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Testigos

Testigos. Encuentra docenas de testigos con fotos para copiar y compartir.


Muchos son los buenos, si se da crédito a los testigos; pocos, si se toma declaración a su conciencia.


Francisco de Quevedo


La conciencia vale por mil testigos.


Marco Aurelio




Se dice que existen tres clases de testigos: Los que han visto bien, pero dudan de lo que han visto. Los que han visto mal, pero creen haber visto bien. Y los que no han visto nada y aseguran haber visto todo.


Marco Aurelio Almazán


El verdadero dolor es el que se sufre sin testigos.


Marco Valerio Marcial


Es la vida la que da a la vida, mientras que vosotros, que os consideráis donantes, no sois más que testigos.


Khalil Gibran


La conciencia hace que nos descubramos, que nos denunciemos o nos acusemos a nosotros mismos, y a falta de testigos declara contra nosotros


Michel de Montaigne




El verdadero valor consiste en hacer uno sin testigos lo que sería capaz de hacer ante todo el mundo.


Francisco de La Rochefoucauld


Todas las acciones cumplidas sin ostentación y sin testigos me parecen más loables.


Cicerón


La historia es opaca. Ves lo que ha resultado, no es el guion que ha producido los eventos, El generador de sucesos históricos no equivale a los propios sucesos, del mismo modo que para leer la mente de los dioses no basta con ser testigos de sus actos


Nassim Nicholas Taleb




La lucha se gana o se pierde lejos de testigos - en la retaguardia, en el gimnasio, y por ahí en el camino, mucho antes de que yo bailo bajo esas luces.


Muhammad Alí


Hay una ambición que deberían tener todos los escritores: ser testigos y gritar cada vez que se pueda y en la medida de nuestro talento, por quienes se hallan en servidumbre


Albert Camus


Los jueces son personas susceptibles. Ejeee... ¿Sabéis? Se cansan, como nosotros, cuando insistes y ellos ya han tomado la decisión. Hay un momento en que... ¿Me seguís? El juez está sentado con sus asesores y el veredicto ya está allí. No le afectarán más testigos. Hemos causado ya una impresión concreta con nuestros testigos, con el interrogatorio a los testigos de la acusación.


Nadine Gordimer


Con dos en una cama; sobran testigos, cura y juez


Joaquín Sabina




Tendemos a desconfiar increíblemente de nuestras percepciones cuando ya son pasado y no se ven confirmadas ni ratificadas desde fuera por nadie, renegamos de nuestra memoria a veces y acabamos por contarnos inexactas versiones de lo que presenciamos, no nos fiamos como testigos ni de nosotros mismos


Javier Marías


Siempre es levemente siniestro volver a los lugares que han sido testigos de un instante de perfección


Ernesto Sabato


Los ojos son testigos más exactos que los oídos.


Heráclito


Poema a la amistad Amigos
Amigos... siempre seremos amigos
para contar alegrías y tristezas, una a una
y así tendremos como testigos
al sol, al viento, a la noche, o a la luna.

Viajaremos por mundos distantes
para buscar con todo el empeño
¡ Seremos como el caminante
que cabalga buscando su sueño!.

Amigos siempre sobre todas las cosas
como van unidos espinas y rosas
sin que importe nunca distancia ni tiempo
tú serás la lluvia... yo tal vez el viento.

Yo así seguiré como lo hacen pocos,
buscando en la vida mis sueños locos
y si algo pasara ¡Escucha lo que te digo
por todos los tiempos, yo seré tu amigo!


Diego Torrente


Mi corazón único y noble tiene sus testigos en todos los países del amor que a tientas despertarán; y cuando el sueño ciego caiga sobre los sentidos en acecho será sensual el corazón aunque haya cinco ojos que se quiebren.


Dylan Thomas


Misterio

Si tu alma pura es un broche
que para abrirse a la vida
quiere la calma adormecida
de las sombras de la noche;

Si buscas como un abrigo
lo más tranquilo y espeso,
para que tu alma y tu beso
se encuentren solo conmigo;

Y si temiendo en tus huellas
testigos de tus amores,
no quieres ver más que flores,
más que montañas y estrellas;

Yo sé muchas grutas, y una
donde podrás en tu anhelo,
ver un pedazo de cielo
cuando aparezca la luna.

Donde a tu tímido oído
no llegarán otros sones
que las tranquilas canciones
de algún ruiseñor perdido.

