD había sido la causa de la notable experiencia del viernes anterior, con percepciones alteradas que eran del mismo tipo que las anteriores, sólo que mucho más intensas. Tuve que luchar para hablar de manera inteligible. Le pedí a mi asistente de laboratorio, que estaba informado del auto-experimento, que me acompañara a casa. Fuimos en bicicleta, no hay automóviles disponibles debido a las restricciones sobre su uso en tiempo de guerra. De camino a casa, mi estado comenzó a asumir formas amenazadoras. Todo en mi campo de visión fluctuaba y estaba distorsionado, como si me viese en un espejo curvo. También tuve la sensación de ser incapaz de moverme de ese sitio. Sin embargo, mi asistente me dijo más tarde que habíamos viajado muy rápidamente. Finalmente, llegamos al hogar sanos y salvos, y yo apenas fui capaz de pedirle a mi compañero que llamase a nuestro médico de cabecera y pidiese leche a los vecinos.
A pesar de mi estado delirante, desconcertado, tenía breves períodos de pensamiento claro y eficaz - y elegí tomar leche como un antídoto inespecífico contra el envenenamiento.


Albert Hofmann


Si aquella noche el rostro de Inés se me mostró en las facciones de Bob, si en algún momento el fraternal parecido pudo aprovechar la trampa de un gesto para darme a Inés por Bob, fue aquella, entonces, la última vez que vi a la muchacha. Es cierto que volví a estar con ella dos noches después en la entrevista habitual, y un mediodía en un encuentro impuesto por mi desesperación, inútil, sabiendo de antemano que todo recurso de palabra y presencia sería inútil, que todos mis machacantes ruegos morirían de manera asombrosa, como si no hubieran sido nunca, disueltos en el enorme aire azul de la plaza, bajo el follaje de verde apacible en mitad de la buena estación.

Las pequeñas y rápidas partes del rostro de Inés que me había mostrado aquella noche Bob, aunque dirigidas contra mí, unidas a la agresión, participaban del entusiasmo y el candor de la muchacha. Pero cómo hablar a Inés, cómo tocarla, convencerla a través de la repentina mujer apática de las dos últimas entrevistas. Cómo reconocerla o siquiera evocarla mirando a la mujer de largo cuerpo rígido en el sillón de su casa y en el banco de la plaza, de una igual rigidez resuelta y mantenida en las dos distintas horas y los dos parajes; la mujer de cuello tenso, los ojos hacia delante, la boca muerta, las manos plantadas en el regazo. Yo la miraba y era ?no?, sabía que era ?no? todo el aire que la estaba rodeando.


Juan Carlos Onetti


Los hoteles son la única casa verdadera porque, como la vida, te pertenecen sólo unos momentos. Te


Guillermo Fadanelli


No te mueras en mi casa...


Gustavo Cerati


«Así dijo el Señor Dios: Cuando habré reunido la casa de Israel de entre los pueblos por los que están dispersos y estaré santificado en ellos a la vista de las naciones, entonces ellos vivirán en la tierra que di a mi siervo Jacob y en la que han vivido vuestros padres, y ellos vivirán en aquella tierra, y vivirán ellos y sus hijos y los hijos de sus hijos para siempre».


Leon Uris


LADY MACBETH: ¿Quieres lograr
lo que estimas ornamento de la vida
y en tu propia estimación vivir como un cobarde,
poniendo el "no me atrevo" al servicio del "quiero"
como el gato del refrán?

MACBETH: ¡Ya basta! Me atrevo
a todo lo que sea digno de un hombre,
quien se atreva a más, no lo es.


William Shakespeare


La guerra del diablo es mejor que la paz del diablo. Éste sospecha que la santidad es tonta. Cuando al perro lo sacan afuera de la casa aúlla hasta que lo vuelven a dejar entrar?. ?Los encuentros de contrarios, como el fuego y el agua, tienen conflicto entre sí. Cuando Satanás encuentra un corazón santificado, lo tienta importunándolo en gran medida. Donde hay mucho de Dios y de Cristo, hay muchos ataques por los que muchos fieles han sido tentados a dudar.


J.C. Ryle


¿cuál es el propósito de la posesión? ?preguntó Karras con el ceño fruncido?. ¿Qué sentido tiene? ?¿Quién lo sabe? ?respondió Merrin?. ¿Quién puede tener la esperanza de saber? ?Pensó un momento. Después continuó sondeando?: Pero yo creo que el objetivo del demonio no es el poseso, sino nosotros... los observadores... cada persona de esta casa. Y creo... creo que lo que quiere es que nos desesperemos, que rechacemos nuestra propia humanidad, Damien, que nos veamos, a la larga, como bestias, como esencialmente viles e inmundos, sin nobleza, horribles, indignos. Y tal vez ahí esté el centro de todo: en la indignidad. Porque yo pienso que el creer en Dios no tiene nada que ver con la razón, sino que, en última instancia, es una cuestión de amor, de aceptar la posibilidad de que Dios puede amarnos... Merrin


William Peter Blatty


Oye, dice ese chico que por qué no termino el bachillerato- dijo ella de pronto, mirándole en el espejo.
-¿Qué chico?
-Ese profesor.
-¿Y a él que le importa?
-No hombre, yo digo también lo mismo. Es una pena, total un curso que me falta. Estoy a tiempo de matricularme todavía.

Habían echado a andar otra vez, Ángel se puso serio.

-Mira Gertru, eso ya lo hemos discutido muchas veces. No tenemos que volverlo a discutir.

-No sé por qué.

-Pues porque no. Está dicho. Para casarte conmigo, no necesitas saber latín ni geometría; conque sepas ser una mujer de tu casa, basta y sobra. Además, nos vamos a casar enseguida.


Carmen Martín Gaite


Soy un hombre cerrado, taciturno, poco sociable, descontento, sin que todo ello constituya una infelicidad para mí, ya que es solamente el reflejo de mi meta. De mi modo de vivir en casa se puede sacar alguna deducción. Vivo en familia con personas bonísimas y afectuosas, más extraño que un extraño. Con mi madre no he cambiado en estos últimos años más de veinte palabras de promedio al día; con mi padre, nada más que el saludo. Con mis hermanas casadas y mis cuñados no hablo en absoluto, sin que esto signifique que esté enojado con ellos. El motivo es sencillamente éste: no tengo absolutamente nada que decirles. Todo cuanto no es literatura me hastía y provoca mi odio, porque me molesta o es un obstáculo para mí, por lo menos en mi opinión


Franz Kafka


La casa de los Iniciados gnósticos debe estar llena de belleza. Las flores que embalsaman el aire con su aroma, las bellas esculturas, el orden perfecto y el aseo hacen de


Samael Aun Weor


quiero decir otra cosa, casi inasible: que el "alma" (mi yo-no-uñas) es el alma de un cuerpo que no existe. El alma empujó quizá al hombre en su evolución corporal, pero está cansada de tironear y sigue sola adelante. Apenas da dos pasos
se rompe el alma ay porque su verdadero cuerpo no existe y la deja caer plaf.
La pobre se vuelve a casa, etc., pero esto no es lo que yo. En fin.


Julio Cortázar