Donde a tu mágico acento
y estremecido y de hinojos,
veré abrirse ante mis ojos
los mundos del sentimiento.

Y donde tu alma y la mía,
como una sola estrechadas,
se adormirán embriagadas
de amor y melancolía.

Ven a esta gruta y en ella
yo te daré mis desvelos,
hasta que se hunda en los cielos
la luz de la última estrella.

Y antes que el ave temprana
su alegre vuelo levante
y entre los álamos cante
la vuelta de la mañana.

Yo te volveré al abrigo
de tu estancia encantadora,
donde el recuerdo de esa hora
vendrás a soñar conmigo...

Mientras que yo en el exceso
de la pasión que me inspiras
iré a soñar que me miras,
e iré a soñar que te beso.


Manuel Acuña


Hoy me dio la gana de ser masoquista,
hoy me dio la gana de soñar contigo,
hoy me dio la gana de ser optimista,
hoy me dio la gana de estar contigo…
Hoy no quiero ayuda,
hoy no quiero testigos,
hoy quiero creerme el cuento de que estás conmigo.
Hoy imaginare que estas a mi lado,
hoy voy a permitirme viajar al pasado sin buscar excusas. Hoy sin nombrar culpables y aun sabiendo que me estoy haciendo daño; mi fe se hace grande y también este engaño porque hoy me dio la gana de estar contigo.


Yinellis González


Visité a mi amigo.

Hoy visité un amigo,
Un amigo que partió hace algún tiempo,
Una amistad sincera,
Amistad forjada al calor de controversias, de efímeros debates de la vida diaria,
del presente y del futuro, de lo terrenal y lo celestial,
de celos de padre,
Unas veces con lágrimas de orgullo y corazón quebrantado,
otras de alegres momentos y tristes momentos, de concejos invaluables, inolvidables,
Un amigo de convicciones firmes, de carácter recio, celoso de los suyos,
Compositor y poeta, alegre, con declamaciones y cantos que emulaban al Gabán,
Al Gabán de las llanuras de Oriente……
Ese era mi amigo….! Don Camilo Galindo…
Al pasar el umbral de su lugar de reposo,
Un nudo en mi garganta detenía emociones mezcladas con el recuerdo de uno de sus concejos, de un compromiso sellado en la confidencialidad de su aposento poco antes de partir…
Ya, sentado en el frio mármol del banco frente a su tumba, observando la lapida que aun no lleva su nombre….
Un ensordecedor silencio llenó el lugar, interrumpido a veces por el trinar de una paraulata, que revoloteaba en un Guayacán cercano, como queriendo erguir con su canto un monumento intangible al otrora cantador de Galerones… el aire fresco golpeaba mi rostro esparciendo una lagrima que rodaba por mi mejilla, mientras contemplaba el presuroso pasar de las blancas nubes que huían a esconderse para no ser testigos de las palabras que no se pronunciaban, el color de las flores que algún familiar ofrendó en honor al cariño de mi amigo,
Empañaban mis ojos…
Flores colocadas en dos inmóviles jarrones, mudos testigos de mi presencia…….
Una vez más…. Adiós amigo….


Daniel Navarro


-Señor, ¿qué hace usted cuando los Testigos de Jehová llaman a su puerta?

+Siempre procuro mantener el timbre enchufado a una toma de alta tensión.




REIR LLORANDO

Viendo a Garrik —actor de la Inglaterra—
el pueblo al aplaudirle le decía:
«Eres el mas gracioso de la tierra
y el más feliz...»
Y el cómico reía.

Víctimas del spleen, los altos lores,
en sus noches más negras y pesadas,
iban a ver al rey de los actores
y cambiaban su spleen en carcajadas.

Una vez, ante un médico famoso,
llegóse un hombre de mirar sombrío:
«Sufro —le dijo—, un mal tan espantoso
como esta palidez del rostro mío.

»Nada me causa encanto ni atractivo;
no me importan mi nombre ni mi suerte
en un eterno spleen muriendo vivo,
y es mi única ilusión, la de la muerte».

—Viajad y os distraeréis.
— ¡Tanto he viajado!
—Las lecturas buscad.
—¡Tanto he leído!
—Que os ame una mujer.
—¡Si soy amado!
—¡Un título adquirid!
—¡Noble he nacido!

—¿Pobre seréis quizá?
—Tengo riquezas
—¿De lisonjas gustáis?
—¡Tantas escucho!
—¿Que tenéis de familia?
—Mis tristezas
—¿Vais a los cementerios?
—Mucho... mucho...

—¿De vuestra vida actual, tenéis testigos?
—Sí, mas no dejo que me impongan yugos;
yo les llamo a los muertos mis amigos;
y les llamo a los vivos mis verdugos.

—Me deja —agrega el médico— perplejo
vuestro mal y no debo acobardaros;
Tomad hoy por receta este consejo:
sólo viendo a Garrik, podréis curaros.

—¿A Garrik?
—Sí, a Garrik... La más remisa
y austera sociedad le busca ansiosa;
todo aquél que lo ve, muere de risa:
tiene una gracia artística asombrosa.

—¿Y a mí, me hará reír?
—¡Ah!, sí, os lo juro,
él sí y nadie más que él; mas... ¿qué os inquieta?
—Así —dijo el enfermo— no me curo;
¡Yo soy Garrik!... Cambiadme la receta.

¡Cuántos hay que, cansados de la vida,
enfermos de pesar, muertos de tedio,
hacen reír como el actor suicida,
sin encontrar para su mal remedio!

¡Ay! ¡Cuántas veces al reír se llora!
¡Nadie en lo alegre de la risa fíe,
porque en los seres que el dolor devora,
el alma gime cuando el rostro ríe!

Si se muere la fe, si huye la calma,
si solo abrojos nuestra planta pisa,
lanza a la faz la tempestad del alma,
un relámpago triste: la sonrisa.

El carnaval del mundo engaña tanto,
que las vidas son breves mascaradas;
aquí aprendemos a reír con llanto
y también a llorar con carcajadas.


JUAN DE DIOS PEZA


poema a la amistad Amigos
Amigos... siempre seremos amigos
para contar alegrías y tristezas, una a una
y así tendremos como testigos
al sol, al viento, a la noche, o a la luna.

Viajaremos por mundos distantes
para buscar con todo el empeño
¡ Seremos como el caminante
que cabalga buscando su sueño!.


jack


El hombre que había sanado no se apartaba de Pedro ni de Juan, de manera que todo el pueblo, asombrado, corrió a ellos al pórtico llamado de Salomón. Pedro, al ver la gente reunida, les dijo: "Israelitas, por qué nos miran así? Creen ustedes que le hicimos andar por nuestro propio poder o por nuestra santidad? Sepan que el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, el Dios de nuestros padres, ha glorificado a su siervo Jesús, a quien ustedes entregaron y a quien negaron ante Pilato cuando éste quería ponerlo en libertad. Ustedes renegaron del Santo y del Justo y pidieron como una gracia la libertad de un asesino, mientras que al Señor de la Vida, lo hicieron morir. Pero Dios lo resucitó de entre los muertos, y nosotros somos testigos de ello. Y por la fe en el Nombre de Jesús, este Nombre ha sanado al tullido que ustedes ven y conocen. Es, pues, la fe en Cristo la que lo ha restablecido totalmente delante de todos ustedes. Yo sé, hermanos, que actuaron así por ignorancia al igual que sus jefes. Pero Dios cumplió de esta manera lo que había anunciado por intermedio de todos los profetas: que su Mesías padecería. Arrepiéntanse entonces y conviértanse, para que todos sus pecados sean borrados. Y así el Señor hará venir los tiempos de alivio enviando al Mesías que les ha sido destinado. Este Mesías es Jesús, que ha de permanecer en el cielo, hasta que llegue el momento de la restauración del mundo, de la cual Dios habló por boca de los santos profetas de tiempos pasados.


Sagradas Escrituras


El Sumo Sacerdote y todos los suyos que formaban el partido de los saduceos, se pusieron muy envidiosos y, tomando presos a los apóstoles los metieron en la cárcel pública. Pero, durante la noche, el Angel del Señor abrió las puertas de la cárcel y los sacó fuera, diciéndoles: "Preséntense en el Templo y anuncien al pueblo todo el Mensaje de Vida." Obedecieron y, entrando en el Templo al amanecer, se pusieron a enseñar. Mientras tanto, llegó el Sumo Sacerdote con sus partidarios, reunieron al Sanedrín, o sea, a todo el Senado Israelita, y mandaron a buscarlos a la cárcel. Cuando los guardias llegaron allá, no los encontraron. Volvieron y contaron: "Encontramos la cárcel cuidadosamente cerrada y los centinelas montando guardia en las puertas, pero cuando abrimos, no encontramos a nadie dentro."
El jefe de la guardia y los jefes de los sacerdotes, al oír esto, quedaron desconcertados, preguntándose qué podría haber sucedido. En esto llegó uno que les dijo: "Los hombres que encarcelaron están en el Templo enseñando al pueblo." Entonces el jefe de la guardia fue con sus ayudantes y los trajeron, pero sin violencia, porque tenían miedo de ser apedreados por el pueblo. Una vez traídos, los presentaron ante el Sanedrín. El Sumo Sacerdote los interrogó y declaró: "¿No les prohibimos estrictamente enseñar en ese Nombre? Pero ahora ustedes han difundido por toda Jerusalén su doctrina y quieren cargarnos con la sangre de este hombre."
Pedro y los apóstoles respondieron: "Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres. El Dios de nuestros padres resucitó a Jesús, a quien ustedes dieron muerte colgándolo de un madero. Dios lo ha puesto en el cielo a su derecha, haciéndolo Jefe y Salvador para dar a Israel la conversión y el perdón de los pecados. De esto nosotros somos testigos y también es testigo el Espíritu Santo que Dios ha dado a los que le obedecen." Cuando oyeron esto, se indignaron y querían matarlos.


Sagradas Escrituras




Esteban, lleno de gracia y fortaleza, realizaba grandes prodigios y señales milagrosas en el pueblo. Algunos que pertenecían a la sinagoga llamada de los Libertos, cirenenses y alejandrinos, y otros de Cilicia y Asia acudieron para rebatir a Esteban, pero no pudieron hacer frente a la sabiduría que estaba en él y al Espíritu que hablaba por él cuando los rebatía con mucha autoridad. Y, como no podían mirar de frente la verdad, sobornaron a unos hombres que dijeron: "Lo hemos oído hablar contra Moisés y contra Dios." Así excitaron al pueblo, a los Ancianos y a los maestros de la Ley; vinieron de repente, lo arrestaron y lo llevaron al Sanedrín. Allí presentaron testigos falsos que declararon: "Este hombre siempre habla en contra de nuestro Lugar Santo y contra la Ley. Le oímos decir que Jesús Nazareno destruirá este Lugar y cambiará las costumbres que nos dejó Moisés." Todos los que estaban sentados en el Sanedrín, cuando miraron a Esteban, vieron su rostro como el de un ángel.


Sagradas Escrituras


Entonces el Sumo Sacerdote le preguntó: "¿Es verdad?" El respondió: "Hermanos y padres, presten atención: En realidad, el Altísimo no vive en casas hechas por mano de hombres, como dice el profeta: El cielo es mi trono y la tierra el apoyo de mis pies. ¿Qué casa me van a edificar?, dice el Señor. ¿Cuál será el lugar de mi descanso? ¿No fuí yo quien hice todas esas cosas? Ustedes, sin embargo, duros de cabeza, endurecieron su corazón y cerraron sus oídos; siempre se resisten al Espíritu Santo, igual que sus padres. ¿A que profeta no persiguieron sus padres? Ellos mataron a los que anunciaban la venida del Justo, pero ustedes ahora lo traicionaron y asesinaron. Ustedes que recibieron la Ley por medio de ángeles y no la cumplieron." Al oír este reproche se enfuerecieron; rechinaban los dientes contra Esteban. El, lleno del Espíritu Santo, fijó sus ojos en el cielo, vio la Gloria de Dios y a Jesús a su dercha y declaró: "Veo los cielos abiertos y al Hijo del Hombre a la derecha de Dios." Pero ellos, con grandes gritos, se taparon los oídos y todos juntos se lanzaron contra él; lo sacaron fuera de la ciudad para apedrearlo, y los testigos dejaron sus ropas a los pies de un joven llamado Saulo. Mientras lo apedreaban, Esteban oraba así: "Señor, no les tomes en cuenta este pecado." Y, diciendo esto murió.


Sagradas Escrituras


Que a los que a grande riqueza / desde muy pobre subieron, / aborrecen los que fueron / testigos de su pobreza.


Miguel de Cervantes


Se ha de fijar en la memoria el bombardeo. Aquellos días en cuenta se tendrán en que, como en Belén, el nuevo Herodes, dio rienda suelta a su maldad. Desaparecerán los testigos del pasado y un siglo mejor vendrá. Mas el martirio de los niños mutilados jamás se olvidará.


Borís Pasternak


Los únicos testigos que prueban el éxito de un especulador de Bolsa son sus herederos


André Kostolany


Para acercarse a la perfección, el hombre debiera obrar siempre como si tuviera testigos de su conducta y pensar como si se pudiera leer en el fondo de su alma


Séneca


Seguir adelante, para preguntar si los hechos relatados por los cuatro evangelistas se han demostrado por evidencia competente y satisfactoria, nos lleva, en primer lugar, tener en cuenta de qué lado está el deber de demostrar la credibilidad de los testigos.


Simon Greenleaf


Hermanos, permítanme que les diga con toda claridad: el patriarca David murió y fue sepultado, y su tumba permanece entre nosotros hasta ahora. Pero, como él era profeta, sabía que un descendiente de su sangre se sentaría en su trono, según Dios le había asegurado con juramento. Por eso vio de antemano la resurrección del Mesías y de él habló al decir que no fue abandonado entre los muertos, ni su carne fue corrompida.
Este Mesías es Jesús, y todos nosotros somos testigos de que Dios lo resucitó. Y, engrandecido por la mano poderosa de Dios, ha recibido del Padre el Espíritu Santo prometido: hoy lo acaba de derramar, como ustedes ven y oyen. También es cierto que David no subió al cielo; pero dice en un salmo: Dijo el Señor a mi Señor: "Siéntate a mi derecha hasta que ponga a tus enemigos debajo de tus pies." Sepa entonces con seguridad toda la gente de Israel, que Dios ha hecho Señor y Cristo a este Jesús a quien ustedes crucificaron."
Al oír esto, se afligieron profundamente. Dijeron, pues, a Pedro y a los demás apóstoles: "Hermanos, ¿qué debemos hacer?" Pedro les contestó: "Conviértanse y háganse bautizar cada uno de ustedes en el Nombre de Jesucristo, para que sus pecados sean perdonados. Y Dios les dará el Espíritu Santo; porque la promesa es para ustedes y para sus hijos y para todos los extranjeros a los que el Señor llame."


Sagradas Escrituras


Esos ojos, que lo ven todo, tus ojos. Mis ojos, reflejan el amor y pureza con la que mi amor te anhela. Tus ojos, esos ojos son mi vida, alumbran mi camino cada día. Son testigos de cada noche en la cual nos entregamos al amor, un amor que arde en la más pura pasión.


De los que me enamore al verlos con su brillo incandescente, al verte me revelaron tu fiel amor, me dijeron tantas cosas, que hasta ahora puedo ver. La mirada es un mundo de sensaciones, ella dice mucho más de lo que pensamos, así como también una mirada vale más que mil palabras.


Enamorado estoy de ti, hasta los huesos, solo con mirarte se que nuestro amor es puro y sincero, que nadie mas que yo sabe leer esa mirada tan dulce que cada día me acompaña, que cada día me despierto con dulzura. Esos ojos de lo que un día me enamore, esos ojos que un día me hechizaron con su luz, esos ojos por los que hoy doy mi vida, esos ojos que hoy miran por mi… esos ojos que un día me enamoraron y hasta la muerte serán mi luz de cada día…


seantorregrosa


Ahora somos testigos de la labor constructiva sobre una base que va a perdurar a través del tiempo. Ese fundamento es el dios de la ciencia - revelado a nosotros en términos que armonizarán con nuestra inteligencia.


John Fiske


Durante demasiado tiempo las personas más pobres del mundo han visto ningún beneficio de los vastos recursos naturales en sus propios patios traseros. Es hora de poner fin a la injusticia donde la gente común son testigos mudos, te faltan para sufrir sin servicios básicos, como los beneficios derivados de los activos de sus países están ocultos y saqueados por regímenes corruptos.


Nick Clegg


A juicio sin testigos, cuando se trata de una acusación criminal, un asunto criminal, no es un juicio verdadero.


Bill McCollum


Ningún hombre lo hizo, ni nunca será, en verdad saldrá a convertir a las naciones, ni a profetizar en el estado actual de los testigos contra el Anticristo, sino por la inspiración graciosa e instigación del Espíritu Santo de Dios.


Roger Williams


Cuando estamos despiertos, el cortisol puede memorias fragmento - una de las razones de testigos cuentas escena del crimen son tan poco fiables. Pero por la noche ese mismo fragmentación permite recombinaciones creativas de ideas.


Jeffrey Kluger